Domingo 22 de enero de 2006
En Becal, pide dejar atrás a quienes desfalcan a México
Construir un país cabal y parejo para todos: Marcos
Llama a crear un movimiento anticapitalista desde abajo
La Jornada
Becal, Camp., 21 de enero. El subcomandante Marcos llamó a dejar atrás a los que están “avergonzando a México ante el resto del mundo”, los que están “desfalcando este país, robando todo, violando niños y niñas, y están libres y gozando” con la ley de su lado. Y hacer “una nueva ley y un nuevo país que quede cabal y sea parejo para todos”. Planito, como las tierras calcáreas de los mayas.
La otra campaña llegó a la comunidad de Becal (municipio de Calkiní), que aún recuerda haber sido capital mundial de los sombreros de jipijapa. Eso, en tiempos del henequén, esa bendición maldita que definió por más de un siglo la vida económica de los mayas peninsulares de las vastas planicies de Campeche y Yucatán. Hoy, muchos ya ni eso tienen, y emigran profusamente.
La fuente en la plaza central de este pueblo indígena consiste en tres grandes sombreros blancos de cemento, muy pop art, por cierto, formando una especie de gruta. Es fama que los mejores jipis (o sombreros panamá) se confeccionaban en las cuevas húmedas de esta tierra asediada por el sol.
El delegado Zero arribó al mediodía al parque del Progreso pedaleando un tricitaxi al que lo habían invitado como pasajero. Por el sonido se escuchaba el himno Venceremos. A un lado de los monumentales jipis de la fuente se celebró un mitin al que asistieron unos 500 becaleños, entre simpatizantes y curiosos. “Personas que a punta de luchar se han comprometido, se ponen de pie y participan en la lucha nacional”, como dice el presentador del acto. “Aquí estamos, pendientes de ponernos de pie”.
Agrega: “Hay acontecimientos históricos de la vida de cada uno de nosotros, y hoy estamos viviendo una etapa de la historia de la lucha de los pueblos indígenas. Estamos sinceramente motivados, porque vemos que los indígenas del camino real siempre han buscado una lucha, pero a veces esa lucha ha sido estéril. Pero ahora contamos con un compañero que lucha por los pueblos indígenas de México.
“Hoy nos sentimos satisfechos, compañero subcomandante Marcos, porque sabemos que en las reuniones que vamos a tener, el compromiso de los indígenas será apoyar a ese movimiento zapatista de liberación nacional. Bienvenido sea a Becal, un pueblo artesanal y luchador”.
Primer lugar en pobreza… y rebeldía
Entonces, el representante de la Comisión Sexta zapatista se dirige al atento público que lo recibe: “Pueblo de Campeche, buenos días. Mi nombre es Marcos, subcomandante insurgente del EZLN. Queremos agradecerles que estén aquí con nosotros, y que estén aguantando el sol para escuchar nuestra palabra y decir la suya. El mensaje que les traigo es de indígenas mayas, como la mayoría de ustedes. Porque los indígenas del EZLN somos unos de los muchos pueblos que dio la dignidad y la rebeldía maya.
“Y venimos a traerles un mensaje que ya conocemos todos, porque sabemos que si hay sol nos mojamos con el sudor, y si hay lluvia nos mojamos con el agua, y si hay dolor nos mojamos con nuestras lágrimas de coraje y de indignación por lo que vemos que está pasando. Sabemos muy bien que en el sureste mexicano, como Campeche, estamos olvidados por los malos gobiernos y los grandes políticos.
“Tenemos el primer lugar en pobreza y queremos lograr juntos, todo el sureste mexicano -Chiapas, Quintana Roo, Yucatán, Campeche, Tabasco-, el primer lugar en rebeldía y dignidad. No venimos a traer ninguna solución, venimos a traer la propuesta de que unamos nuestro dolor, indignación y rabia, y construyamos un movimiento nacional de izquierda, anticapitalista, de la gente de abajo, humilde y sencilla.
“Sabemos que tenemos muchos dolores, pero también muchas historias de resistencia y de rebeldía. No puede ser que sólo aparezcamos en las noticias cuando pasa una desgracia. Que Campeche, junto con Chiapas y las demás partes del sureste, sólo aparezca en la historia o en la geografía como el último rincón de nuestro país.
“Tenemos que hacer las cosas como se deben hacer, desde abajo, y conquistar juntos, como campechanos, como mexicanos, el lugar que merecemos en la historia. Y no se trata de que vamos a ocupar un cargo. Porque van a ver que vendrán los políticos a prometerles muchas soluciones, y al final, cuando pasa el tiempo, vemos que seguimos igual o peor y que nadie se acuerda de nosotros.
