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Crónicas de la Ronda Autónoma

22.09.05

“cronicasdelaronda@lafogata.org”
La Ronda goza de buena salud

Hagamos de esto una fiesta. Hicimos de esto una fiesta.

En las tierras del MTD Maximiliano Kosteki de Guernica, tierras cavadas por
los pozos de la construcción de las bases de sus futuros consultorios médicos,
el nuevo comedor, la nueva despensa y baños, entre medio de hierros, cal,
arena y cemento y los compañeros trabajando en ello, iniciamos la Ronda.

Comenzamos por las molestias. Las molestias del orden de la difamación.
Concluímos en reafirmar un acuerdo de trabajo, la Ronda no es la lista, la
Ronda se produce de hecho una vez al mes y durante el mes en la concreción de
los trabajos que se acuerdan cada primer sábado de mes. Esto es la Ronda de
Pensamiento Autónomo.

Así fue que todo comenzó con un relato acerca de la realidad del MTD Guernica,
lo que están haciendo y generando. Las dificultades y esfuerzas con que están
construyendo dos aulas y una biblioteca en un terreno que adquirieron, al lado
donde está el galpón en el que funciona el comedor, el merendero, los talleres
de adolescentes, el de apoyo escolar y la murga. También el MTD tiene
presencia en otros barrios de Guernica y tienen varias huertas en distintos
predios que les facilitaron.

La Ronda se hizo alrededor de una gran mesa en la que compartimos un almuerzo,
estuvimos juntos desde el compartir placeres y el pensar colectivamente los
distintos puntos planteados.

En un primer momento se planteó nuevamente la necesidad de realizar las
Crónicas de la Ronda, reafirmando que su redacción sea en forma colectiva a
fin que cada grupo representado esté al tanto de las discusiones o
definiciones que se toman entre los asistentes, destacando la necesidad de que
los contactos, además de ser virtuales, se corporicen, sabiendo que no hay
mejor forma de comunicación que no sea cara a cara, mirándonos a los ojos y
sincerando los objetivos de cada intervención.

En ese sentido se retomó la inquietud planteada en la Ronda de agosto acerca
de aquello de acercarnos a otras agrupaciones, organizaciones, colectivos,
planteando que dicho acercamiento se debe realizar no desde la idea de
influenciar ni direccionar a nadie, sino desde el compartir los puntos de
vista, aceptando distintas visiones, generando un debate constructivo que
permita vislumbrar horizontes comunes, que entienda las diferencias
políticas, dentro de un marco de verdadera autonomía, lo cual implica a la vez
aceptar la diversidad, crecer desde la diversidad, generando un aprendizaje de
ida y vuelta permanente, atendiendo a que todos tenemos un saber y un hacer
para transmitir.

Este tema nos llevó a plantear otro punto por demás de importante y en el cual
los presentes coincidimos y que se refiere a que percibimos un especie de
descomposición de la militancia, sabiendo que hoy, resulta difícil continuar
militando en forma consecuente, ya sea porque no se encuentran espacios o
porque estos son cooptados o a veces por temor, entre otras razones que se
apuntaron. En el espacio de la ronda estamos buscándole la vuelta al
arrinconamiento actual de la militancia y viendo cómo desde el
pensamiento y la discusión colectiva se puedan generar caminos.

Entonces la pregunta, sin respuesta aún, fue ¿qué hacer ante esta situación?
¿Tendrá esto que ver con una debilitación de los diversos sujetos?, ¿será por
la influencia de los medios de comunicación que generan miedo?.

Todo esto teniendo como trasfondo la sombra de la represión, ya que se
vislumbra que el hecho de poner orden en las calles tiene un consenso en la
sociedad como no se ha visto en los últimos años, por lo cual, en la batalla
electoral, lejos de mermar el caudal de votos del gobierno, lo incrementa. Sin
embargo sostuvimos que está claro el hecho de que, a pesar de las diferencias
que pueden surgir entre distintas agrupaciones, organizaciones o movimientos,
si hay represión contra alguien, todos debemos unirnos para repudiarla y
enfrentar al aparato represivo.

En este punto planteamos que así como es repudiable la represión, no debemos
perder de vista que existen situaciones en las cuales hay quienes llevan a
otros sabiendo que los van a reprimir y no realizan ningún trabajo de
prevención para evitar que los apaleen, lo cual también nos resulta
repudiable. Esto no quiere decir que no debamos movilizarnos por temor, sino
simplemente que, si se realiza alguna acción, al menos se tomen medidas de
seguridad para minimizar la posibilidad de ser reprimidos, más aún cuando se
planteó el tema de que muchas personas que quieren ir a las marchas no lo
hacen por temor a llevar a sus hijos con ellas y, al no tener donde dejarlos,
no pueden ir. Esto además implica una cuestión a charlar quizás en alguna
oportunidad sobre el tema del género, porque son madres que no tienen dónde
dejar a sus hijos.

Esto se relacionó con la cuestión de los imaginarios sociales actuales: por un
lado, la suposición de que el gobierno ha normalizado la protesta y por otro
lado, el consenso de la gente sobre hechos que se tienden a naturalizar, por
ejemplo Cromañón y a los que se los olvida rápidamente.

