La Mesa para el Acuerdo tendrá un grupo de apoyo en la Eurocámara
·El «grupo de amigos» lo integrarán parlamentarios de diferentes formaciones y nacionalidades
La Mesa para el Acuerdo, que ya logró que más de medio centenar de agentes vascos respaldaran el Acuerdo Democrático de Base, ha conseguido un importante apoyo añadido. En la sede del Parlamento Europeo, en Bruselas, se presentó ayer una iniciativa para la creación de un «grupo de amigos» que, integrado por europarlamentarios, quiere actuar como «garante de la transparencia» de un eventual proceso de diálogo cara a la superación del conflicto.
BRUSELAS
El próximo mes de enero se pondrá en marcha en el Parlamento Europeo «un grupo de amigos» formado por eurodiputados de diferentes formaciones y nacionalidades, con el objetivo de actuar como «garante de la transparencia» de un eventual proceso de diálogo y «dar la alerta» en caso de bloqueo.
Así lo expresó el francés Gérard Onesta, vicepresidente de la Eurocámara y uno de los impulsores de la conferencia informativa llevada a cabo ayer en la sede de esta institución en Bruselas. Una cita en la que tomó parte una nutrida delegación de la Mesa para el Acuerdo, foro surgido a raíz de la firma del Acuerdo Democrático de Base por parte de más de medio centenar de agentes políticos, sindicales y sociales de EuskalHerria.
La representación de la Mesa estuvo compuesta por Begoña Lasagabaster, Mertxe Colina, Itziar Fernández, Arritxu Santamaría, Zigor Goieaskoetxea, Rafa Larreina, Martin Aranburu y Fernando Hevia. También acudieron el sacerdote irlandés Alec Reid y el catalán Aureli Argemí, director del Centro Internacional Escarré para las Minorías Etnicas y Nacionales (Ciemen).
La conferencia en la que tomaron la palabra Begoña Lasagabaster, Itziar Fernández y Alec Reid despertó un amplio interés, tanto entre los eurodiputados como entre los medios de comunicación.
Gérard Onesta, que pertenece al grupo parlamentario Los Verdes-Alianza Libre Europea, manifestó que «el ejemplo europeo demuestra que, cuando no estamos directamente implicados en un conflicto, podemos ayudar. Tal vez el conflicto vasco se ha visto desde demasiado cerca en Bilbao, en Madrid, en París. Tal vez si reculamos un poco lo comprenderemos mejor», sostuvo.
Mary Lou McDonald, parlamentaria irlandesa de Sinn Féin, subrayó que «el conflicto irlandés y el vasco tienen un punto en común: que el status quo no se puede mantener. No podemos darnos el lujo de no comprometernos. No es nuestra prerrogativa resolver los conflictos, pero debemos ayudar a un proceso de diálogo incluyente. No hay otra alternativa», aseguró.
El eurodiputado de ERC, Bernat Joan i Marí, valoró positivamente que se celebrase en el Parlamento Europeo una conferencia con el título «Hacia un proceso de paz en Euskal Herria». «En el País Vasco se están abriendo cauces de diálogo que esperamos puedan desembocar rápidamente en el inicio de un verdadero proceso de paz», declaró.
Como uno de los promotores de la audición, explicó que el objetivo «ha sido posibilitar que los representantes de la plataforma de la Mesa para el Acuerdo pudieran exponer su estrategia a los eurodiputados interesados».
Respecto a la creación del «grupo de amigos», se mostró «convencido de que un apoyo desde el Parlamento Europeo contribuirá a facilitar el buen desarrollo del proceso».
El alemán Helmut Markov, del PSD, comentó que «todos los europarlamentarios han de saber que es necesario trabajar por la solución del conflicto vasco. Yo estoy dispuesto a hacer todo lo que esté en mi mano, tanto en el Parlamento como fuera de él». El escocés Alyn Smith también consideró «muy interesante» la creación de un grupo de apoyo para la puesta en marcha de «un diálogo abierto».
Entre los asistentes a la conferencia estuvo el parlamentario del PNV, Josu Ortuondo. Resaltó la importancia de la iniciativa puesta en marcha, porque «certificarán que se produzca un proceso limpio y trasparente». No obstante, el representante jeltzale no participará en principio en las labores de ese «grupo de amigos».
Injerencia no, ayuda sí
Durante la conferencia, la parlamentaria de EA en Madrid Begoña Lasagabaster explicó que el objetivo del grupo recién constituido no será «ni la injerencia ni la sustitución de nadie; el conflicto se resuelve entre las partes políticas», pero «en la medida en que somos una gran familia europea», consideró que la labor de los europarlamentarios puede servir como «facilitador» del camino hacia la paz. «No es una petición de injerencia, sino para que nos ayuden».
Lasagabaster explicó que la Mesa tiene vocación de «ampliarse a todo el mundo, y no excluye a nadie. El trabajo de la Mesa para el Acuerdo trata de contactar precisamente «con aquellos que no están», para «poder ver el puzzle completo antes de colocar las piezas».
