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Antropocromañón (Cap.II)

09.02.06

Nota de Clajadep:
Sigamos con la vibrante pluma (o tecla) de Mauricio Castaldo, cuya fuerza literaria se condice con la fuerza de su espíritu y, lo que es más importante, con el vigor y la capacidad de esos hombres de la tierra que evoca o, mejor aún, invoca. La pasión de Mauricio es capaz de hacer sentir la misma o mayor pasión al lector, pero a condición de que se vea en ello la pasión de la historia e identidad de nuestros pueblos que Mauricio nos muestra con tanta enjundia.

Vea la Introducción y el capítulo I en http://clajadep.lahaine.org/articulo.php?p=6164&more=1&c=1

Antropocromañón II

*II*

*LA LARGA INQUISICIÓN FEUDOCAPITALISTA*

*OCCIDENTAL*

* mauriciocastaldo@gmail.com*

Los legados coloniales son variados/. No sólo porque /hubo muchos

colonialismos e imperialismos superpuestos a ellos/, sino porque las/

/localizaciones geográficas donde operan los distintos colonialismos /

/varían. /Ahora bien, una vez que se consideran los legados coloniales

/(es decir, /el /imaginario colonial en el presente/ que mantiene

contradicciones no resueltas en el pasado/), nos damos cuenta que tales /

/legados coloniales son un espacio de acumulación de furia que no se /

/articula teóricamente, /porque la teoría ha estado siempre del lado

civilizador de los legados coloniales, nunca del lado de la fuerza

dividida entre la civilización y la barbarie

/* WALTER MIGNOLO*/

*ESPACIOS GEOGRAFICOS Y LOCALIZACIONES EPISTEMOLOGICAS:*

*LA RATIO ENTRE LA LOCALIZACIÓN GEOGRAFICA Y*

*LA SUBALTERNIZACIÓN DE CONOCIMIENTOS*

Europa fue la cuna del capitalismo y al niño ése, en la cuna,

lo alimentaron con oro y plata del Perú, de México, Bolivia, Millones

de indios americanos tuvieron que morir para engordar al niño, que creció

vigoroso, desarrolló lenguas, artes, ciencias, modos de amar y de vivir, más

dimensiones de lo humano. /¿Quién dijo que la cultura no tiene olor?/

Paso por Roma, por París, bellísimas. En vía del Corso y Bulmish huelo de pronto

a taino devorado por perros andaluces, a orejas de ona mutilado, a azteca deshaciéndose

en el lago de Tenochtitlán, a inquita roto en Potosí, a querandí, araucano, congo,

carabalí, esclavizados, masacrados. No olés a viejo Europa.

/Olés a doble humanidad/, la que asesina, la que es asesinada.

/Pasaron siglos y la belleza de los vencidos pudre tu frente todavía/

/*JUAN GELMAN*/

/*Exilio, XXV*/

/*Roma, 14-9-80*/

En las /sociedades de clases/, la /historia/ forma parte de los

instrumentos por medio de los cuales la clase dirigente

/mantiene su poder/. El aparato del estado /trata de controlar /

/el pasado, al nivel de la política práctica y al nivel del la/

/ideología, a la vez/. El estado, /el poder/, /organizan el tiempo /

/pasado y conforman su imagen en función de sus intereses/

/políticos e ideológicos/

/*JEAN CHESNEAUX*/

/*¿Hacemos tabla rasa del pasado?. A propósito de la*/

/*Historia y de los historiadores, 1978*/

Hace dos siglos, una antigua colonia europea decidió ponerse al día

con Europa. Tuvo tal éxito en su objetivo que Estados Unidos de

América se convirtió en un monstruo en el cual la corrupción, la

enfermedad y la inhumanidad de Europa han alcanzado dimensiones

aterradoras

*FRANZ FANON*

/*Los condenados de la Tierra*/

Hay una vieja discusión teórica en Latinoamérica sobre feudalismo y capitalismo, sobre si nuestra región tuvo a partir de 1492 un devenir feudal o un desarrollo capitalista, siempre periférico, dependiente, subordinado a los grandes intereses imperialistas. Ese debate, /muy esquemático/, no alcanzó a ver el /desarrollo desigual y combinado de las culturas y las ideologías hegemónicas/. A nuestro entender, se ha dado /una combinación compleja de fuerzas dominantes feudales y burguesas cuya nefasta influencia sigue hasta el presente/. Vivimos y padecemos esta /larga duración real/.

