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Respuesta a la respuesta de un autonomista moderado

11.10.05

El compañero argentino Miguel Mazzeo, del MTD Lanús, colectivo componente del MTD Aníbal Verón, que por su vez es integrante del Frente Popular Darío Santillán, ha enviado una respuesta a un artículo del Profesor J que nos ha parecido sumamente pertinente dada la necesidad de profundizar conceptos y experiencias, por lo que traemos su contribución íntegra a la cual intercalamos nuestros comentarios acompañando los enlaces a los textos aludidos.

Antes de entrar en materia, permítasenos anotar algunas líneas sobre el contexto continental en que se efectúa el intercambio y los objetivos que nos parece que deben orientar el entrecruzamiento de ideas, aunque no siempre es necesario tener objetivos, pues el tejido relacional subyacente en las relaciones horizontales ya es un avance concreto.

Contexto actual. Referido solamente a tres experiencias dispares y emblemáticas, ya que el resto fluctúa entre esas tres, como veremos en las notas agregadas al texto de Miguel:

En México la izquierda electoral se ha separado claramente de las dinámicas sociales intentando subordinarlas a la dirección que se orienta desde la ocupación de los aparatos del poder. Por otra parte, la izquierda alternativa, donde se pueden ver autónomos, izquierda revolucionaria, grupos sociales, zapatistas, etc. ha levantado la Otra Campaña, tendiente a reforzar el protagonismo social y programas locales de lucha que en su tejido puedan realizar un programa nacional. El debate es intenso y es productivo acompañarlo (vea la Otra Campaña en http://clajadep.lahaine.org)

En Brasil la izquierda electoral ha fracasado estrepitosamente y se verifica el desbande de militantes hacia nuevos partidos que no modifican las prácticas centralizadoras y hegemonistas. Los grupos sociales que apoyaron a Lula, en especial el MST, levantan nuevas luchas para atraer simpatizantes a otra propuesta, esta vez la Asamblea Popular Nacional, organismo que surge de la experiencia de la Consulta Popular, órgano trabajado por el MST, la izquierda petista y otros grupos. Por otra parte crece la discusión y la experiencia de construcción de autonomía social (vea el debate brasileño en la sección “portugués” de la página de Clajadep http://clajadep.lahaine.org).

En Venezuela aumenta la discusión y la práctica protagonista de organizaciones de base en el sentido de la construcción de capacidades locales que aseguren el avance, manteniendo diálogo productivo con el gobierno de Chávez y su organización bolivariana. El gobierno consolida sus relaciones internacionales mediante el petróleo y la integración regional y sin duda esta estrategia tendrá un tope si no se consolida la autonomía de la autoorganización social que visualiza las comunas libres. Aún está por verse si el gobierno pasa a ser dirigido desde abajo y no por los representantes, como hoy, o sea, alcanzar lo que en Chile no se pudo lograr por el golpe militar, es decir, el encuentro entre dinámicas de base y posibilidades administrativas.

En Bolivia la izquierda electoral ha establecido una alianza inédita con las corrientes y prácticas autónomas sociales de base a través de la persona del candidato a la vicepresidencia, Álvaro García Linera. Allí también será posible el intercambio y el apoyo mutuo entre medidas gubernamentales y protagonismo social.

Algunos objetivos del debate actual:

Superar la pugna por la hegemonía de unos o de otros. Tanto las organizaciones de izquierda electoral o de centralización de las luchas, como las organizaciones sociales que construyen capacidades locales; tanto las corrientes que aspiran al estado como las que van detrás de las comunas libres, todas ellas pueden avanzar en sus respectivos terrenos sin necesidad de competir entre ellas, sino más bien buscando el reconocimiento de la existencia real de las diferencias, ya que deberá ser el poder popular de las localidades el que tendrá que decidir si continuamos con el estado o se le manda de una vez al museo de la historia. No puede ser que los compañeros que dirigen el estado sean los que decidan los rumbos, por mucho que se anuncie el peligro del ataque externo.

Avanzar en la práctica y conceptos sobre el socialismo cotidiano del Che, es decir, el que se vive día a día en el barrio y la localidad, el que faltó en la experiencia del llamado socialismo real, el capitalismo de estado. Avanzar hacia las relaciones concretas de autogestión, solidaridad y fraternidad que configuren aquí y ahora la nueva sociedad en cada localidad, para desde allí, desde esas capacidades, plantearse posiblemente nuevas asambleas constituyentes con el pueblo movilizado y territorios conquistados por las nuevas relaciones sociales.

