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Perlas del Neoliberalismo: La telaraña del alcázar

21.12.05

Colectivo Rebeldía

Revista Rebeldía
http://www.revistarebeldia.org

Y también el capitalismo hace su riqueza con despojo, o sea con robo, porque les quita a otros lo que ambiciona, por ejemplo tierras y riquezas naturales. O sea que el capitalismo es un sistema donde los robadores están libres y son admirados y puestos como ejemplo.

Sexta Declaración de la Selva Lacandona, EZLN.

Cuando la revista Forbes clasificó por primera ocasión a los supermillonarios del mundo, en 1987, sólo uno de ellos residía en México. Pero a consecuencia del rápido despojo neoliberal, a la fecha, ya han ocupado ese rango una treintena de poderosos en el país: Aramburuzabala, Arango, Autrey, Azcárraga, Bailleres, Bringas, Cosío Ariño, Franco Macías, Garza Calderón, Garza Lagüera, Garza Sada, González Barrera, González Laporte, González Nova, Harp Helú, Hernández Ramírez, Larrea Mota-Velasco, Larrea Ortega, Losada Gómez, Martínez Güitrón, Molina Sobrino, Peñaloza Sandoval, Peralta y Díaz Ceballos, Peralta Quintero, Romo Garza, Saba Rafful, Sada González, Salinas Pliego, Slim Helú, Zambrano Treviño.

El más favorecido de ellos, Carlos Slim (23,800 millones de dólares); el número cuatro entre los supermillonarios del mundo —sólo superado por William Gates, Warren Buffett y Lakshmi Mittal— convocó a la unidad de los poderosos, para dictar la política del próximo gobierno en el alcázar de Chapultepec.

A fin de examinar la red económica del Pacto de Chapultepec, distinguiremos tres niveles: a) los millonarios de la lista de Forbes que suscribieron el acuerdo y que, además, son miembros de la cúpula de cúpulas, el Consejo Mexicano de Hombres de Negocios; b) los millonarios de Forbes que firmaron el pacto, pero no son integrantes del CMHN; y c) los millonarios que acudieron al llamado de Slim, pero no han estado en la lista de Forbes ni en el CMHN. Es sólo una aproximación a la telaraña del alcázar.

Se dice que un alcázar es la Casa Real o la habitación del príncipe, esté o no fortificada; que Carlos III creó un priorato-infantado en un alcázar; que el prior es el Superior de cualquier convento de los canónigos regulares y de las órdenes militares, o es la cabeza de cualquier consulado con autoridad para manejar los asuntos de comercio; y que “infante” o “infanta” es el título de los hijos “legítimos” del rey, nacidos después del príncipe o de la princesa; que Maximiliano y Carlota habitaron el alcázar de Chapultepec. En fin, todo simboliza al poder y sus tarántulas.

En el primer nivel, se ubican cuatro especímenes.

Claudio X. González, “Mister Consejo de Administración”, estuvo en la lista de Forbes en 1997. Fue asesor especial de Carlos Salinas de Gortari y ha participado en Kimberly Clark, Operadora de Bolsa, Teléfonos de México, Sanborns, Industrias Martín, Corporación Industrial San Luis, Empresas Rassini, Grupo Polar, Hoteles Hyatt, Grupo Industrial Saltillo, Industrias Synkro, Cannon Mills, Euzkadi, Grupo Industrial Minera México, Grupo Alfa, Calzado Puma, Seguros de México, Industrias Nacobre, Bimex y Real de Turismo, también fue consejero de Banamex.

Emilio Azcárraga Jean, el principal accionista del Grupo Televisa, según Forbes ha estado en declive durante los últimos años. Entre 2001 y 2005, descendió de la posición 151 a la 620 en la lista de supermillonarios del mundo, al reducir su capital de 3,000 a 1,000 milones de dólares. Ante tal situación se asoció con Slim y Aramburuzabala.

