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Sasabe, México. / El flujo de inmigrantes indocumentados a la frontera con Arizona ha aumentado, alentado en parte por la perspectiva de un programa estadounidense de trabajadores temporales y por el temor a un endurecimiento en las medidas de seguridad fronteriza que haría el viaje aún más peligroso.
Los arrestos efectuados por la Patrulla Fronteriza en la región sur-centro de Arizona, la zona más usada para el contrabando de inmigrantes a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México, han aumentado más del 26 por ciento.
Desde el 1 de octubre, agentes de la Patrulla Fronteriza de las estaciones de Tucson y Nogales han detenido a 105 mil 803 inmigrantes, en comparación con 78 mil 24 el mismo período el año pasado, indicaron las autoridades. Los arrestos a lo largo de toda la frontera entre los dos países aumentó un nueve por ciento en ese mismo período.
Los parientes en Estados Unidos de muchos inmigrantes están alentándolos a emigrar, pues esperan que se apruebe un proyecto de ley que permitiría la creación de un programa de trabajadores temporales y la legalización de algunos de los 12 millones indocumentados que se encuentran en el país.
Más medidas de seguridad
María Valencia, portavoz de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza –agencia que se encarga de la Patrulla Fronteriza–, atribuye en parte el incremento de las detenciones en la zona al aumento en las medidas de seguridad.
Valencia dijo que hay dos mil 375 agentes en el sector Tucson de la Patrulla Fronteriza, que por sí solo cubre una franja de 420 kms de los 560 de la frontera de Arizona. “Hemos enviado más tecnología y agentes allá y creo que eso ha tenido un impacto”, señaló.
Pero Francisco Loureiro, que desde hace 24 años administra un albergue para inmigrantes en la vecina localidad de Nogales, dijo que ha notado un fuerte incremento en el número de inmigrantes que se dirigen a la frontera.
Loureiro dijo que en 1986 vio un repunte similar en la inmigración ilegal, cuando Estados Unidos aprobó una legislación que permitió que 2.6 millones de indocumentados obtuvieran la ciudadanía estadounidense.
Aunque el Congreso estadounidense está profundamente dividido en torno a la reforma migratoria, la mayoría de los legisladores parece estar de acuerdo en la necesidad de reforzar la seguridad en la frontera, una idea que también ha impulsado a muchos inmigrantes a intentar llegar a Estados Unidos antes de que el cruce se vuelva aún más peligroso.
Ruta obligada
Desde que Estados Unidos reforzó la seguridad fronteriza en los principales puntos de cruce en Texas y California en la década de 1990, cientos de miles de indocumentados se vieron obligados a recurrir al desierto de Arizona, cubierto de mezquite y difícil de patrullar, arriesgándose a ser asaltados, violados y asesinados, y ahora con la posibilidad de encontrarse con civiles estadounidenses armados.
Emoción
“Cada vez que en el norte se habla de legalizar a los migrantes la gente se emociona, pero no saben lo difícil que es cruzar”, expresó Francisco Loureiro, administrador de albergue para inmigrantes en Nogales.