Martes 8 de noviembre de 2005
Son ya 300 las municipalidades afectadas por la violencia; sentenciadas, 83 personas
Sin control, los disturbios en Francia; toque de queda “donde sea necesario”
Lamenta Chirac la “guetización” de hijos de inmigrantes; envían 8 mil policías a los suburbios
Crisis social sin precedente desde el fin de la Segunda Guerra Mundial: sindicato de policías
París, 7 de noviembre. El gobierno conservador francés autorizó hoy a las administraciones regionales (prefecturas) de todo el país a decretar el toque de queda “donde sea necesario”, para tratar de contener los motines que hoy llegaron a la duodécima noche consecutiva, con un balance preliminar de 324 vehículos quemados, principalmente en ciudades del interior de Francia.
La policía nacional informó hoy que suman 300 las municipalidades afectadas por los incendios y los enfrentamientos esporádicos con fuerzas de seguridad pública, con un total de cuatro mil 900 vehículos destrozados, desde el pasado 27 de octubre.
Precisó que sólo durante la noche del domingo al lunes, si bien no se registraron incidentes graves en París, hubo motines en 274 localidades, con mil 408 vehículos quemados y 395 detenidos, 200 de ellos remitidos a los tribunales, incluidos 50 menores de edad.
El ministro de Justicia, Michel Clement, indicó que 83 personas han sido sentenciadas a purgar penas en prisión, luego de que el 27 de octubre estallaron los actos violentos en el suburbio parisiense de Clichy-sous-Bois, donde dos adolescentes murieron electrocutados al tratar de escapar de una patrulla policial.
La dimensión del problema que enfrenta Francia en las zonas suburbanas pobres fue puesta de relieve este lunes, al conocerse un informe de la policía nacional que revela que de enero a octubre pasado fueron incendiados 28 mil coches en todo el país. De acuerdo con el diario británico The Independent, la destrucción de vehículos es común todos los fines de semana en ciudades como Lyon y Estrasburgo.
La persistencia de los motines y la imposibilidad de controlar la situación llevó a la prensa europea -y a la misma Agencia Francesa de Prensa, Afp- a comparar la crisis de los suburbios con el movimiento estudiantil de mayo de 1968 y con una intifada (levantamiento) como las ocurridas en Palestina.
Pero todavía más que eso, uno de los sindicatos policiales de Francia, Action Police, señaló que “los hechos por los que pasamos ahora no tienen precedente desde el fin de la Segunda Guerra Mundial”.
El presidente Jacques Chirac lamentó hoy lo que llamó la “guetización” de los hijos de inmigrantes africanos y musulmanes, informó su par de Letonia, Vaira Vike Freiberga, al término de un encuentro entre ambos en París.
Para responder a la convulsa situación, el primer ministro Dominique de Villepin anunció hoy que 8 mil policías fueron enviados a las zonas más afectadas por los motines y que mil 600 reservistas están listos para entrar en acción.
En una entrevista con la cadena televisiva TF1, el premier fue interrogado sobre la posibilidad de llamar al ejército a imponer el orden en las zonas conflictivas, a lo que respondió que “no hemos llegado a ese punto”.
Legisladores conservadores, correligionarios de De Villepin en el partido Unión por un Movimiento Popular, pidieron la semana pasada la imposición del estado de emergencia.
El primer ministro había anunciado el domingo que este lunes daría a conocer un plan para reconstituir económicamente los suburbios franceses, pero hoy De Villepin sólo habló de la movilización de fuerzas de seguridad en las áreas donde hay disturbios.
La oposición socialista, por voz de Laurent Fabius, criticó la respuesta ofrecida el domingo por el presidente Jacques Chirac a la crisis de los suburbios, basada en el refuerzo de los cuerpos de seguridad.
En todo caso, el gabinete emitió un decreto para activar el toque de queda en las localidades “donde sea necesario”. Poco antes, Eric Raoult, alcalde de Raincy, una pequeña localidad suburbana parsiense, decretó el “toque de queda excepcional”, a partir de esta noche.
Desvinculan deceso
En las primeras horas de este lunes, fue divulgada la versión de que Jean Jacques Le Chenadec, un hombre de 61 años que residía en el suburbio parisiense de Stains, murió a consecuencia de las heridas que le infligieron jóvenes que el viernes por la noche quemaron botes de basura en las calles.
Sin embargo, por la noche, la viuda de Le Chenadec, Nicole, informó que el fallecimiento de su marido no tiene “necesariamente” conexión con los disturbios ocurridos en otras localidades suburbanas de la capital. La mujer dio su primera versión después de una entrevista que sostuvo con el ministro del Interior, Nicolas Sarkozy.
En reacción a las sugerencias oficiales de que líderes religiosos islámicos podrían estar detrás de los disturbios, una de las mayores organizaciones de esa confesión en Francia, la Unión de Organizaciónes Islámicas, emitió un decreto (fatwa) en el que llama a los jóvenes a “apaciguar su cólera”.