Entremos, pues, en el interesante texto de Miguel:

Poder Popular: El Movimiento Bolivariano y el MTD Aníbal Verón.
Una respuesta al Profesor J.

Por: Miguel Mazzeo

Días atrás leí en La Fogata el artículo “Movimientos sociales y poder popular”, firmado por el Profesor J. Desconozco la fecha exacta de su publicación, supongo que es de 2003, pero lo que importa es que el texto sigue allí, “colgado” en la página.

Comentario:

El texto del Profesor J puede verse en http://www.lafogata.org/profesorj/listado.htm y allí dice claramente la fecha: 2/07/03 por lo que al parecer no cabría ninguna suposición.
No hemos entendido muy bien cuando dice Miguel entre comillas que el texto está “colgado” en la página de La Fogata, quizás sea necesario sacarlo de ahí, pero no nos queda claro el por qué. Quizás Miguel pueda ser más explícito.

Sigue Miguel:

El artículo propone una contraposición entre las concepciones del poder popular puestas en juego en los discursos elaborados por el Movimiento Bolivariano de Venezuela y el Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD) Aníbal Verón, específicamente el sector que hoy integra el Frente Popular Darío Santillán (FPDS). El autor enfrenta dos textos, únicas referencias que toma en cuenta para estimar experiencias intrincadas, lo que de por sí es objetable. Por un lado toma la propuesta de la Alianza Popular Bolivariana del Estadio de Zulia (”El Poder Popular”), del 20 de agosto de 2002, y por el otro el documento de un sector del MTD Aníbal Verón, “Nuestra política para construir un presente y un futuro con trabajo, dignidad y cambio social”, de mediados de 2003.

Comentario:

Aquí Miguel tropieza y comienza por donde no es, ya que nos hemos referido al MTD Aníbal Verón del 2003, bastante diferente del MTD Aníbal Verón que hoy integra el Frente Popular Darío Santillán.

Para beneficio del lector, Miguel aclara que el MTD Aníbal Verón de hoy se trata de un “sector” del que había antes, lo que nos alivia, pues siempre hemos sabido eso y nos preocupaba que no se reconociese de manera explícita. Así, debemos entender que lo escrito por el profe se refiere a lo que pensaba el “otro” sector, es decir, los autónomos, que al parece eran mayoría, o al menos elaboraban los textos que circulaban y levantaban claramente los conceptos que comentamos.

¿Cómo es eso?

El texto fue enviado en su época al vocero internauta del MTD Aníbal Verón, el compañero Pablo, del MTD … ¿Cuál sería? Ah, si, del mismo Lanús, que trabaja codo a codo con Miguel desde aquellas épocas y hoy dirigen el Frente Popular, es decir, son del mismo “sector”. Habrá que tirarle las orejas a Pablo por no mostrarle el texto a Miguel cuando correspondía. Hoy Miguel encuentra el artículo “colgado” en La Fogata, justo en los momentos en que el Frente Darío Santillán acrecienta sus relaciones internacionales con el MST brasileño, la Vía Campesina y el Movimiento Bolivariano. Mal momento escogieron para dirigir sus baterías contra un artículo viejo. Mejor harían en coadyuvar a la unidad con las autonomías antes que disparar contra quienes estamos por la unidad en la acción.

No es para nada objetable analizar uno, dos o tres documentos, a menos que haya una cantidad standard que desconozco. Los textos analizados en la época correspondían a la más elevada síntesis alcanzada por la experiencia y las reflexiones de cada uno los dos movimientos estudiados. Sobre los círculos bolivarianos los textos analizados han sido retirados de Angelfire, pero puede verse la página http://www.circulosbolivarianos.org donde apreciamos diferencias con la época anterior, que pueden también ser objeto de análisis. Pueden verse algunas reflexiones y datos sobre la maduración de las organizaciones sociales venezolanas en http://clajadep.lahaine.org

Sobre las diferencias de los “sectores” del viejo MTD Aníbal Verón, puede consultarse la página web del MTD frentista en http://www.inventati.org/mtdenelfrente Notas sobre el MTD Solano (autónomos) cuya página no se encuentra en actividad, que era http://www.solano.mtd.org.ar pueden verse en google ingresando en la búsqueda: MTD Solano.

