Comunicado 15.01.2006:
CANSADOS DE ESPERAR JUSTICIA EN EL DIA DE LA FECHA LOS PELUDOS DE BELLA UNIÓN OCUPAMOS TIERRA PARA TRABAJAR
LA NUESTRA NO FUE UNA DECISIÓN CAPRICHOSA:
- Agotamos todas las instancias de diálogo.
- Hablamos con el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca.
.-Hablamos con el Instituto Nacional de Colonización y otros organismos del Gobierno.
Fuimos bien escuchados, pero sólo hemos recibido promesas incumplidas.
Si sumamos a esto la situación insostenible por la que estamos atravesando, no es difícil entender que nuestra paciencia, ha quedado colmada.
¿QUÉ HACER?
Negros nubarrones cubren los cielos de Bella Unión:
- Había 9.000 hectáreas de caña plantada… hoy sólo quedan 3.000 hectáreas
- Las zafras de 7 meses, quedaron reducidas a 2 meses.
- De 450 productores que había, sólo quedan 124.
- Los salarios de los obreros industriales y agrícolas, cayeron en más de un 50%.
- Los niveles de desocupación, subieron a más de un 80%.
CON SER MUCHO NO ES TODO
Por si todo esto fuera poco, la pobreza hace estragos entre las familias trabajadoras de Bella Unión, CAINSA, CALPICA y otras:
- El hambre atenaza los estómagos del pobrerío
- Mueren niños de hambre: el más horrendo de todos los crímenes cometidos por el capitalismo.
- Las poblaciones miserables brotan como hongos: “Las láminas”, “El farolito”, “Las Malvinas”, “La aguja”…
- Las casas de nosotros, los pobres, están vacías: todo lo vendimos para mal comer
- En situación tan desesperante, sólo la tierra puede salvarnos.
En posesión de la tierra podemos trabajar todos los días, comer, levantar nuestras casas confortables, atender la salud y el bienestar de nuestras familias, educar bien a nuestros hijos… ¿es acaso delito, luchar por defender el primer derecho del hombre, de la mujer, que es el sagrado derecho a la vida?
TAMBIÉN DEFENDEMOS AL INSTITUTO DE COLONIZACIÓN
Sabemos que está muy lejos de cumplir con los objetivos que marca la Ley 11.029, pero sabemos también que la lucha planificada y tenaz de los aspirantes a conseguir tierra para trabajar, lo colocará en el sendero que corresponde.
Hoy nosotros -con nuestra ocupación de tierras- estamos defendiendo al Instituto de Colonización de la feroz embestida, de especuladores sin escrúpulos que se están apropiando ilegalmente de las tierras, no para trabajarlas sino para utilizarlas como mercancía de compra-venta.
DEGÜELLO DE PRODUCTORES
Los 326 productores que se fundieron, perdieron sus tierras y sus herramientas que pasaron a manos de un pequeño grupo de agiotistas y usureros que les compraron la hectárea a cien dólares y hoy están ofreciéndolas a más de mil doscientos dólares por hectárea..
LOS VOTAMOS CON UNA GRAN ESPERANZA
Señores gobernantes: ¿hasta cuándo tendremos que esperar?… ¿cuándo se van a acordar de nosotros los de abajo?… Hasta ahora en Bella Unión se han visto beneficiados los mismos que siempre estuvieron colgados de la teta del gobierno, sangrando al pueblo que trabaja y lucha, ¿hasta cuándo?!
Somos trabajadores: rechazamos las limosnas, queremos trabajo. El país productivo del cual ustedes tanto nos han hablado será posible si -entre otras cosas- expropian las cientos de miles de hectáreas improductivas que son productivas… si se las quitan a los especuladores y a los explotadores y las ponen al servicio de los hombres y mujeres que quieran trabajarlas.
FORMAREMOS UN EMPRENDIMIENTO PRODUCTIVO SOLIDARIO
Queremos hacer una verdadera experiencia de trabajo solidario: en ella no existirá la explotación del hombre por el hombre.
Todos trabajaremos para todos y para cada uno.
En estas 36 hectáreas que hemos ocupado brotará la semilla de una nueva vida para todos.
