Ocho hombres y seis mujeres conforman el grupo de comuneros mapuches que se instalaron en la catedral de Temuco, en pleno centro de la ciudad y que se mantienen hasta el despacho de esta información en el principal templo católico local, según constata El Gong.
La movilización que es liderada por el dirigente José Pérez, ha concentrado la expectación periodística e interrumpido el normal funcionamiento del templo y de los fieles.
El líder de laocupación comentó a la prensa que se trata de una huelga de hambre en la que participan comuneros provenientes de Traiguén Ercilla, Collipulli Lumaco, Victoria y Freire.
El objetivo del es protestar y exigir a través de esta forma de presión que se produzcan avances concretos respecto del reconocimiento constitucional de la existencia de los pueblos indígenas de Chile.
Informaciones provenientes de otros lugares del país indican que características similares presentarán las movilizaciones que de manera paralela se realizarán en el norte del país, patrocinadas por el Consejo de Todas las Tierras y otras organizaciones indigenistas que intentan dar al movimiento el carácter de nacional.
Un grupo aproximado a los 15 comuneros de diferentes zonas de la Araucanía, se han ubicado en el interior de la Catedral de Temuco, para iniciar una huelga de hambre, en el marco del rechazo a la reforma constitucional que reconoce los pueblos indígenas, y que según su opinión no representa los intereses de los pueblos originarios del país.
Fernando Pérez Huircaleo, de comunidades de Galvarino, líder del grupo, dijo que tras conversar con el Obispo Manuel Camilo Vial, han decido permanecer en el lugar y dar el espacio para que se desarrolle la liturgia con la cual se inician las celebraciones del aniversario 80 de la diócesis y los 25 años, en labores del obispo.
Pérez agrego que “ hemos planteado que la idea de ocupar la catedral no es contra de la Iglesia, pero también creemos que también hay un punto de vista de parte de nosotros que la Iglesia también ha acompaño al gobierno, par que esto se diluya, porque el reconocimiento ha sido aniquilado, diluido, de distinta formas con el poder legislativo y el poder ejecutivo, entonces de cierta forma la iglesia también con ese sistema, ya que no queremos ser reconocidos superficialmente, no solo la cultura, la tierra, sino también que pasa con la tierra, y durante el transcurso de las próximas horas verán sui nos desalojan o no…”