Habitantes de Suchiate y Frontera Hidalgo bloquean la carretera que divide a México y Guatemala, para exigir el desazolve del río ubicado en el primer municipio fronterizo Foto Rodolfo Villalba
Martes 28 de marzo de 2006
Bloquean carreteras y comienzan plantones, la víspera de que Fox inaugure hospital en Tapachula
Se movilizan 15 mil chiapanecos; exigen atender estragos por Stan
Desde octubre de 2005 prometieron desazolvar; las lluvias ya vienen y presagian más catástrofes, advierten
La Jornada
Suchiate, Chis., 27 de marzo. Habitantes de municipios costeños, fronterizos y serranos de Chiapas bloquearon carreteras y comenzaron plantones indefinidos en esas vías, para exigir a los gobiernos estatal y federal atención a sus necesidades y reparar los estragos que el huracán Stan dejó en sus comunidades en octubre pasado. “Ya no queremos palabras, sino hechos”, fue el pronunciamiento generalizado.
Las movilizaciones comenzaron la víspera de que el presidente Vicente Fox visite Chiapas para inaugurar un hospital en Tapachula. No se descarta que habitantes de la región intenten manifestarse ante el mandatario, para exigirle que intervenga antes de que la desidia gubernamental cause catástrofes peores que las del año pasado.
Las protestas comenzaron en el municipio fronterizo de Suchiate, donde pobladores de esta comunidad y Frontera Hidalgo unieron fuerzas para bloquear la carretera que comunica a la demarcación con Guatemala; paralizaron más de 200 tráileres de carga y cercaron la cabecera municipal con taxis, autos particulares, triciclos, piedras y palos.
Todas las escuelas de la demarcación pararon labores. Niños, mujeres, varones, adolescentes, ancianos, ricos y pobres se unieron para exigir la llegada de maquinaria con la cual desazolvar el río Suchiate, que divide a México y Guatemala.
En las manifestaciones participaron simpatizantes de todas las filiaciones políticas: PRI, PAN, PRD, PT, Verde y Convergencia. El miedo es sólo uno: “el río nos va a desaparecer de la tierra en el próximo ciclo de lluvias”, y ese temor obtuvo bases el domingo pasado, cuando una leve lluvia causó el desbordamiento del Suchiate y afectó casas y terrenos aledaños.
Los 15 mil habitantes que se manifestaron reprocharon la nula atención y las promesas falsas de desazolvar el río. “Las aguas las tendremos en septiembre y octubre acá, eso nos deja indefensos”, afirmó Gerardo Reyes Paredes, presidente del comisariado ejidal en Zaragoza, municipio de Suchiate.
Exigimos maquinaria para el desazolve. La población ya tiene listos camiones de volteo, palas, picos y manos dispuestas a comenzar el trabajo. “Demostraremos al Presidente Fox y al gobernador Pablo Salazar cómo, cuando se quiere, se pueden hacer las cosas”, fue el grito de Suchiate y Frontera Hidalgo.
En Tecún Umán, Guatemala, hubo movilizaciones de protesta ante el inminente inicio de la temporada de lluvias. La protesta en tierras chapinas fue más violenta. Hubo disparos al aire, quema de llantas y madera.
Los efectos de las movilizaciones paralizaron la región en el rubro económico. Agentes aduanales consideraron que las pérdidas serán de 50 millones de pesos o más.
Hacia el centro del estado, en la Sierra Madre, el temor y la desesperación hicieron su aparición e impulsaron a las autoridades ejidales y comunales, así como a pobladores de los municipios de Escuintla, Motozintla, Huixtla, Siltepec y El Porvenir, a bloquear la carretera Panamericana; a la altura del poblado Belisario Domínguez ubicaron un retén para solicitar apoyo para sus caseríos rodeados de montañas que padecen grave deforestación, donde los estragos por los deslaves que ocasionaron las lluvias de Stan les hacen temer nuevos derrumbes.
Motozintla fue uno de los municipios más dañados durante el paso de Stan. Casi la mitad de la cabecera municipal quedó inundada y con derrumbes, pero hasta la fecha se mantiene igual tras el paso de huracán; no hay obras, ni viviendas nuevas, y circulan rumores de que muchas familias tendrán que reubicarse en otra demarcación, al no existir en la suya tierras seguras para habitar.
Los damnificados enviaron una carta a los gobiernos estatal y municipal. Señalaron que “hoy, a casi siete meses de la devastación, podemos confirmar que unas 7 mil familias viven incomunicadas porque los caminos de acceso a sus poblados no se han restablecido”.
Se les ha informado que para reconstruir su zona se han destinado 484.69 millones de pesos, los cuales, aseguran, no han visto en efectivo ni en obras. “Consideramos que la sierra fue la zona con mayores afectaciones, debido a que se cuantificaron alrededor de 25 mil damnificados; 6 mil viviendas quedaron destrozadas y hubo una pérdida incuantificable de cultivos”, dijeron.
En Tapachula, productores de plátano, café, soya, mango y ganaderos también se unieron para exigir respuestas con hechos, y dejar atrás palabras y discursos.
El presidente de la Asociación Ganadera Regional, Luciano Rosales Tirado, amigo del gobernador Salazar Mendiguchía, fue el primero en criticar que “los recursos ahí están, pero son guardados por el gobierno del estado para soltarlos durante el proceso electoral, pero cuando eso suceda ya estaremos muertos”.
Raúl Nava Navarro, productor de plátano, previó que la crecida de ríos durante la época de lluvias, causará “un desastre mayor al del año pasado… se acabarán muchas vidas”.