EJERCITO DE LIBERACION NACIONAL DE COLOMBIA
Revista Insurrección No. 041 - 4 de agosto de 2005
Contenido
* Editorial. UN GOBIERNO EMBAUCADOR
*¡A CORRER TODOS LOS COLOMBIANOS! Viene el TLC
* EL DEPARTAMENTO DEL CHOCO Y LOS MEGAPROYECTOS DEL NEOLIBERALISMO
*¡CUBA VA!
EDITORIAL
UN GOBIERNO EMBAUCADOR
Los resultados que registran el informe de los tres años de gobierno y las encuestas difundidas últimamente, dejan la impresión que vivimos en el país de las maravillas y entramos pisando duro al paraíso del bienestar, con el Presidente Uribe Vélez.
Pero la realidad colombiana es bien distinta a la fotografía que presentó el presidente el 20 de julio al Congreso y el futuro que se vislumbra es de muchos sinsabores y desgracias para los huérfanos de la riqueza.
En su informe ignora deliberadamente la tragedia que vive el pueblo colombiano, pasa de largo sobre la pobreza y la injusticia social como si no existieran. Los únicos problemas que registra con bombos y platillos son aquellos que alteran el clima que necesitan los negocios y los controles que no dejan respirar con absoluta libertad a los “sufridos” capitalistas.
Además de manipular la realidad y de no presentar soluciones ciertas a los problemas reales que afligen al pueblo colombiano, lo más perverso de su informe son las líneas de acción que señala y la autopista abierta por donde encaminará los pasos el Presidente en el último año de mandato y, si es reelegido, en el siguiente cuatrienio.
De acuerdo con los énfasis los esfuerzos están comprometidos en generar mejores condiciones para que la oligarquía local y las trasnacionales chupen la riqueza nacional y el sudor de los trabajadores sin cortapisas.
A este propósito le tiene puesto el acelerador para cerrar el circuito y dejar implantado totalmente el modelo neoliberal y el país convertido en colonia, antes que sea tarde.
Las urgencias andan tras flexibilizar al máximo las condiciones y renunciar al interés nacional, para que las inversiones ingresen y saquen el capital sin amarras, se coloquen donde quieran blindadas contra riesgos, libre de impuesto la plusvalía que remesan, sin tener que reinvertir ganancias, ni transferir tecnología al país.
Firmar el TLC como sea, antes que se enrede en la campaña electoral es otra de las urgencias. Firmarlo es lo que falta porque las leyes que le sirven de marco y sustento están aprobadas, al menos las fundamentales y el acuerdo está definido desde hace rato. Están pendientes los últimos retoques que están haciendo Bush y Uribe en el rancho de Texas, donde acabarán de afinar los adornos para que no se levanten polvaredas agresivas y por último, definirán la fecha en que Colombia entra al club de la indignidad, de las colonias del imperio.
Uribe está perfeccionando y rematando el proceso de implantación del capitalismo salvaje que viene de tiempo atrás, desde la década del ochenta del siglo XX cuando la burguesía lo acogió para el país y se puso como meta inicial flexibilizar el mercado laboral y reducir el costo de la fuerza de trabajo, destruyendo los sindicatos, la contratación colectiva, arrebatando las conquistas conseguidas por los trabajadores durante más de medio siglo de lucha, y eliminar sus líderes honestos.
Esta oligarquía, haciendo gala de crueldad combinó con ese fin las balas de la guerra sucia, la sentencia de jueces venales, leyes regresivas del Parlamento y la represión de los gobiernos, hasta hacer desaparecer casi totalmente los mínimos derechos laborales que protegían a los trabajadores de la rapacidad patronal.
Ahí está la cuenta que algún día tendrá que resarcir la oligarquía colombiana a la clase trabajadora del campo y la ciudad.
Desde ese entonces más de tres mil sindicalistas fueron asesinados y otros miles emigrados y desplazados, los trabajadores sindicalizados fueron reducidos como efecto de la intimidación y la represión –en 1970 representaban el 17% de la fuerza laboral, en 1980 el 12.3 %, en el 2002 el 5.2 % y en el 2005 están por debajo del 4% - los sindicatos fueron destruidos con sevicia. Durante el gobierno de Uribe Vélez han desaparecido mil doscientos sindicatos.
