Viernes 9 de diciembre de 2005
Prueban deformaciones de los cultivos en Oaxaca, Hidalgo, Chihuahua y Chiapas
Con mentiras se pretende imponer el maíz transgénico: campesinos
Lamentan que autoridades gubernamentales manipulen a agricultores independientes
En las plantas contaminadas los elotes salen directamente de la tierra sin formación de tallo
La Jornada
La deformación de los cultivos de maíz que se presenta en parcelas de campesinos de la Mixteca y los valles centrales de Oaxaca, la sierra Tarahumara, Palenque y la Huasteca hidalguense son reflejo de la contaminación transgénica de las siembras tradicionales del grano, señalaron organizaciones campesinas.
Desde hace tres años parcelas enteras se han perdido por las malformaciones de las plantas y en una evaluación de 173 ejemplares del reciente ciclo productivo se encontró que 9 por ciento presentaba rastros de genes de las variedades de transgénicos Starlink -prohibida para consumo humano- y Round up, tolerante al herbicida glifosato. En el resto de las plantas se presume que hay presencia de transgenes, pero no se lograron detectar porque habrían sufrido mutaciones y los métodos utilizados no revelaron las modificaciones, señaló Aldo González, de la Unión de Organizaciones de la Sierra Juárez.
Durante los pasados dos años se han realizado muestreos en los cultivos de diversas comunidades del itsmo de Tehuantepec, de la Huasteca de Hidalgo y de Palenque, Chiapas, así como en Chihuahua, además de que en diversos talleres que ha realizado la red En defensa del maíz se han presentado cientos de fotografías que dan cuenta de esta situación.
En conferencia de prensa, representantes de agrupaciones de la red presentaron estos resultados de estudios que contradicen los que el gobierno federal difundió en septiembre pasado, los cuales concluyen que había desaparecido la presencia de transgénicos en los cultivos de maíz de la sierra norte de Oaxaca.
Señalaron que los científicos oficiales sólo tomaron las muestras en una ocasión y de ahí hicieron su evaluación. “Creemos que pasaron dos cosas: el gobierno acomodó los resultados para aparentar que no hay contaminación o los científicos perdieron la pista a los transgénicos, debido a que ya van cuatro o cinco generaciones de ellos, a partir de que se descubrieron en 2001 en la sierra Juárez de Oaxaca, y las pruebas no los detectan, sólo lo harían con la primera generación”, advirtió.
Esas plantas defectuosas no dan maíces y, entre otros aspectos, presentan jilotes retorcidos, manojos de espigas, los elotes salen directamente de la tierra sin formación de tallo, la espiga se convierte en ramas con crecimiento de hojas y el elote carece de granos y cabello.
Mercedes García, de la Organización de Agricultores Biológicos, dijo que esas plantas hasta hace tres años, eran una “rareza”, pero ahora se han convertido en algo común. Además expresó su preocupación porque estos casos se han encontrado en cultivos orgánicos, en los que los maíces criollos son seleccionados con cuidado, por lo que una hipótesis es que el polen de otras siembras los pudo haber contaminado.
González agregó que el Plan Maestro de Maíz, que se pretende establecer a partir de la experimentación con maíces transgénicos propiedad de Monsanto, Pioneer y Dow Agrosciences, realmente tiene como propósito introducir al país esos productos, acabar con la diversidad y homogeneizar la producción.
Por su parte, Alvaro Salgado, del Centro Nacional de Misiones Indígenas, señaló que sólo la depuración y selección de las semillas nativas podrá detener el proceso de contaminación de los cultivos tradicionales con transgénicos.
Con relación al desplegado que el jueves publicaron productores de grano en apoyo a los cultivos experimentales de maíz transgénico, lamentaron que agricultores independientes “hayan caído en el juego de las empresas trasnacionales y hablen en nombre de los productores de maíz de México”. Resaltaron que organizaciones del movimiento El campo no aguanta más y agrupaciones indígenas, han expresado su rechazo a la siembra de los transgénicos y han demandado la moratoria experimental y comercial de esa tecnología.