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Reivindica Marcos a líderes del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente ERPI presos 
22.09.05
Reivindica Marcos a líderes del ERPI presos en Edomex
La Garrucha, Chiapas, 19 de septiembre (apro).-
El subcomandante Marcos, líder del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), reivindicó –y pidió “nombrar por sus nombres”– a los presos políticos de México, entre éstos a Jacobo Silva Nogales y Gloria Arenas Agis –el comandante Antonio y la coronel Aurora–, dirigentes del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI), adheridos ambos a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona.
En el marco de la primera reunión plenaria rumbo a “La otra campaña”, realizado el pasado fin de semana, el vocero del EZLN –que en la Sexta Declaración había propuesto la exclusión de otros grupos armados– pugnó esta vez por la excarcelación de los líderes guerrilleros Silva Nogales y Gloria Arenas, del ERPI.
En una de sus primeras intervenciones, al dirigirse a los 2 mil 69 asistentes, Marcos les pidió a todos prepararse para una gran movilización nacional, pero ante todo, anticiparse a la represión y buscar, cada cual, su relevo, como él –según advirtió– ya lo tiene.
En esta nueva campaña, expuso que es importante que quienes participen en ella aprendan a nombrar por sus nombres a los muertos, desaparecidos, perseguidos y presos políticos.
Recordó que en una de las seis reuniones previas a esta plenaria, un orador habló del caso de la represión en Guadalajara contra los jóvenes altermundistas, pero que cuando le pidieron dar el nombre de estos presos, no supo darlos.
“Es escalofriante. Nosotros, como ‘La otra campaña’, no podemos hacer eso; tenemos que ser leales entre compañeros y no dejar solo a nadie, ni olvidarnos de nadie. Y voy a nombrar aquí, en uno de los extremos, a dos compañeros: un hombre y una mujer, que están presos y que –si les creemos a los familiares que llegaron a una de las reuniones– se adhirieron a la Sexta; se trata del compañero Jacobo Silva Nogales y la compañera Gloria Arenas Asís, presos del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente”, dijo el portavoz del EZLN.
En seguida, leyó un poema de Silva Nogales, intitulado “Efectos secundarios”, que escribió hace dos años, el 10 de agosto del 2003, en Almoloya de Juárez, Estado de México, en La Palma. Gloria Arenas está cautiva en el penal de Neza-Bordo.
Para Marcos, “La otra campaña” debe nombrar, entonces, a los presos, a los desparecidos y a los muertos.
“Cuando hagamos este trabajo no miremos hacia el futuro, o sí, pero hagámoslo al revés: mirando hacia nuestro pasado, hacia nuestros muertos. Si sólo vemos hacia el frente, vienen las coartadas, el realismo, ‘hay que ser maduros, prudentes’, ‘hay que pensar en lo que puede pasar’, ‘no hagamos esto’, ‘no hagamos lo otro’, ‘cuidado’”.
Sin embargo, el primer reclamo hacia Marcos surgió el 20 de agosto anterior en Dolores Hidalgo, Chiapas, pues uno de los oradores del Movimiento de Lucha Popular (MLP), Mauricio Frey Sisnier, argumentó que no se estaba considerando a presos políticos como Silva Nogales.
El vocero del EZLN entendió en aquella ocasión lo que sería “una omisión importante en la Sexta”, por lo que comentó en ese momento que el caso de Silva Nogales no era el único, y que se lucharía “por la libertad de todos los presos políticos”.
Así las cosas, la primera plenaria del pasado fin de semana convocó a que se organice un magno evento en San Cristóbal de las Casas, los días 1 y 2 de noviembre, donde además se reivindique a los muertos, desaparecidos, perseguidos y presos políticos en México, entre ellos los líderes del ERPI, Silva Nogales y Gloria Arenas.
A Silva Nogales se le ubica como el comandante Antonio, fundador en 1998 del ERPI, luego que un grupo disidente se desprendió del Ejército Popular Revolucionario (EPR), en enero de ese mismo año, por supuestas diferencias político-ideológicas con los líderes de esa guerrilla.
Si bien se supo del ERPI hasta el 7 de junio de 1998, por un enfrentamiento entre miembros de ese grupo armado y el Ejército Mexicano, Silva Nogales fue capturado y permanece en una prisión federal de alta seguridad, desde el 19 de octubre de 1999.