La inquisición y los modos feudales seguían siendo fuertes en Europa, y especialmente en España, en los siglos XV y XVI, cuando el sistema-mundo capitalista estaba en su etapa de acumulación originaria mercantil. El racismo, el esclavismo, el conservadurismo y el /terrorismo inquisidor de Estado/ constituyeron el aparato ideológico dominante de la colonización europea, totalitaria y genocida. Ese /conservadurismo inquisidor/ se sigue expresando hoy de distintas maneras: se expresa en el /si Dios quiere/ de los pueblos (1) y se expresa en /el eterno discurso hegemónico de civilización o barbarie/. La inquisición feudoburguesa –/la inquisición oficial y las otras inquisiciones/- ha sido /el sostén ideológico de la economía política real del mercado/. El sapiens-cromañón, en su etapa moderna y racionalista, ha sido y es un Homo racista, machista, individualista y claramente inquisidor. Y /ésta larga inquisición occidental, se sabe, asocia a la naturaleza con el salvajismo y la barbarie./ El /estado de naturaleza/ es –en esta lógica- la forma de vida de los bárbaros. /El Hombre debía dominar la naturaleza: el antropocentrismo es la fase superior de la inquisición/. El resultado práctico de esta política ha sido el /invernadero global /en el que vivimos. Esta vuelta de tuerca nos lleva incluso a corregir hoy al Che: en la última carta a sus hijos habló de /estudiar mucho/ para /dominar la técnica/ que permite /dominar la naturaleza/.

Gramsci explicó, muy claramente, -hablando de religión, sentido común y hegemonía ideológica- que “/los elementos principales del sentido común son suministrados por las religiones/ y por esto la relación entre el sentido común y la religión es mucho más íntima que la relación entre el sentido común y los sistemas filosóficos de los intelectuales. Pero también /hay que hacer distinciones críticas en lo que concierne a la religión/. Toda religión, incluso la católica (y /especialmente la católica, por sus esfuerzos para parecer unitaria “superficialmente”/, para no escindirse en iglesias nacionales y en estratificaciones sociales) /es, en realidad, una multiplicidad de religiones distintas y a menudo contradictorias/: hay un catolicismo de los campesinos, un catolicismo de los pequeños burgueses y de los obreros de la ciudad, un catolicismo de las mujeres y un catolicismo de los intelectuales, /abigarrado e inconexo a la vez/. Pero /en el sentido común no sólo influyen las formas más toscas y menos elaboradas de estos diversos catolicismos/, actualmente existentes: /han influido y son componentes del actual sentido común las religiones precedentes y las formas anteriores del catolicismo actual,/ los movimientos heréticos populares, las supersticiones científicas ligadas a las religiones del pasado, etc. En el sentido común predominan los elementos “realistas”, materialistas, es decir, el producto inmediato de las sensaciones elementales, lo cual no está en contradicción ni mucho menos con el elemento religioso; pero estos elementos son “supersticiosos”, /acríticos/” (2).

La /matriz inquisidora /está intacta. /Sarmiento tal vez sea su ideólogo más acabado/. De Sarmiento a Videla, Bush y /los sarmientinos/ actuales, el largo proceso hegemónico sigue abierto, con variantes sí, pero intacto en sus raíces político-ideológicas.

