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ORGANIZACIÓN WIWA YUGUMAIUN BUNKUANARRUA TAYRONA

28.08.05

SOBRE EL CENSO NACIONAL:
PLANTEAMIENTOS DEL PUEBLO WIWA AL DEPARTAMNETO ADMINSITRATIVO NACIONAL DE ESTADÍSTICA, DANE

La Organización Wiwa Yugumaiun Bunkuanarrua Tayrona –OWYBT– a través de la presente comunicación pública se permite poner en conocimiento del Departamento Administrativo Nacional de Estadística –DANE–, lo siguiente:

1. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos –CIDH–, hacia los primeros días del mes de febrero de 2005, emitió medidas cautelares en favor del pueblo Wiwa de la Sierra Nevada de Santa Marta.

2. El pueblo Wiwa, a través de la OWYBT, ha convocado a las entidades gubernamentales y estatales que tienen competencia en lo referido a los derechos humanos, para que se proceda a iniciar el proceso de concertación de los mecanismos de protección que nuestro pueblo requiere para evitar y/o mitigar las violaciones a sus derechos humanos.

3. La problemática de las familias y comunidades Wiwa en situación de desplazamiento y que se encuentran actualmente viviendo por fuera de los límites del Resguardo Kogui – Malayo – Arhuaco es uno de los temas que nuestro pueblo desea abordar en el espacio de concertación originado por las medidas cautelares.

4. Estas familias y comunidades Wiwa en situación de desplazamiento atraviesan actualmente por unas difíciles condiciones de vida y, adicionalmente, algunos de sus derechos humanos han venido siendo vulnerados en tanto que otros se encuentran en inminente riesgo de amenaza, debido principalmente a encontrase fuera del territorio, lejos de la jurisdicción de nuestro gobierno propio y distantes del poder protector de nuestros Mamos y Sagas, razón por la cual requieren de especiales mecanismos de protección.

5. En los talleres de capacitación impartidos por el DANE en Tezhumke, jurisdicción de Valledupar (Cesar) y en Achíntukua, jurisdicción de San Juan del Cesar (La Guajira), se le informó a la OWYBT que aquellas familias y comunidades que se encuentren, por más de seis meses, localizadas en cabeceras urbanas y fuera de sus resguardos, no serán incluidas en el conteo censal de los resguardos de origen.

6. Para nuestro pueblo, excluir del conteo censal del resguardo a las familias y comunidades Wiwa que por diversas razones se encuentran por fuera de sus límites –entre ellas y la de mayor proporción que corresponde al desplazamiento forzado a causa del conflicto armado– es equivocado y a futuro puede significar un debilitamiento de nuestro gobierno propio y, tal vez lo más grave, una vulneración a los derechos humanos y colectivos de esas familias y comunidades Wiwa.

7. La gran mayoría de familias y comunidades Wiwa tienen la percepción y la esperanza que la actual situación de desplazamiento en que se encuentran es transitoria y será superada con los retornos, muchos de los cuales, valga decir, no se han llevado a cabo por que no se han dado las garantías de protección y de acompañamiento de las entidades civiles del Estado. Es así que excluir del conteo censal del Resguardo Kogui – Malayo – Arhuaco, a las familias y comunidades Wiwa que añoran un regreso a su territorio de origen, es generarles más angustias, frustraciones y tristezas, por cuanto sienten que una situación transitoria está siendo tomada por el Gobierno Nacional como una situación definitiva y permanente.

8. Dado que el Wiwa debe ser tratado como lo que es, un pueblo con derecho al territorio, a la autonomía de su gobierno propio y a la permanencia de su cultura en el contexto de la Sierra Nevada de Santa Marta, discriminaciones de esa naturaleza en que se cuentan a unos Wiwa y se dejan de contar a otros que de manera forzada se encuentran fuera de su resguardo, van a generar numerosos problemas de distinta índole, en cuanto vulneran nuestra autonomía y nuestro gobierno propio.

Teniendo presente el cuadro anteriormente descrito, la OWYBT, en ejercicio del derecho de petición consagrado constitucionalmente, muy respetuosamente solicita lo siguiente:

a- Que las familias y comunidades Wiwa que se encuentran en situación de desplazamiento a causa del conflicto armado, sean incluidas sin discriminación alguna, en el conteo censal correspondiente al Resguardo Kogui – Malayo – Arhuaco.

b- Que esta problemática que se ha planteado sea resuelta en el marco del proceso de concertación de las medidas cautelares que está por comenzar entre nuestro pueblo y las entidades gubernamentales y estatales involucradas.

c- Entre tanto y mientras se resuelven las inquietudes expuestas, la OWYBT declara una moratoria a la realización del censo en nuestro territorio y en el Resguardo Kogui – Malayo – Arhuaco, y, en ese orden de ideas solicita respetuosamente que no se sigan adelantando ningún tipo de actividades o procedimientos relacionados con este censo.