En el campo fue más agresivo con el pretexto de combatir las guerrillas: el proceso de transformación del campo y la adecuación de éste a los parámetros y exigencias del modelo, el despeje a las trasnacionales que andan tras la inversión en megaproyectos y el saqueo de los yacimientos mineros.
Miles de masacres, asesinatos selectivos y el desplazamiento forzado que hoy sobrepasa los tres millones de campesinos, indígenas y afrocolombianos desarraigados y expulsados de sus predios.
El informe del Presidente y de sus aduladores no habla de estos fenómenos, de sus causas reales ni de la incidencia que tienen sobre otros que completan el mapa de la tragedia que vivimos los colombianos.
No hace referencia al 67% de colombianos que viven en los niveles de la pobreza, ni a los doce millones de indigentes, drama este que refleja el índice de desempleo, el cual está muy por encima del 12% que reconocen las estadísticas oficiales, y pone de presente la injusta distribución del ingreso y la riqueza nacional. Cuando hace referencia fugaz es para señalar que la pobreza rebajó del 57% al 52%, cifras irreales que contradicen los informes de otras instituciones del Estado.
No plantea soluciones a los graves problemas económicos y sociales que afectan a la mayoría de la nación, sino que anuncia medidas que los agravan, como es el caso de la nueva reforma tributaria con que se castigarán los exiguos ingresos populares, con el incremento del impuesto y la ampliación de la base del IVA, a la vez que proyecta la reducción de impuestos a los capitalistas.
En la reforma del año anterior el gobierno devolvió $ 860 mil millones de pesos a los empresarios para que abrieran nuevos empleos y no lo hicieron; la misma gabela la va a otorgar eliminando el 7% al impuesto de remesas de plusvalía a las empresas extranjeras, lo cual representa $ 350 mil millones de pesos.
Este gobierno que no tiene dinero para evitar el cierre de los hospitales públicos, si lo tiene para la “piñata” que le costará un billón doscientos mil pesos, los que piensa sacar del bolsillo de los consumidores a través del incremento del impuesto del IVA, aumentando el número de pobres y de indigentes. Esto solo se da en el país de las “maravillas”, donde los pobres son obligados a subsidiar a los ricos para que se enriquezcan más.
Lo que no podía faltar en el informe del Presidente fue las loas a la ley de justicia y paz, a pesar de estar cuestionada seriamente por ser la “catedral de la impunidad” y la mayor lavandería montada por el gobierno para “despenalizar” a los “patrones” narcoparamilitares, con lo cual los habilitó para ingresar al club exclusivo de la oligarquía y de la clase política y reclamar la parte del poder que les corresponde en la narco-república.
En cambio ignoró las propuestas relacionadas con el intercambio humanitario y la solución política al conflicto social y armado. Y es entendible que dichas propuestas no las mencione porque no hacen parte de su agenda, copada como está con la obsesión de hacer la guerra, ganarla y pasar a la historia como el triunfador con poder para moldear el país dentro del proyecto “unanimista” de ultraderecha que lidera y cumplirle al país de los ricos.
Los anuncios son claros y el rumbo que marca el Presidente en el informe a la nación es el que están esperando las trasnacionales, la oligarquía lacaya y el imperio. El futuro del país está marcado y amarrado y cada vez pertenece menos a las grandes mayorías de la nación.
No podemos quedarnos quietos y callados, amedrentados por el terrorismo de Estado y las atrocidades de los personeros de la guerra sucia.
Juntemos las banderas por el rescate de la dignidad de la nación, la defensa de la democracia y el bienestar, la paz con justicia social. Juntemos las manos en una sola mano sin exclusiones pensando en el nuevo país, en el futuro para nuestros hijos y alistémonos para las grandes batallas que están por llegar.
Para adelante… el triunfo será del pueblo si luchamos todos unidos y somos capaces de ser con otros. ¡No dudemos!
Coyuntura Nacional
¡A CORRER TODOS LOS COLOMBIANOS!