LA LUCHA ES CON EL PUEBLO
Las 36 hectáreas son el comienzo de una larga pelea que queremos y debemos dar conjuntamente con el pueblo de Bella Unión y con el conjunto del pueblo uruguayo.
Es así que convocamos a la población de Bella Unión a defender la lucha por tierra para los trabajadores, así como defendimos a las agroindustrias de la zona.
Luchemos por trabajo y dignidad para todos.
TIEMBLAN LOS DE ARRIBA
Los de arriba y los de no tan arriba, los de derecha y muchos no tan de derecha, nos miran de reojo y no se comprometen demasiado aconsejándonos que marchemos más despacio…
Son temerosos: su gran miedo es que nuestro ejemplo de lucha prenda en los trabajadores explotados del país… y si las tierras no se entregan, los hombres y las mujeres que desean trabajar, las ocupen…
Si se cumple con todo lo prometido, no hay que temer. Si el gobierno quita las tierras de manos de los parásitos, si las entrega a los trabajadores junto con herramientas, créditos, semillas, asesoramiento… no habrá una ocupación más.
¿De lo contrario…?
POR ULTIMO
Los grandes patrones dicen: “Así como el patrón no puede vivir sin el trabajador, el trabajador tampoco puede vivir sin el patrón”.
Los hechos demuestran lo contrario. En Bella Unión ¿quién rotura la tierra?, ¿quién planta, riega, fertiliza, quita los yuyos, corta la caña, la despunta, la amontona, la lleva a la cabecera el surco, la carga en los camiones y, una vez en el ingenio elabora el azúcar?… ¿Quién?… Todo, todo… todo lo hacen los peludos.
El patrón lo único que hace es tirarle unos pesos miserables al peludo y quedarse con la tajada grande de la torta.
En el emprendimiento solidario nosotros vamos a demostrar cómo se puede producir más y mejor, sin patrón y sin amo.
NUESTRAS IDEAS
Las bebimos en el Reglamento de Tierras de Artigas, que vio la luz en el año 1815 hace casi doscientos años… y en las enseñanzas dejadas por ese formidable luchador por la tierra y contra la pobreza que se llamó Raúl Sendic, hijo adoptivo de Bella Unión donde dio sus principales luchas.
¡ARRIBA LOS QUE LUCHAN!
¡TODA LA TIERRA AL SERVICIO DE LOS TRABAJADORES Y DEL PUEBLO!
¡VIVA LA OCUPACIÓN!
U.T.A.A. (Unión de Trabajadores Azucareros de Artigas)
S.O.C.A. (Sindicato de Obreros de CALNU, Artigas)
A.P.A.A.R.B.U. (Asociación de Pequeños Agricultores y Asalariados Rurales de Bella Unión)
UNATRA - PIT-CNT
Bella Unión, Artigas, 15 enero de 2006
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Para comunicarse y enviar adhesiones: caxtierra@adinet.com.uy
Por información: http://caxtierra.blogia.com
Para contribuir económicamente, depositar en el BROU, Caja de Ahorro 3/3301-5
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Nota de Clajadep:
Para ahondar algo más esta noticia, traemos algunos materiales sacados del sombrero, como conejos y pañuelos de colores. Esa tierra y esa historia tienen mucho que decir, de ahí salieron los peludos de Raul Sendic y de ahí nacieron los Tupamaros. La historia no se repite, claro que no, pero la lucha actual de los compas puede ser un punto de referencia que en red horizontal con otros permita levantar la alternativa de los pobres desde abajo, con protagonismo y autonomía.
Veamos algunas rosas de este viejo jardín que hace surgir nuevas flores desde la tierra seca:
27-12-2005
Reflexiones de un izquierdista infantilista
Andrés Capelán
Comcosur
Yo tendría 12 o 13 años y era la primera vez que concurría a la manifestación del 1º de Mayo. Sería el año 1967 o 1968. Recuerdo que con un grupo de compañeros de liceo estábamos en el cruce de las avenidas San Martín y Agraciada, y todavía tengo clara en la memoria la “foto” de la columna Cerro-Teja, acercándose desde el oeste a marcha forzada, encabezada por los “peludos” de la Unión de Trabajadores Azucareros de Artigas (UTAA).
