Sólo el 26% de beirutíes se acercó a las urnas
·Los 19 escaños de la capital han sido para la lista transversal del hijo de Rafic Hariri
BEIRUT
Sin sorpresas en cuanto a la distribución de escaños y con una tasa de participación incluso más baja que hace cinco años se cerró la primera de las cuatro fases de los comicios legislativos de Líbano. Si en la cita del año 2000 fue el 33,8% del censo el que votó, el pasado domingo la tasa se redujo hasta un precario 26%. El politólogo Issa Ghoraieb, editorialista en el diario “L’Orient-Le Jour”, destaca que la alianza que ha formado Hariri para estas elecciones es la única que se presentaba como «transcomunitaria» «transversal» se le diría hoy en día en Euskal Herria y con una ambición nacional en un país donde lo importante es la fidelidad a la comunidad religiosa. Sin embargo, los políticos que se han aliado con Hariri en su lista son casi sin excepción de las familias que durante décadas han marcado la pauta política en Líbano, de ahí la alta abstención en una juventud que siente que, con sirios o sin sirios en el país, las elecciones son «más de lo mismo», según la interpretación de Ghoraieb.
La abstención fue particularmente alta en los barrios cristianos, tanto maronitas como armenios, debido a que el líder cristiano Michel Aun había pedido el boicot y a que 9 de los 19 escaños habían sido asignados automáticamente a los candidatos de Hariri antes incluso de la votación por falta de contrincantes. Saad Hariri, al que todos ven ya como el próximo primer ministro, tiene sólo 35 años y está virgen en política, pues durante toda su vida antes del atentado contra su padre el pasado 14 de febrero se había dedicado exclusivamente a los numerosos negocios que su padre había emprendido.
La comisaria de Relaciones Exteriores y Política de Vecindad de la UE, Benita Ferrero-Waldner, considera un «gran paso hacia adelante» la celebra- ción de la primera de las jornadas electorales previstas.