Durante las once reuniones realizadas para “negociar” el Acuerdo de “libre” comercio entre los tres países andinos (Colombia, Ecuador y Perú) los colombianos hemos visto la misma película: los rostros de los representantes del gobierno colombiano con una sonrisa complaciente para la contraparte y un discurso que nada dice para la opinión, siempre con un optimismo no se sabe basado en qué.
La XI ronda que se realizó entre el 18 y el 22 de julio en Miami, en medio de la tensión por la inminente votación sobre el CAFTA en la Cámara de Representantes del Congreso estadounidense, terminó con la consabida conclusión: faltan por negociar los temas que ellos ven más importantes, producción agropecuaria y patentes. Para el pueblo colombiano todos los temas son importantes porque tienen que ver con su vida
Eso sí, los gringos al final hicieron una propuesta para supuestamente viabilizar el tema agrícola, cosa que puso en ascuas al jefe de la delegación colombiana, Hernando José Gómez y al ministro de Comercio, Jorge Humberto Botero, que son sumamente proclives a agradecer cualquier dádiva de los norteamericanos, sin importar nada.
Realmente la propuesta de los gringos no tiene nada de novedoso. Aceptaron la conformación de un Comité permanente de técnicos para tratar lo relativo al tema de control sanitario y fitosanitario y en cuanto a los productos propusieron algunos en los que no hay contradicción. De resto mantuvieron sus exigencias en el mismo sentido: queremos todo y veremos a ver qué les damos.
Lo más interesante no sucedió allí en Miami, sino cinco días después (27 de julio) en Washington con la aprobación del tratado con los países centroamericanos y República Dominicana, por parte de la Cámara de Representantes.
El CAFTA fue aprobado solamente por dos votos, 217 contra 215. Hay denuncias sobre los sobornos que realizó Bush para alcanzar este triste resultado y noticias sobre la intensa labor que realizó en la OEA y en los propios pasillos del Capitolio. Para su gobierno esto fue una batalla política donde se jugaba no solo su política comercial, sino los proyectos imperiales que la animan, en un momento de muchas controversias sobre su gobierno.
Ese resultado puede tener muchas lecturas pero lo que nos interesa a nosotros es que cambiará la dinámica de las rondas de negociación del TLC con nuestro país, Ecuador y Perú.
Si durante más de un año los gringos jugaron con su prepotencia a prolongar, a desacelerar, ahora vendrán decididos a negociar rápido y a llevarse todo, pues bien han dicho que para que el Congreso apruebe el tratado con los países andinos tendrán que presentarle muchas más ventajas de las que les brindaron los gobiernos de los países de América Central y República Dominicana.
Con Colombia no tendrán problema pues la voluntad política para firmar el tratado, según las conveniencias de Washington, está más que clara por parte del presidente Uribe y de la mayor parte de los grandes gremios económicos.
Esto lo hemos visto no solo por la actitud frente a los negociadores y las condiciones que han impuesto los gringos, sino por las privatizaciones de empresas estatales y de los parques nacionales, los proyectos de ley para viabilizar la inversión extranjera, la liberalización de precios de productos que antes estaban protegidos, la reforma laboral, fiscal, pensional, educativa, de salud, la minimización de la estructura estatal, el aumento de las fuerzas militares, la legalización de lo paramilitares, las medidas represivas.
Por otra parte los gremios económicos están en una carrera contra el tiempo para adecuarse a las exigencias del tratado, mediante fusiones, exigiendo e impulsando la construcción de infraestructura y con hondas preocupaciones porque sus ganancias no se vayan a ver disminuidas ante las poderosas transnacionales.
Sus inconformidades no se basan en las consecuencias que tendrá para el país la consumación del TLC, sino en cómo se verán afectados sus bolsillos. En esto no debemos dejar que nos engañen.
Algunos se encuentran preocupados porque han estudiado el caso de México pero no logran entender que así como en aquel país muchos sectores productivos han desaparecido ante la avalancha del capital transnacional, aquí se está negociando con más desventajas, tanto por la actitud entreguista del gobierno colombiano como por la propia situación de resistencia que existe entre los legisladores norteamericanos y los trabajadores de ese país, lo cual hará que sea un trato “de tigre con burro amarrado”.