Emocionados, ingresamos a la marcha tras los cañeros y comenzamos a corear con ellos su consigna: “UTAÁ, UTAÁ, Por la Tierra y con Sendic”. Con el fervor y la candidez de quienes hacen sus primeras armas en la militancia, recorrimos así las dos cuadras que nos separaban del Palacio Legislativo; mientras por nuestras mentes pasaban imágenes de la Toma de la Bastilla, la Comuna de París, la toma del Palacio de Invierno, la entrada del 26 de Julio en la Habana… ¡Cosas de adolescentes!
La ilusión duró precisamente esas dos cuadras, porque cuando la columna ingresó en la amplia Avenida de las Leyes que circunvala el Palacio Legislativo, fue rápidamente rodeada por decenas de hombres robustos que, blandiendo cadenas y palos, coreaban insistentemente “¡Unidá, CNT; Unidá, CNT!”.
Era la “Fuerza de Choque” de la Convención Nacional de Trabajadores (en esa época dominada por el entonces pro soviético Partido Comunista del Uruguay), reprimiendo a la columna Cerro-Teja por no corear las “consignas centrales” acordadas para el acto en la mesa representativa de la central obrera. Luego, los recuerdos se entreveran. Golpes, escaramuzas, empujones… el grupo de adolescentes jacobinos vió sus sueños de libertad, igualdad y fraternidad desvanecidos a cadenazo limpio y salió corriendo…
Casi cuarenta años han pasado desde entonces. Muchas cosas han cambiado, pero otras permanecen igual en su sustancia. Hoy como entonces, en la izquierda uruguaya (en el sentido lato del término) hay quienes buscan “imponer” la unidad. No son los mismos de aquella época, ni usan cadenas de acero forradas con cámaras de bicicleta. Sin embargo, estos “unitarios” de hoy, recorren el mismo perverso camino.
La unidad no se impone, y tampoco es un bien en si mismo o un valor a defender a cualquier precio. Pero por sobre todo, unidad no es lo mismo que uniformidad. Durante años –como coalición de Partidos y Movimientos que es- el Frente Amplio hizo gala de su “unidad en la diversidad”. Sin embargo, desde que asumió el gobierno, actúa al mejor estilo del PCUS de Stalin, acusando de “traidores” a quienes no están dispuestos a sumarse al monolitismo que se impone desde la presidencia de la República.
Ese monolitismo es un objetivo político y estratégico, pues la insistencia en que los legisladores frenteamplistas voten en bloque no surge de una necesidad cuantitativa. Tanto la Operación Unitas, como el envío de nuevas tropas a la Misión de Paz en Haiti o la aprobación del Tratado de Inversiones con USA, se hubieran aprobado igual si quienes deseaban votar en contra lo hubieran hecho.
Durante años, el Frente Amplio ostentó como un blasón la participación de sus militantes en la toma de decisiones. Ahora, a quienes buscan cambiar el rumbo que la coalición ha tomado desde el pasado 1º de marzo mediante la convocatoria a “las bases”, se les tilda de “oportunistas”. Y no quiero abundar en otras consideraciones para que no me acusen de “hacerle el juego a la derecha”…
Pero bueno, no me hagan caso. Yo soy sólo un pequeño burgués radicalizado, romántico e infantilista que se ha quedado anclado en los años sesenta, que todavía escucha las canciones de Los Beatles y de Viglietti, continúa leyendo a Cortázar y a Sartre, y sigue con sus estúpidos sueños de Libertad, Igualdad y (sobre todo) Fraternidad. ¿Qué se puede esperar que escriba un tipo así?
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Radio Centenario de Montevideo. Entrevista el 28 de abril de 2004 a Jorge Ramada ex tupamaro que cayó junto a Sendic.
Jorge Ramada, ex militante del MLN-Tupamaros que cayó junto a Raúl Sendic en la Ciudad Vieja en el año 1972. “fue una serie de coincidencias llevaron a que estuviéramos esa noche allí, siempre he dicho que él ya no pernoctaba allí hacía varias noches, fue ese día a raíz de la caída de un compañero, aparece al otro día, justo coincidió que los militares habían conseguido una boleta de alquiler con esa dirección y fueron a ver qué había”
Contrapunto: Llamada a Jorge Ramada.