Mucho se ha dicho y criticado al sanjuanino, pero tal vez no sea suficiente, porque su imagen y su ideología siguen siendo veneradas, consciente e inconscientemente por buena parte de los argentinos. En primer lugar, Sarmiento es un charlatán: él mismo escribía y afirmaba sin saber cosas y lo reconocía abiertamente. En el prólogo a su libro /Facundo/, dedicado a criticar al caudillo riojano Facundo Quiroga, a Rosas, al federalismo, a las provincias, a las tradiciones y costumbres regionales y a las clases populares, advierte que, “algunas inexactitudes han debido necesariamente escaparse en un trabajo hecho de prisa, /lejos del teatro de los acontecimientos/ y sobre un asunto del que no se había escrito nada hasta el presente”. Se le /escapaban/ cosas, pero no se le escapaba su violento racismo. Los /males /de la patria tenían culpables evidentes: el indio, el gaucho, el blanco español y el negro. Por eso había que traer /más /inmigrantes europeos: para que la /civilización/ /del 12 de Octubre/ superara y borrara a la /barbarie/. Sarmiento sintetiza su pensamiento político afirmando que, “por lo demás, de la fusión de estas tres familias (el indio, el español y el negro) ha resultado /un todo homogéneo, que se distingue por su amor a la ociosidad e incapacidad industrial/, cuando la educación y las exigencias de una posición social no vienen a /ponerle espuelas/ y sacarlas de su paso habitual. Mucho debe haber contribuido a producir este /resultado desgraciado/ la incorporación /de indígenas/ que hizo la colonización. Las razas americanas viven en la ociosidad y se muestran /incapaces, aun por medio de la compulsión/, para dedicarse a un trabajo duro y seguido. Esto sugirió la idea de introducir /negros/ en América, que /tan fatales resultados/ ha producido” (3). ¡Este es el gran maestro sanjuanino, el padre del aula!. Lo peor, además, es que Sarmiento ocupó importantes espacios de poder entre 1852-1874. Recordemos que /fue presidente de la república/ oligárquica entre 1868 y 1874. Mandó reprimir y asesinar salvajemente a los últimos gauchos federalistas, como el entrerriano Ricardo López Jordán, contra quien Julio Argentino Roca –en el gobierno de Sarmiento- /estrenó las ametralladoras/: eso era la civilización y el progreso en 1873. Por si fuera poco, Sarmiento supo escribir a Mitre: “no escatime sangre de gauchos, general. Es lo único bueno que tienen y servirá de abono a la tierra”. /Sarmiento no fue cualquier racista, fue uno de los más grandes racistas y criminales de nuestra historia/. Su política es repugnante, imperdonable y miserable. /Es un terrorista de Estado, -de un país que se constituye como Nación –como todos- por medio del terrorismo de estado/-, /tal vez el más importante e influyente/. ¿Recuerdan a Videla y cía hablar de la lucha de la /civilización occidental y cristiana/ contra la /barbarie marxista subversiva/?. Y digo /es/ porque su espíritu sigue vivo: sólo basta escuchar a los políticos K y a mucha gente hablar y marginar con desprecio a negros piqueteros y villeros, a pobres, desempleados y piqueteros, y a los planes jefes de hogar. ¡Ni hablar de indios, gauchos, árabes o bolivianos!. /La sombra terrible de Sarmiento sigue entre nosotros/. No se entiende cómo muchos lo siguen elogiando y, a la vez, hablan de la /crisis de valores/ que estamos viviendo y de la crisis de la identidad