En este sentido, apuntó que los integrantes de este foro son conscientes del esfuerzo que tendrán que hacer «algunas posiciones» políticas, pero mostró su convencimiento de que llegará un momento en el que «el PP no tendrá más remedio que entrar, porque sería imposible que no estuvieran en un ámbito donde se pueden escuchar sus posiciones, tan legítimas como las otras».
En su intervención, Itziar Fernández sacó a colación el tema de los presos, un colectivo que ha de ser escuchado porque conforma «una parte más». El padre Alec Reid añadió en este sentido que «el Partido Socialista se dará cuenta de que debe ser más sensato y flexible en materia de presos. El Gobierno español podría dar un paso liberando presos que están a punto de terminar su condena. Creo que no está lejos una tregua de ETA», comentó.
El sacerdote irlandés, que afirmó presentar la posición oficial de la Iglesia Redentorista, insistió en que los principios que deben guiar este proceso son, primero, «la dignidad de la persona», seguido de «el diálogo como único elemento para solucionar los conflictos políticos como el del País Vasco. Escuchar al otro, incluido a nuestro enemigo, para saber qué quiere. El diálogo siempre tiene éxito porque no pide a una de las partes que renuncie a sus principios», agregó.
La reacción de los españoles
Una de las primeras reacciones fue la de Jaime Mayor Oreja, máximo representante del PP en la Eurocámara. El ex ministro español de Interior tachó de «disparate» la conferencia, pero subrayó que el Gobierno español «no se puede quejar», dado que en el Congreso de Madrid se aprobó una moción «que abre la expectativa de la negociación con ETA».
Por su parte, el presidente de la delegación española en el Grupo Socialista, Enrique Barón, puntualizó que el hecho de que tuviese lugar en la sede de la Eurocámara «no determina en absoluto la posición de la institución» y dijo que los promotores de esta iniciativa «no representan ni al 20% del arco parlamentario».
Batasuna estuvo representada por Zigor Goieaskoetxea
A lo largo de la jornada, buena parte de los medios de comunicación resaltaron que Batasuna no pudo entrar en el Parlamento Europeo, puesto que el presidente de esta institución, Josep Borrell (PSOE), prohibió el acceso a Pernando Barrena. El mahaikide navarro restó importancia a este hecho al resaltar, en declaraciones a GARA, que lo importante era la celebración del encuentro y la creación de un «grupo de apoyo al proceso». No obstante, puntualizó que Batasuna sí estuvo presente en el interior de la Eurocámara. Fue el labortano Zigor Goieaskoetxea, también mahaikide, quien tomó parte en la reunión y en la posterior conferencia.
«Al final, la prohibición no se ha llevado a la práctica, puesto que yo ni siquiera me he acercado al Parlamento», explicó Barrena, quien añadió que «yo me he quedado en Bruselas para realizar otro tipo de tareas políticas».
Importante apoyo en la Eurocámara
Un grupo que inicialmente reúne a una veintena de europarlamentarios conformará una suerte de lobby de apoyo a los principios de la Mesa para el Acuerdo impulsada desde el Foro de Debate Nacional, según acordaron ayer en un encuentro al que no pudo asistir Pernando Barrena porque se lo prohibió el presidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell. La decisión del dirigente del PSOE, más allá de poner en evidencia el escaso poso democrático del propio Borrell, de su partido y de quienes desde el PPjalean este tipo de ocurrencias, no deja de ser una anécdota, máxime cuando Batasuna estuvo presente en la reunión en la persona de otro mahaikide, Zigor Goieaskoetxea. Pero lo esencial en todo caso es que, pese a las presiones de PP y PSOE a sus respectivos socios europeos, también en Bruselas se abre camino la idea de que la solución a este conflicto vendrá desde la base de que «toda la ciudadanía de Euskal Herria ha de ser consultada sobre su futuro mediante el proceso consensuado entre todos los agentes».
El paso dado ayer es importante, puesto que la versión sobre lo que ocurre en Euskal Herria que se ha impuesto en Europa ha sido la ofrecida por los estados español y francés. Ahora, un grupo de «amigos del proceso» que cuenta con integrantes de buena parte del arco parlamentario y entre los que figura un vicepresidente de la Cámara europea, va a trabajar por ampliar esta visión contando con voces de las propias vascas y vascos. Esta ayuda puede ser esencial en otros casos, como el irlandés, lo ha sido para impulsar una solución del conflicto en clave democrática, para lograr un escenario de paz y de justicia.
La causa de Euskal Herria parece estar haciéndose un hueco en la agenda europea a través de distintas iniciativas. La de ayer fue posible gracias al trabajo serio y constante que viene realizando la Mesa para el Acuerdo que, teniendo por origen un foro que algunos calificaron de «chiringuito» para menospreciarlo, ha conseguido reunir las voluntades de más de cincuenta agentes políticos, sindicales y sociales, algunos de ellos imprescindibles si de verdad se quiere resolver el conflicto, y contar con el respaldo de fedatarios internacionales que, además, consiguen abrir muchas puertas. En todo caso, ha de entenderse que los apoyos internacionales son ayudas que pueden engrasar determinados mecanismos, pero el verdadero trabajo debe seguir haciéndose en Euskal Herria, como lo está haciendo la Mesa para el Acuerdo, sin partidismos y con ánimo de aportar.