Chury: Estamos en línea directa con Jorge Ramada para hablar de Sendic…
Ramada: Buenas tardes.
Chury: El gusto de escucharte por aquí, cuál es la reflexión que te merece en el Uruguay de hoy la figura de Raúl Bebe Sendic…
Ramada: Una cosa primero, en cuanto a la autoridad yo tengo una relación directa con él solo el último período antes de la caída en el 72, contactos en esos días, después algún día de convivencia en la noche final de la caída, tampoco tengo un gran conocimiento del período anterior.
Chury: Pero el haber estado en ese momento ya marca una realidad…
Ramada: Ni que hablar, de todos modos yo tengo un recuerdo, siempre comento mi primera visión que tuve de él, una de las marchas cañeras primera, ellos estaban acampados en una fábrica abandonada de caramelos que quedaba cerca de mi casa y vi por primera vez el retrato al lado del de Artigas.
Te confieso que como gurí liceal me chocó un poco incluso, pero me interesaba ver quién era esa persona que lo ponían junto a Artigas.
La verdad que con el tiempo fui viendo el valor que eso tenía, fundamentalmente por dos o tres cosas, en primer lugar por la reivindicación del Artiguismo que fue una constante del Bebe, y no de cualquier artiguismo, del Artigas junto al pobrerío, del Artigas que quería que los más infelices fueran los más privilegiados, del Artigas que reivindicaba aquello de que nada podemos esperar sino de nosotros mismos.
Y puesto en la práctica, esa gente, la gente más explotada de la época tenía que organizarse por ellos mismos para conseguir sus cosas, esa fue también una constante del Bebe en su época de trabajador junto a los peludos, previamente con los arroceros, contribuir con el mayor conocimiento que la sociedad le había permitido, de las leyes, de todas las cosas, a que los más explotados hicieran valer sus derechos y a partir de eso se organizaran para defenderlo.
A mi me parece otra de las cosas a resaltar.
Otra de las cosas a resaltar era la lucha por la tierra, pero sobre todo recuerdo aquella consigna de que “la tierra es para quien la trabaja”, es algo más que el mero slogan de reforma agraria, es decir que el medio de producción, aquello con lo que los trabajadores generan la riqueza de una sociedad tiene que estar en manos de ellos y que es un concepto que es válido tanto para la tierra como para todo.
Te diría como primera reflexión que son los 3 aspectos que más me resaltan de lo que fue la lucha de él.
Después podríamos hablar de la parte final pero esto en principio es lo que te puedo aportar.
Chury: Y el estar trabajando desde abajo, con los que realmente eran los trabajadores de la tierra…
Ramada: Exactamente, y vamos a aclarar una cosa, en aquella época eran sectores que estaban en una situación casi de feudalismo, el tiempo que ha pasado no ha cambiado tanto porque hoy tenemos el sector forestal en una situación muy similar, algunos trabajadores del arroz en una situación similar, lo que no tenemos ahora son cañeros porque no hay cañas, ni remolacheros porque eliminaron las remolachas, pero tenemos otras producciones agrícolas para la industria que viven situaciones parecidas y la importancia de no sustituir la lucha, sino de unirse y dar los elementos para que desarrollaran su lucha.
Chury: Jorge Ramada, no podemos obviar esas horas, ese día, esa instancia que a ti te tocó vivir tan directamente…
Ramada: En si fue una serie de coincidencias llevaron a que estuviéramos esa noche allí, siempre he dicho que él ya no pernoctaba allí hacía varias noches, fue ese día a raíz de la caída de un compañero, aparece al otro día, justo coincidió que los militares habían conseguido una boleta de alquiler con esa dirección y fueron a ver qué había.
No es cierta la versión que dio hace poco un jerarca que estuvo en el operativo de que alguien después de 48 horas les había dado la dirección, no es así.
Ellos obtuvieron esa dirección y fueron a ver, pero no por una confesión.