nacional. ¡Pero si Sarmiento fue el más grande enemigo de nuestras identidades y tradiciones culturales! (4). Salgamos de la /esquizofrenia histórica/ que padecemos y pongamos las cosas en su lugar. Salgamos de ese racismo eurocéntrico idiota del que todavía somos portadores y sepamos bien que, primero, son las clases populares, las clases /subalternas /las que han puesto y ponen el lomo para producir la riqueza nacional: trabaja, sufre y lucha más un changarín, un trabajador o trabajadora pagados con planes jefes, un obrero y un docente que un empresario, un periodista, un político o un profesional burgués. Segundo, que los de abajo siempre han puesto el hombro pero nunca han disfrutado esa gran riqueza que producen, y es por ello que resulta muy imbécil y desubicado pedirles /capacidad de ahorro/ o acusarlos de /haraganería/. ¿/Se va reventar más trabajando para tener sólo unas migajas y engordar los bolsillos de la patronal/?. ¿No son los dirigentes políticos, empresarios y mediáticos los más haraganes y parásitos que viven del esfuerzo ajeno?. ¿/No es el político hoy el más grande haragán?./ Como concluyó perfectamente Bialet Massé a principios del Siglo XX, después de recorrer la Argentina y observar la penosa situación de las clases trabajadoras de nuestro país, “¿qué es lo que había de ahorrar? ¡Cómo no fuera la alegría de vivir! (5) ¡Hábitos de ahorro, esperanza para el porvenir, en quien recibe un jornal que lleva consigo el déficit a lo menos de un veinte por ciento de las necesidades de la vida, atado por el saldo de la libreta que no se liquida sino con la muerte!. Sólo él que ha podido conformarse con tal vida, es digno de admiración y no de desprecio”. Pero además, Bialet Massé –contrariamente a Sarmiento, Alberdi y tantos otros- rescató los conocimientos y las capacidades del obrero criollo, cuando reafirmó que, “todos se han preocupado de preparar el terreno para recibir al inmigrante extranjero, nadie se ha preocupado de la colonia criolla, de la industria criolla, ni de ver que aquí se tenían /elementos incomparables/, y sólo después de observar que los patrones extranjeros preferían al obrero criollo, /que los extranjeros más similares y fuertes no eran capaces de cortar tres tareas de caña en Tucumán/, de arrancar un metro de mineral al Famatina, de estibar un buque en Colastiné, de orquillar en las trilladoras en la región del trigo, y de que /si el extranjero siembra esas regiones portentosas de cereales, es después de haber fracasado dos y tres veces/, (es ahí) cuando /el labrador cordobés y santiagueño se han colocado a su lado y le han enseñado a trazar el surco/, sólo ahora nos apercibimos de que él es capaz con su /enorme potencialidad/ de explotar este suelo”. En seguida, Bialet Massé remata confirmando que a pesar del menosprecio y los salarios miserables, el trabajador criollo posee una /superior inteligencia/ y unas /energías extraordinarias/ y que demuestra /resistencias increíbles/. Por si fuera poco, los criollos de abajo han dado su sangre en las guerras de independencia y en las guerras civiles, y a pesar de esto, /le quitaron cuanto tenía/. Conclusión: /todo esto demuestra la hipocresía, la ignorancia, la falsedad, el racismo y la inmoralidad de Sarmiento y de todos los sarmientinos de ayer y de hoy, incluso de algunos que se hacen los críticos del sarmientismo/.