Valledupar (Cesar), 26 de agosto de 2005

OWYBT
ORGANIZACIÓN WIWA YUGUMAIUN BUNKUANARRUA TAYRONA
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LA COMUNIDAD WIWA DE POTRERITO EXPRESA SU DESEO DE RETORNAR

“Para poder seguir viviendo, nuestras familias, lejos de su territorio, ahora sobreviven. No queremos seguir sobreviviendo. Nuestro deseo es retornar para volver a saber lo que es vivir”.

Doña Evangelina
Saga de Potrerito

El 25 de agosto de 2005, en la Casa Indígena del corregimiento de La Junta, (San Juan del Cesar – La Guajira), casi un centenar de Wiwa en situación de desplazamiento, se reunió ante diferentes entidades gubernamentales y estatales, para expresar públicamente su deseo indeclinable de retornar a la comunidad de Potrerito.

Como se recordará, el 14 de julio de 2002 la comunidad de Potrerito fue totalmente destruida a causa de indiscriminados bombardeos y combates entre los diferentes actores armados que operan y tienen presencia en la región, lo que derivó en un gigantesco desplazamiento forzado y masivo de toda la comunidad.

Según los datos presentados en la reunión por las autoridades de Potrerito, de la infraestructura de la comunidad fueron destruidos los siguientes inmuebles y equipos: 57 viviendas, 3 aulas escolares, 1 centro de salud con toda su dotación, 4 casas ceremoniales (Unguma), 1 casa comunitaria, 1 local donde funcionaba la tienda comunitaria, 1 acueducto comunitario que funcionaba por gravedad y 1 estanque piscícola. Además de ellos fueron destruidas 57 plantas de energía solar y 57 tasas campesinas (baños).

Actualmente las familias de Potrerito se encuentran dispersas y desperdigadas en varios lugares de la región. Algunas se refugiaron en otras comunidades del pueblo Wiwa, en tanto que otras en su huída se ubicaron en los cascos urbanos de San Juan del Cesar, Villanueva y Riohacha (La Guajira) y Valledupar (Cesar), principalmente.

Luego de su forzada salida, la población de Potrerito que se beneficiaba con programas sociales quedó totalmente desprotegida, en razón a que los recursos correspondientes a esta comunidad fueron suspendidos. Al respecto las autoridades de Potrerito solicitan a las entidades públicas concernidas investigar el destino final de los recursos que estaban destinados originalmente a la comunidad y que nunca recibieron.

La gente de Potrerito lo perdió todo. No solamente la infraestructura física del poblado fue arrasada totalmente, sino que la dispersión a causa del desplazamiento, rompió abruptamente los lazos comunitarios y la red de relaciones culturales. Así mismo los vínculos con su territorio y sus sitios sagrados fueron interrumpidos.

En la práctica la comunidad desapareció pero no así las familias que luego de algo más de tres (3) años de haber abandonado Potrerito, se cansaron de tanto esperar a que se presentaran mejores garantías y el prometido apoyo gubernamental se diera para su retorno, decidieron tomar la iniciativa y avanzar con una propuesta que les permita volver a su lugar de origen para así recomenzar sus vidas, proteger sus tradiciones culturales y evitar que lejos de su tierra se les siga vulnerando sus derechos como Wiwa.

Las autoridades de Potrerito instaron a las entidades públicas a que acompañen de cerca sus deseos y esfuerzos por volver a su territorio tradicional. Para hacer efectivo el retorno, las autoridades de la comunidad, presentaron una amplia propuesta que contiene, entre otros, los siguientes puntos:

1. Reconstrucción de toda la infraestructura física que fue destruida.
2. Restauración y recuperación de la vía carreteable que une a La Junta con la comunidad.
3. Saneamiento y ampliación del Resguardo Kogui – Malayo – Arhuaco, de conformidad con la proyección que han hecho las comunidades Wiwa que habitan en jurisdicción de San Juan del Cesar (La Guajira).
4. Presencia permanente de la institucionalidad civil del Estado, con la puesta en ejecución de programas sociales dirigidos principalmente a la población más vulnerable.
5. Reparación e indemnización para las familias víctimas del desplazamiento forzado.
6. Seguridad y protección adecuadas y apropiadas, para todas las familias que harán le retorno y se establecerán en la comunidad.
7. En el censo que se llevará a cabo en el Resguardo Kogui – Malayo – Arhuaco, contabilizar a todas las familias y comunidades Wiwa que se encuentran en situación de desplazamiento y bajo ninguna circunstancia excluirlas de ser contadas como habitantes actuales del resguardo.

Sin excluir que las entidades gubernamentales del nivel departamental y municipal avancen en el cumplimiento de sus responsabilidades y compromisos para con el retorno de la comunidad de Potrerito, para las familias en situación de desplazamiento la propuesta de retorno debe ser también abordada en el contexto del proceso de concertación de las medidas de protección a que se refieren las medidas cautelares otorgadas al pueblo Wiwa por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos –CIDH–.

Para dar inicio a este proceso de concertación, actualmente nuestro pueblo está a la espera de una respuesta concreta del Gobierno Nacional.

San Juan del Cesar, (La Guajira), 26 de agosto de 2005

OWYBT
ORGANIZACIÓN WIWA YUGUMAIUN BUNKUANARRUA TAYRONA


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