Marcos escucha a una de las participantes en la reunión con integrantes de los pueblos indios de Oaxaca Foto Víctor Camacho
Sábado 11 de febrero de 2006
Sería una buena prueba para la izquierda que está arriba, afirma en Oaxaca
Critica a la coordinación estatal del recorrido por propiciar desórdenes; pide disolverla
La Jornada
Oaxaca, Oax. 10 de febrero. El subcomandante Marcos propuso esta noche a las organizaciones civiles de Oaxaca lanzar una movilización nacional por la liberación de los presos políticos y la suspensión de las órdenes de aprehensión contra luchadores sociales: “De Oaxaca tiene que salir la iniciativa por la libertad de los presos políticos, incluyendo la de aquellos que están en el exilio. Hagamos un llamado nacional a toda la otra campaña para hacer movilizaciones, pedir la libertad de todos y la cancelación de las órdenes de aprehensión”.
Y comentó: “Dudo que alguien se pueda decir de izquierda y no decir que deben salir libres los presos políticos. Sería una buena prueba para la izquierda que está allá arriba; presenten esa propuesta al PRD; sería una buena forma de calar si es que es o no de izquierda. Hagan una convocatoria, la sacamos juntos. Si no, lo que vamos a hacer nosotros es la propuesta a cada organización y a ver quién le quiere entrar. Pensamos que si la sacan ustedes junto con nosotros sí sacudimos al país”.
En relación con la inminencia o no del cambio en el país, apuntó: “Si piensan que es para largo plazo están muy equivocados. Y si piensan que el pueblo está esperando a que lo despierten ustedes, también están muy equivocados. Entonces traten de dejar de verse en el espejo y no hacer llamados a la unidad que signifiquen subordinacion, hegemonía de uno de los que están llamando, y vayamos con el espíritu de la otra, compañeros”.
Ante las contradicciones de las organizaciones, reconoció que en Oaxaca “sólo hay un acuerdo común: el de no entrar en la cuestión electoral y hacer una lucha anticapitalista”.
En su intervención, el delegado Zero criticó a la coordinadora estatal de la otra campaña, a la que trató de acaparar o secuestrar. En referencia a diversos incidentes y fricciones provocados por algunas organizaciones, especialmente la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, les solicitó que disolvieran la coordinadora estatal de la otra campaña en Oaxaca, y que empezaran por organizarse en torno a los presos, que es un tema lacerante, y común a todas las organizaciones locales.
Esta noche concluyó prácticamente (aún falta una escala en Tlaxiaco mañana) el recorrido del delegado Zero por el estado número siete de la otra campaña con una plenaria en la que, durante más de seis horas, participaron alrededor de 90 oradores de las organizaciones y muchos individuos adherentes de la Sexta en Oaxaca. “La otredad somos todos”, expresó un miembro de un colectivo por la diversidad sexual. “Soy de los otros”, agregó en un empleo polivalente, mas no ambiguo, del término.
Ante las contradicciones, críticas, autocríticas y disculpas que reflejaron la complejidad de las organizaciones oaxaqueñas, una participante comentó al reportero algo que resume los alcances aquí de la otra campaña: “Esta reunión es un triunfo, en medio de la fragmentación de las luchas y posiciones en Oaxaca. Hace unos meses era inimaginable ver reunidos a todos los que están hoy aquí. Y esto es sólo posible por la autoridad ética del zapatismo”.
En un sentido similar apuntó Aldo González, de la Unión de Organizaciones de la Sierra de Juárez (Unosjo), al destacar que más allá de los errores y diferencias, las reuniones abrieron nuevas posibilidades, y que el trabajo de la otra campaña apenas comienza.
La fuerza de la comunalidad indígena
En Guelatao, ante los representantes indígenas de la sierra, el subcomandante Marcos recordó este miércoles los acuerdos de San Andrés, firmados por el gobierno federal de Ernesto Zedillo y la comandancia del EZLN en abril de 1996. De los diálogos previos en San Andrés Sakamch’en de los Pobres, dijo: “Era algo que daba pena compañeros y compañeras porque estaban sentados todos los pueblos indígenas o la mayoría de ellos frente al gobierno y el gobierno estaba discutiendo si es que existimos o no, así como después de la Conquista se discutía si los indígenas tenían alma o no tenían alma, o sea si éramos seres humanos o éramos animales”.
Ante una audiencia en la que se encontraban varios de los protagonistas indígenas de aquel proceso, el delegado Zero dijo: “Lo que pasó fue que el gobierno se dio cuenta de que en efecto existíamos todavía y su reacción fue ‘ah, bueno, ahí estás, vamos a ver cómo ahora sí te acabamos’. Pero lo que pasó de nuestro lado fue que nos empezamos a ver entre nosotros, a escuchar y a hacer acuerdos de cómo podíamos caminar juntos.