Tampoco piensan en que el empobrecimiento de nuestro pueblo, producto del desempleo disminuirá ostensiblemente su poder adquisitivo, contrayendo aún más el mercado. No ven que en realidad perdemos todos.
Quienes sí están claros de esta verdad son lo pequeños y medianos productores que ya han perdido o están al perder todo, los sectores populares, los indígenas, los trabajadores en general, y por ello la resistencia al TLC ha crecido día a día.
Si la larga lista de funcionarios del gobierno yanqui que han desfilado por nuestro país ha hecho presión, ahora la harán con más vehemencia. Chantajes como el planteado por el embajador Wood y William Thomas (presidente de la Comisión de Medios y arbitrios de la Cámara) en el sentido de que es mejor firmar el tratado antes de las elecciones porque si no nos quedaremos sin TLC y sin preferencias arancelarias del ATPDEA, las escucharemos más frecuentemente y con más agresividad hasta octubre cuando se realice la última reunión.
La amenaza es inminente, de eso no podemos dudar.
Es pues la hora acelerar también la lucha por defender nuestros recursos, nuestros derechos y nuestra nación de la voracidad imperial. Así el CAFTA haya sido aprobado por dos votos solamente, para efectos de nuestro futuro es grave este hecho, como tan graves han sido las reformas que el gobierno de Uribe ha adelantado para garantizar la apertura del país a los planes económicos y geopolíticos de Estados Unidos.
Las jornadas de lucha han sido importantes, pero ahora es urgente dinamizarlas para exigir con toda la decisión que el momento amerita una consulta popular sobre el Tratado de Libre Comercio y el respeto a los resultados de ella. Es el momento de correr contra reloj tras esta meta y tras impedir que se firme la entrega del país.
Nuestra soberanía debemos defenderla en las calles y plazas de pueblos y ciudades. Contra la voluntad política del gobierno de permitir la recolonización de Colombia y ponerla al servicio de los planes imperiales, debemos oponer la voluntad popular de defensa de nuestro futuro como colombianos.
Coyuntura Nacional
EL CHOCO Y LOS MEGAPROYECTOS DEL NEOLIBERALISMO
“La orden del patrón es que siembren palma, plátano y coca, y el que no quiera, que se vaya, o de lo contrario hablamos con la viuda” (Advertencia de paramilitares a los pobladores)
Desde que comenzó la mentira de la “negociación” en Santa Fe de Ralito, donde el Estado colombiano y su estrategia paramilitar iniciaron la legalización de este instrumento del terrorismo de Estado, Álvaro Uribe Vélez vocero y ejecutor de las políticas de la oligarquía criolla y del imperio no ha hecho más que seguir manchando con sangre la tierra y el sueño de un pueblo que anhela, contra viento y marea, hacer de Colombia un país prospero, democrático y soberano.
Si observamos un poco la funesta historia sociopolítica de nuestro país, comprobamos cómo los diferentes gobiernos acatando las órdenes que llegan del recolonizador norteamericano, han venido sistemáticamente y a pasos agigantados, condenando el futuro de nuestra nación con el ignominioso neoliberalismo.
Son decenas de miles los crímenes perpetrados, en la misma proporción las tierras y los recursos naturales saqueados y dilapidados. Todos los derechos del pueblo totalmente sumidos en el trágico espectáculo de las violaciones de Lesa Humanidad.
Así está diseñado el plan y así lo vienen desarrollando. Ahora con el proyecto de Justicia y Paz, recientemente aprobado y propagandizado en Europa, las mafias del narcotráfico y del paramilitarismo se han arrojado de nuevo a las tierras colombianas, ya no solo como bandoleros legitimados, sino como “conductores” de proyectos agroindustriales.
El 6 de junio del año en curso, la Revista Semana, entrevistó a Vicente Castaño, uno de los administradores del sangriento proyecto paramilitar colombiano y manifestaba en una de sus respuestas que en varias zonas del país (Urabá y el Chocó, por ejemplo) ya vienen implementando proyectos.