Recordar el compromiso de él de no entregarse, más allá de la frase que se ha tornado un poco anecdótica del dicho en sí, pero había un compromiso de los compañeros de dirección de no entregarse y sobre todo de no confiar en las promesas de los militares porque eso es lo que más rescato del último período.
Más allá de que él acepto ir a conversar incluso a riesgo de su libertad dentro de los cuarteles por atender a los compañeros presos y por tratar de buscar soluciones para el sufrimiento de los propios compañeros, siempre tuvo claro que las promesas que se estaban dando no respondían a la realidad.
Lo que se estaba haciendo por parte de los militares era generar una expectativa, dar por terminada la guerra y levantar unas banderas que atrajeran a la gente como para tener la base política para dar el golpe.
El objetivo, los que manejaban el golpe, más allá de que hubieron militares bien intencionados, que creían enserio eso, yo llegué a discutir con alguno que muchas de las cosas que nosotros pretendíamos estaban correctas y que las tenían que hacer ellos porque ellos podían hacerlas.
Chury: Eso era parte del peruanismo…
Ramada: Si, yo llegué a conversar con oficiales que creían en eso en serio, en la marina especialmente, pero eran sujetos aislados, quienes manejaban la cosa estaban cumpliendo un plan que era instalar una dictadura, era la única forma en ese momento de profundizar la dominación.
Chury: En el fondo era un plan económico del imperio que se podía instalar de esa manera…
Ramada: Ya habían habido otros antecedentes históricos en cuanto a la posibilidad de generar una salida que fuera simpática para en los primeros momentos tener una expectativa para llevar adelante determinadas medidas en ese sistema.
Eso lo tenía muy claro y yo creo que es una cosa importante a rescatar porque los tiempos van a pasar y seguramente vuelvan a aparecer ideas de ese tipo, ya están propagandeando por ahí que el 50% de la población de Latinoamérica estaría dispuesta a sacrificar la democracia si consiguen soluciones económicas.
Chury: Lo leí el otro día eso…
Ramada: Y seguramente aparezcan algunos que digan “yo se las ofrezco”.
La gente tiene que juntarse para hacer valer sus derechos y no para dejarlos en manos, menos de estos organismos que nunca han defendido los intereses populares.
Chury: Gente que cambia derechos por algo que les permita sobrevivir…
Ramada: Ahí está, es así.
Chury: Jorge Ramada, te agradezco mucho este pantallazo…
Ramada: Gracias a ustedes por llamar y sigan adelante.
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En memoria de Raúl Sendic
Carlo Revello. Director de Radio Sur de Estocolmo.
En estos días hace fecha de la muerte de Raúl Sendic (1989 - 28 de Abril - 2001). En vida fue el líder indiscutido -ante la militancia y las masas- del Movimiento de Liberación Nacional (Tupamaros).
Pertenece Sendic a una generación politica de la izquierda latinoamericana que influídos por la revolución cubana, pretendieron desde la izquierda tradicional -de la que provenía- abrir nuevos caminos. Algunos de esos hombres desde sus realidades nacionales se conocieron y compartieron una voluntad común. Hoy, algunos novedosos, pretenden insínuar que todos aquellos hombres eran utópicos. Cambiar en América Latina -todas y cada una de nuestras patrias- la miseria de nuestros compatriotas, era un utopía!!!
En vida, -con aquellos precursores- sus contemporáneos fueron aún mas crueles. Sendic, en el Partido Socialista del cual provenía era “un trozco”, ante ciertos miembros de Comités Centrales hoy olvidados, plagados de nombres de los cuales la historia ni recordará..
Era, Sendic, un hombre de origen rural. Pertenecía a una estirpe de paisanos que en Uruguay se remonta a nuestros primeros orígenes. El pastor aquerenciado al pago y a la tierra, siete oficios por naturaleza. Después, jóven aún, llegó a la Universidad y allí en relación con otros jóvenes llegó al ideal socialista. El socialismo se convirtió en la causa de su vida.Vivió con otros la reflexión de un mundo nuevo que materializaba al fin de la segunda guerra mundial, cuando las antiguas colonias hacían sus experiencias revolucionarias. China, Egipto, India fueron durante un tiempo el foco de sus reflexiones. No olvidó sin embargo a los criollos de sus pagos del interior. Leguizamón -un hombre que hoy pocos recuerdan- le enseñó los rudimentos de la organización de los asalariados de los arrozales. Después empezó su vida de organizador de sindicatos rurales. Intelectual por formación y por talento personal, despreció siempre el relumbrón de los círculos académicos. Particularmente las discusiones de café que no implican compromiso.
