“Trabajo y vivienda”, iniciativa social en Gasteiz
Euskal Herria en pie
La Haine
Hace algún tiempo que una serie de colectivos sociales de gasteiz se decidieron a plantear una dinámica que consiguiera hacer frente a los problemas de trabajo y vivienda. Una iniciativa original y que puede inspirar a muchos otros colectivos para construir su alternativa
La experiencia “Trabajo y vivienda” surgió en Gasteiz, porque estábamos cansados de falsas promesas, de sorteos, de mucha gente que no cumplía los mínimos para tomar parte en los sorteos, y porque finalmente, considerábamos que un derecho humano fundamental, como es el de tener un techo, se debe garantizar de forma universal a todas las personas.
Por eso hicimos un esfuerzo teórico-práctico, para que aquellas personas que más difícil lo tenían, es decir los jóvenes (mujeres y hombres) sin empleo, sin formación y en consecuencia sin vivienda, tuvieran una oportunidad para acceder a una vivienda, y el planteamiento lo hicimos para comprar una vivienda, pero se puede aplicar en viviendas para alquiler.
El análisis de la situación, nos llevó primero al sector de la Construcción, en el que como todo el mundo sabe, la gente que entra a trabajar en los puestos de ayudantes de los distintos oficios con categoría de peón, no tiene preparación teórico-práctica y por lo tanto es complicada su contratación y el mantenimiento del puesto de trabajo.
Por otra parte cogimos una vivienda de Protección Oficial y calculamos el precio de venta marcado por el Gobierno Vasco, para así calcular las ganancias del constructor y analizar la forma, de una distribución de las ganancias entre el empresario y los propios trabajadores, para así garantizar a algunos de estos trabajadores una vivienda en la propia construcción de la que sería parte.
El cálculo era claro, en las viviendas de VPO con un precio aproximado de 19 millones de pesetas en ese momento, el constructor sacaba limpios 5 millones por vivienda, con lo cual pensamos que algunos constructores estarían dispuestos a hacer negocio ganando un poco menos de dinero, es decir 4 millones de pesetas en vez de 5 millones. Preguntamos a algunos constructores y nos dijeron que sí estaban de acuerdo.
A partir de aquí, era cuestión de hacer números y eso es lo que hicimos: el coste por peón especialista para un constructor era de 15,03 euros la hora, por lo tanto calculamos que pagando a éste A) 3,01 euros/hora como salario-alimentación (ajustado al Salario Mínimo Interprofesional), y B) 12,02 euros/hora para acumular al pago de la vivienda que se le adjudicará en una cuenta cerrada-bloqueada a su nombre, a la que tendrá derecho al finalizar su contrato de obra en dos años. Esta situación garantizaba un ahorro que permitía acceder a un préstamo hipotecario.
El proceso lo íbamos a empezar con la formación para oficios de la construcción, para lo cual haríamos unos cursos para seis meses (en el caso de Gasteiz el ayuntamiento tiene un instrumento que es Argilan para la formación del empleo, pero no obstante el Gobierno Vasco ya se había comprometido por escrito a subvencionarlo al 100% con el Fondo Social Europeo), en estos cursos entrarían tanto mujeres como hombres mayores de 18 a 35 años sin empleo y sin vivienda, se harían como mínimo para 30 personas, de las cuales se seleccionarían por mejor puntuación a 20 personas, que entrarían a trabajar a una construcción de 100 viviendas de VPO, en los oficios de peón de carpintero, fontanero, calefactor, pintor, albañil, electricista y limpieza.
Luego se haría un Contrato de Vinculación con la Obra y derecho a una de éstas 100 viviendas en sorteo al final de obra.
Era uno de los requisitos el asistir al curso de formación citado al 100% y aprobar con mayor puntuación. Luego los seleccionados se darán de alta en el régimen de autónomos y los 20 se constituirán en Coooperativa para la realización de la Obra objeto de la Iniciativa. Si alguno de los seleccionados no cumpliera el Contrato de Vinculación mencionado, sería sustituido por el siguiente en la Bolsa de reserva constituida al efecto por Argilan.
La iniciativa la impulsamos ocho asociaciones de vecinos, los sindicatos de todo el Comité de trabajadores del Ayuntamiento de Gasteiz, Elkartzen y Bilgune Feminista.
Desde el principio contactamos con los grupos políticos del Ayuntamiento y con el Gobierno Vasco, para que ninguna de las dos Instituciones tirara balones fuera; hicimos reuniones con el Departamento de Empleo y Formación del GV, de los cuales recibimos el compromiso de subvención para los cursos de formación e incluso para el primer año de trabajo en la Obra, luego conseguimos sentar a las dos instituciones en la misma mesa del Ayuntamiento, porque considerábamos que el ayuntamiento debiera ser la institución impulsadora. Finalmente conseguimos un acuerdo plenario con los grupos políticos PSE-PNV-EA-EB (en la primera fase del trabajo Euskal Herritarrok era legal y nos apoyó en todo momento y luego desde fuera también lo ha hecho), pero el PP saboteó en todo momento la iniciativa para que no fuera adelante, y a día de hoy han conseguido paralizarla en lo que se refiere a Gasteiz, aunque esta iniciativa ciudadana puede ser llevada a cabo por cualquier ayuntamiento o por cualquier cooperativa o asociación ciudadana que lo desee, no vamos a reclamar ninguna paternidad o maternidad sobre la iniciativa que nació del pueblo y del pueblo será en todo momento.
Quizás falta un dato que clarifica aún más la posibilidad de abordar con total garantía esta iniciativa, que se refiere al resultado económico del ahorro en la Cuenta Bloqueada de cada beneficiario, que a partir de la entrega del piso suscribe un préstamo hipotecario para 30 años que supone un pago mensual de 259,33 euros con el aumento del IPC anual. (El cálculo económico está realizado por el Departamento de Hacienda del Ayuntamiento).
Esta es la Iniciativa Ciudadana que hemos llamado “Lana eta Etxebizitza”, sobre la cual las instituciones han mostrado poco interés, porque la mayoría de los problemas jurídicos que han surgido los hemos solventado nosotros, los ponposos servicios jurídicos de las instituciones, tanto del GV como del ayuntamiento, no han puesto más que pegas y todas las hemos tenido que resolver nosotros como Iniciativa. Parece que están celosos de nosotros, que no teniendo nada que ganar y con muchas horas de dedicación, les hemos dado una lección de creatividad, de economía y de igualdad de oportunidades. Incluso en el Gobierno vasco nos dijeron que esta podía ser una experiencia piloto para convertirla luego en Norma Legal para aplicarla de una manera más extensiva, pero de momento sólo son palabras y nosotros queremos hechos.
“Lana ta etxebizitza”. Verano de 2005