Pero miremos realmente cómo se vienen constituyendo dichos “modelos de empresas”, tal como él lo define:
Después de evaluar y sistematizar los dividendos de la estrategia paramilitar impuesta en las últimas décadas, de lo que se trata ahora es de acordar con los empresarios económicos y financieros, el Estado, el gobierno y las Fuerzas Armadas, bajo la mirada de los Estados Unidos, artificios que consoliden un sistema social autoritario y corporativo que abra puertas a la era del modernismo globalizado y neoliberal.
En el Chocó, departamento ubicado en el occidente colombiano, bañado por el océano Pacifico, poblado por indígenas y afrodescendientes, región minera, maderera, pesquera, turística y que forma parte de las reservas mundiales por su biodiversidad, se está adentrando aceleradamente la voracidad del “libre mercado”.
Para hacer realidad los planes de los empresarios y demás aliados enunciados han acudido, como es su costumbre, a las falsas imputaciones, a señalar a las diferentes comunidades que pueblan esta rica y maltratada región de estar incurriendo en actos subversivos, al decir de los oficiales del Batallón Voltígeros.
Acusación que les permite reorganizar junto al paramilitarismo, ya como entidad parainstitucional autenticada, asolar los territorios que sirven de relativa estabilidad a los Consejos Comunitarios reglamentados en la ley 70 de las negritudes, que los faculta como propietarios colectivos de estas tierras.
Los afrodescendientes de la Costa Pacifica, vuelven de nuevo a padecer el suplicio del desplazamiento, las amenazas, detenciones, desapariciones, torturas y asesinatos. La presencia del terror llega además mimetizada en asociaciones que imponiendo negocios, ofrecen “comprar” tierras, precisamente las que les está permitiendo a estas comunidades recomponer su tejido social y garantizar, por lo menos, el sustento.
El neoliberalismo está llegando al Chocó con los famosos proyectos agroindustriales de que hablaba Vicente Castaño. El capo, ordena a sus subalternos y matones (movilizados y desmovilizados) que invadan las tierras que habrán de ser utilizadas para los megaproyectos impulsados por el gobierno según su Proyecto de Alternativa Social (PASO).
Paralelamente vienen adelantando “operaciones sicológicas” en niños y jóvenes, forzándolos a que se incorporen a la red de informantes o soldados profesionales.
Las comunidades de Cacarica, Bocas del Limón, Nueva Esperanza de Dios, consideradas zonas humanitarias, están siendo obligadas a cultivar la palma africana, el banano y el plátano, y en zonas de la Tapa (El Limón) en presencia del ejército los paramilitares introducen insumos para el procesamiento de la hoja de coca.
Esta flagrante y reiterativa violación de los derechos humanos en los habitantes del Chocó, perpetua y arrincona en el olvido los derechos de los afrodescendientes, convirtiéndolos al igual que a los sindicalistas, periodistas, organismos de derechos humanos, estudiantes, etc. en víctimas de uno de los más crueles terrorismos de Estado en el continente, implantado hace más de cuarenta años.
Nuestro país es conducido al despiadado festival de la globalización neoliberal. Modernidad y progreso para los potentados nacionales y foráneos. Miseria, zozobra y muerte para quienes en el transcurso de nuestra historia han levantado la nación, que a pesar del conflicto interno que padece, quiere construir un país para ser vivido y gobernado por manos limpias.
Indígenas, negros y colonos que pueblan nuestra costa Pacifica, afrontan con organización, coraje y decisión, la necesidad de mantener la lucha por preservar su tejido social, su cultura, el respeto al derecho legal que les otorga el hacer parte de los Consejos Comunitarios, y propiciar espacios regionales de análisis, en aras de una solución política al conflicto y por la paz para Colombia.
Coyuntura Internacional
¡CUBA VA!
Cuba celebró este 26 de julio un aniversario más de la gesta que cientos de jóvenes realizaran en 1953, al asaltar los cuarteles del ejército de la tiranía batistiana, momento que marcó la continuación de la lucha por el fin de la injusticia en la Isla de la libertad.
