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¿Hasta dónde podrá llegar Marcos y “la otra campaña”? Análisis de Pedro Echeverría

29.11.05

Pedro Echeverría V.
Criterios.com
Enviado el 2005-11-27

1. Marcos, dirigente principal y vocero del Ejército Zapatista de Liberación Nacional ( EZLN), después de deslindarse el pasado 20 de junio del gobierno pro empresarial de Fox y de los partidos PAN y PRI, por ser instrumentos directos al servicio del capital, se lanzó fuerte contra el PRD y López Obrador calificando a este último como “un espejo de Salinas” al tener un programa cercano al del liberalismo social y un equipo de muy conocidos salinistas.

Mientras los discursos de Marcos bajaron de tono, después de las primeras mesas de diálogo que se reunieron en las selvas de Ocosingo, Chiapas, las campañas presidenciales de los tres principales partidos siguen descomponiéndose por los funestos personajes que llegan a incorporarse, por las confrontaciones de muy bajo nivel y las alianzas que empiezan a ponerse en práctica con el sólo fin de ganar votos. Marcos, indudablemente, ha tenido la razón en sus denuncias y reflexiones.
2. Casos importantes que demuestran la profunda corrupción de las “precampañas” pueden verse en la renuncia de Arturo Montiel a la precandidatura del PRI por fraudes de cientos de millones de pesos; la reunión estratégica en casa de Carlos Salinas de funcionarios foxistas y dirigentes priístas; la discusión de “lavadero” entre la muy corrupta dirigente sindical del magisterio Esther Gordillo y el no menos pendenciero candidato priísta Roberto Madrazo; la cuasi expulsión de la profesora del PRI y su probable integración al panismo por su estrecha relación con Fox; la puesta en venta del partido Verde al mejor postor; las fuertes confrontaciones en el PRD por la candidatura en el Distrito Federal y la integración de muchos connotados expriístas a la campaña de AMLO. Si bien en el PRI y en el PAN, como es natural, se registran a diario peores conductas, en el PRD, donde se espera un comportamiento ético, se avanza por parecidos caminos al de sus competidores.

3. Hasta aquí todo es explicable, razonable y condenable porque la política electoral en México ha sido así: gran corrupción, enorme despilfarro, engaño y demagogia permanente, acuerdos con los principales grupos económicos y políticos, control absoluto de los medios de información, así como mediatización de la población y de las voces críticas. Desde 1929, cuando se fundó el Partido Nacional Revolucionario (abuelo del PRI) y postuló a su primer candidato, Pascual Ortiz Rubio, hasta 1988 –cuando Cuauhtémoc Cárdenas estuvo a punto de arrebatar electoralmente el gobierno al PRI- este partido fue casi único y mantuvo el monopolio del gobierno. A partir de entonces nuevos partidos se integraron a la cosa electoral acudiendo a los mismos métodos y vicios que el priísmo les enseñó durante muchas décadas. La conciencia del pueblo mexicano viene de varios siglos atrás, pero la dictadura económica y política del PRI fue determinante en los últimos 50 años.

4. ¿Hasta dónde puede llegar Marcos y el zapatismo en estas condiciones de control económico, político e ideológico de grandes empresarios y clase política? Es indiscutible que en México es urgente la organización de un gran movimiento social que obligue al gobierno –de cualquier partido- a cumplir con las promesas que hacen para obtener votos; pero también para que los gobernantes se pongan al servicio de la población. No se requieren pruebas para demostrar lo que ha sido evidente: todos los gobiernos se ponen al servicio de los poderosos empresarios porque son sus amigos, porque están organizados y porque presionan y conminan al gobierno para que se ponga a sus órdenes. Lo contrario sucede entre los trabajadores explotados, quienes votan casi siempre con enorme ignorancia y luego se desentienden de la necesidad de vigilar, cuestionar y exigir que los gobiernos cumplan con ellos. ¿Cuánta fuerza y organización se requiere?

5. Marcos, individualmente, posee una gran convocatoria entre la población mexicana. Un buen porcentaje de sus seguidores pertenece a las clases pobres y explotadas porque las demandas de éstos coinciden con las del EZLN. Pero también hay un gran porcentaje entre la sociedad civil que lo sigue por admiración, aunque también por curiosidad. Eso se demostró en la Caravana zapatista Chiapas-DF de febrero-marzo de 2001 que reunió a cientos de miles de personas en todos los estados y en la ciudad de México. La pregunta entonces es, ¿cómo consolidar una fuerza política que exija a los gobernantes cumplir con sus obligaciones si la izquierda real mexicana es débil, si los partidos políticos están uncidos al carro del oportunismo y las organizaciones aún continúan corporativizadas? Por ahí están las dudas sobre las posibilidades reales de que la “la otra campaña”, superando la “novedad” y el voluntarismo, se convierta en una alternativa real frente al poder.

6. Suena esto último a derrotismo, pesimismo o agnosticismo en este México que cuenta con una poderosa clase empresarial y política que ha sabido mantener -a través de historia- a la inmensa mayoría de la población en condiciones de ignorancia, miseria y opresión. ¿Cómo olvidar que la Revolución Mexicana, que en nombre de los campesinos y los pobres enterró en 1910-17 al porfirismo, instaló una nueva forma de dominación que lleva casi un siglo? ¿Qué decir de los gobiernos del PRI que en nombre del pueblo realizaron reformas, pero mantuvieron a más del 70 por ciento de la población en pésimas condiciones de vida? ¿Y qué del juego político que se registró desde 1988 -que llegó hasta una “alternancia de partidos” al asumir el gobierno el panista Fox- que provocó el derrumbe de la producción, llevó a crecer el desempleo, empeoró los servicios de salud y educación e hizo más ancha la distancia entre los ingresos de ricos y pobres? ¿En qué puede creer la población?

7. Marcos, en su primera gira de exploración de aproximadamente seis meses, seguramente no espera con ilusión la conformación de una fuerte organización; sin embargo de sus visitas podrán surgir muchos contactos que coordinados podrían dar lugar a un organismo más militante y amplio que el desaparecido Frente Zapatista. Podrá dar lugar a un verdadero frente de lucha y coordinación que con capacidad e inteligencia aprendan a interpretar los intereses de los explotados y oprimidos. Aunque en ese proceso de crecimiento está el peligro de confrontaciones y escisiones por los problemas de poder que no desaparecen. Porque no basta con decir que no se busca poder y tener la plena voluntad de estar contra él. El poder no es sólo el económico o el político, también está el poder ideológico, cultural y social. Haciendo a un lado las diversas interpretaciones de principios ideológicos y programas políticos, ¿No es el poder el origen de las escisiones en grupos y partidos?

8. Por eso la batalla del EZLN y de la “Otra campaña” tiene que ser profundas y prolongadas. No se trata de crear una organización gigante, con afiliados de todos los colores, para luchar por el poder e instalarse en él. Se busca, por el contrario, construir un organismo de “otro tipo” que pudiera erradicar el autoritarismo, el centralismo y la verticalidad en la toma de decisiones. Si por aquello de la ignorancia, la inexperiencia, se comenzara a actuar repitiendo los vicios de los partidos, la gente abandonará el proyecto. Se requiere un profundo desarrollo de la conciencia social y, al mismo tiempo, participar en las luchas por la defensa de los intereses de los oprimidos; pero también desarrollar una gran revolución cultural contra las costumbres y variedad de formas de dominación capitalistas. ¿Hasta dónde permitirá la clase dominante el surgimiento de una organización legal? ¿En qué momento comenzará a penetrarla, a buscar mediatizarla y a reprimirla?


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