Sigue Miguel:

Considero que la lectura del Profesor J. “de una superficialidad que abruma”, le hace mucho daño al MTD y al FPDS, al colocarlos en un lugar teórico - político vecino del ridículo y al alejarlos, arbitrariamente, de una experiencia que, aunque abierta y con futuro incierto, presenta hoy una enorme potencialidad ya que alienta con su sola existencia un conjunto de luchas populares y antiimperialistas en todo el mundo y nos ofrece un modelo posible de transición, al que, va de suyo, habrá que adaptar a nuestras condiciones.

Comentario:

Dejando de lado el concepto de superficialidad, aducido siempre por quienes difieren de las ideas del otro, ya que no hemos mostrado lo que ellos quieren que se muestre, hablar de ridículo por la imagen mostrada del MTD de aquella época, orientado hacia la autonomía, es realmente hacer el ridículo, pues las ideas analizadas fueron firmadas por los mismos que hoy reniegan de su pasado autónomo. No podemos hacernos cargos de sus modificaciones táctico-estratégicas, aunque en la época hayan sido un “sector” del MTD.

No estamos hoy hablando para nada del actual MTD Aníbal Verón, ni nos parecía necesario hacerlo, pero la argucia de traer un texto anterior para cuestionar la actual práctica de la autonomía nos obliga a decir lo que decimos.

En las últimas reuniones de la Vía Campesina, del MST brasileño, de la izquierda petista, del encuentro con el Movimiento Ezequiel Zamora en Caracas, se ha definido una ofensiva para desarrollar lo que se ha dado en llamar movimiento de movimientos, esto es, la articulación de movimientos sociales y locales para disputar terreno a la vieja izquierda centrista sin perder los vínculos establecidos con Lula, Tabaré y aún Kirchner. Se ha definido avanzar en la articulación continental y pasar a la ofensiva ocupando espacios donde las autonomías crecen y consolidan la autogestión en dirección al autogobierno local para subordinarlos y atraerlos hacia la dirección centralizada con el pretexto del poder popular como base de apoyo a los gobiernos. Se ha analizado la experiencia de la Otra Campaña zapatista y a pesar de las lecciones importantes que se pueden extraer de ahí se ha decidido entregar apoyo a López Obrador en las elecciones mexicanas, lo que estaría bien por parte de los gobiernos izquierdistas, pero estaría pésimo por parte de algunos de los movimientos sociales del continente, en fin, actividades lógicas que nos parecen bien, pero que de forma alguna pueden hacerse a costa de las autonomías y menos lanzando una campaña sibilina contra el accionar protagonista de las formas de autoorganización social. La presencia del Frente Darío Santillán en esas reuniones no es casual. Mal hecho, compañeros, por esa vía sólo acrecentarán las distancias y las disputas.

Sigue Miguel:

En realidad, Venezuela nos convoca a pensar - actuar en términos de transición, costumbre que había caído en desuso. Una transición que de seguro tendrá brillos y opacidades y que jamás podrá ser lineal e incontaminada dado que se trata, nada más y nada menos, de salir del capitalismo, de su cultura totalizante, de sus lógicas que combinan la explotación, la dominación y la reproducción.

Comentario:

Aquí Miguel yerra de plano y hace caer al Frente Darío Santillán en las viejas estrategias de la transición, etapistas, reformistas. Lo invito a que comente lo mismo de la experiencia chilena, donde teníamos el gobierno y falló por la ausencia del protagonismo social. No estamos cuestionando el proceso venezolano, sino la ausencia de comprensión de la necesidad de la autonomía social que no espere las decisiones de los representantes, sino que defina de hecho la práctica de las relaciones de una nueva sociabilidad.

Para que el intercambio no parezca como algo personal, veamos el texto de Rigoberto Lanz, venezolano, nada contrario al proceso de su país, alto personero académico, donde algunas posturas de Miguel se estrellan quedando sin base sus argumentaciones (por llamarlas así), en http://clajadep.lahaine.org/articulo.php?p=5239&more=1&c=1

Sigue Miguel:

El Profesor J., al analizar la naturaleza del Movimiento Bolivariano, pone el énfasis en verticalismo, el dirigismo, el caudillismo, en los perfiles sacrificiales favorecidos desde el Estado. En relación al poder popular, sostiene que en Venezuela, los Círculos Bolivarianos (CB), son concebidos como auxiliares del gobierno y como apéndices del Estado. Reconoce la participación, pero la explica a partir de la obediencia. Para el Profesor J. el Movimiento Bolivariano solo puede cautivar a “los partidarios de la toma del poder” y a todos aquellos los que posean alguna patriotería pública o inconfesa. Por supuesto se dedica a marcar las diferencias, punto por punto, con el MTD Aníbal Verón.