Desde el mismo triunfo en 1959, los Estados Unidos, su vecino a 90 millas de distancia ha mantenido un creciente bloqueo comercial, con infinidad de modalidades agresivas, para impedir el libre desarrollo de la opción de este pueblo por el camino de la revolución social.
Durante treinta años Cuba contó con la existencia del campo socialista, países con los cuales se establecieron intercambios comerciales justos dentro de la creación de un sistema socialista que se desplomó en medio de la confrontación con el capitalismo.
Los socios con los cuales mantenía Cuba un 85% de su comercio desaparecieron. Desde 1991 a partir del quiebre del campo socialista y sobre todo del derrumbe de la Unión Soviética, Cuba entró en lo que los cubanos denominaron “Periodo especial en tiempos de paz”.
Desaparecieron las fuentes de abastecimiento de materias primas esenciales como el petróleo, que estaba garantizado a precio estable y en condiciones de pago favorables. El azúcar, principal renglón de la economía, pasó al entorno del mercado internacional manipulado, cayendo en lo que Fidel denomina el basurero del mercado mundial, desplomándose sus precios y generando a posteriori una crisis en el sector que llevó a una profunda reestructuración.
Ante esta situación el gobierno revolucionario tomó medidas estratégicas que llevaron a profundos cambios en la gestión económica y en la misma vida de los cubanos, introduciendo en el intercambio el dólar como moneda circulante sin ninguna cortapisa. Se realizaron inversiones extranjeras en diferentes ramas de la economía, como las telecomunicaciones, los servicios públicos, la producción industrial y agrícola, el turismo, la prospección y explotación petrolera, los alimentos, entre otros.
Al mismo tiempo se amplio la iniciativa privada, potenciándola sobre todo en el campo de la producción de alimentos en el sector agrícola.
Todos estos cambios, trajeron diferencia en los ingresos y se crearon unas capas sociales más acomodadas que otras, lo cual generó una desigualdad social que se había erradicado en la isla.
Al mismo tiempo el Estado creó toda una red comercial para ofrecer artículos de consumo, que permitiera recuperar la divisa convertible circulante, con una política de precios en la que se aplican altos impuestos agregados. Se introdujeron impuestos sobre los ingresos individuales.
La línea estratégica se situó en mantener los logros sociales de la Revolución a cualquier costo, sobre todo lo referido a la educación, la salud y el abastecimiento alimentario, defendiéndolos de la introducción de las reformas y de los embates neoliberales del exterior.
La economía cubana se basa sobre principios socialistas de distribución, donde la solidaridad es el eje central. Los servicios básicos de educación y salud pública son gratuitos para todos los cubanos sin ninguna excepción. En la educación desde el inicio de la primaria hasta un doctorado, en la medicina desde la atención básica hasta los tratamientos de cualquier orden y complejidad.
Los servicios públicos como el agua, la electricidad, el transporte, el gas de uso doméstico, el teléfono tienen un costo mínimo, pues estos rubros se encuentran subsidiados de forma sustancial por el Estado.
La vivienda, que aunque es uno de los principales problemas a solucionar por la Revolución, cubre una buena parte de la población, la cual es propietaria de casi un 90% del total de las viviendas construidas. El pago de la amortización nunca puede sobrepasar el 10% de ingreso mensual del propietario.
Los alimentos básicos tienen en Cuba un mecanismo de distribución normada que permite a la totalidad de los ciudadanos, en todo el territorio nacional, proveerse de una canasta básica, que combinada con los comedores obreros y estudiantiles cubre buena parte de las necesidades alimenticias a precios subsidiados.
El empleo es otra garantía primordial. El ciudadano cubano tiene garantizado su trabajo. Los salarios son bajos y con baja capacidad adquisitiva aunque se compensan en buena parte con los rubros sociales antes mencionados. Esta es otra gran preocupación de los cubanos y su gobierno, con la claridad de que el aumento de los salarios depende del mejoramiento de la economía nacional. El desempleo es sólo del orden del 2 ó 3 %, el cual es considerado técnico.