“Siempre el trabajo que estuvieron haciendo ustedes como pueblos indios en Oaxaca por el avance en la defensa de su cultura y el medio ambiente y por su independencia política y su autonomía fue para nosotros una lección que seguimos aprendiendo. Mucho de lo que logramos levantar nosotros desde el alzamiento se lo debemos a ustedes, a su resistencia, a su dignidad y al avance que han tenido como pueblos indios.”
Identificó lo que se suscitó desde entonces: “Una gran disputa entre dos formas de concebir nuestro país y dos formas de concebir el mundo. Una, la de los pueblos indios, venía desde nuestros antepasados, donde lo primordial es la vida comunitaria, lo colectivo. Nadie entiende mejor lo que es el trabajo colectivo en este mundo que los pueblos indios, porque así nacieron, así se enfrentaron al invasor y así han resistido las distintas guerras.
“Y por el otro lado un sistema que quiere partir la sociedad y la comunidad tantas veces como personas hay. Lo que esto ha significado para nuestras comunidades y nuestros pueblos ha sido la división, la confrontación y la muerte de muchos pueblos; pero al mismo tiempo ha significado que los guardianes han resuelto hacerse más fuertes en lo que nos hace fuertes, en la vida comunal”, añadió, considerando los pueblos como guardianes de México.
“En todos estos años los ricos y la clase política que los sirve se han negado a reconocer nuestra existencia. Somos un obstáculo para el desarrollo de sus planes y su plan es destruir todo de la manera más rápida posible. La principal agresión va sobre la tierra. Porque los indígenas somos campesinos fundamentalmente y entendemos que nuestra relación con la tierra no es sólo porque nos da de comer. También ella es nuestra raíz y nuestra cultura. En ella reposan nuestros muertos y nuestra historia. En ella somos y sin ella no somos.
“Sólo queda el horizonte de hacernos delincuentes o de irnos a otro país a buscar trabajo. El avance del sistema capitalista significa la destrucción total de los pueblos indios. Si dejamos que esto suceda se va a conseguir lo que no pudieron hacer los conquistadores y las diferentes potencias, destruirnos como pueblos indios.
“Somos pueblos indios, y no nos arrepentimos. Nos enorgullece y estamos dispuestos a todo por no dejar de ser indígenas. Si en la guerra de Independencia y en la de Revolución nosotros llevamos el lugar más pesado, el primero en los combates y al término de ellas se olvidaron de nosotros, este gran viento que va a transformar el país de raíz no puede dejar pendiente otra vez el lugar de los pueblos indios. No puede ser que al término de esto volvamos a sentarnos frente a los nuevos en el gobierno y volvamos a discutir si es que existimos o no existimos, si es que merecemos o no un lugar en este mundo que parimos nosotros.”
Hagamos un espacio
Entonces invitó: “Hagamos nosotros mismos nuestro espacio en la otra campaña, defendámoslo, conquistémoslo y que al final de todo esto, un final feliz para todo, no queden pendientes otra vez nuestros derechos y nuestra cultura”, y advirtió: “Necesitamos trabajar mucho con estos compañeros y compañeras que luchan contra el sistema capitalista, pero que también tienen que aprender lo que somos nosotros, a respetarnos y tenemos que hablar mucho con ellos, tenemos que explicarles mucho y tienen que ver mucho que no ven todavía, nuestra historia de lucha y nuestra experiencia que a veces les parece pequeña, que a veces les parece pobre, a veces les parece insuficiente”.
Marcos expresó entonces: “Se vienen días difíciles y gloriosos para este país y la sangre morena, la sangre que dio a luz a esta tierra, va a tener que volver a brillar y va a ser la que no va a titubear, la que no se va a conformar con poca cosa, la que va a querer seguir hasta adelante hasta que este país sea otro país. Estamos pidiendo a los guardianes de Oaxaca, de la cintura de nuestro país, que despierten y despertemos a los demás, a los 77 guardianes, para levantar al país de nuevo.
“Allá, arriba, lo que nos ofrecen son limosnas, caridad, tal vez permiso para existir o que nos perdonen por ser indígenas durante un tiempo, pero todo el sistema está destinado a destruirnos. Aquí quedarán los bosques, quedará el agua, pero no habrá propiedad comunal, habrá propiedad privada. Los niños tendrán que emigrar a otro país, tendrán que arrepentirse de ser indígenas, tendrán que aprender otra lengua, tendrán que avergonzarse del color que tenemos los que somos el color de la tierra.
“No podemos permitir eso. Nosotros no lo vamos a permitir.”