Cuando después del fracaso de la revolución boliviana, otra revolución, la cubana despuntó en el horizonte de América, Sendic -como muchos otros en todo el continente- supo distinguir en aquel movimiento rasgos peculiares de algo nuevo, auténtico.
Aquella revolución, dió nuevos impulsos a sus actividades prácticas de organizador rural. Un sector de ese asalariado golondrina que recorre el país de cosecha en cosecha, atrajo su atención. Dentro del mismo, un núcleo, los cañeros de Artigas fue el centro de sus actividades. Allí centró sus esfuerzos de organizador hasta crear la Union de Trabajadores Azucareros de Artigas (UTAA).
Coexistían entonces en Uruguay, al lado de un proletariado industrial y urbano, alfabetizado y con experiencia organizativa que se remontaba a más de 100 años, los asalariados rurales. En el campo no existían para esos peones, jornaleros y zafrales las relaciones capitalistas de producción. No se había llegado a la economía monetaria. En los cañaverales se pagaban con bonos y con chapas a canjear después, para las necesidades diarias, en las tiendas de ramos generales de las empresas. El peón rural, el jornalero, era explotado como productor y esquilmado como consumidor. Para solidificar aún más, el lazo de la sumisión en los establecimientos los patrones recurrían a los capangas, asesinos a sueldo, encargados de eliminar -desde el comienzo- cualquier brote de organización de los explotados. El resto lo hacía la ignorancia, el analfabetismo, el clima general de chatura cultural, las enfermedades sin atención, los prejuicios largamente asentados en todo medio rural.
Marchó Sendic con sus cañeros, con su sindicato incipiente, en varias marchas pacíficas hacia la capital, hacia el Parlamento Nacional, en busca de una ley. Su programa inmediato entonces, era la expropiación de un latifundio improductivo: la firma Silva y Rosas. Y en esas marchas encontró siempre la violencia fascista de los patrones democráticos, de sus policías y la corrupción de los políticos, también, democráticos. Pero Sendic no sólo encontró la violencia -natural- de los enemigos de clase. Topó también con la incomprensión de una izquierda, dividida en discusiones sectarias, que entendía a contrapelo de la historia sindical del Uruguay real, que los sindicatos tienen que tener banderías políticas. Esa izquierda miraba con horror a los asalariados del campo, sus combativos métodos de lucha, que antes -el mismo proletariado industrial urbano- había tenido que atravesar.
No todo fueron, sin embargo, sinsabores y desengaños. Las marchas cañeras, su líder, -se marchaba -para rabia de muchos- “Por la Tierra y con Sendic”- concitaba también aliados y simpatizantes. Al lado de los cañeros -justo es recordarlo- estuvieron algunos sindicatos. Y hubo también militantes aislados de la izquierda y de los partidos tradicionales que supieron comprender la justeza de la causa. Que maduraron políticamente en aquellas luchas.
De aquella influencia internacional que sacudía América Latina toda y de las experiencias concretas de la lucha uruguaya, el proceso, a cierta altura parió una organización política. Uno de aquellos pioneros ha escrito luego de la liberación una historia. Digamos, para hablar con franqueza, que es una historia donde al historiador más de un capítulo y demasiados episodios se le quedaron en el tintero. Y los intentos de hacer la historia completa, después, en varios tomos, esa, ya adolece de falsificaciones de conveniencia que todos los militantes conocen.
Sendic fue, sin duda, el líder politico del MLN-Tupamaros. Lo fué sin quererlo, porque nunca tuvo pretensiones de ser timonel infalible, de esos que se celebraban en la izquierda tradicional. Desde el MLN-Tupamaros fue uno de los líderes de lo que hoy se denomina “nueva izquierda”. Era una iquierda que abandona concientemente el objetivo de la lucha Parlamentaria, porque entendía que con el endurecimiento de la lucha de clases y la crisis económica, en Uruguay, la democracia liberal parlamentaria que había engendrado el batllismo entraba en su crisis definitiva.
