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Notas sobre el Pueblo Quillacinga de Nariño

18.02.05

durruti@ami.net.co

SEIS NOTAS SOBRE EL PUEBLO QUILLACINGA DE NARIÑO

POR:
BUENAVENTURA DURRUTI

1. Entre los años de 1943 y 1958 se parcelaron varios Resguardos indígenas ocupados tradicionalmente por comunidades Quillacingas. En ese contexto mediante el Decreto-Ley No. 1421 de 1940 el Ministerio de Economía Nacional dividió todos los Resguardos del Valle de Atrís, a saber: Pandiaco, Buesaquillo, Genoy, Chachaguí, La Laguna, Obonuco, Penjendino, Puerres, Tescual, Chanchala, Anganoy, Gualmatán, Mocondino, Jongovito, Jamondino, Catambuco y Botanilla. Fue así como en el departamento de Nariño se extinguieron la mayor parte de los 88 Resguardos que por entonces tenían vida jurídica, quedando apenas 19 Resguardos pertenecientes a comunidades de los Pastos.

2. La extinción de los Resguardos ocupados por comunidades Quillacingas no significó en modo alguno la extinción del pueblo indígena Quillacinga, pues diversas comunidades siguieron manteniendo latente una identidad indígena mimetizada en formas campesinas. En ese sentido puede decirse que aspectos culturales y tradicionales propios de los indígenas Quillacingas lograron pervivir a través del mestizaje. De otro lado hay que anotar que la parcelación de los Resguardos Quillacingas tampoco logró desestructurar completamente la vida comunitaria y colectiva, puesto estas comunidades siguieron manteniendo vigentes estrategias de reciprocidad, solidaridad y ayuda mutua.

3. Estas comunidades que hasta mediados del siglo XX eran conocidas e identificadas con el etnónimo de Quillacingas, siguen ocupando en la actualidad microfundios y minifundios localizados en predios que otrora hacían parte de los antiguos Resguardos indígenas. Es así como hoy en día estas comunidades se encuentran ubicadas en parte de la zona centro y nororiental de Los Andes del departamento de Nariño, en los actuales municipios de Pasto, Sandoná, La Florida, Tangua y La Cruz.

Precisando esta situación en el municipio de Pasto, estas comunidades se encuentran localizadas fundamentalmente, en los actuales corregimientos de Catambuco, Chachaguí, Genoy, La Laguna, Obonuco, en las veredas de Botanilla, Gualmatán, Jongovito y en los poblados de Buesaquillo, Chanchala, Jamondino, Mocondino, Anganoy, Pandiaco, Penjendino, Anganoy, Pandiaco, Penjendino, Puerres y Tescual, en toda el área suburbana de Pasto.

4. Si bien es cierto que hasta hace pocos años estas comunidades no se autoidentificaban como Quillacingas ya que usualmente utilizaban el topónimo de su poblado como gentilicio –Obonucos, Jongovitos, Mocondinos, Catambucos…–, en la actualidad muchas de estas comunidades están reclamando nuevamente su condición de indígenas, reivindicando para sí el etnónimo de Quillacingas.

En esta autoidentificación como Quillacingas, las comunidades involucradas han esgrimido fundamentalmente tres aspectos: (a) mantenimiento de una arraigada conciencia territorial fundamentada en los límites de los Resguardos extinguidos entre 1943 y 1958, (b) conservación de una conciencia de ser originarios y nativos de las tierras que ocupan en la actualidad, es decir de no ser venideros de otros lugares, y (c) una vida comunitaria y colectiva con un claro sustrato andino de origen indígena.

Estos aspectos mencionados se traducen fundamentalmente en que las comunidades contemporáneamente se encuentran ocupando predios que hacían parte de los Resguardos indígenas divididos a mediados del siglo XX, en que se puede trazar, a través del parentesco, una clara descendencia entre las comunidades Quillacingas que habitaban los Resguardos y las comunidades actuales, y en que en la vida cotidiana subsisten prácticas culturales y rituales de orígen Quillacinga.

5. En razón a que el proceso de reindianización de estas comunidades campesinas y suburbanas –localizadas en el Valle de Atris en el departamento de Nariño– que se reclaman como pertenecientes al pueblo Quillacinga, esta soportado y justificado en un pasado indígena reciente, claramente comprobable no sólo a través de fuentes históricas escritas y orales, sino a través de la observación de los aspectos culturales y espirituales que configuran la vida colectiva de estas comunidades, se estima legítimo el proceso de reconstrucción étnica, cultural y territorial del pueblo indígena Quillacinga, que se está escenificando en los antiguos Resguardos localizados en el departamento de Nariño.

En ese orden de ideas se considera válido que estas comunidades, localizadas en el Valle de Atris (Nariño) y que hacia mediados del siglo XX se autoidentificaban explícitamente como Quillacingas, en la actualidad estén buscando el reconocimiento –institucional y de las autoridades indígenas del entorno local y regional– como parcialidades indígenas étnicamente pertenecientes al pueblo Quillacinga.

6. Dada la dificultad de establecer diferencias marcadas entre las comunidades que se reclaman Quillacingas y las comunidades campesinas del entorno andino nariñense, se puede considerar que un elemento que configura la identidad indígena es el de la adscripción territorial. En ese orden de ideas puede decirse que un elemento diferenciador entre estas comunidades es que las parcialidades Quillacingas reivindican su pertenencia a Resguardos que fueron disueltos, en tanto que las comunidades campesinas no tienen ese referente histórico y jurídico.

De ahí que no sea procedente, en principio, reconocer el carácter de indígenas Quillacingas a comunidades que se encuentran viviendo por fuera de los límites de los antiguos Resguardos y por fuera del departamento de Nariño.


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