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Crónicas universitario-comunitarias de Valparaíso (1)

10.06.05

Notas y reflexiones sobre el Primer Congreso de Estudiantes y Profesores Universitarios Alternativos, Libertarios y Autónomos de la V Región.

Esperanzador.
Esa palabra utilizó Rudy al terminar la exposición de Rodrigo, de la comunidad de La Isla del Cerro Rocuant. Todos nos sumamos a esa opinión y otras palabras y conceptos similares caminaron por entre nosotros. Muchos nos abrazamos y nos sobábamos los hombros, nos mirábamos con alegría y algunos dijeron que su entusiasmo había estado en baja, hasta ahora…

Con Rudy nos conocemos hace ya tiempo, miembro de un colectivo vegano, toca también música hardcore. Ya presentamos juntos en el cerro Achupallas un recital de música hip hop y de hardcore. Hemos estado juntos en talleres sobre autonomía, en fin, se ha ido creando poco a poco un lazo de confianza y afecto.

Él era uno de las decenas de jóvenes que abarrotaron la sala principal de la Universidad Arcis de Valparaíso en el Cerro Alegre, cerro tradicional de la burguesía inglesa, lleno de mansiones y casas extravagantes y de “buen gusto”, hoy transformado en un centro turístico donde pasean gringos y europeos dejando dólares que irán a las arcas de los poderosos, lleno de restaurantes, pubs y similares, pero también lleno de artistas y artesanos que le dan una impronta que la universidad supo reconocer y se fue poco a poco enlazando con la vida cultural de la región desde su llegada, hace ya unos tres o cuatro años.

Rodrigo es miembro de la comunidad de La Isla y también nos conocemos desde algún tiempo, específicamente desde enero de 2004, en medio de las Jornadas del Viento y la Palabra en Homenaje al Zapatismo, algunas de cuyas sesiones fueron efectuadas en el Centro Cultural Casa Verde de la Plaza Echaurren. Allí estaba Rodrigo y tuvimos la oportunidad de intercambiar ideas y experiencias, respeto mutuo y confianza.

Caminando la palabra se teje el conocimiento mutuo y el respeto de la autonomía de las personas y de las experiencias.

Al lado de la Plaza Echaurren se encuentra localizado El Plebeyo, espacio cultural donde se reúnen jóvenes alternativos y se realizan sesiones de intercambios culturales y de historias locales. Ahí llegamos el Primero de Mayo recién pasado con un grupo de jóvenes del cerro La Cruz donde estaba también Gonzalo. Veníamos de un debate efectuado en la sede del Sindicato de Trabajadores de la Electricidad, de la empresa Chilquinta, donde Rudy, el colectivo donde participa y otros grupos alternativos, habían organizado un intercambio y una tocata. En ese intercambio hablamos sobre autonomía y autogestión, de un mundo donde quepan muchos mundos y de una nueva sociabilidad. Ahí, en el sindicato tuvimos la oportunidad de conocer un grupo de jóvenes cristianos que hablaban el mismo lenguaje que nosotros y fue tal la afinidad que nos mantuvimos en contacto epistolar y nos invitaron a su iglesia a participar de sus reuniones. Esperamos luego estar con ellos.

Gonzalo ha estado desde el inicio en la ronda autónoma y trabaja en la Confederación Nacional de Pescadores Artesanales, forma parte de un colectivo cultural del cerro La Cruz y está preparando junto a otros compañeros la edición de las filmaciones realizadas en su viaje por Argentina, Brasil y Bolivia, donde visitaron experiencias de autonomía.

En El Plebeyo se había organizado una discusión sobre temas diversos, se pasaron filmes de experiencias obreras en Argentina y nos integramos. Ahí conocimos a Daniela y otros compañeros de diversas modalidades de pensamiento, además de encontrarnos con una cantidad de conocidos de otras experiencias que venían a entrecruzar ideas. Abrazos van, abrazos vienen. Uno de los grupos de trabajo se llamó “Relación entre el movimiento estudiantil y el movimiento social”. Ahí acordamos encontrarnos e invitar a otros estudiantes y profesores a discutir modalidades de vincularnos desde las universidades a las experiencias de autoorganización en cerros y barrios. Daniela es estudiante de Diseño y tiene una enorme sensibilidad social, además fue una de las activas promotoras del buen resultado del Primer Congreso, que en realidad ha sido el último, pues ahora las rondas seguirán una vez por mes como las olas del mar, una tras la otra.