Sendic rechazaba también, cierta adulteración stalinista de la teoría de la organización política. No creía en el partido guía, en lucha constante y despiadada con todos los otros partidos de obreros o asalariados. Comprendía que ese había sido un rasgo obligatorio en la Revolución Rusa, pero no necesariamente repetible. La izquierda, la tradicional y parte de la nueva, en sus enfermedades infantiles, no lo entendía así. Y hay -para los que lo nieguen- una copiosa y lamentable literatura al respecto.
En esa vertiente Sendic era un innovador. No hay de su pluma, escrito, ni un solo artículo teórico contra el reformismo. Pero no vayan a creer los reformistas -que ayer lo denigraron- que se salvan por esos silencios. Sendic, estaba en otra, estaba en hacer la historia y no tenía demasiado tiempo para disquicisiones teóricas futiles, artificales y rebuscadas.
Desde la dirección colectiva del MLN-Tupamaros lanzó la lucha armada en el Uruguay. La insólita experiencia de la guerrilla urbana. De la cual después se nutrieron tantos en otras partes. Y sin embargo, su experiencia de guerrilla urbana, no fue foquismo. En el foquismo estaban otros, los que lo crearon, lo difundieron y lo proclamaron a través de cierto intelectual francés. Los mismos que después censuraron al Che Guevara porque convenía a sus intereses del momento.
La experiencia revolucionaria del MLN-Tupamaros -la creación más brillante de la izquierda revolucionaria uruguaya- fue una experiencia de corta duración. La acción y la vicisitudes -el enemigo también pelea- no permitieron a aquella experiencia una maduración tradicional y clásica. Y sin embargo aquella experiencia que tuvo errores y limitaciones -que son las únicas que explican la derrota- está allí, marcando un camino para cualquiera que se plantee relanzar la lucha de los oprimidos en el Uruguay.
Sendic, en esa experiencia, tuvo el papel central de un precursor. Fue de los dirigentes que cayó con los que luchaban. Y con ellos padeció vejaciones y torturas. Siempre con dignidad. Con esa indurable firmeza y constancia que lo separa de otros dirigentes que después han pretendido ser sus continuadores y sus herederos. Algunos de ellos hoy día han desandado el camino. Han vuelto a la poltrona parlamentaria. A hacer lo mismo que antes criticaron…
Pero la figura de Raúl Sendic, no se agotó en la lucha, la persecución y las prisiones. Se agigantó aún más, después de la liberación. Entonces solo, planteó el frente más amplio, el programa que sus antiguos compañeros no se animaron a seguir en su momento, pero que después han retomado, como si no hubiera pasado nada. Los mismos que cegados por sus limitaciones y sus pasiones, por sus desencuentros y miopía le amargaron los últimos años tratándolo de “loco”. Y enfermo ya, Raul Sendic dió, nuevamente, con hidalguía y coraje su última lucha. Revise -el que lo desee- sus últimos escritos. Son de una lucidez, de una inquietud, de un espíritu de búsqueda de caminos, impensable en una figura que algunos quisieron estereotipar en un guerrillero. Allí brilla el Sendic intelectual.
Despues murió. Solo, abandonado, en un hospital de Europa..
Se acostumbra -y es mala costumbre- cantar loas a los desaparecidos y engolar la voz. Con Sendic -el Bebe- más de uno se hace gárgaras en estos días. Fue antes que nada un luchador social. Inclinemos hoy día las banderas de lucha en homenaje a su figura, teniendo presente que solo en la lucha por una sociedad más justa sin explotados y sin explotadores está el verdadero homenaje. Después debemos volver a levantar las mismas banderas porque la lucha continúa. A Sendic seguramente le gustará el gesto y si viviera saludaría a las nuevas generaciones con su sonrisa humilde para decirles como el Próspero de Rodó, alzando el brazo y la copa “Por el que me venza, con honor, en vosotros”.
*Escribe Carlo Revello, director de Radio Sur de Estocolmo.
Estas notas se difunden en radios de cercanía de Gotemburgo y Uppsala.