Cientos de simpatizantes de la otra campaña asistieron al mitin que encabezó el delegado Zero en la plaza principal de la ciudad de Tepic, Nayarit Foto Víctor Camacho
Domingo 26 de marzo de 2006
Denuncian que Nayarit vive un “neoporfirismo de terratenientes y hacendados”
La Jornada
Bellavista, Nayarit. 25 de marzo. Aunque la Sexta declaración de la selva Lacandona fue suscrita por varias organizaciones comunistas, o socialistas en el sentido comunista de la palabra, y aunque en la caravana que acompaña al delegado Zero participan, entre muchos otros grupos, delegaciones permanentes del Partido de los Comunistas (PC) y el Comunista de México, la otra campaña no había realizado un encuentro como el celebrado hoy en el auditorio público de Bellavista, con tal acento en la C. Las banderas rojas, con la hoz y el martillo, cuelgan o se apoyan en los muros.
Ese componente político, tan vituperado hoy que la Unión Europea pretende proscribir los partidos comunistas, pervive de muchas maneras en América Latina, y ha sabido encontrar apropiaciones locales creativas y novedosas, que dejan suponer que la caída del muro de Berlín no fue el final, sino el comienzo de experiencias viables, como ilustra el actual e insospechado mapa político de nuestro continente.
El primer acto de la otra campaña en Nayarit se efectuó en un ex templo masón en este poblado, sitio de gestas históricas de la clase trabajadora, hoy fuertemente golpeado por el abandono neoliberal. En la fábrica de hilados y tejidos de Bellavista, convertida en museo, se realizó la primera huelga del siglo XX en México, que prefiguró las de Cananea y Río Blanco, y en cierto modo la Revolución Mexicana. El 20 de marzo de 1905, los textileros se rebelaron contra el trato brutal del patrón extranjero.
Además, en 1916, aquí se constituyó el primer sindicato obrero del país. Qué más se podía esperar en un sitio donde circularon desde fines del XIX el Manifiesto comunista y luego Regeneración, El hijo del Ahuizote y los escritos de los hermanos Flores Magón, divulgados por los líderes textileros y también hermanos Enrique y Pedro Elías Salazar.
Con el tiempo, la empresa cambiaría de propietarios trasnacionales y finalmente sería tomada por los propios trabajadores en los años 50. Tras dos décadas de funcionamiento eficaz, pese a los boicots oficiales de algodón, hacia 1975 cerró, al menos parcialmente, ahogada por las autoridades fiscales y engañada por el gobierno federal, que ofreció financiar la recuperación de la planta, cosa que nunca ocurrió. Hoy Bellavista es suburbio medio despoblado, donde la huella del desempleo y la contaminación de sus aguas son evidentes, y el basurero que la hace “excusado de Tepic”, como dice Esteban Martínez. Al decir de muchos habitantes, el consumo de drogas y la dejadez teleadicta hace mella en los jóvenes, quienes tarde o temprano emigran.
El valor simbólico de este enclave también alcanza la figura de Alejandro Gascón Mercado, fundador del Partido de los Comunistas (como lo había sido del Partido Socialista Unificado de México y antes el Partido del Pueblo Mexicano, que rescató lo mejor del decrépito Partido Popular Socialista). Nayarita, alguna vez alcalde de la capital y luchador social hasta su muerte, Gascón inspira a los comunistas mexicanos del siglo XXI, anfitriones de varios actos de la otra campaña en el estado.
De hecho, los comunistas han convertido su local en el centro de Tepic en “cuartel general de la otra campaña”, como retadoramente reza su frontipicio en la misma cuadra que la casa de campaña de Roberto Madrazo y a dos cuadras y media del palacio de gobierno.
En la reunión de Bellavista hablan los principales dirigentes del PC, hombres mayores muchos de ellos, que apoyan la otra campaña pero no necesariamente digieren muchas propuestas del zapatismo. También hay una notable presencia de las Juventudes Comunistas, cuya identificación con la otra campaña es evidente.
Esto en una entidad que según José Luis Sosa “vive un neoporfirismo de terratenientes, hacendados y extranjeros”. El trabaja turnos de 12 horas, por 12 de descanso, en una fábrica de zapatos. El uniforme que reciben es “reciclado” (de segunda mano), pero si se decolora o daña hay que pagarlo. Y poco falta para que los changarros sean neotiendas de raya. No muy diferente de hace 101 años.
Leopoldo Mora Iglesias, maestro de primaria y universidad, propone que la otra campaña sea un permanente “movimiento de movimientos”, y acusa que la universidad nayarita “corre grave peligro de desaparecer, y el pueblo no lo sabe”.
Toma la palabra Sergio Almaguer, secretario general de la dirección del Comité Central del PC. Señalando a la audiencia, dice a Marcos: “Aquí hay personajes de las luchas del pueblo nayarita en los últimos 50 años”. Cuenta que Andrés Manuel López Obrador, candidato presidencial de PRD, “ya estuvo aquí, e hizo un homenaje a Alejandro (Gascón), para ganar votos. Fue una falta de respeto”.