“Se trata de conquistar organizadamente nuestros derechos, de luchar por ellos, sea como pueblos indios que somos, sea como jóvenes, mujeres, choferes, trabajadores del campo y la ciudad, o como pescadores que somos, como empleados, como maestros. Nadie nos va a venir a dar lo que tenemos que conquistar con nuestro propio trabajo. Es para nosotros un honor, como EZLN, y como una de las organizaciones que estamos en la otra campaña haber llegado a Campeche y estar hablando con ustedes”.
Marcos anuncia que esta tarde se realizará una reunión para escucharlos, tanto él como “muchos compañeros y compañeras que vienen de otras partes de México”, para transmitirlo a otra gente “que también quiere luchar como la gente digna y rebelde de Campeche, y así los conozcan, y aprendamos todos de ustedes. No venimos a decirles cómo hay que hacer; al revés, queremos escuchar su historia y aprender de ustedes. Empezar a unir esa palabra y hacerla grande, junto con otras fuerzas que están como nosotros”.
Deplora: “No nos toman en cuenta más que para humillarnos, explotarnos, para robarnos la tierra y la paga de nuestro trabajo, que se va en los precios, en las medicinas, en la ropa. Eso es lo que estamos viendo en nuestro país. Pasa un gobierno y pasa otro, y como quiera las cosas que necesitamos son más caras y nuestro trabajo cada vez lo pagan peor. Y cada vez cambia cómo o quién está allá arriba, su color o su nombre, pero la gente de abajo sigue explotada”.
Con creciente intensidad y urgencia, Marcos prosigue: “Lo que venimos a proponer aquí con la Sexta Declaración es hacer un ¡ya basta nacional!, que crezca desde abajo y que empiece como de por sí ya está comenzando en el sureste mexicano, que es el rincón más en la orilla, y no sólo en la geografía; también el rincón en la miseria, la explotación y el robo. Estamos haciendo otra campaña porque no estamos haciendo como los partidos políticos, no andamos repartiendo promesas a cambio de votos. Ahora le decimos a la gente que tenemos que hablar de nuestra lucha, hacerla que tenga una voz fuerte para lograr un programa nacional de lucha”.
No necesita decir nombres para que el público sepa a quiénes se refiere el delegado Zero: “Esos grandes ricos no les falta nada, tienen todo y todavía quieren más. Nos quieren quitar nuestras tierras, nuestra historia, y nos están quitando ya nuestro trabajo. Tenemos que volver a hacer este país bueno, pero ahora nuevo, no como el que nos dieron, que está chueco. Porque resulta que una banda de haraganes son los que están arriba, y no trabajan, ganan mucho dinero y gastan mucho dinero y siguen ganando más y más. Como decimos nosotros: esos cabrones no tienen llenadero”.
Esto, mientras la gente “que sufre y trabaja cada día está peor, y es la mayoría. Lo que debemos hacer es levantar el país, pero no nos vamos a alzar en armas, sino a respetar la lucha de cada quien y darle su fuerza y su valor”.
El país lo vamos a poner cabal
Haciendo eco a la buenaventura del Chilam Balam, que habla de los “anchos y hermosos caminos planos”, Marcos asegura que al país “lo vamos a poner cabal, planito, que nadie queda arriba y otro abajo, que nadie tenga que vivir con el sufrimiento que nos están imponiendo arriba. Este país debe tener su nueva ley. Las leyes que están orita sólo sirven para los grandes ricos y poderosos. Vemos en las noticias que roban, que asesinan, que violan niños y niñas, y como quiera están libres, disfrutando de sus riquezas”.
A la vez, apunta, “los que están en la cárcel son gente humilde y sencilla; la mayoría, gente que lucha, y de premio por exigir sus derechos el gobierno los mete a la cárcel”. Además, las prisiones “están llenas de gente que por necesidad tuvo que hacer un delito. Esa ley no sirve, compañeros. Tenemos que cambiarla”.
La gente de Becal escucha a Marcos con interés creciente: “Viera que el lugar de esos grandes jueces güevones que están ahí nada más, ganando dinero y dando leyes para meter a los pobres (porque así hacemos nosotros en territorio zapatista, que la misma gente es la que toma la ley y la aplica). Viera que entre ustedes hacen una ley, va a salir mejor este país, más cabal, y no va a ser una vergüenza orita como tenemos esos gobernantes y grandes ricos que nomás nos están avergonzando con el resto del mundo”.
Para concluir, Marcos llamó a los mayas de Becal a organizar su rabia y su coraje “para cambiar el país”.