Lo más grave es suponer que la contraposición deja bien parado al MTD, cuando se trata de un verdadero insulto, tanto para el MTD y el FPDS como para el pueblo de Venezuela.

Comentario:

En realidad debe doler que se contraponga el verticalismo a la autonomía y a la horizontalidad, principios que defendió alguna vez este sector del MTD. Podemos ver un buen análisis de la conducción de arriba-abajo en el texto http://www-personal.umich.edu/~mmarteen/svs/jornadas/Pereira.pdf. que puede verse en html en google, artículo sobre el partido de Chávez y que contiene muchas cosas con las que no concordamos, pero es bueno para la reflexión.

Sigue Miguel:

Sin enumerar las realizaciones económicas y sociales, sin hacer referencias a las formas de desvirtuar la coacción económica, sin hablar de los avances en salud, educación y en materia de derechos populares, preferimos destacar el proceso de politización y movilización popular (la revolución como la práctica cotidiana de cada uno y cada cual), la puesta en evidencia de que el particularismo de las clases subalternas está en plena armonía con los intereses de la Nación, los pasos dados en pos de corroer algunas estructuras de las sociedad capitalista, la existencia de un gobierno no comprometido con el capital y enfrentado a las políticas imperialistas, un proceso “generoso” de reforma agraria (y esto no lo digo yo, sino Joao Pedro Stedile, que conoce del asunto), etc.. En fin, el Profesor J. niega las fisuras producidas en las estructuras de dominación y en el marco de la política de dominación a escala planetaria.

Comentario:

Podemos comparar lo generoso de la reforma agraria según Stedile con las palabras de Rigoberto Lanz al respecto en la entrevista anotada más arriba.
Es triste ver lo tradicional y repetido del discurso de Miguel. Exactamente el discurso bolivariano superestructural, que no toma nota del desarrollo de la autonomía necesaria de las localidades, sin las cuales todo proyecto está sentenciado de antemano a ser mero administrador del capitalismo de estado, la transición que dice Miguel.

Sigue Miguel:

El Profesor J. no toma en cuenta la asincronía de los procesos de recomposición popular en Venezuela y en la Argentina. En el primer caso lo que se está planteando son los caminos de la institucionalización del poder popular y las posibilidades de que sus diversas expresiones se conviertan en políticas concretas para la transformación del conjunto de la sociedad. Al mismo tiempo, se han resuelto un conjunto de problemas de coordinación estructural y de unificación simbólica. Nosotros estamos aún muy lejos de esa posibilidad, pero son temas que tenemos que atender y sobre los cuales tendremos que aprender. La experiencia Venezolana es un punto de partida insoslayable. En última instancia la disposición al aprendizaje será una actitud mucho más productiva que la celebración de nuestras limitaciones, alimentada por el aislamiento egocéntrico.

Comentario:
Es claro que la experiencia venezolana hay que estudiarla, pero no en el sentido que sugiere Miguel. Ahí no hay institucionalización del poder popular, pues aún no existe ese contrapoder. Lo que hay es un gobierno que promueve desde las instituciones el poder popular, lo que es muy diferente.

Sigue Miguel:

El Profesor J. se adelanta a los hechos, fijando posición “crítica e intransigente” frente al cualquier proceso de institucionalización. Niega, de plano, la posibilidad de un gobierno popular, anticapitalista y, por lo tanto, antiimperialista; de una herramienta política que exprese los intereses populares. No concibe que la dirección sea organización y administración; desde el vamos le asigna un destino de mando inexorable. Para él toda institucionalidad es negativa. Cuando en realidad el problema radica en las instituciones predecibles, lo que no parece ser el caso de Venezuela. Paradójicamente sus planteos antiinstitucionalistas apuntan a la construcción de micro - comunidades que se destacan precisamente por su carácter predecible.

Comentario:
En realidad ya he mostrado que no hay institucionalización del poder popular, sino la intención de construir ese contrapoder desde las instituciones. De conseguirse, es lógico que el protagonismo social asuma la conducción del proceso. Me temo que organizaciones sociales dirigidas por los mismos que han asumido el gobierno lleve a lo que siempre ha sucedido, es decir a la vieja transición ya imposible en la historia por el nulo papel que el capital requiere del estado para su continuidad, por ello el estado de bienestar o el capitalismo de estado no son más factibles en la actual fase de desarrollo capitalista. Para profundizar en estos aspectos me remito a la entrevista a Lanz.

