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Valla para resguardar la llegada de la comandancia zapatista que clausuró las reuniones de la Sexta Declaración de la Selva, en el municipio autónomo de La Garrucha FOTO Victor Camacho

La Garrucha, Chis., 18 de septiembre. Un retrato que se va pintando entre muchos y comienza a adquirir forma y volumen por encima del boceto inicial. Un programa, una ruta, un plan de acción. Una carta de intención de los “de abajo y a la izquierda” con alcance nacional. Un camino que ya se anda.
Al concluir en el caracol zapatista de la selva tzeltal la primera plenaria de la otra campaña, a la cual asistieron más de 2 mil personas, la suma de propuestas, interpretaciones y críticas siguió creciendo. Tras deliberar durante dos días, los participantes recibieron en sus manos la otra campaña y la siguieron llenando de intenciones y planteamientos puntuales.
Fue espacio para definiciones. En relación, por ejemplo, con el movimiento obrero neoinstitucional, representado por la Unión Nacional de Trabajadores, que fue reiteradamente denunciado y criticado por las organizaciones de trabajadores presentes aquí en La Garrucha, y también defendido por algunos grupos como “aliado potencial” de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, el subcomandante Marcos expresó: “No vamos a ningún trato con los charros”.
Manifestó: “Hay cosas que podemos hacer como EZLN y cosas que no. Lo que no podemos hacer, porque detrás nuestro se va mucha gente que confía en nosotros, es traicionar a éstos que ya son nuestros compañeros, aliándonos con esa gente”. Marcos fue terminante: “Nosotros no vamos a aceptar estar sentados teniendo enfrente a Camacho, Muñoz Ledo, a Hernández Juárez, Vega Galina y Agustín Rodríguez sin hacer un pancho”.
Quizá producto de las seis reuniones preparatorias y las decenas de encuentros bilaterales con organizaciones y grupos, la comandancia zapatista sostuvo aquí una reunión más dialogada que las anteriores. Las palabras fueron y vinieron con agilidad al debatirse los seis puntos que tenía la convocatoria del EZLN para perfilar el plan de la otra campaña. El propio jefe rebelde fue recapitulando las aportaciones de la asamblea a lo largo del sábado y el domingo.
En relación con las característas de la otra campaña (”civil y pacífica; nacional; anticapitalista; de izquierda; con otra forma de hacer política; privilegiando el oído; reconociendo los límites de la acción propia y la necesidad de unirse a otras luchas”, entre otras cosas, según el comunicado zapatista de días atrás), propusieron conceptos polémicos, como cuando la Coordinadora Anarquista Feminista propuso que donde dice “de izquierda” se agregue “antijerárquica y antiautoritaria”. Marcos reconoció que el EZLN es una organización jerárquica, sin ir más lejos.
Tomó nota de “varias propuestas que dicen que hay que hacer más énfasis en lo de la solidaridad y el acompañamiento y en crear un movimiento social y político nacional. En algunos momentos yo creo que se refieren a las intervenciones que hemos tenido como EZLN y se cargan mucho por el lado de la campaña electoral; que hay que irse por el otro lado, o remarcar más lo del carácter anticapitalista”.
Al discutirse quién sí y quién no participa en la otra campaña, los asistentes definieron la imagen y su negativo: “En la Sexta Declaración se define que están convocados personas, organizaciones, grupos, colectivos que luchan, se rebelan, se declaran anticapitalistas y no pertenecen a los partidos políticos institucionales”, recordó Marcos, al resumir las propuestas de la asamblea.
“Los compañeros de la otra campaña en el otro lado que piden que cuando convoquemos a los mexicanos y mexicanas del otro lado, se agregue la convocatoria a los chicanos y chicanas.” También se pidió dejar claro “que no está convocada la clase política”, y definir que no se va “por ninguna candidatura” y se prioriza “la participación directa”. Hubo quien subrayó “la autonomía como alternativa”.
También “enfatizar el llamado a los obreros, convocando a luchar contra las reformas estructurales”. Un grupo Tepito sugirió que “no sean convocados los oportunistas que no alcanzaron hueso en los partidos políticos”, y la Alianza Binacional Braceroproa agregó a “personas con historial de corrupción y fraudes”.
La otra campaña “no es sectaria”, se dijo, pero también se delineó la existencia de dos grupos en torno a la sexta: “los que van a votar por López Obrador y los que no”, si bien aún está a debate la participación electoral de individuos participantes en la otra campaña. Se propuso “hacer un llamado especial a los cristianos de las comunidades eclesiales de base” y definir un “no” a los partidos políticos.
Ante la proposición de “definir más lo internacional”, el subcomandante Marcos replicó: “La sexta tiene dos partes, lo nacional y lo internacional. Así como en lo nacional nosotros los convocamos a ustedes y estamos construyendo junto con ustedes, en lo internacional también va a ser. No vamos a decidir ni siquiera como país ni como EZLN cuál va a ser la característica del encuentro intergaláctico ni del movimiento internacional.
“Lo que vamos a hacer en octubre y noviembre es empezar a juntar ideas y propuestas de todos los colectivos que quieran participar. Nuestra propuesta es que la otra campaña, cuando llegue esta convocatoria, participe como organización que es, o como colectivo, con sus propuestas de cómo debe definirse en el ámbito internacional”.
Un universitario se pronunció por que la otra campaña sea “cultural y contrahegemónica”, mientras el Foro Maya Peninsular señaló que debe ser “representativa, democrática, popular, plural, con procesos democráticos de toma de decisiones, no como multitudes, sino como clases sociales organizadas, que se defina ya en instalar el socialismo, y que sea una sociedad donde sean compatibles los pueblos indios y la población ciudadana”.
Los grupos de Ciudad Juárez demandaron que “parte de las características fundamentales de la otra campaña sea definirse contra el feminicidio”. Enlace Civil agregó a las características “el ejemplo y la autocrítica, y que se vea lo de la relación entre el colectivo y el individuo”, y Arte Nativo planteó “que se promuevan el boicot contra productos capitalistas y el consumo de productos que nos acerquen a nuestra identidad nacional”.
El EZLN propuso que la revista Rebeldía mande por Internet la relación de nuevas características de la sexta “y los otros firmantes se manifiesten porque sí se agregan o no se agregan. Necesitamos que realmente haya discusión. Que los colectivos y grupos se manifiesten y nos estemos comunicando. Nuestra propuesta, pensamos, era la mejor para empezar, pero va a tener que tomar definiciones más fuertes, más selectivas o más incluyentes. Si arrancamos así vamos a poder aglutinar a más gente”. En resumen, Marcos expuso la alternativa de que sea “tarea de todos resolver este problema en octubre y noviembre, para cerrar en diciembre.
“No hay que tener miedo a discutir. Hay que confiar en la gente y su capacidad de discusión”, apuntó.
Algunos se pronunciaban por dejar fuera a “quienes están dobleteando, se adhieren y participan ya en el proceso electoral”, alguien más prefería “dejar abierta la puerta para los que simpaticen con el proceso electoral, para que tengan un lugar después”.
En su primera asamblea, la movilización social y política impulsada por el EZLN pasó a manos de todos sus participantes. Así, mientras gana su forma definitiva, el proceso de la otra campaña redondea los contenidos.