Salvador Castañeda O’Connor, veterano dirigente y líder moral de los comunistas, reconoce que “la otra campaña es el inicio de un proceso revolucionario que llevará a los trabajadores al poder”. El joven dirigente Luis Alfonso, quien participa en la caravana de la otra campaña, dice que ésta “llega a la más diversa gama del pensamiento del país”, y recuerda el debate, hace tres días, en Ciudad Guzmán entre socialistas y anarquistas, atizado por el propio subcomandante Marcos, en el que Alfonso participó; concluye que inclusive los grupos que parecían irreconciliables, como los marxistas y los anarquistas, pueden participar y encontrarse en la otra campaña, pues luchan por la transformación de México.
Al momento de su alocución, el delegado Zero expresa: “Nosotros conocimos a los compañeros y compañeras del PC en la selva Lacandona, en la primera reunión que hubo con organizaciones políticas para preparar la otra campaña. Aunque sabíamos que traían con ellos la luz de Gascón Mercado, ellos no llegaron a charolear con el brillo de ese hombre que va a llegar todavía muy lejos. Y si algo hay que lamentar, entre muchas cosas, de la muerte de Alejandro Gascón Mercado, es que una bola de cabrones quieran usar su nombre para promoverse”.
Recuerda que las condiciones de los indígenas en Chiapas hace 22 años, cuando se creó el EZLN, fueron “apretándose más y más hasta convertirse en un verdadero etnocidio”. Añade que ellos se alzaron en armas “precisamente en el momento en que se derrumbaba el campo socialista y aparentemente, sólo aparentemente, se acababa la esperanza de construir un mundo alternativo, en contradicción total con el mundo capitalista. En México estaba Carlos Salinas de Gortari, y con él el apogeo de la última venta de baratero en que han convertido los gobiernos nuestra patria. El primero de enero de 1994, mientras los grandes ricos y el supremo gobierno se encontraban celebrando la entrada de México al Tratado de Libre Comercio, varios miles de combatientes del EZLN, indígenas 100 por ciento, tomamos por asalto siete cabeceras municipales”.
Los siguientes 12 años, cuando “estuvimos intentando la vía del diálogo con el gobierno, conocimos mucha gente como la que está aquí, en todo el país y en todos los países del mundo, y entendimos que aquello de que la esperanza de un mundo mejor y alternativo al capitalista había desaparecido con la caída del muro de Berlín era mentira. Que había organizaciones, personas y grupos que seguían luchando contra el capitalismo”.
Tras concluir que la única manera de avanzar era juntándose con todos ellos, “decidimos que además de luchar por los pueblos indios y sus derechos era necesario luchar contra el sistema. Lanzamos entonces la Sexta declaración de la selva Lacandona, que tiene un fundamento patriótico, anticapitalista y de izquierda, señalando al responsable de todos nuestros dolores que es el capitalismo, y planteando la última esperanza de rescatar a nuestro país de la destrucción. Todos estos grupos y personas, que de alguna u otra forma sabíamos que existían, respondieron ‘estamos de acuerdo’.
“Allá arriba no están las soluciones a nuestros problemas. Ni en Madrazo y la nostalgia por el pasado, ni en Calderón y la reincidencia a decir estupideces como su antecesor Vicente Fox, ni en López Obrador que se está convirtiendo en el basurero de reciclado del PRI y del PAN.”
Marcos define entonces la otra campaña como “pase de lista en todo el país de cuáles son las luchas de resistencia, y empecemos a plantear una red de hermandad que nos permita enfrentar al gobierno”, pues “hay un país que se está debatiendo entre la vida y la muerte”.
“Los campesinos pueden darse cuenta de que no se trata de que el gobierno no apoya al campo, sino que el trabajo del gobierno es precisamente tratar de destruirlo. El arma de aniquilamiento actual es lo que se conoce como el Procede o el Procecom, para despojar a los campesinos por medios legales”. Menciona que las condiciones laborales han empeorado en todo el país, lo mismo que la educación.
Ante un auditorio lleno, Marcos reconoce haber encontrado “un sentimiento y lucha real anticapitalista, y una fragmentación que la otra campaña quiere romper. Lo que tenemos que hacer es unir todas esas luchas, derrotar al gobierno y expulsar a los capitalistas de este país, y así, con base en las experiencias como la que nos contaron aquí de un gobierno popular, construir otro país de otra forma, desde abajo y a la izquierda”.
Por la tarde, el delegado Zero caminó desde la estatua del rey Nayar, acompañado por más de 500 personas que frente al palacio de gobierno manifestaron repudio al gobernador priísta Ney González, y en la plaza central encabezó un mitin donde habló nuevamente Castañeda O’Connor a nombre de los comunistas y un chavo de las JC; también un orador del Frente Popular Revolucionario, un anarquista libertario, un miembro del Frente Popular Francisco Villa, otro de la Central Unica de Trabajadores, un trosquista de UNIOS y, finalmente, un zapatista, el subcomandante Marcos.
A pocos días de una mención estelar a Rosa Luxemburgo en la otra campaña, en Bellavista y Tepic ondeó una manta con el rostro del buen Antonio Gramsci y su oportuno “instrúyete, conmuévete, organízate”.