Debemos aquí profundizar la crítica, incluso señalando algo que hoy queda más patente que nunca, y que Bialet Massé no analizó, por su propia limitación ideológica: /nada más bárbaro, criminal y destructivo que esa política del progreso de la civilización occidental. /Es decir, Sarmiento y tantos otros hasta hoy son /cómplices /del /ecocidio/ producido por el desarrollo brutal de la ideología eurocéntrica del progreso industrial. El /Facundo/ es el /Mein Kampf argentino:/ no se entiende como algunos intelectuales se preguntan quién escribirá hoy el /nuevo Facundo/, ¡porque /los “nuevos” capítulos del Facundo lo escriben los aparatos ideológicos y represivos del poder todos los días/!. De lo que se trata es de /pensar un Anti-Facundo, un Anti-Sarmiento/, una /genealogía contrahistórica/ frontal, democrática y realmente revolucionaria, cuyo /borrador derramado/ lo vienen escribiendo todas las luchas populares, los estudios revisionistas –siempre incompletos y limitados- y todas las expresiones contraculturales.

Un par de cositas más. Puede aparecer por ahí la idea de, bueno, pero por lo menos Sarmiento impulsó la creación de escuelas. Esto podría discutirse también largo y tendido, pero nos limitamos a preguntar, ¿cómo fue ese viejo sistema educativo? ¿no fue autoritario, conservador y eurocéntrico?. ¿Porqué no incluyó Sarmiento en aquellos planes de estudios a nuestros saberes y culturas populares regionales?. ¿No tomaba mate Sarmiento? ¿No usaba poncho?. ¿No sabemos que todas nuestras músicas y bailes, como la mayoría de nuestras producciones culturales, fueron creadas por las clases subalternas?. Otra, y esto es un verdadero bocadillo: en las páginas del Facundo, Sarmiento compara, despectivamente y burlándose, al gaucho /con el árabe/. Son los /bárbaros/. ¡Habría que regalarle ese libro a Bush!. De Sarmiento –desde antes de el, desde la Edad Media- a Kirchner y Bush, la /matriz inquisidora occidental/ sigue presente en las políticas del poder global. Es la verdadera /larga duración/ dominante, es el mismo complejo proceso histórico que nos envuelve, nos devora, nos aliena y /nos enferma./

¿Qué festejamos entonces el 12 de Octubre? ¿El inicio del saqueo, el sometimiento, la explotación y la colonización de América? ¿Nadie se dio cuenta de que festejar el predominio de UNA /raza/ es racismo?. /Los 12 de Octubre ya empiezan a ser distintos/: los movimientos indígenas y las luchas sociales antagonistas están destruyendo las /ficciones ideológicas/ con las que nos han colonizado y sujetado. No hay nada que festejar: hoy por hoy ya se empiezan a hacer contrafestejos el día 11. Nos importa tener en claro varias cosas: que la conquista y colonización europea sólo trajo robo, saqueo, esclavitud, dependencia, pestes, corrupción, división geográfica y política, desigualdades, atraso mental y racismo y posterior progreso ecocida. Y que esa inquisición y ese feudocapitalismo colonial que se instalaron desde los Siglos XV y XVI: esos autoritarismos, conservadurismos, pasividades, miedos, ignorancias, racismos, discriminaciones, paternalismos, machismos, caudillismos y servilismos, todavía continúan /en nosotros/*. *El/ Si Dios quiere /y/ tenemos que esperar/ sin hacer nada son parte de esta /matriz inquisidora /que todavía portamos. Hasta el propio Jorge Lanata afirmó /soy argentino porque espero/. Debemos exorcizarnos. Debemos vomitar esa pudrición histórica. Por lo demás, tenemos que darnos cuenta –ya hay movimientos que lo plantean- que no somos deudores del occidente capitalista, sino que /somos acreedores/. El cacique /Guaipuro Cuauhtémoc/ lo explicó en su Carta a los gobernantes de Europa: se llevaron en 300 años de conquista más de /180.000 kilos de oro y 16 millones de kilos de plata/, entre otras cosas. Si les cobráramos por eso los intereses que ustedes nos cobran hoy, no alcanzarían las calculadoras para sacar la cuenta de lo que nos deben. Por suerte las luchas de los pueblos originarios no han cesado: hoy siguen peleando por sus derechos, su cultura y sus tierras. Hoy se enfrentan a los nuevos conquistadores como el Chaqueño Palavecino o Marcelo Tinelli que quieren quedarse con sus tierras. Estos son, y no son los únicos, /los nuevos Cristóbal Colón, Juan de Garay y Juan Díaz de Solís/. Por otra parte, las actuales luchas populares revolucionarias de los indígenas en Bolivia y en Chiapas /marcan un ejemplo y un camino no sólo para sus comunidades sino para todos /los movimientos sociales latinoamericanos y mundiales. /Parece que los blancos y sus descendientes nunca pudimos encontrar el verdadero camino del pensamiento y la acción emancipadores/. Por eso, es notable lo que nos enseñan los aymará bolivianos o los zapatistas mexicanos. Otro acontecimiento de mediados del 2005: unos médicos de Buenos Aires pidieron permiso a la comunidad guaraní para operar a un niño de ese pueblo. Es bueno ver que la /racionalidad científica moderna/ empieza a bajarse de su soberbia fracasada y se pone de igual a igual con todas las /creencias y culturas populares/.