La seguridad social, los jubilados, los minusválidos y otras personas que tienen necesidades especiales tienen garantizados sus cuidados, modestamente, pero seguros en este ejercicio de humanidad único en el tercer mundo.
Estos logros sociales, de máximo interés y preocupación de los cubanos y su gobierno, se han mantenido y son el soporte del carácter de la revolución.
La economía cubana se centró, y continúa en la actualidad, en profundizar sus acumulados propios: el conocimiento, la biotecnología, el turismo y la explotación de sus recursos naturales.
Para Fidel y para el pueblo cubano está claro que el mayor acumulado es lo que él denomina Capital Humano, de elevado nivel de formación, producto de las políticas educativas de la revolución en sus 46 años.
La Campaña Nacional de Alfabetización, declaró a Cuba como territorio libre de ése flagelo a tan temprana fecha como la de 1960. Los cubanos han desplegado un ingente trabajo de formación educativa y científica, que contó en los primeros treinta años de la revolución con los adelantos e instituciones de los países socialistas y en especial la Unión Soviética.
Este acumulado, que se perfiló desde el comienzo de la Revolución, ha permitido potenciar los ejes, donde se constituyen las posibilidades de desarrollo. Los altos niveles alcanzados por Cuba en áreas como la biotecnología permiten situar sus productos en todo el mundo, avalados por las instituciones que regulan este ámbito científico.
Los investigadores cubanos han patentado más de 500 objetos de inversión. Vacunas como la de la hepatitis B y la antimeningococcica son ejemplos del desarrollo de la biotecnología cubana. El campo de la investigación científica es extenso, aunque se ha priorizado la informática, la producción de instrumentos médicos y el desarrollo de biomedicinas.
La investigación está muy vinculada a las necesidades de la economía y la población con el criterio central, producto de la experiencia internacional, de la introducción rápida de los resultados en la economía y la vida de los ciudadanos.
Fidel en su discurso de éste 26 de julio amplió los desarrollos principales de la economía cubana en este ultimo periodo, donde a partir de un proceso de profundización de los logros sociales, denominado Batalla de Ideas, Cuba ha avanzado más en la justicia social y la igualdad de oportunidades para todos los seres humanos que nazcan en este archipiélago caribeño.
Son más de 100 programas, que incluyen la remodelación de todas las escuelas del país, los policlínicos y los principales hospitales, la informatización de la educación, la introducción general de las nuevas tecnologías y de los videos en la enseñanza, el cambio en la concepción educativa y la aplicación de la doble jornada educativa hasta el nivel preuniversitario.
La municipalización de la enseñanza universitaria, que consiste en la creación de una Universidad en cada municipio, crea una transformación profunda en los ya elevados índices de formación de la población. En las prisiones se han implementado 20 centros universitarios.
Problemas como los de la vivienda y el transporte, muy sentidos por el pueblo cubano, están en la línea de prioridad de la inversión para este año y el próximo. Se planea construir 100.000 viviendas que atacarían el gran déficit habitacional y dinamizarían aun más la economía.
Inversiones que se acercan a los 3.000 millones de dólares se están efectuando en los campos del transporte, la salud, la educación y la generación eléctrica.
Una gran inversión adicional se realiza en la compra de electrodomésticos que serán entregados a la población a costos subsidiados, que incluyen implementos de cocina, ventiladores, televisores y otros, que reemplazarían a los de mayor consumo de energía con lo cual se proyecta realizar un ahorro de energía eléctrica y por lo tanto de combustible, pues la totalidad del sistema eléctrico está basado en termoeléctricas y a su vez mejorará la calidad de vida de las familias cubanas
Estas medidas se toman en el entorno de un precio internacional del combustible inalcanzable para economías como las nuestras. El sistema eléctrico cubano ha tenido serias dificultades, producto de diversos factores entre los que se cuenta la obsolescencia de los equipos, las dificultades económicas para renovarlos, el precio del combustible y fallas, que según los análisis realizados estaban en la propia concepción estructural del sistema.
Una profunda transformación, que permitirá garantizar la oferta eléctrica a todos los sectores está en curso, con las adecuaciones de las plantas de producción al consumo del petróleo nacional, que tiene una alta carga de azufre, y del mejoramiento de las redes de distribución.