Nos invitaron a la carrera de Orientación Familiar de la Universidad de Los Lagos y allí explicamos los objetivos del enkuentro, que agradaron a una buena cantidad de estudiantes, por ello llegaron en grupo secuestrando prácticamente al profesor que debía hacer la clase y se vinieron en patota a participar con nosotros.

Hablamos con la dirección de la universidad Arcis y de inmediato dieron todas las facilidades para la realización del enkuentro. Hicimos afiches, publicamos en Indymedia y otros medios, circulamos volantes y llegó al fin el día.

Había expectativa, ilusión, pues vendrían de diferentes lugares y de distintas posiciones. Iniciamos las actividades el sábado 28 a las 11:00 de la mañana y el comienzo no fue auspicioso, pues empezó a decantarse la visión de mundo y la postura de clase de muchos, unos hablaban de lucha, otros de educar a los pobres, unos hablaban de hacer un movimiento amplio, otros de iniciar colectivos por carrera, se habló de la autonomía, la vanguardia, los errores de la vieja izquierda, el paternalismo, el asistencialismo, el autoritarismo intelectual y un largo etcétera. Pocos o casi nadie sabían que existían experiencias concretas de autonomía en la región.

Paramos para almorzar y nos dividimos en grupos de manera espontánea, unos a compartir lo que traían, otros a reunir algo para comprar comida, otros salieron a morder alguna cosa y otros regresaron a comer sus panes con mortadela. Pedro había traído una bolsa plástica con una gran cantidad de panes, unos con queso y otros con tomate. Trajeron jugo y nos sentamos varios en el suelo de una de las salas y ahí conversamos más. Al parecer el momento fue propicio para las aproximaciones y mayor confianza. El ambiente comienza a cambiar, ya hay muchas más risas y sonrisas, más soltura de cuerpo.

Pedro es estudiante de psicología en la Universidad de Valparaíso y nos habíamos conocido unas semanas atrás en el cumpleaños de Rocío, a quien había conocido junto a su compañero, experto en malabarismo en una actividad en apoyo a los presos políticos del Perú y me habían llevado a casa de Pedro donde se celebró su día. Descubrimos una gran afinidad y quedamos de trabajar juntos para el enkuentro.

Las movilizaciones estudiantiles contra la nueva ley que había presentado el gobierno hicieron que muchas facultades se declararan en paro y estuvimos recorriendo facultades para estar presentes y solidarizar con los muchachos. En Filosofía e Historia de la Universidad de Valparaíso, en la Universidad Católica y en la facultad de Psicología de la Universidad de Valparaíso. En la Católica había una olla común y los muchachos salieron a manifestar en las calles. Participamos con ellos y luego nos fuimos a visitar a los de psicología, que habían conseguido autorización para permanecer en el local durante el paro estudiantil. Al rato llegan los de la U. Católica con la olla y siguió ahí un fructífero intercambio de donde salió el grupo que vino a participar del enkuentro.

Las cosas se entrelazaban con naturalidad. Por eso fue posible que en ese almuerzo las miradas y las conversaciones fueran superando el momento relativamente tenso y distante de la mañana. Ya en la tarde de ese sábado nos separamos en grupos de trabajo y tuvimos la oportunidad de acercarnos a ideas más concretas de lo que podría ser un trabajo hacia las comunidades. Vimos que lo más indicado era por carrera, pues allí hay un perfil más específico desde el cual se puede ofrecer una propuesta a cada comunidad, propuesta que pudiese invitar a otros estudiantes a actuar su futura profesión junto a la autoorganización social, donde pueden extraer elementos para el desarrollo de sus estudios y debates en salas de clases.

