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Proponen red de economía alternativa de las autonomías

06.09.05

Compañeros y compañeras:

Antes les dije que hay personas que no pudieron venir y que mandaron su participación esperando que alguien la leyera. Para terminar nuestra intervención inicial en esta reunión como Comisión Sexta del EZLN, voy a leer una de las participaciones enviadas, con todo y su posdata, y a tratar de responder:

Fecha: 8/26/2005 00:47:20 -0500 De: Jorge Luis Muñoz.

Asunto: Pregunta. Estimados compañeros de la revista Rebeldía: Adjunto les envío un documento que quisiera se leyera en la reunión con personas a título individual o cuando así lo juzguen conveniente, ya que no podré asistir a la reunión por no tener con qué y por estar trabajando. En el documento planteo lo que creo debería ser la otra campaña como parte de lo que sería mi participación personal y de mi familia. Va una posdata de mi mujer en la que expresa libremente su opinión, producto de algo que le contó una amiga que estuvo con ustedes, la cual creo debe leerse también. Me gustaría me informaran si esto es posible y, en todo caso si se vale y el EZ acepta. Salud. Jorge Luis Muñoz.

Muy apreciables compañeros y adeptos a la sexta

Como no pude ir a verlos personalmente, me animé a escribirles una carta para decirles lo que creo que debería ser la otra campaña. Ya en el 2001 le enviamos al EZ una en la que pedíamos que salieran a dar a conocer la buena nueva de que había que echarle ganas al asunto de cambiar, ahora es buen tiempo de decir algo de lo que se piensa para ver si juntos trabajamos mejor.

Creo igual que ustedes que hay que crear un gran movimiento social, uno que arrastre a grandes sectores de la población a la construcción de las bases de su propia autonomía. Ya es tiempo de dejar de ser consejeros de la derecha y de andar haciendo conspiraciones para llegarle al poder. Con el PRD ya vimos que sin proyecto social sostenido desde abajo la corrupción, la desvergüenza y el cinismo no tardan en llegar. Nos va a costar mucho trabajo porque estamos acostumbrados a hacer planes de trabajo en base a proclamas, reclamos, demandas y una que otra marchita o mitin en la que después de desfogarnos nos retiramos a nuestros cubiles a seguir conspirando.

Mi paso por la izquierda desde que estaba en la vocacional fue puro conspirar. Nadie hacía nada, ni la CND que fundamos en Xochimilco, ni los zapatitos que venían en nombre del EZLN. Pura grilla como la que hace el PRD pero sin dinero de por medio y sin poder. Quizá por eso se cansaron muchos (casi todos), mucho conspirar y nada de nada, puras derrotas, colecciones de derrotas que colgaban de las paredes, de las cárceles y del cuerpo exhibidas como heridas de guerras ficticias. Por eso el PRD corrupto de ahora no es sino el reflejo de lo que hicimos en la izquierda.

Ebanista y carpintero casi toda mi juventud y ahora que ya estoy viejo, me acostumbré a que las cosas se hacían con trabajo, que el trabajo daba cosas que se podían ver y tocar. Incluso cuando me volví burócrata nunca dejé de pensar que el trabajo es para hacer cosas palpables. Ahora que soy profesor sigo pensando como cuando era obrero de la madera, sigo creyendo que hace falta una campaña para salir a hacer fábricas, para hacer hospitales, para hacer panaderías, escuelas y todo lo que la gente usa o quiere.

Conspirar y hacer constituciones es entretenido y yo le entro como siempre le he entrado a falta de otra entretención mejor que las telenovelas y el Internet, pero me gustaría que la otra campaña saliera a juntar a la gente alrededor de ella misma, o sea, a rehacer la vida colectiva y que para eso se hicieran empresas con el producto de donaciones, rifas, bailes, colectas, boteos, cantares en los camiones y cuanta actividad se nos ocurra para sacar dinero, y que las empresas las hiciéramos los que tenemos alguna experiencia en eso y quienes le quisieran entrar. Para vender lo que se haga tenemos un mercado de izquierda muy grande y ahora que la izquierda corrompida está en el poder, pues puede comprarnos muebles, ropa, zapatos, tabiques, peines y cuanta chuchería se nos ocurra hacer, al cabo dicen que siguen siendo de izquierda.

