Su más enérgico rechazo a la propuesta de un ducto al mar como solución al problema del destino de los riles de la planta de celulosa de Celco ubicada en la comuna de Mariquina en la Décima Región expresaron los sindicatos de pescadores, las asociaciones de pescadores indígenas, las comunidades mapuches lafquenches y las organizaciones comunitarias de la Octava, Novena y Décima Regiones, quienes además recalcaron que la resistencia ciudadana será “su única opción de lucha”.
Mediante un comunicado de prensa suscrito por todas las organizaciones, señalaron que las decisiones de las autoridades del Gobierno que permitieron la reapertura de la planta, ampliamente cuestionada por la ciudadanía y por instituciones científicas a raíz de la certeza oficial de su culpabilidad en la destrucción del ecosistema del Santuario de la Naturaleza gracias a un estudio encargada a la UACH por la Conama, “la convierte en cómplice de una ilegalidad”.
“A los habitantes del borde costero no se les puede engañar, pues vemos ante los hechos consumados una responsabilidad del Estado, principalmente porque ni las instituciones ni la normativa vigente han podido responder y asegurar el principio fundamental de compatibilizar desarrollo económico con sustentabilidad ambiental”, expresa la declaración.
A juicio de las entidades ciudadanas, el Estado ha faltado a la Ley, porque “la Constitución asegura a todas las personas el derecho a vivir en un medioambiente libre de contaminación. Es deber del Estado velar para que este derecho no sea afectado y tutelar la preservación de la naturaleza”.
Por tanto, exponen, “se ha perdido la confianza, el estado no puede asegurar que las descargas de los riles en el medio marino no afecten el ecosistema, puesto que la producción de pulpa de celulosa blanqueada genera compuestos que tienen consecuencias tóxicas mutagénicas o letales sobre los organismos vivos, entre ellos las dioxinas”.
Las organizaciones recordaron que el sector costero que se extiende entre la punta Morguilla en las cercanías de Lebu y la Punta Galera cerca de Corral, posee un importante patrimonio con recursos asignados a la pesca artesanal, actividades de subsistencia e idiosincrasia de la comunidades de la costa. Ella tiene como sustento un agua marina no contaminada, cuestión fundamental de las actividades productivas de pesquería y acuicultura.
“Las proyecciones futuras de estas actividades dependen prioritariamente de la calidad del agua que actualmente poseen y que las autoridades y la comunidad deben cuidar, tanto por razones éticas como por su valor económico como por su valor económico, social y cultural”, recalcaron.
Los dirigentes que hicieron entrega de este nuevo comunicado de prensa, aclararon además que no han existido conversaciones, ni tampoco lo habrán con nadie que tengo por intención tratar de mencionar el tema del ducto. “Por lo tanto, desmentimos todas las versiones de la prensa que hablan de que se estaría conversando. Eso es falso”, finalizaron categóricos.
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