Jorochito da pausa al bloqueo y deja seis heridos
Lluvias. Transportistas varados y lugareños se enfrentaron. La protesta podría retornar si no se cumple la Ley 3.182 que declara prioridad nacional la construcción de una represa. Searpi trabaja en la zona
El bloqueo de la ruta que los pobladores de Jorochito iniciaron ayer para pedir ayuda con el fin de mitigar los efectos de las lluvias terminó provocando un enfrentamiento. Transportistas que se quedaron varados y manifestantes se lanzaron piedras y golpes que dejaron con heridas leves a seis ciudadanos.
Una vez superado el enfrentamiento y abierta la ruta, el alcalde de El Torno, Wilver Soliz, aseguró que se trata sólo de una tregua. “Si hasta mañana no hay avance y no empiezan a trabajar las máquinas, volveremos a bloquear”, sostuvo.
Con un documento firmado por el prefecto Rubén Darío Cuéllar, que promete dar medicinas, habilitar las vías obstruidas y cumplir con la Ley 3.182 que declara prioridad nacional la construcción de una represa para la laguna Palmira en Jorochito, la comunidad que se vio afectada decidió suspender sus medidas a la espera de que se cumpla lo prometido.
Tras las lluvias caídas - 60 mm de promedio- las últimas dos semanas, Jorochito y Tarumá quedaron en estado desastroso. La corriente cortó la carretera que vincula a la capital con los valles cruceños y anegó de lodo la comunidad.
“Cuando voy a la Prefectura a pedir apoyo para la emergencia que se vive en mi municipio, por el rebalse de la laguna Palmira y los deslizamientos de lodo que bajan de las laderas de los cerros, me mandan de un lugar a otro y no me dan ninguna solución. Sólo la FunSar ha respondido”, dijo Soliz.
“Se ha hecho un estudio de factibilidad sobre el tema de la represa, pero no sé por qué no me ha llegado ni nadie se hace cargo de construir esa represa. La gente no quiere leyes, quiere que el agua deje de llevarse sus casas. Además, esa agua va a terminar llevándose la carretera si no la detienen”, sostuvo.
El martes, el alcalde había anunciado el fallecimiento de una persona en Jorochito, pero el motivo no fue el desborde de las aguas, como inicialmente se notificó.
Según un informe del Searpi, el martes pasado en la estación hidrométrica de Espejos (cuya influencia se sintió en las áreas mencionadas) el agua subió a 3,10 metros, siendo catalogada por Searpi como una ‘crecida extraordinaria’.
El peligro de nuevas inundaciones en el norte de Santa Cruz es permanente por la crecida de los ríos Piraí, Grande y Yapacaní, y se requiere de un presupuesto de $us 48 millones para la construcción de defensivos, afirmó el director del Searpi, Wálter Noe Angus. Agregó que a las lluvias se suma la deforestación en las riberas de la laguna Palmira. Ahora se está trabajando para evitar que la situación se repita.
Ríos Yapacaní y Piraí golpearán aguas abajo
Según las conclusiones de un informe del Searpi, basado en las mediciones hechas el martes en las estaciones hidrométricas de Bermejo, Angostura, Bélgica, Eisenhower y Espejos (cuenca del Piraí), en Abapó (Río Grande) y Yapacaní (río homónimo), se declara la zona de la cuenca baja de los ríos Piraí y Yapacaní en estado de alerta, ya que se han registrado crecidas grandes en la cuenca alta, motivo por el cual se están realizando contactos radiales cada hora para evaluar su desarrollo.
En este sentido se recomienda adoptar las medidas de precaución establecidas en el Plan de alarma contra crecidas, haciendo conocer a las instituciones involucradas en este sistema de alerta temprana.
El río Piraí hasta el momento no provocó daños en la ciudad. La onda de crecida que se desplaza hacia aguas abajo de la cuenca afectará a la zona de San Pedro-Hardeman, y posibles incrementos de los daños en las cabañas en el río Yapacaní.