El domingo a las 10 en punto fue abierta la sede de la universidad y en la puerta ya estaba el lonko mapuche Andrés Llao Paillao, a quien habíamos conocido hace tiempo atrás y se caracteriza por organizar actividades de divulgación de la cultura y las necesidades del pueblo nación mapuche. Mantiene una ruca donde 30 familias mapuche de la región se reúnen para sus ceremonias y actividades en común. Fue una grata sorpresa para los participantes que quedaron impactados por las explicaciones y relatos que trajo y además nos invitó a organizar un viaje para conocer la comunidad en los territorios del sur. Pablo propuso que se hiciese un curso de mapudungun y hubo apoyo unánime a la propuesta, de modo que Pablo está viendo como ponerlo en práctica. También fuimos invitados a la celebración del año nuevo mapuche el sábado 25 de junio en la ruca y vamos a mantener el intercambio para apoyar sus actividades.

Pablo es estudiante de psicología de la Arcis y desde hace tiempo viene participando de la ronda autónoma sin pertenecer a colectivo ninguno, es autónomo y hemos estado juntos en talleres y debates, ahora estamos juntos también en esta aventura de prepararnos para salir con los estudiantes a vivir las experiencias de comunidades locales

Luego Rodrigo relata las experiencias de la comunidad de La Isla y causa sorpresa al conocerse por su intermedio como en esa comunidad hace ya tiempo se viene trabajando por el autogobierno local, la búsqueda de la autogestión y las formas organizativas donde los dirigentes no ocupan un status distinto de los demás. La Isla nace de un grupo de educadores populares que obtienen un financiamiento del gobierno para implementar allí un proyecto, sólo que los compañeros destinaros eso para fomentar la autoorganización y la participación popular, en el entendido de que los nuevos lazos sociales se forjan progresivamente. Mantienen una biblioteca donde se reúnen periódicamente alrededor de 14 niños que estudian juntos y realizan otras actividades. Jóvenes del sector han iniciado un promisorio trabajo conjunto con otros jóvenes de la población cercana llamada Manuel Rodríguez. Además hay una toma al lado de La Isla con 30 familias, alrededor de 100 personas, donde el trabajo conjunto ya presenta la modalidad de asamblea horizontal, aunque varios se han retirado del lugar por motivos diferentes, lo que dificulta la continuidad de las tareas, sin afectarlas gravemente.

El problema actual de mayor dimensión es el tema del agua, ya que se construyeron casas teóricamente con 25 años por delante con instalaciones provisorias de agua potable, es decir, de hecho les aseguraron agua sólo por un corto tiempo, lo que resulta aberrante. El tema del agua está haciendo crisis y se espera una experiencia nueva de cooperación y apoyo mutuo en que la comunidad de La Isla y la asamblea de la toma puedan trabajar en conjunto por el problema. Sería una experiencia inédita, dos comunidades uniéndose para enfrentar un problema común.

Terminamos con el acuerdo de que Rodrigo estudiaría con su comunidad cuales serían las necesidades que podemos apoyar desde las carreras universitarias. Trataremos de formar colectivos por carrera para enfrentar ese y otros desafíos. Nos reuniremos nuevamente el domingo 26 de junio en El Plebeyo desde las 10:30 de la mañana hasta que las velas no ardan.

Estamos invitando a que grupos de estudiantes se reúnan por carreras y discutan estas ideas para traer nuevas reflexiones el domingo 26. Un grupo de 15 compañeros de Trabajo Social de la Universidad de Valparaíso decidió autoconvocarse para desarrollar discusiones semanales o cada dos semanas. Otro grupo de la carrera de Orientación Familiar de la Universidad de Los Lagos está haciendo lo mismo. Otros de Psicología de la UV también se preparan para ello. En otras carreras ya hay compañeros invitando a participar.

¿Y usted? Haga lo mismo en su carrera.
Entre en contacto en el mail enkuentro@yahoogroups.com y venga el domingo 26 de junio.

Saludos.
Profesor J


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