Lorenzo Zambrano, principal accionista del Grupo Cemex —la tercera compañía de cemento más grande del mundo—, este año registró 2,200 millones de dólares en Forbes. Pero hay algo raro, pues recientemente compró la empresa británica RMC en 5,800 millones de dólares y la compañía estadounidense Southdown en 2,800 millones de dólares. También adquirió Dixon Marquette de Illinois y cementeras en Francia, Indonesia, Tailandia, Filipinas, Puerto Rico y Costa Rica.

En este nivel, finalmente se ubica el prior de Chapultepec, quien trajo a Rudolph Giuliani y su tolerancia cero, paradójicamente, para limpiar de hampones a la ciudad de México durante el gobierno de López Obrador. Carlos Slim Helú controla Teléfonos de México, Grupo Carso y Grupo Financiero Inbursa. Algunas empresas del emporio son, por el sector autopartes de Grupo Condumex: Arcomex, Arela, Autolog, Camisa, Gabriel de México, Logtec y Sealed Power; sector cables: Arnelec, Cablena, Cordaflex y Nacional de Conductores eléctricos; sector electrónica: Energías Alternas, Industrias IEM, Microm y Sitcom; sector energía: Cobre de México, Conticon, Equiter, Selmec y Sinergia; sector instalaciones: Covifer, Kbtel, Procisa y Procorsetel; sector Nacobre: Nacional de Cobre, Almexa Aluminio, Conesa Aluminio, Tubos Flexibles y Productos Nacobre. Además, Grupo Porcelanite, Cigatam y Grupo Sanborns: Sears, Sanborns, El Globo y Mixup. Ha participado en Jarritos del Sur, Inmobiliaria Carso, Galas de México, Frisco, Loreto, Real y Euzkadi; compró el 49% de Cablevisión a Televisa. Tiene acciones en plantas autopartes de Brasil y España; así como en Office Depot, OfficeMax, Circuit City and Borders, CompUSA, CDNow en Estados Unidos y es miembro del consejo directivo de Philip Morris. Se dice que Slim es gran amigo de Felipe González, el infante de los Borbones y escudero del Pacto de la Moncloa.

Son los capos del Pacto de Chapultepec, los príncipes del Estado de Derecho y, por supuesto, lo que más adoran es “crear empleos”.

En el siguiente nivel de la red del susodicho pacto —los millonarios de Forbes que no son miembros del CMHN— se ubica María Asunción Aramburuzabala, esposa del actual embajador de Estados Unidos. Es la principal accionista de la cervecería Modelo y fundó Tresalia Capital, grupo financiero, inmobiliario y de telecomunicaciones; en 2001, tenía el 20% de las acciones de Televisa. Funge como consejera propietaria en la Bolsa Mexicana de Valores y el Grupo Financiero Banamex.

También suscribió el acuerdo de Chapultepec Eugenio Garza Lagüera, cabeza de otro grupo cervecero, Femsa, la compañía más grande del ramo en latinoamérica. Se le atribuye el segundo lugar a nivel mundial entre los embotelladores de Coca-Cola y participa en el BBV-Bancomer y su cochinero. Ha invertido en Banca Serfín, Grupo Visa, Cigarrera La Moderna, Grupo Cydsa, Grupo Alfa, Valores de Monterrey, Casa de Bolsa Arka, Acciones Bursátiles, Grupo Vitro, Transportación Marítima Mexicana, Seguros Monterrey, Arrendadora Monterrey, Probursa y Tapetes Luxor.

Alfredo Harp Helú, el principal beneficiado en la privatización bancaria, tras la venta de Banamex dice dedicarse a promover atletas para los juegos Paralímpicos, las artesanías de Oaxaca, así como las obras pías de su primo, Carlos Slim.

Otro personaje del coyotaje neoliberal, Carlos Peralta, apoyó también la iniciativa del alcázar. Después que vendió el Grupo Iusacell a Vodafone, en 2001, se dedica al negocio de los tomates hidropónicos y la lujosa inmobiliaria Bosque Real.