Sigue Miguel:

Evidentemente, el problema de fondo para el Profesor J., son el gobierno, las mediaciones, el Estado, el poder y la Nación, que adquieren categoría de tabú. Recordemos que la principal función del tabú es resolver las contradicciones entre los medios y las necesidades. O sea, para ciertos sectores de izquierda el tabú del gobierno, las mediaciones, el Estado, el poder y la Nación, sirve para conjurar (se trata de una ilusión) la distancia entre las necesidades del pueblo y los medios para satisfacerlas.

Comentario:
Pues no es ese precisamente el problema de fondo, aunque perece un buen ejercicio dialéctico adjudicarle al otro lo que el otro jamás ha pensado ni escrito. El problema radica en como aseguramos la continuidad estratégica hacia la sociedad sin clases, ya que la sola lucha por la estructura de transición reproduce todo el funcionamiento de la vida, dejando las relaciones sociales de nuevo tipo para un futuro eventual, lo que deposita el problema apenas en la subjetividad, en la conciencia, mientras se hace una medida democrática tras la otra sin abordar el fin de las relaciones capitalistas. Recordamos que no existen las relaciones socialistas, sino solamente capitalistas y comunistas. Las relaciones establecidas en el socialismo son en realidad relaciones capitalistas administradas por los representantes del pueblo. Las relaciones de nuevo tipo sólo pueden establecerse en la comuna libre.
El estado sólo puede servir a los intereses estratégicos en la misma medida que se subordine al desarrollo de la autonomía del poder popular local, ya que el poder popular nacional sólo existe en la transición socialista. Y hoy, siendo el estado ineficaz para el desarrollo económico, debemos buscar en la autogestión local, el control territorial, la distribución de las tierras, la autogestión de los centros de trabajo y el autogobierno local, las fuerzas para unirse horizontalmente las capacidades locales que practiquen la solidaridad y el apoyo mutuo. La derrota de las relaciones capitalistas se hace en lo cotidiano, ahí estamos de acuerdo con Miguel, pero esa derrota será difícil si mantenemos la centralidad en la administración del capital desde las estructuras del estado.
He ahí la verdadera experiencia venezolana, como hacer para que esos dos factores contrapuestos se encuentren estratégicamente. Sin el mandar obedeciendo sólo seguiremos obedeciendo al mando.

Sigue Miguel:

Y esto es así porque el Profesor J. parte de una mirada naïf y antidialéctica en relación al Estado, lo concibe como instancia escindida de los procesos sociales, monolítica, incapaz de albergar alguna contradicción. Un antiestatalismo principista hace que niegue la posibilidad de un Estado que, en el marco de una correlación de fuerzas favorable a las clases subalternas, de un avance significativo del proceso de construcción de una hegemonía popular, apuntale el proceso de autoorganización popular y fortalezca los elementos comunitarios (o por lo menos no los debilite). El principismo antiestatal lo coloca en el nivel de las ideas que no implican su superación, el momento burocrático del pensamiento.

Comentario:
Está tan simpático eso de naif y del momento burocrático del pensamiento que lo dejaré tal como está, como perlas.

Sigue Miguel:

Sabemos que la ilusión estatal penetra la experiencia de lucha de manera a veces muy sutil e imperceptible, privilegiando aquellas luchas que parecen contribuir a la conquista del poder estatal y dándole un papel secundario a las formas de lucha que, “no sirven” para la conquista del poder político. Ahora bien, la ilusión antiestatal es igual de peligrosa, porque puede afectar a las propias construcciones de base, al negarles la posibilidad de construir condiciones no constrictivas para sus intereses y permitirles, desde ese anclaje, saltar a otras condiciones aún más favorables, superando siempre lo dado, optimando las condiciones para la realización colectiva, en un proceso de des-institucionalización y re-institucionalización constante.

Comentario:

Saltar a otras condiciones más favorables sería entonces la institucionalización del poder popular, el control del estado. Me ha gustado el verbo saltar, algo así como canguros detrás de su presa o escapando del predador. También se puede interpretar como las viejas concepciones de la revolución por etapas. Eso me recuerda como los viejos partidos trataron a la revolución cubana de excepción histórica y al Che lo aislaron por radical, al punto de darle la espalda. Hoy esos mismos usan la camiseta del Che o la venden en los actos.