Y agreguemos algo más:* *en un trabajo brillante realizado por militantes docentes del sindicato Suteba: podemos ver /algunas voces indígenas en nuestra voz/. Transcribo aquí algunas palabras para que empecemos a /redescubrirnos para descolonizarnos/ (6). Voces de origen guaraní: ananá, guatambú, irupé, Jacarandá, mandioca, Ñandubay, ombú, pororó, tacuara, Tacuarembó, caburé, caracú, carancho, carpincho, jaguareté, maracaná, pacú, patí, pirincho, tapir, tatú, tero, tucán, yacaré, yaguar, yaguareté, yarará, carioca, catinga, changüí, chipá, guaraní, hurí, maraca, pirucho, pirucha, tapera, y agregamos: Paraná, Uruguay, Gualeguay, Paraguay. Voces de origen quechua: chala, chaucha, choclo, palta, papa, porongo, poroto, yuyo, zapallo, achura, chinchulín, guanaco, lechiguana, llama, puma, quirquincho, vicuña, vizcacha, cancha, chaco, chacra, pampa, pucará, puna, tambo, achuchado, chacarera, chapar, china, guacho, guaina, guampa, guarango, inca, locro, mate (otros dicen que maati es guaraní), minga, pachamama, pampa, pasparse, quena, payana (decimos payanca) y pucho. Otras palabras y su origen: alpaca (aimará), aro (aimará), bagual (querandí), boldo, chingolo, gualicho, huemul, laucha, malón (mapuche), chinchilla, chivo (aimará), chocolate, hule, quetzal (náhuatl), iguana y maní (araucano). /¿Es español-castellano el idioma que hablamos, o es otra cosa?./* *Avancemos con una /genealogía contrahistórica/.

/La descolonización recién empieza/. La crítica debe alcanzar al Martín Fierro. El /martinfierrismo/ es una variante ideológica del discurso (anti) humanista de la /civilización occidental y cristiana/. Los idas y vueltas del poema político de José Hernández expresan, como nadie, los avatares de la ideología feudoburguesa y las líneas de fuga o caminos alternativos que surgen con ella todo el tiempo.

Hernández fue un federalista conservador, idealizado tal vez ante la falta de una buena lectura crítica de su obra. Lo primero que quiero decir es que si se festeja /un día/ de la tradición, algo anda mal. Si respetáramos y vivenciáramos nuestras /mejores/ tradiciones socioculturales todos los días, entonces no sería falta dedicarle un día/./ Segundo, si nos ponemos bombacha y botas, pero al rato compramos una budweiser, una coca cola o comemos en mac donalds, etc, entonces ya sabemos donde nos podemos ir.

/El Martín Fierro es una obra contradictoria/. Se trata de deconstruirlo parte por parte y seleccionar sus situaciones e ideas más positivas y afirmativas. Por ejemplo: Fierro se va de su puesto de trabajo (no por convicción dijera un estudiante de 5to. año alguna vez, sino porque no le pagan, pero inicia un éxodo) a buscar libertad, con los indios. Esa parte puede ser releída interesantemente desde la /teoría postcolonial y postoccidental./ Las /interpretaciones /de la vida de Martín Fierro desbordan la ideología del autor: algo de esto creo que fue dicho también por Leopoldo Marechal. Otra: el sargento Cruz, ante la valentía de Fierro, se pasa al otro lado y lucha junto a él. ¿Qué pasaría si todas las fuerzas de seguridad se pasaran junto al pueblo?. ¿Qué pasaría si todos los hermanos nos uniéramos en serio en la lucha?.

Pero, por otro lado, Fierro destila machismo y racismo. La mujer es /una china/, una propiedad más del macho, entre otras propiedades y cosas. Además, Fierro -mamau- se burla y mata impunemente a un negro. Al respecto, Borges tiene un cuento maravilloso dónde, tiempo después, el hijo del negro viene y hace justicia liquidando a Fierro. Tal vez la crítica postcolonial podría empezar allí.