Este problema que ya está encima de todas las economías del mundo, Cuba lo ha atacado de raíz, reordenando su sistema, introduciendo nuevas tecnologías como la del gas recombinante, adecuando el parque a su propio combustible, realizando grandes inversiones en la distribución domiciliaria de electricidad y atacando los puntos de mayor consumo.
La autosuficiencia en recursos energéticos para la producción de electricidad es un gran logro que da un margen muy grande de maniobra al gobierno en las políticas de inversión. Se continúa en la prospección de petróleo sobre todo en el Golfo de México donde Cuba, México y Estados Unidos son vecinos y poseen áreas delimitadas con grandes posibilidades de yacimientos submarinos.
En este año se determinaron dos medidas monetarias de gran incidencia: la salida del dólar como moneda de libre circulación y la revalorización tanto del peso cubano convertible como del peso cubano con respecto a las divisas convertibles en un 7%. Un paso más en la soberanía económica.
Una de las libertades que en nuestros países no tenemos y que nos ha costado mil tragedias, es que Cuba no pertenece al Fondo Monetario Internacional, no tiene deudas con el Banco Mundial, ni con instituciones multilaterales de financiamiento. Por eso puede decidir sobre su programa de desarrollo con soberanía nacional e independencia.
Las alianzas estratégicas realizadas en los últimos años con la República de China y con la Venezuela Bolivariana, son otro elemento que fortalece las tendencias de mejoramiento y consolidación de la economía y el bienestar de los cubanos.
Con China se firmaron acuerdos estratégicos en diversos campos, como el comercio, la minería y la prospección petrolera, el turismo, las telecomunicaciones, inversiones industriales, financiamiento a largo plazo de importaciones e intercambio en condiciones justas y solidarias.
Con Venezuela en el marco del ALBA (Alternativa Bolivariana para las Américas) se han firmado acuerdos de complementariedad e intercambio como nunca lo había hecho Cuba. Los transparentes criterios sobre los cuales se desarrolla la integración entre los pueblos de Cuba y Venezuela son un ejemplo de lo posible entre nuestros países. En este año se elevará el intercambio a 3.000 millones de dólares. Acuerdos como el de PETROCARIBE, TELESUR, el apoyo a las misiones redentoras bolivarianas por parte de Cuba, son una pequeña muestra de lo alcanzable.
Cuba, pequeña y pobre en recursos, ha dado muestras infinitas de solidaridad y humanidad. Sus aportes son significativos en la lucha antiimperialista, con su ejemplo de que otro mundo si es posible ahora y en nuestras condiciones, y en materia de salud y educación a los países del tercer mundo con sus programas internacionalistas y de becarios, incluido el proyecto de la Escuela Latinoamericana de Medicina, donde estudian más de diez mil jóvenes de escasos recursos de Nuestra América.
Esta maduración de la crisis y sus soluciones dinámicas, integradoras y latinoamericanas, donde se profundiza la justicia social y el carácter profundamente humano de la Revolución Cubana, son un ingrediente más de esperanza, en esta cruda realidad de pobreza y represión en la cual nos imponen tratados de libre comercio con los Estados Unidos y programas de ajuste del FMI, que solo traen hambre y miseria a todos los hombres y mujeres de estas tierras. El Comandante Fidel este 26 de julio intentó describir el esfuerzo de todo un pueblo decidido a vencer y continuar.
Cuba en medio de las dificultades que genera la globalización neoliberal, el bloqueo criminal contra su pueblo y hasta la misma naturaleza con sus ciclones periódicos, mantiene en alto la condición de humanidad y solidaridad, de modestia y revolución, de dignidad y ejemplo.
Con Fidel y con un pueblo organizado, probado en todos estos momentos de dificultades, va encontrando un camino propio donde el hombre y sus necesidades están en el centro, donde la dignidad y el honor se mantienen incólumes, donde la independencia nacional y los logros alcanzados se defienden contra todos los enemigos internos y externos.
Los pueblos latinoamericanos decimos ¡Cuba Va!! y con ella la esperanza de los pobres de la tierra.
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