Clajadep :: Red de divulgación e intercambios sobre autonomía y poder popular

Imprimir

El éxito del gobierno boliviano es el éxito del Banco Mundial. Entrevista al director del BM para la región

09.02.06

El Deber. Santa Cruz de la Sierra - Bolivia, Miércoles 8, Febrero de 2006

«Ofrecemos todo el apoyo al Gobierno»

Marcelo Giugale. El director del Banco Mundial para la región encabeza la delegación que sostiene los primeros contactos con el nuevo Ejecutivo nacional. Expectativas, cautelas, optimismo y los nuevos roles del organismo en su relación con un grupo de países en cambio.

- ¿Cómo se plantea la relación con el nuevo Gobierno? ¿Cuáles son los plazos para que tome forma?
- Tenemos una semana de conversaciones. Hemos traído a todo el equipo de gerencia que se dedica a los países andinos. La intención es escuchar y buscar las guías del Gobierno para identificar las áreas en las que podemos ser más útiles. El mensaje que traemos de Washington es bastante simple. Queremos ofrecerle todo el apoyo a este Gobierno. Su éxito, el éxito de Bolivia, es el éxito del Banco Mundial.
Buscamos seguir el liderazgo que el Gobierno plantee con sus programas y estrategias. Hasta el momento todo está bastante bien. Estoy cautelosamente optimista sobre el futuro. Nuestros gerentes están en reuniones con directivos sectoriales, en educación, salud, tierras y desarrollo sostenible.
- ¿Cuáles serían los primeros sectores de trabajo?
- Por ahora es preliminar, pero nos han mencionado el apoyo al desarrollo rural, en especial, con transferencia de maquinaria y tecnología para los campesinos. Hemos hablado también de apoyo directo a los microempresarios rurales y urbanos, temas educativos y de salud. Es una gama que se está formando.
- ¿Cuáles son los factores que determinan esa cautela en el optimismo que Ud. menciona?
- No se trata de nada específico en relación con Bolivia. En general uno va aprendiendo de que hay que darles tiempo a los gobiernos para que formen su liderazgo y que la cooperación tiene que alinearse detrás. No hay que olvidarse de las muchas expectativas que se han formado en esta nueva administración, que tiene una oportunidad histórica, que no se basa únicamente en la situación política. También tiene que ver con un momento económico bastante favorable, tanto doméstico como externo. Uno en el pasado escuchaba que los presidentes de Bolivia tenían las manos atadas políticamente y que tenían el Tesoro vacío. Eso ha cambiado. Ahora lo político y lo económico parecen formar una plataforma interesante para que se produzca el despegue.
- ¿Cómo se ve el país en el exterior?, en el contexto regional. ¿Qué se discute entre los organismos de crédito?
- Hay una enorme expectativa. Lo que está ocurriendo en Bolivia, es parte de una tendencia general en los países andinos y también en el resto de América Latina. Es la tendencia a la inclusión política. Esto va más allá del color de la piel de los presidentes. Es un cambio en la forma en que se hacen las políticas públicas. Ahora tenemos un nuevo léxico, sobre cómo tomar decisiones. Ahora tenemos mesas de pobreza, rendición de cuentas, presupuestos participativos, ventanas a las cuentas públicas. También vemos que la gente se está organizando. En los 90, en Bolivia, había menos de 1.000 ONG por cada millón de habitantes. Hoy hay más de 1.800 ONG por cada millón.
Todo esto forma un nuevo paradigma sobre el manejo de la cosa pública, mucho mas participativo, más de consulta y consenso que de convicción. Antes uno decidía y hacía y eso era todo. Hoy se sondea, no se puede privatizar una empresa con los ojos cerrados. Hay que consultar. No se puede construir una carretera sin hablar con los beneficiarios. El ángulo más conspicuo de esta nueva participación pública es el proceso de descentralización, en el que cada localidad, municipio o departamento decide cómo invertir sus recursos.
- Después de las elecciones de los últimos años, ¿hay una redefinición del papel de los organismos de crédito?
- Hay una redefinición. Pero implica encontrar un papel diferente al del pasado, no dejar de tener un papel. Los países más sensatos en su manejo económico han encontrado que el BM les sirve, no tanto por el dinero sino más bien como un instrumento de monitoreo de la eficiencia en sus proyectos. Además de los seguimientos que se hacen en cada proyecto, por parte de los ministerios correspondientes, tienen sus limitaciones de competencias y de tiempo. Pero el Banco tiene también su sistema de rendición de cuentas al final de cada trabajo. Ese nuevo rol, de proveer resultados más que proveer dinero, no lo teníamos antes.
- ¿Cuánto durará esta etapa de reajuste?
- Es difícil ponerle una fecha. El mandato de cinco años del Gobierno puede generar un punto de inflexión importante.
- ¿Con peso para la región?
- Para toda. Lo que pase en Bolivia tendrá implicaciones. No es solamente el tema del gas y la estrategia política. Creo que va más allá, a demostrar de que las clases que antes estaban excluidas, ahora no lo están y manejan las cosas bien, de manera eficiente, transparente.
-¿Se vio antes de las elecciones que ése podía ser el efecto? ¿O pasaba como una elección más en Bolivia?
- Creo que los observadores ya se daban cuenta de que se venía todo esto, por eso tanta expectativa y la cobertura mediática que obtuvo el proceso.
- El Gobierno espera que la Constituyente sea otro momento crucial, después de las elecciones, para trazar el tipo de país al que el presidente Morales ha hecho referencia en varias ocasiones. Esto genera reticencias. ¿Cómo ve el Banco Mundial este nuevo proceso?
- Para el BM la respuesta es sencilla: queremos apoyar a Bolivia, y no vamos a escatimar ni condicionar la relación. Para dar una idea, Bolivia nos debe $us 1.500 millones, y eso es mucho dinero. Se ha acumulado durante cinco décadas. El Banco ha decidido perdonar esa deuda en su totalidad, no va a esperar para hacerlo.
La decisión ya la tomaron los dueños del BM, la Corporación AIDA, la Agencia Internacional de Desarrollo. Tiene que juntarse el directorio para rubricar la decisión política (lo hará hasta mediados de año).
- ¿Es un borrón y cuenta nueva, o el dinero deberá ser aplicado en áreas específicas?
- Es diferente al HIPC. Esto, por supuesto, va a generar un espacio fiscal nuevo. Es dinero que quedará en mano del Gobierno. Y lo hacemos ahora, no habrá espera ni especulación. Nuestro interés es apoyar.

Perfil

Es funcionario del Banco desde 1989

Marcelo Giugale es ciudadano argentino-italiano. Tiene un doctorado y una maestría en Economía, de la Escuela de Economía de Londres, y una licenciatura en Economía, de la Universidad Católica Argentina. Se incorporó al Banco Mundial en 1989. Trabajó en Oriente Medio, Egipto, Lituania y Kazajistán, en diferentes cargos. En 1998 se convirtió en economista principal para Colombia, México y Venezuela. Hoy tiene a su cargo la dirección del Banco Mundial para Bolivia, Ecuador, Venezuela y Perú.


https://clajadep.lahaine.org