Creo que hay que hacer empresas sociales, que no son otra cosa que empresas capitalistas con la ganancia directamente orientada a la sociedad. Se que proponer es fácil, que lo difícil es hacer ya que si apenas nos apuntamos poco más de seiscientos ¿de donde van a salir los empresarios sociales? Cierto, ¿pero no toda campaña que no sea para conspirar o conseguir dinero del presupuesto público es descabellada? ¿La misma “otra Campaña” no es descabellada salvo por el hecho de ser convocada por el EZLN? ¿No fue descabellado poner de candidato a un torpe como Fox? De hecho, respirar es descabellado, cosa es de quererlo hacer.

Sabemos que es su privilegio hacer lo que ustedes quieran y lo que acuerden en estas charlas; al fin y al cabo los reflectores son del EZLN y de ninguna manera queremos robárselos o pedirlos prestados, pero albergamos la esperanza de que al menos contemplen la posibilidad de construir una base económica para apuntalar la autonomía de la gente. De hecho sabemos que hay muchos esfuerzos productivos dispersos, pues hay que publicitarlos y articularlos, hay que abrirles mercado y apoyarlos, hay que crear rutas de intercambio y de ventas y hay que unirlos al proyecto global que rescate la autonomía de la gente.

Hay que crear centros artesanales que vendan lo que la gente que construye su autonomía produce, hay que articular a los vendedores ambulantes a la producción autonomista. Hay que crear rutas de tianguis autonomistas y cine autonomista con las miniDV que venden en Tepito. Y ya que andamos haciendo de todo, hay que hacer una TV y una radio que dejen de tratarnos como estúpidos. En suma, hay que crear el mercado de izquierda y la marca autonomista.

Junto con la construcción de ese mercado y de la planta productiva autonomista, debe hacerse eso de trabajar en las comunidades para cambiar la forma de entender al mundo. Hay que desenmascarar a los enemigos del pueblo que no son otros que los políticos profesionales que se la pasan brincando de puesto en puesto, hay que crear alternativas de entretenimiento, cafés en donde se reúna la gente a discutir, centros de computo para que se puedan comunicar con todo el mundo, hay que acercar a la gente utilizando todos los medios posibles a la par que se construye una economía autonomista. Una constitución puede ser el medio de acercamiento de la gente y con la gente, como también lo podría ser crear empresas que den empleo a la gente de las comunidades para que tengan tiempo de discutir, para que la otra campaña se retrate en la sopa, en los zapatos, en la casa y en todo lo que a la gente le interesa y necesita.

Pero no los vamos a condicionar como condicionamos muestra participación en las redes ciudadanas, en donde les dijimos que a lo único que estábamos dispuestos a hacer era lo que ya dijimos, que no le íbamos a entrar a la grilla electorera (de todos modos ni nos pelaron, ellos solo salieron a pescar incautos). Con ustedes si jalamos aunque resulten mulas, y lo hacemos porque dijeron que no andan tras el poder y lo han demostrado todos estos años. Hablo por mí y por mi familia; si eso vale, ahí estamos.

Desde Xochimilco. Jorge Luis Muñoz.

