Siete muertos por nuevo incendio en edificio de inmigrantes en París
ACCIDENTE. La policía ha descartado que se trate de fuego provocado y piensa que fue un cortocircuito.
Víctimas son africanos que vivían en condiciones insalubres.
PARÍS
El fuego volvió a elegir a víctimas humildes que no tenían cómo defenderse de su voracidad. Ayer, en el tercer incendio ocurrido en un edificio en malas condiciones en París, en el transcurso de pocos meses, murieron siete inmigrantes africanos, entre ellos cuatro niños, y quedaron heridos catorce.
Como ocurrió con los incendios anteriores, que en total se cobraron 41 vidas, las víctimas fueron africanos que no podían pagar alojamientos en buenas condiciones.
Esta serie de incendios ha desencadenado indignación política por la falta de viviendas en la capital francesa, en la que muchas residencias de lujo permanecen vacías. El presidente Jacques Chirac anunció importantes iniciativas para paliar el problema y expresó sus condolencias a los familiares de las víctimas.
El fuego se extendió desde la parte baja de la escalera de madera del edificio de cinco pisos. Aunque no se ha podido esclarecer aún la causa del incendio, la policía ha descartado que se trate de fuego provocado. Las sospechas apuntan a cables de electricidad defectuosos que podrían haber estado al descubierto.
Varias personas saltaron desde las ventanas, según testigos. Este fue el caso de uno de los niños, que cayó de un cuarto piso mientras intentaba huir de las llamas. Murió posteriormente a causa de las heridas. Los bomberos hallaron seis cadáveres dentro de la vivienda, que se encontraba en un estado ruinoso.
Unos 100 bomberos lucharon contra las llamas, que lograron controlar poco antes de la medianoche.
Los supervivientes fueron llevados a hospitales y alojamientos de emergencia.
Según las autoridades francesas, el edificio, situado en el barrio céntrico de Marais, estaba habitado ilegalmente por doce familias provenientes de Costa de Marfil. “Aquí se asaron las personas como panes”, dijo el embajador de ese país africano en París, Hyacinthe Kouassi, que indicó que todos los que allí vivían deberían recibir el permiso de residencia.
Según el alcalde del tercer distrito, Pierre Aidenbaum, el edificio estaba a punto de ser desalojado, ya que se iban a realizar labores de renovación en él. Estaba previsto que los habitantes fuesen trasladados en setiembre.
Hubo vecinos que explicaron que los habitantes del edificio que se quemó habían presentado montañas de solicitudes al ayuntamiento para obtener viviendas salubres para sus hijos.
El edificio, un antiguo hotel del turístico barrio del Marais que había sido abandonado hace años carecía de agua corriente. Los ocupantes utilizaban el agua de la vía pública.
Ministro quiere cerrar edificios
PARÍS.
El ministro francés del Interior, Nicolas Sarkozy, señaló ayer que hay que cerrar todos los edificios que se encuentren en un estado insalubre, tras el incendio en el que murieron siete africanos en París.
Sarkozy explicó que ha pedido al prefecto de policía de París que proceda a la clausura de este tipo de edificios para detener dramas como el de ayer. “Son seres humanos que están alojados en condiciones inaceptables”, añadió.
El ministro no explicó qué pensaba hacer con las personas que viven en esos inmuebles, pero comentó que a fuerza de aceptar a gente a la que desgraciadamente no se puede proponer ni trabajo ni vivienda se encuentran con dramas como este.
El Ayuntamiento de París ha propuesto siete pisos a la docena de familias que se han quedado sin vivienda después de que el fuego arrasara con el inmueble insalubre que ocupaban, la mayoría desde hace años.
Los pobladores rechazaron las habitaciones de hotel que les ofrecieron como alojamiento de urgencia, ya que pedían una solución duradera.
Los que tenían papeles han sido trasladados a otras viviendas sociales, pero esta solución no es posible para el resto y por eso los responsables municipales están intentando conseguir su regularización.
Un colectivo de asociaciones cívicas y caritativas convocó una manifestación para reclamar medidas de urgencia y otra política de vivienda.
Hace tres días murieron 17 personas, en su mayoría niños, y otras 22 resultaron heridas en un incendio desatado en un edificio en el distrito 13 de París, que era habitado por inmigrantes provenientes de Senegal y Malí.
A mediados de abril, otros 24 inmigrantes sudafricanos murieron al incendiarse un hotel de bajo costo en la capital francesa.