Por ello trabajamos acerca de generar propuestas creativas que trasciendan las
movilizaciones y las marchas . Esto implica pensar en forma nueva, no en cosas
vaciadas de contenido y ritualizadas.

Miramos con preocupación lo que plantea el discurso actual, que le da consenso
a las iniciativas represivas del gobierno y no sólo el de la clase media, ya
que sabemos que ésta sólo moviliza cuando se hay presión económica sobre
ellos, sino que es más preocupante que hasta gran parte de la población en
estado de pobreza también acuerda con el gobierno. En este sentido,
mencionamos que las izquierdas, quedan entrampadas en un análisis coyuntural
donde terminan siendo funcional al gobierno, donde prevalece la lógica estatal
y marchando siempre al ritmo que éste le impone. Como no puede salirse de esa
lógica, cada vez se le parece mas. Generando un cientelismo político punteril
y burocrático con el manejo de los planes, que lejos de diferenciarse se
transforma en su propio espejo.

La radicalidad no pasa hoy por los cortes sino que pasa por salirse de este
discurso que aparece como apoyando al gobierno. Entonces por un lado hay una
campaña cuyo elemento sobresaliente es la represión, pero al mismo tiempo
aparece el consenso social que avala esto.

También remarcamos algo muy interesante y es que, más allá de que no todo el
mundo hable en las reuniones o asambleas, el sólo hecho de estar juntos
produce un GRITO. Y esto vale mucho, porque el estar juntos es generador de
fuerza.

Lo que preocupa es pensar que se vaya generando cada vez un aislamiento mayor.
Entonces es esencial seguir pensando y repensando el nosotros. Y viviéndolo
también!. Por supuesto que la lógica del nosotros le molesta mucho al estado y
produce ruido en la lógica prolija y ordenada de la sociedad. Este gobierno lo
que ha venido a hacer es, básicamente, a ordenar el desorden, ordenar a las
Instituciones, poner a todas y todos en su lugar, incluso al molesto nosotros
que tanto lo afecta en su lógica .En estas democracias electoralistas, los
métodos de dominación se transforman en más sutiles, no necesariamente
implican represión armada, pero no por ello resultan menos activos.

Consideramos que no debemos limitarnos sólo a los presos de la legislatura,
sino a todos los compañeros luchadores encarcelados. – Cabe aclarar que lo
hablado sobre los presos de la legislatura lo fue antes de su liberación – El
tema a discutir es que hoy en Argentina existen verdaderamente presos
políticos, más allá de que el discurso oficial y el imaginario social lo
niegue. Entonces partiendo de este hecho irrefutable, concretar acciones que
instalen el tema y comenzar a generar respuestas tendientes a luchar por la
libertad de todos los presos políticos y no ya como algo individual sino como
una problemática colectiva.

El discurso oficial del gobierno, avalado por la opinión publicada trabaja
desde la idea de los límites. Se dice que ellos, los presos políticos pasaron
todos los límites. Pero, ¿de qué límites se está hablando? ¿Los límites
impuestos por el gobierno? ¿Qué implican esos límites? En ese marco, la
cuestión ya no pasa por el hecho de si son o no culpables del desorden
producido en las acciones, sino en que existen motivos ocultos o no tan
ocultos para que el gobierno los aprese, en pos del orden y la gobernabilidad.
Así nace el desafío para nosotros de revertir esa idea y ese discurso,
generando propuestas creativas que nos permitan discutir políticamente cuál es
el objetivo del gobierno al impedir, a toda costa, que los presos de la
legislatura recuperen su libertad y puedan afrontar el juicio en estado de
libertad. Ello porque la cuestión dejó de ser –o nunca lo fue- sólo una
cuestión judicial, sino que es eminentemente política y marca a las claras
cuál es la visión y la respuesta que este gobierno va a dar ante los legítimos
reclamos populares.

Entonces ¿qué pasa con los presos políticos de hoy? ¿por qué hoy están
aislados o directamente no legitimados como tales por la sociedad? Las
preguntas que debieran definir las acciones a realizar. Por ello trabajamos
acerca de generar propuestas creativas que trasciendan las movilizaciones y
las marchas . Esto implica pensar en forma nueva, no en cosas vaciadas de
contenido y ritualizadas. En especial nos preocupó qué más hacer en torno a
los presos políticos, ya que desde Alerta Salta, generado en el primer Enero
Autónomo, las actividades han sido múltiples e intensas. Un desasosiego
apareció que aparentaba como que no quedaban opciones de lucha.

Más allá de que el discurso oficial y el imaginario social lo niegue hoy en
Argentina existen verdaderamente presos políticos. Entonces partiendo de este
hecho irrefutable, concretar acciones que instalen el tema y comenzar a
generar respuestas tendientes a luchar por la libertad de todos los presos
políticos y no ya como algo individual sino como una problemática colectiva.
Acordamos varias reuniones durante el mes de manera de llegar a la reunión de
octubre con un proyecto que permita alguna forma de defensa contra la
judicialización de la protesta.

En ese contexto debatimos acerca de la necesidad de estar preparados, generar
las condiciones concretas para afrontar la avanzada represiva que se prevé que
comenzará con posterioridad a las elecciones de octubre. Acordamos que la
cuestión no pasa por necesariamente armar algo nuevo sino que también oxigenar
los espacios antirrepresivos que existen hoy.


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