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Bienvenidos, compañeros de Desobediencia Informativa

03.09.05

Damos la bienvenida a nuestra página a los compas de Desobediencia Informativa, que traerán la combatividad de Temuko, territorio mapuche, e importantes noticias y análisis de actualidad. Vea el primer artículo postado directamente por ellos en la sección lateral de “Movimientos Sociales” Si usted quiere publicar directamente, sin intermediarios, dígalo. Escriba al mail clajadep@gmail.com

Vea quienes son estos compas:

Contrainformación para la acción

Abundan los noticieros en los medios de comunicación. La mayoría son noticieros comerciales. Se preocupan más por el provecho económico del espacio noticioso que por la misma noticia. Sus noticias deforman los hechos. Presentan un mundo que nadie logra entender. Los únicos que podrán componer las cosas son los poderosos. Al pueblo inspiran desánimo y, sobre todo, una incapacidad para intervenir en el curso de los acontecimientos.

“La Noticia Popular” 1984 Asociación Latinoamericana de Educación Radial (ALER)

La necesidad de informar, aquello que los grandes medios por conveniencia callan, a través de un lenguaje simple, unificador, contextualizado y popular se hace, hoy en día, algo primordial.

En nuestro país cerca del 100% del mercado massmediático, se encuentra en poder de manos privadas u oficialistas. La producción de noticias, en este sentido, está en completa concordancia con los intereses de las clases dominantes. La fabricación del consenso en las democracias actuales se transforma en una función fundamental para la mantención y reproducción del orden.

Así y rescatando la experiencia de ALER en un lenguaje simple, proponemos acercarnos a la real función de los medios y sus noticieros.

En la actualidad los noticieros están llenos de informaciones raras y extravagantes. Nos presentan casos y cosas que salen de lo común, que no pasan todos los días, así prestamos más atención a los disparates y a las cosas extrañas que ocurren. Y acabamos pensando que la vida normal, lo cotidiano, no tiene tanta importancia.

Todos los días aparecen noticias de guerras, de crímenes, de violencia y sexo. Se nos pinta un mundo donde en cada esquina nos acecha un peligro. Entonces nos acostumbramos a la “crónica roja”, a la noticia morbosa. Llegamos a pensar que el mundo está lleno de sinvergüenzas. Las cosas buenas que pasan y lo que la gente hace para construir un mundo mejor, se deja a un lado.

La mayoría de las noticias que oímos tratan asuntos de los ricos, los poderosos y de los gobiernos. Lo que ellos piensan, opinan…, hasta su vida privada se convierte en noticia de primera categoría. Es por eso que creemos que no valemos, que lo que sucede a los pobres no es noticia. Tampoco las opiniones del pueblo valen la pena. Lo importante ocurre en el palacio nacional, en la capital, en los países ricos. Lo que pasa en el interior del país, en los barrios marginados, en nuestros países pobres es de última categoría. Sólo cuando nos ocurre una desgracia somos noticia.

Se nos muestra una sociedad donde cada uno jala para su lado. Oímos noticias de un gobernante, de un deportista, de una vieja que gana la lotería, de un niño operado del corazón… casos aislados que impiden ver la estructura social. Destacan el árbol y ocultan el bosque. Así nos hacen creer que los problemas se resuelven sólo por el esfuerzo personal. Lo que cuenta en la vida es la superación individual. El bien y el mal en la sociedad son asuntos de cada uno. Y así nos vamos dividiendo, nos desinteresamos de la organización y los problemas sociales se quedan sin resolver.

Las noticias nos llegan como caídas del cielo. No sabemos ni dónde vienen ni a dónde van. No nos explican las causas de lo que ocurre en el mundo. Tampoco nos dicen nada de las consecuencias que puedan tener los hechos. Estas son simples anécdotas que aparecen y desaparecen fugazmente. Entonces empezamos a creer que las cosas ocurren por arte de magia, por casualidad. No logramos situar los hechos dentro de una historia ni comprender sus razones. Por eso, concluimos que es mejor aceptar las cosas como vienen y resignarnos al mundo tal como está.

Los noticieros nos bombardean con mil cosas de políticas, de deportes, de farándula, de escándalos… una tras otra y a gran velocidad. Toda se presentan como si tuvieran la misma importancia y sin ninguna relación una con otra. Y todo está revuelto con anuncios publicitarios. Es por eso que el mundo se nos vuelve una locura, un desorden incomprensible. Ni Dios lo entiende y, por supuesto, no hay por donde empezar a cambiarlo. Al poco rato nos olvidamos de todo lo que hemos oído. Lo único que nos queda en la cabeza es la propaganda.

Las noticias nos llegan disfrazadas con palabras “cultas” de especialistas, de las altas esferas. Las frases son largas y enredadas. En nada se parecen a nuestra manera normal de hablar. Además son leídas en un tono solemne y artificial. Entonces nos hacen pensar que somos brutos porque no entendemos lo que dicen. Ellos sí son cultos, sobre todo, cuando saben decir las cosas con tanto palabrerío.

Entonces los medios en vez de:

• Informarnos = Nos distraen

• Aclararnos = Nos confunden

• Despertarnos = Nos adormecen

• Unirnos = Nos dividen

• Fortalecernos = Nos debilitan

Estas noticias sirven para defender una situación de dominación, para mantener las cosas como están, para quitarnos las ganas de cambiarlas.

Reproduzcamos la acción a través de nuestra propia voz, nuestra propia experiencia, nuestra propia lucha. La finalidad de esta página es reproducir la voz de los sin voz, transformando el discurso oficial y dominante en contrainformación para la acción, destruyamos la fabricación consensuada que ellos hacen de nuestros intereses.

Volvamos a sentir la libertad, la libertad de poder comunicarnos a través de nuestras propias palabras.

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