P. D. Querido sub usted me cae muy gordo por sangrón payaso pues no es usted tan humilde como dice pues come como rico, pero bueno a lo mejor eso es pura envidia pos soy una pobre jodida como cualquier campesino; pero sí le digo que existen otras formas de cambiar el mundo, no solo derramando sangre; una de ellas es dejar de ser enajenado de cualquier pendejada como de los partidos o del guerrillerismo o del narco o de los darketos puritanistas, etc. soy madre como muchas mujeres y ya no me cuezo al primer hervor, pues todos los días enfrento, igual que muchas madres, el pensar en el día siguiente, en el camión de nuestros hijos, el que voy hacer de comer si ya no tengo ni pa frijoles, el material que les pidieron, etc. si hasta el cine se me olvidó como es, contimas un restaurante; pero eso ya me vale madre, si las madres pensáramos mas pegadas a la tierra otro guey nos cantaría PUES NUESTROS HIJOS SERIAN ELLOS NO los demás y eso va por usted pues en el campo o en la ciudad o en la alcurnia también hay pendejos enajenados como la modelo Campuzano. Pero no me diga que usted no come yogurt con frutas así como nosotros tomamos cocacola, así que el cambio esta en otro lado no en simulacros de protagonistas hipócritas, mentirosos y fantoches. Sin recelo hacia usted o cualquier otro me despido pero le pido como madre vieja que soy o como vieja madre que valgo madre, quitémosle la venda a nuestros hijos o hermanos de sangre (o no), mirar las cosas como la visnaga, no mas como es y lo ques y al menos el mundo será un poco diferente.

Atentamente yo, Chela.

Fin de la intervención de Don Jorge Luis y Doña Chela Muñoz. Ahora la respuesta:

EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL.

MÉXICO.

3 de Septiembre del 2005.

Para: Don Jorge Luis Muñoz y Doña Chelita Muñoz.

Xochimilco, México, D.F.

De: SubMarcos.

Chiapas, México.

Reciban nuestros saludos. Como se enterarán, el texto de Don Jorge fue leído, de acuerdo a su petición, en la reunión de personas a título individual, familiar, de calle, comunidad, barrio o vecindad, del 3 de septiembre del 2005 en el poblado de Dolores Hidalgo, Municipio Autónomo Rebelde Zapatista “San Manuel”. Yo mismo me encargué de la lectura del documento y de la posdata de Doña Chelita, en presencia de todos los asistentes, incluyendo la comunidad que nos recibe, la prensa nacional e internacional, y las orejas de los malos gobiernos, los partidos políticos y los empresarios. Su propuesta ha sido escuchada y será tomada en cuenta con seriedad.

Doña Chelita: Qué bueno que empieza usted la posdata con un “querido Sup” y que termina diciéndome que no me guarda recelo, porque si no hubiera pensado que está usted enojada conmigo. No sé que le contó su amiga, pero sí le puedo decir lo siguiente: ni yo ni ninguno de mis compañeros y compañeras insurgentes comemos como ricos, y no porque nos falten ganas o medios. Si quisiéramos comer como ricos ya nos hubiéramos vendido o nos hubiéramos rajado de zapatistas y estaríamos haciendo fila en las oficinas de algún partido para que nos dieran una candidatura. Yo, en lo particular, en veces como si hay, y en veces no como manque haiga. No es que cuide mi figura (ya ve usted que estoy panzón), ni que me haga el pupurufo con el menú (invariablemente es de frijol, tortillas, además de, a veces arroz y a veces sopa de pasta; dos veces al día: una a las 8 de la mañana y otra a las 5 de la tarde, y al mediodía una taza de pozol o de café, a escoger), no, lo que pasa es que, por ejemplo, cuando hay reunión preparatoria de la Sexta me entra la preocupación de lo que vamos a decir y de cómo lo vamos a decir, de si ya llegaron los comandantes y comandantas, de si ya se pusieron de acuerdo quién va a hablar, de si ya hicieron el escrito de lo que van a decir, de si ya jala el equipo de sonido, de si ya llegaron los de Rebeldía, de si hay gasolina para el motor, de ónde andan las patrullas de los federales, y cositas así. Entonces pues como que se va el hambre, o sea que, como decimos acá, nomás no baja nada. Creo que es mi modo, porque ahí tiene usted que el finado SubPedro, que era el segundo al mando del EZLN y que murió en la toma de Las Margaritas el 1 de enero de 94, era al revés. O sea que a él con la preocupadera más hambre le daba. Y es que yo siempre le dije que tenía estómago de zopilote, porque le entraba a todo y nada le hacía daño, comía mucho y seguía flaco y fuerte. Bueno, pero entonces déjeme le cuento: no siempre comemos puro frijol y arroz o sopa, en veces llegamos a un pueblo, muy de vez en cuando porque nosotros no vivimos en pueblo sino que en campamento, en la montaña. Pero a veces, como ahora que estamos bajando a las reuniones, pues llegamos a un pueblo. Y pues qué le cuento Doña Chelita, los compas se ponen contentos porque ya ve que luego hay maldicencias: que el Sup ya se rajó, que ya se fue de indocumentado a los Estados Unidos; que ya se murió, que ya anda en las redes ciudadanas de apoyo a AMLO, y esas cosas que luego andan diciendo los priístas para ver si desmoralizan a los compas.