Finalmente, en este nivel de la red se ubica Ricardo Salinas Pliego, el dueño de Televisión Azteca, Grupo Elektra, Banco Azteca, Unefon, Todito.com y socio del benefactor incómodo Raúl Salinas de Gortari. Ha incursionado en el mercado de Estados Unidos, a través de Azteca America, la tercera cadena de televisión en castellano del otro lado.

Se observará, a estas alturas, que la telaraña del alcázar se extiende más allá de las fronteras.

En el tercer nivel —no Forbes y no CMHN— en la red del Pacto de Chapultepec, se encuentran, por ejemplo: Gilberto Borja Navarrete, quien ha participado en el Grupo ICA, Acciones Bursatiles Somex, la Comisión Financiera del PRI y el Grupo Olmeca; Juan Diego Gutiérrez Cortina, anteriormente ligado a Nadro, Cafsa, Fonmex, Delta, Fodelta y CB Inverlat; Carlos Hank Rohn, Grupo Comercial Hermes, Industrias Purina, Segrep, CB Interacciones; Lorenzo Servitje, Grupo Bimbo; y Olegario Vázquez Raña, con participación en 30 empresas además del Mercantile Bank Association, en Brownsville, Texas.

Si a cada una de esas empresas se le considera como nodo en la red del poder —un punto de unión entre diferentes capitalistas— la telaraña del Pacto de Chapultepec es mayor que lo expuesto hasta aquí y tiene más fuerza de lo que aparenta a primera vista.

Las relaciones están anudadas en diferentes puntos; por ejemplo, en el Grupo Carso han participado, además de Carlos Slim, Isaac Saba, Claudio X. González y Luis J. Creel, entre otros. En Hulera Euzkadi: Carlos Slim, Claudio X. González y Prudencio López Martínez. En el Grupo Financiero OBSA: Luis J. Creel, Claudio X. González, Prudencio López Martínez e Isaac Saba.

Es decir, en esa muestra, la relación Carlos Slim-Caludio X. González está en Carso y Euzkadi; la liga González-Prudencio López, en Euzkadi y Obsa; asimismo, la asociación González-Saba-Creel, se repite en Carso y Obsa. De este modo, aunque Saba, Creel y Prudencio López no aparecieron como firmantes del Pacto de Chapultepec, están ligados por medio de Claudio X. González. Será por eso que “Mister Consejo de Administración” fue el operador de Carlos Salinas de Gortari en el medio empresarial. Ahora, Claudio X. González es un link valioso para Slim y su proyecto político, la defensa del Estado de Derecha.

Otro rasgo de esa red es el predominio del gran capital financiero. Los millonarios se volvieron supermillonarios por medio de la estafa en las Casas de Bolsa, la privatización de los bancos y otras empresas que manejaba el Estado (como Telmex, los puertos, ferrocarriles, líneas aéreas, carreteras, petroquímica, fondos de pensiones, etc.), las quiebras fraudulentas, los “rescates”, el coyotaje y la especulación a gran escala. Todas ellas son formas del despojo neoliberal, transferencias masivas de la riqueza social a bolsillos privados.

Pero no se engañe, con eso de que sólo “son unos cuantos”. Recuerde usted que en el Fobaproa, en la sacadera de dólares o entre los que compraron los bancos a precio de ganga, hay cientos de miles en las listas de accionistas y tenedores de cuentas en el extranjero. O si lo prefiere, más directo, échele un vistazo a los autos de lujo que circulan por las principales calles y carreteras del país. Tenga en cuenta a los que exigen la pena de muerte, a los que se pronunciaron contra la resistencia de la UNAM y el Seguro Social, los que odian el derecho de los trabajadores a la educación, la salud, las jubilaciones y pensiones, por ejemplo.

Esa telaraña neoliberal atraviesa todos los sectores de la economía y además las fronteras. El Pacto de Chapultepec fue suscrito también por quienes controlan los medios de comunicación, la iglesia, los sindicatos y los centros culturales.

Pero no hay poder sin resistencia. Por lo mismo, la resistencia está por todos lados y puede crecer con fuerza si, en lugar de tejer telarañas, hace sus propias redes con otra política, desde abajo y a la izquierda.


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