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Advierte Marcos que el México de la rabia e indignación está por reventar. Anuncia que el 1º de mayo realizará en el DF ‘’otra'’ celebración del Día del Trabajo

22.02.06

Viernes 17 de febrero de 2006

Se reunió en Puebla con delegados sindicales, colonos, universitarios y grafiteros

La Jornada

Puebla, Pue. 16 de febrero. El subcomandante Marcos anunció hoy que estará el próximo primero de mayo en la ciudad de México, donde participara en “otra” conmemoración del Día Internacional del Trabajo. También convocó a La otra campaña en todo el país a realizar una jornada combativa en esa fecha.

Esto, tras reunirse con representantes poblanos de algunos de los sindicatos nacionales más importantes del país. El de hoy, dijo Marcos, fue un encuentro que los zapatistas esperaron 22 años. Ahí estaban obreros y trabajadores administarivos de Volkswagen, telefonistas, del Seguro Social, del SNTE, de la industria textil. Pero antes se había reunido con colonos, intelectuales, universitarios, grafiteros, en un variopinto desfile del “zapatismo urbano”.

Ante ellos, y luego de escucharlos, el delegado Zero dijo: “Este México va a reventar”.

Mientras allá afuera el “nuevo” gobierno priísta se desmoronaba a los ojos del país entero, en las reuniones de La otra campaña algo reamente serio se estaba fraguando.

El encuentro de La otra campaña con la ciudad de Puebla alcanzó una intensidad particular. Sin salir en todo el día del edificio del Sindicato Nacional de Telefonistas, el delegado Zero se reunió con más de mil personas en varios encuentros sucesivos que convocaron, a distintas horas, a la más grande gama del zapatismo urbano hasta ahora vista.

Como lo expresó el investigador John Halloway, uno de los primeros teóricos del (o desde) el zapatismo: “Nos parece importante discutir lo que quiere decir el zapatismo en un entorno urbano. El zapatismo es una ruptura con el capitalismo y la politica tradicional de la izquierda, por ello nos parece doblemente que es ‘otra’ campaña. Debemos crear un espacio donde digamos ya basta. El zapatismo es como crear este espacio, con rechazo a la verticalidad, a las estructuras tradicionales. Es como catalizador de las luchas sociales”.

Al tomar la palabra, el delegado Zero expresó: “Escuchamos las palabras de todos ustedes y creemos que tenemos un panorama más amplio. Pensamos como zapatistas que los jóvenes enfrentan un acoso por varios lados. Uno, es la versión que tienen los medios de comunicación masivos de lo que debe ser la juventud o la rebeldía. La rebeldía light, soft. Les proponen una forma de ser joven y de ser rebelde que no tiene ninguna trascendencia en la sociedad.

“El otro acoso viene de otras generaciones que plantean que la juventud conforme va arrancando las hojas del calendario tiene que arrancar sus principios y terminar siendo aquello contra lo que combatió de joven. Pero el problema no es generacional, sino que los jóvenes en su quehacer cultural y social, enfrentan directamente el poder del Estado, la represión, la persecusión, la cárcel y, no pocas veces, la muerte.

“Se batalla para hacer entender que es un espacio de todos y no del EZLN. Se debe construir un espacio para la juventud, para sus demandas, y no reducirla a los estudiantes. Porque hay muchos jóvenes que no estudian, que se la están rifando, como dicen ellos, por sacar la manutención de cada día, y aún así se dan espacio para discutir, acordar y hacer acciones que los vinculen con otros sectores que realmente cuestionan lo que está pasando en todo el país.”

Apartar la mirada del espejo

Durante horas, los colonos expresaron sus luchas y demandas con una hondura militante y decidida. El reiterado desencanto. Y luego, jóvenes de todas cataduras y tipos, con inquietudes diversas, pero con una unidad de tono rebelde y de “hasta aquí” que contrasta con la imagen neoliberal de la Angelópolis, un ‘’no lugar'’ en apariencia para que se generen cambios sociales profundos.

Hizo mención al “espejismo” de la reunión, pues “parece que surgió de pronto, y ahora podemos hablar y alguien nos puede escuchar. Lo que nosotros vemos aquí y en otros estados, es un trabajo previo que no ha sido fácil, ha habido discusiones, rupturas; como quiera que sea, este empeño común que es La otra campaña ha permitido que gente que no ha estado en el trabajo pueda acercarse y decir su palabra.

