Cotoca no logra acuerdo, pero da una tregua
No se pudo sellar el pacto de paz en Cotoca, pero hay un cuarto intermedio hasta el martes para analizar el acuerdo. La firma estaba prevista para ayer a las 11:00 de la mañana en la plaza del pueblo, entre el Comité Interinstitucional, el alcalde René Calvimontes, el presidente del Comité pro Santa Cruz, Germán Antelo, y el prefecto del departamento, Rubén Costas, pero eso no sucedió porque no lograron consenso en los puntos establecidos.
Los pobladores acordaron una tregua de tres días para consensuar las acciones que pueden poner fin a tres semanas de intenso conflicto por la administración de la alcaldía cotoqueña. El principal punto de este convenio establece que con la participación del contralor general de la República, Osvaldo Gutiérrez, se realizará una auditoría técnico financiera, que además contará con la presencia de profesionales puestos por el Comité Interinstitucional y el pueblo. Los concejales, funcionarios y ex alcaldes observados por la Contraloría quedarán fuera de la alcaldía. También se reducirá el personal del municipio, de 180 a 90 funcionarios. Debe haber cambio de personal en las direcciones municipales porque los nuevos responsables tienen que ser de Cotoca y avalados por este comité. Por último, las querellas y las denuncias tienen que ser levantadas para que se consiga trabajar en paz, informó Jorge Alborte, miembro del Comité Interinstitucional.
Mientras se logra socializar esos puntos entre los comunitarios, el edificio de la alcaldía permanecerá cerrado y custodiado por los efectivos policiales. Recién se abrirá cuando se logre establecer un acuerdo final y en presencia del contralor de la República y la comisión de profesionales impuesta por el Comité Interinstitucional.
Algunos miembros del comité de huelga de hambre, que instaló un piquete en la plaza principal del pueblo, se resistieron a levantar la extrema medida, pero una gran mayoría decidió acatar la tregua para no perder los ingresos que genera la visita de cientos de feligreses y turistas que llegan al santuario los fines de semana, tomando en cuenta que es su única fuente de ingreso.
La mañana de ayer la incertidumbre se apoderó del ambiente cotoqueño, porque había mucha confusión acerca de los puntos, y algunos no aceptan que los concejales y el alcalde René Calvimontes se mantengan en sus cargos. “Queremos que se vayan y dejen paso a otros cotoqueños que de verdad quieran hacer algo por su pueblo”, era uno de los gritos que salía desde la muchedumbre que permaneció frente a la alcaldía.
Wilfredo Mancilla, del comité de huelga, remarcó que no están buscando pegas en el municipio, pero quiere que salgan el alcalde René Calvimontes y los concejales.
“Los que negocian deben hablarnos por teléfono para ver si estamos o no de acuerdo. La huelga seguirá hasta las últimas consecuencias”, advirtió.
Por su parte, Elvio Pinaye, miembro del Comité Interinstitucional, dijo que es sólo un pequeño grupo el que opone resistencia a lograr la paz, pues la mayoría del pueblo está cansada del conflicto y quiere una solución.
En horas de la tarde, el pueblo tuvo un ambiente mucho más tranquilo y la gente se retiró hasta sus domicilios para preparar los productos que expondrán hoy a los visitantes, aunque reconocen que este conflicto les ha generado grandes pérdidas porque el pasado fin de semana había muy poca concurrencia en el santuario.
La afluencia de peregrinos se ha visto disminuida, pues muchos no quieren llegar hasta los pies de la patrona del oriente boliviano por temor a los enfrentamientos que se han venido suscitando.
“Poca gente ha venido a rezarle a la virgen, hemos tenido poca ayuda de las personas”, dijo una anciana, que ayer permanecía en la puerta del santuario con la mano extendida pidiendo limosna.
La gente del pueblo que se mantiene al margen del conflicto protesta porque no encuentra dónde abastecerse con víveres y otros productos que necesitan para su hogar, toda vez que el mercado estaba cerrado.
Acuden ante el Congreso para buscar solución
Una comisión de comunitarios de Cotoca se trasladó el jueves pasado hasta la Sede de Gobierno para solicitar ayuda al Congreso Nacional.
Según Wilfredo Mancilla, del comité de huelga, desde ayer empezaron a trabajar para que el tema sea tratado en esa instancia.
“Nos pidieron que no claudiquemos en la lucha porque existe el compromiso de que una comisión nacional evaluará el problema para buscarle alguna solución”, dijo.
Mientras tanto, los del Comité Interinstitucional, conformado por 20 representantes de las asociaciones de gremialistas, anticucheras, alfareras, artesanos, hoteleros y de las comunidades, asegura que todavía no se ha logrado una comunicación oficial de la Sede de Gobierno, pero la presencia del contralor ya es una intervención gubernamental.