Está claro que la des-institucionalización… etc es un proceso, pero ello debe basarse en redes horizontales de contrapoder que definan los caminos. La vieja necesidad del líder y la vanguardia reaparece en las palabras de Miguel.

Sigue Miguel:

En ningún momento el Profesor J. habla de las clases sociales. No explica porque apoyan a Hugo Chavéz los que lo apoyan y porque se oponen a Chávez los que se oponen. No explica la nueva personalidad que Chávez recibió del pueblo venezolano. ¿Se puede afirmar que Chávez es un dirigente separado del agente histórico? ¿Acaso Chávez actúa desde fuera de la historia? ¿Hay en el proceso venezolano una adaptación del sujeto popular a las condiciones del objeto (burocracia gubernamental)?.

Claro, tampoco habla de imperialismo.

Comentario:
Bravo, Miguel, ahora podemos seguir hablando del viejo manifiesto comunista. Te recomiendo leer a Cornelius Castoriadis que explica el carácter de clase de la burocracia soviética. Y sobre imperialismo, ya vimos aquí en Chile como financiaron el golpe militar, pero ello sólo fue posible gracias a la disociación que hubo entre el gobierno y el naciente poder popular que lo apoyaba. El bonapartismo también existe.

Sigue Miguel:

El Profesor J. parte de una matriz liberal, formalista y procedimental para analizar los procesos históricos. Acercándose al estereotipo de los críticos de las desprolijidades de los procesos revolucionarios latinoamericanos, a los insoportables y oscilantes intérpretes de signos exteriores, a los que siempre tienen a mano un principio a priori para aplicarle a los hechos. De este modo, no deja que los acontecimientos se desarrollen y fijen su significatividad y su relevancia y se niega la posibilidad de ver como los hechos generan su propia dialéctica (el caso Venezolano es muy esclarecedor en este punto).

Comentario:

La matriz liberal, y Miguel no debe desconocerlo, es la racionalidad instrumental, a la cual se muestra tan apegado con su formalismo y procedimentalismo cuando nos habla de la transición. Parece olvidar que la dialéctica viene de la matriz liberal del historicismo alemán…

Sigue Miguel:

La impermeabilidad a la experiencia (porque se ha tomado partido de antemano) es una fase en la que coinciden el autonomismo exagerado (y los teóricos de las redes que niegan los conflictos de clase) y la izquierda autista. Otras dos materias compartidas: el sectarismo y el arte del esperar. Jean Paul Sartre decía que el Trotskismo era un arte del esperar, las versiones “fundamentalistas” del autonomismo, también.

Comentario:

Miguel, Miguel. No te queda bien la retórica. Tendrías que explicar lo que sería entonces el autonomismo moderado. Pareces confundir el construir con “esperar”. Que yo sepa la autonomía zapatista no sólo ha esperado. Ninguna autonomía que yo conozca está a la espera, sino que construyen en el día a día las nuevas relaciones del socialismo cotidiano del Che, es decir, las relaciones directas, solidarias, comunistas. Ustedes son los que esperan. Esperan pasar la transición, se niegan a ir directo al grano, esperan que funcione el proyecto venezolano, esperan que todo salga bien, esperan que Lula no lo haga mal, en fin, es claro que salen a la calle a dar las batallas y otros parece que salen poco, pero la lucha social no es sólo combate, Miguel, es también el sacrificio cotidiano de la nueva vida, la nueva sociabilidad, pues sin ella nada que hagan nuestros representantes tendrá asidero.
Que hables de la vieja transición parece más impermeabilidad a la experiencia que las prácticas autónomas que cuestionas usando al profesor J como pretexto.

Sigue Miguel:

Al no buscar la verdad y la belleza en el núcleo del torbellino social, el Profesor J. sólo encuentra fetiches y se siente satisfecho porque estos parecen ser nuevos, sin importarle que sean fetiches. Aunque en realidad, la novedad parece ser pasajera. Los planteos como los del Profesor J., van en camino se convertirse en lugares comunes, en ideas en conserva, en música para cantar en el ocaso de las apariencias hermosas… Pero, mientras tanto, trabajan en la desnaturalización del poder popular y la autonomía.

Comentario:
Bueno, si, abriendo mi mail encontré el fetiche de la transición en tu texto. Confieso que no es bello ni verdadero.