“Los compañeros han insistido una y otra vez en que este espacio ya está abierto, que no es que se haya creado sólo para nuestro paso por Puebla, sino que se propone seguir trabajando en las problemáticas que enfrentan como jóvenes, como colonos, como trabajadores o, antes, como pueblos indios.

“Lo que hemos escuchado a nuestro paso por la República. Hemos visto que hay de dolores a dolores. Hay sufrimientos que no tienen espacio en este auditorio y que han debido llegar a nuestros oídos por otros lados, que no son una reunión de colonos o urbana. Porque alguien dijo aquí que el que se muere de hambre es porque quiere, o que el que lo matan es porque se deja matar, y otras cosas absurdas. Y no es cierto. Hay compañeros que no tienen qué comer, que son de aquí de Puebla, de la mixteca, que nos han platicado acerca del dolor, el sufrimiento, la indignación y la rabia para poder sacarle a la tierra algo que comer, y hay veces que no es posible. Y que esa rabia e indignación se pierdan, queden solas y finalmente se conviertan en una animalidad de unos compañeros y compañeras nuestros de La otra campaña, además de ser paisanos de ustedes, de aquí de Puebla.”

La otra campaña, dijo Marcos, “debe ser la capacidad de voltear a ver al otro, pero no sólo al otro inmediato o al otro que es como nosotros, sino al otro que está abajo. El sistema capitalista está construyendo, en este México de abajo que hay que escuchar y ver, una verdadera guerra de exterminio; habrá quien lo ve y habrá quien no, pero sigue existiendo, y este México está por reventar. Es lo que hemos escuchado en nuestro paso por el sureste de México.

“Hay que insistir en esto de otra forma de hacer política. Y también hay que resistir dentro de La otra campaña las tendencias para homogeneizar, que alguien mande o tire línea, así sea zapatista. Hay que resistir ese empeño, porque a la hora de hablar, escuchar y encontrarse, empieza a germinar la imaginación.

“Esto es algo tan nuevo que no hay un manual. Eso es una ventaja que tenemos que aprovechar. La esperanza de que La otra campaña no se convierta en aquello que estamos criticando está precisamente en los grupos y colectivos de jóvenes, fundamentalmente los que hacen trabajo cultural.

“Sólo les pedimos que volteen a ver otros sectores. Así como ustedes como jóvenes son perseguidos y tienen una lucha y una historia que contar, y que merece ser escuchada, no sólo por el respeto que le debemos al compañero, sino también porque hay mucho que aprender ahí. Me refiero a la de los pueblos indios del país, que sigue siendo la parte fundamental y la raíz de nuestra historia, y será la parte fundamental de la transformación que estamos proponiendo. Que seamos capaces como grupos o colectivos de apartar un poco la mirada del espejo y empezar a mirar al otro que se la va a rifar junto con nosotros.”

Las puntas del iceberg

Se trata pues, afirmó el delegado Zero, “de dirigir nuestra mirada y nuestro corazón muy lejos, hacia ese horizonte que lo iremos acercando porque lo vamos a construir. No es algo que esté lejano, o que exista siquiera, sino que es algo que vamos a construir entre todos.

“Lo que nosotros hemos logrado en las montañas del sureste mexicano es sólo una parte. Usábamos la imagen de un iceberg, decíamos que sólo la punta de un gran movimiento que se estaba gestando abajo había salido, y que esa punta tenía el color moreno de los pueblos indios y el detalle geográfico de las montañas del sureste mexicano. Pues resulta que han estado saliendo en todos estos años muchas puntas de ese iceberg de rebeldía social que hay en nuestro pueblo, en la parte de abajo y de la izquierda. Si esto no se veía o no ha tenido el impacto mediático del alzamiento zapatista se debe a situaciones de arriba, no de abajo.

“Se empieza a construir un rompecabezas cuya figura no sabemos cómo va a quedar. Empezamos a darle forma a ese gran rompecabezas que va a ser otro país. Si ahora le estamos dando privilegio a la palabra es necesario entender que se necesita dárselo también al oído. En ningún otro foro social nacional se va a encontrar este espacio para la juventud. Hay que escuchar lo que ha pasado en otras partes de Puebla. Se está preparando un gran alzamiento nacional para barrer con todo lo que está allá arriba, (Mario) Marín incluído”, concluyó el subcomandante Marcos.


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