Y lo peor: José Hernández escribe para los estancieros y patrones, escribe para /domesticar/ al gaucho, para que no se rebele –a finales del siglo XIX, cuando ya la Argentina agroexportadora cambiaba fuertemente con la inmigración masiva que llegaba-. Dice, /más vale ser pobre pero honrado (7). Maldito discurso feudal, feudoburgués, domesticador y colonial./ Es el discurso que impusieron los colonizadores desde el siglo XV, ¡y es influyente hasta hoy!. A los que les interesa que pensemos así es a los de arriba, a los que viven a costillas del pueblo. ¡Porqué no son pobres y honrados ellos, porqué no comparten las crisis!. Rechacemos con todo: más vale ser justo, libre, digno y honrado. Más vale que haya justicia e igualdad, porque sólo así habrá paz social.

/Ese cristianismo mal entendido siempre termina crucificando a los de abajo/. Y una cosa más: pensemos mejor nuestra /identidad/ cultural y nuestras tradiciones/, historias y devenires en plural/ como una /rayuela cultural histórica /cuya /tierra /es la era indígena y cuyo /cielo/ somos nosotros. En esa rayuela los idas y vueltas, las elecciones culturales y las combinaciones pueden ser de variedad y una pluralidad riquísima y extraordinaria.

Y no podemos dejar de decir otra cosa. Muchos festejan /el día/ de la tradición, pero cuando -en los días antes de la venida de Bush a la Argentina en el 2005-, jóvenes empobrecidos y rabiosos de este país atacaron algunos locales como los de mac donalds y otros, unían sus voces a las de los periodistas del gobierno y de las empresas, para solidarizarse con /la pobre gente de esos kioscos que fue atacada por estos vándalos/. ¿Son o se hacen?.

/La larga hegemonía de la inquisición feudoburguesa continúa/, aunque hoy está en crisis. Sus raíces son muy fuertes. Su discurso /apremiante/ ha sido el sostén del entreguismo, la pasividad política y la dependencia. Su influencia ideológica estuvo detrás de cada golpe de estado, de cada autocracia y de cada democracia liberal. Pero especialmente, su influencia se hizo y se hace sentir /en los fundamentos del terrorismo de Estado/.

NOTAS

1.

Para nosotros, no es lo mismo decir /si Dios quiere las cosas
van a cambiar/ que, /si Dios quiere y el pueblo lucha unido, las
cosas van a cambiar/. Respetamos por supuesto la libre expresión
de la Fe, pero esta no deja de ir cargada de ideología, de
Historia, de ética y de política

2.

ANTONIO GRAMSCI, /La política y el estado moderno/, Barcelona/,
Planeta-De Agostini/, 1993, p.10

3.

DOMINGO FAUSTINO SARMIENTO, /Facundo/ (1845), Bs.As, Bureau
Editor, 1999, pags. 27 y 28

4.

En otra parte del /Facundo/, busca medir el /progreso /y la
cultura del interior preguntando /cuántos hombres llevan frac/
en el pueblo. Otra cosa, ¿sabemos hoy que la chacarera, el
malambo, la milonga y el tango –por ejemplo- tienen sus raíces
entre los negros?

5.

JUAN BIALET MASSÉ, /El estado de las clases obreras argentinas a
comienzo de siglo,/ en RODOLFO BALMACEDA, /Condición obrera y
despilfarro oligárquico/, Bs.As, /Ed. Del Mar Dulce/, pags. 15 y
16. Por lo demás, Borges escribió en /Evaristo Carriego/ (1930)
que, entre los pobres, el hombre alegra al hombre.-

6.

Suplemento digital Nro. 24, en www.suteba.org.ar

7.

Recomendamos: JOSE PABLO FEINMANN, /Filosofía y Nación/.
/Estudios sobre el pensamiento argentino/, Buenos Aires,
/Ariel/, 1996


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