Sigue Miguel:

Lo que el Profesor J. no puede reconocer es que las medidas implementadas por Chávez (y el mismo Chávez) son insostenibles sin un pueblo con poder. Es más, se puede sostener que el proceso en Venezuela se ha ido radicalizando a medida que el poder del pueblo se ha ido incrementando, en el marco de un proceso donde bases y gobierno, pueblo y por lo menos un parte del Estado, se retroalimentan positivamente. Se cumple así, una vieja verdad: Sólo se pueden movilizar a las masas para la defensa de sus intereses inmediatos, pero cuando se ponen en movimiento, sus horizontes se amplían, quieren más, quieren todo porque no tienen nada.

Comentario:
Estamos de acuerdo Miguel, las medidas de Chávez son insostenibles sin un pueblo con poder. Puedes eliminar eso de que no quiero reconocerlo. Lo reconozco.

Sigue Miguel:

Los avances más recientes del Movimiento Bolivariano no pueden desligarse de un proceso que necesariamente discurre por las siguientes estaciones: organización de base - debate - tomas de decisiones conjunta - acción - protagonismo - autoafirmación del sujeto popular - herramientas comunes. O sea, no pueden desligarse de la construcción de poder popular.

¿Riesgos? Muchos y grandes: los peligros profesionales del poder y de la autonomización de las representaciones, la posibilidad de que las estructuras institucionales pierdan su carácter accesorio, el realismo cínico de una revolución a medias que se estanca, la frustración de las expectativas, etc.. Pero lo que no asume riesgos termina impotente y arrastrado.

Comentario:

También estamos de acuerdo en esto. Me sorprende que lo uses como argumento contra las autonomías.

Sigue Miguel:

Finalmente, lo que el Profesor J. plantea no deja de reflejar las (falsas) contradicciones que aún se despliegan al interior de la corriente autónoma del movimiento popular y que lo frenan: la ilusión libertaria por lo social enfrentada a la política del oprimido y la ilusión política contrapuesta a la despolitización de lo social. Posiblemente esto se destrabe poniendo en énfasis en la confrontación con las formas de dominación a través de la praxis.

Comentario:

Estaba claro desde el comienzo que Miguel estaba cuestionando a las autonomías más que al profe. Llama la atención que diga que frenan el movimiento social. ¿Será que están dejando de atraer militancia? Recordemos que no se trata sólo de confrontar la dominación, sino de acabarla, y eso sólo se puede conseguir estableciendo las nuevas relaciones, donde deje de circular el capitalismo, el mercado.

Concluye Miguel:

En lo personal, como militante del FPDS, siento que el trabajo del Profesor J. me abochorna. Nadie puede negarle al Profesor J., sea quien sea, el derecho de aclimatarse a un fragmento, de jugar con formalismos y de reivindicar las existencias particulares, esas que carecen de afanes articulatorios y de la ambición constructora de continentes. Él tiene el derecho de optar por lo efímero y lo mediocre para saldar la distancia entre su deseo y su objeto. Lo que no podemos tolerar, son las disociaciones (y las dislocaciones) arbitrarias a las que nos somete.

Lanús Oeste, 8 de octubre de 2005

Comentario:

Vamos, Miguel, no es para tanto, no te abochornes, sigue tranquilo con tus afanes articuladores, ya que habrás notado que en realidad lo que había dicho no era disociación ni dislocación, sino simplemente había aplaudido el camino que llevabas antes de decidir tu opción por la transición.

Por mi parte, me alegra que hayas decidido entrar en el debate. Vamos a sacarlo de nuestros mails y circularlo por todas partes, para que todos vean como hay que tratar a esas incómodas autonomías fundamentalistas que frenan la lucha social.

O si prefieres, por mi parte estaría más por definir que estamos trabajando bajo ópticas diferentes. Eso es más fácil de entender. Sigamos cada uno su camino, pero sabiendo que tendremos que andar juntos. No hay más miedo por parte de nadie a los viejos policías rojos que perseguían a la disidencia de las autonomías. No vayas a caer en ese papel que tiene poca belleza. Sino, lo más probable es que alguien te confunda con la Susan George, la nefasta vicepresidenta de Attac Francia, ya que si revisas sus escritos verás que mucho de lo que dices ya lo había dicho ella contra los “fundamentalistas” de la autonomía en las luchas europeas.

Abrazos
Profesor J


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