Y los compas pues se mantienen firmes y no lo creen, y ya luego pues nos ven y me ven y se ponen un poco contentos porque los que andan malhablando también nos ven y se quedan callados, nomás rumiando su coraje. Y los compas echan alegría y matan pollo y nos mandan caldo. Y ahí se ve claro cuándo es que el caldo lo hacen compañeros y cuándo lo hacen compañeras: porque cuando son hombres los que cocinan pues es caldo a la “pela vaca” o sea pura agua caliente con sal y una pieza de pollo; y cuando son mujeres pues viene con su verdurita, su “recado” le dicen acá. Y en veces le entramos y en veces no le entramos. No le hacemos el feo al caldo manque sólo tenga sal, es que luego estamos en lo de la escribidera, como ahorita que le estoy escribiendo estas líneas, Doña Chelita.

Oiga Doña Chelita, dice usted que yo como yogurt con frutas. Pues no, no como yogurt con frutas. No me gusta. Yo estoy a favor de la gordura natural y no de la delgadez plástica. El que sí come yogurt, con o sin frutas, es un compa oficial insurgente que anda aquí conmigo, a la vuelta y vuelta. Tampoco le gusta, pero tiene que. Y es que resulta que está tomando una medicina que le chinga la panza, o sea que le mata la flora intestinal, así dijo la compañera Capitana Insurgenta de Sanidad. Y entonces, para que aguante la medicina, tiene que zamparse su yogurt, manque haga caras como si fuera jarabe para la tos. Y la medicina que toma este compa es porque está chueco de la columna, o sea que como el compañero Pingüino, pero en ser humano. Y no es porque de por sí nació chueco, sino que, antes de hacerse insurgente zapatista, pues era albañil, y desde chavo andaba en eso de una de cal por las que van de arena, y arreando los botes de mezcla, y dale con la cuchara y el ladrillo o el block, según, y luego a repellar. En esas andaba cuando hace muchos años le llegó nuestra palabra y anda vete, cambió la media cuchara por un fusil y se vino a la montaña. Entre cargar bultos de cemento, y subir y bajar lomas con la mochila, se le perjudicó la columna vertebral. Pero no crea que se olvidó de su trabajo, de vez en cuando se pone a chambear en los caracoles y en las comunidades, deja el fusil, y vuelve a agarrar la media cuchara y dale a levantar casas o escuelas o clínicas. Se ve rápido cuáles son las construcciones que él ha levantado porque están un poco chuecas, como su columna vertebral. Ahorita está aquí, frente mío mientras le escribo a usted, escondiendo su taza de yogurt de durazno para no comerlo, y yo le estoy diciendo “Ora te tienes que zampar todo el yogurt porque por tu culpa ya me criticaron por sangrón y payaso”. ¿Usted cree que le da pena? Si está rise y rise. ¿No le digo? No hay derecho…

Ya para terminar, Doña Chelita, nosotros también estamos de acuerdo con usted en que existen otras formas de cambiar el mundo y no sólo derramando sangre, por eso no los estamos llamando a la guerra sino a “otra campaña”, donde usted, y gente como usted, diga su palabra y haya alguien, al menos nosotros, que la escuche.

Ya me despido, Doña Chelita, reciba mis respetos y mi abrazo, sin yogurt y sin frutas, pero sincero.

Desde las montañas del Sureste Mexicano.

Subcomandante Insurgente Marcos.

México, Septiembre del 2005.


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