EJERCITO ZAPATISTA DE LIBERACION NACIONAL.
MEXICO.
COMISION SEXTA DEL EZLN.
10 DE ABRIL DE 2006.
Al pueblo de México.
Al pueblo de Morelos.
A l@s adherentes a la Sexta y la otra en todo el país.
Compañeras y compañeros.
Hermanos y hermanas:
Cuentan nuestros más antiguos, los más anteriores de estas tierras, que los Tzitzimime, los que son sólo hueso, los del corazón falso, los devoradores de hombres, persiguieron a Quetzalcóatl y a Mayahuel, y él y ella se convirtieron en árbol para sostener el techo del mundo.
Así, el viento bueno de quien llevaba el símbolo del caracol, árbol se hacía para sobre su cabeza levantar el mundo que se había caído.
Hoy, acá en el sur de México, en el sur que era llamado por nahuas y mayas “el lado izquierdo del Sol”, donde se levanta el árbol de las espinas rojas, recordamos el árbol de vida, lucha y dignidad que fue nuestro general Emiliano Zapata Salazar, y traemos el mensaje de la otra campaña y de la Sexta declaración, el mensaje de lucha de abajo y a la izquierda que se encuentra en el sur, en el lado izquierdo del Sol, con todos los que luchamos por un México más justo, más libre y más democrático, es decir, por otro México.
Y decimos esto porque bien sabemos que cada tanto la sangre del general Emiliano Zapata vuelve a hervir en los campesinos de Morelos y en todos los hombres, mujeres, niños y ancianos morelenses.
Y eso vemos que pasa ahora en Tlalnepantla, en Tetela del Monte, en Ocotepec, en Tetelcingo, en Cuautla, en Anenecuilco, en Tecomalco, en Zacatepec, en Tlaquiltenango, en Jojutla, en la Barranca de los Sauces y en toda la tierra de Morelos que mal gobierna ese idiota del Partido Acción Nacional, Sergio Estrada Cajigal.
Porque bajo estos cielos hemos escuchado y sentido que la tierra muere y que con ella mueren también los árboles que sostienen el mundo.
No sólo los árboles que pretenden ser destruidos por los malos gobiernos del PAN en la Barranca de los Sauces, en la Colonia Acapatzingo de Cuernavaca, Morelos.
También quieren matar, junto con la naturaleza, a los árboles que somos todos y todas, que con nuestra lucha queremos levantar el mundo que han caído los nuevos devoradores de hombres, es decir, los grandes propietarios de la banca, la industria, el comercio y las tierras y aguas, ellos y sus sirvientes, los partidos políticos de arriba.
Ellos, nuestros enemigos, son quienes nos despojan de la tierra como campesinos que somos, los que con los engaños del Procede y el Procecom roban al campesino y al comunero, al ejidatario, su tierra; los que hacen que sean baratos los productos que hacemos nacer del campo; los mismos que envenenan la tierra con sus semillas transgénicas, sus fertilizantes e insecticidas; los mismos que, empobreciendo el campo, nos obligan a emigrar a las ciudades y a Estados Unidos por causa de que no tenemos trabajo digno ni precio justo; los mismos que nos explotan como campesinos, obreros agrícolas, jornaleros, ejidatarios, comuneros, pequeños productores, pueblos indios.
Para resistir, para enfrentar, para derrotar a esos enemigos, tenemos que unirnos todos. Unirnos como productores del campo, pero también unirnos con los trabajadores de la ciudad y con todos y todas aquellos y aquellas que son despreciados, humillados y reprimidos por los grandes señores del dinero.
Tenemos entonces que unirnos para volver a plantarnos como el árbol que sirve para levantar el mundo que los ricos han tirado al abismo del capitalismo.
Tenemos que hacer hervir de nuevo la sangre de Emiliano Zapata en nuestras venas y, como él, no para tomar el poder, sino para levantar desde abajo, creciendo con la gente humilde y sencilla, un movimiento que derroque a los malos gobernantes, limpie nuestra patria de esos ladrones capitalistas e inicie la construcción de otra patria, de otro país, de otro México.
Hoy nos encontramos al lado del Morelos rebelde y digno, del que lucha por el respeto a la naturaleza, por la restitución de las tierras a las comunidades, por el respeto a nuestra cultura y derechos como indígenas, por precios justos, por tierra y libertad.
Hoy, como otra campaña, les decimos que es necesario que vuelva a andar Emiliano Zapata con nuestros pasos, que es necesario levantarnos contra el rico y contra quien lo sirve, que es necesario tomar con nuestras manos lo que es nuestro: la tierra, las fábricas, los comercios, los bancos, la salud, la educación.
Hoy debemos seguir luchando, sí, pero ya no solos, sino unidos todas y todos los que, abajo y a la izquierda, somos el árbol que somos para levantar el mundo, pero ahora otro mundo, nosotros, nosotras, la otra campaña, el árbol que somos de la vida.
Desde la Barranca de los Sauces, en Cuernavaca, en el otro Morelos, esperando para enfrentar el desalojo que pretenden los malos gobiernos panistas y saludando a nuestro general en jefe Emiliano Zapata Salazar.
Subcomandante insurgente Marcos.
Comisión sexta del EZLN.