Viernes 21 de abril de 2006
“Mentira que en este estado militarizado la sociedad avance”: delegado Zero
Severas críticas al gobernador Zeferino Torreblanca, “versión amarilla y negra de Fox”
La Jornada
Chilpancingo, Gro. 20 de abril. “Mentira que este estado se desarrolla, que es del turista. Mentira que es donde avanza la sociedad. Es un estado militarizado en las comunidades indígenas y en el campo. Es un estado amenazado por un sistema policial en las ciudades, que sólo es administrado para acabar de ser destruido en beneficio de los que tienen todo.” Así habla el subcomandante Marcos este mediodía en la Plaza Cívica Primer Congreso de Anáhuac, en la capital guerrerense, de frente al palacio de gobierno de Guerrero, que por primera vez, se supone, no está ocupado por un gobierno del PRI.
En Guerrero no se nota ninguna diferencia. La militarización incisiva afecta a centenares de comunuidades. De Zihuatanejo y Petatlán a la Montaña y los pueblos de Tierra Caliente, el Ejército federal ofrece presunta gobernabilidad en el máximo escaparate de la desigualdad en México. “No puede ser que cada vez tengamos que organizarnos para defendernos del gobierno. En ninguna parte se puede llamar democracia cuando un gobierno se dedica a agredir, extorsionar y explotar a los ciudadanos. Se supone que los gobiernos están para servir al pueblo, no para servirse ellos mismos.”
Poco antes, en un breve saludo a los maestros democráticos del SNTE en su local sindical, el delegado de la Comisión Sexta del EZLN había proclamado: “Cada tanto, un grupo de mujeres y hombres llegan por caminos distintos a una sola rabia”. Cada tanto, añadió, nace una generación que ve que las cosas están mal y plantea la pregunta que hace caminar la historia: “¿Qué hacemos?” Algunos toman la opción fácil y depositan todo en un líder o un candidato.
“Las organizaciones empiezan a reconocer sus propios dolores y los de otros, y ven con desconfianza lo que ofrecen de arriba.” En esos momentos surgen “las luminosidades de la historia”, cuando “no basta con volver la vista atrás, sino que se mira el presente y se encuentra con otros y dilucida las herramientas que le faltan”. Es cuando “no basta decir no, sino de construir algo más, otro camino, con todo en contra”. Por tanto, agregó, “la otra campaña no busca a cualquiera, sino a esos hombres y mujeres que son producto de esa generación que parió por fin el pueblo de México”.
Marcos celebró ante representantes de más de 15 organizaciones de la región que acudieron a Chilpancingo a encontrarse con él: “la otra campaña ha empezado a agrupar a esa generación. Por fin ustedes son nuestros compañeros y compañeras. Durante mucho tiempo hemos estado separados. Conocíamos de nuestras victorias y derrotas, pero ahora nos encontramos. Nuestros compañeros de la otra campaña son un orgullo, son una nueva generación de maestros para los zapatistas”. Y considerando dónde se encontraba, aclaró: “no sólo los que son maestros, sino todos los que levantan la bandera de la dignidad rebelde. Nos tocó parir otro país. Ahora estamos dando los primeros pasos para conocer nuestras luchas”.
De allí caminó a través del centro de la capital hasta la plaza cívica, acompañado por unos 300 adherentes a la Sexta declaración de la selva Lacandona. En la plaza esperan varios centenares de personas más.
Luego de escuchar los testimonios de decenas de guerrerenses en su intenso recorrido de varios días por la entidad, el delegado Zero pregunta: “¿Qué ha cambiado con el señor Zeferino Torreblanca? Nada que no haya sido para peor. Hemos recorrido la Montaña, la Costa Grande y la Costa Chica. Aquí no gobierna Zeferino, sino los guachos, los soldados, la policía y los grandes propietarios de los centros turísticos y comerciales”.
Lo interrumpen aplausos de más de un millar de personas que asisten al mitin encabezado por el delegado zapatista, a menos de 50 metros de la catedral de Santa María de la Asunción, donde José María Morelos y Pavón promulgó en 1813 los fundacionales Sentimientos de la Nación. En este momento, sus palabras son transmitidas en vivo por la XEUAG, la Radio Universitaria de la Universidad Autónoma de Guerrero.
Marcos abunda en sus críticas al mandatario guerrerense: “Zeferino, ese rostro amarillo y negro de Vicente Fox, comparte el zorruno intento de despojarnos de nuestra dignidad y nuestra justicia. Zeferino nos ha dado una muestra aquí de lo que es el otro Guerrero”.
Recuerda que hace cinco años “llegamos a Chilpancingo en la marcha por la dignidad indígena; entonces pedimos para los pueblos el respeto a nuestros derechos y nuestra cultura. Mucha gente se congregó aquí para apoyar esta demanda no sólo de los zapatistas, sino de los pueblos indios de este país y de toda la gente digna y honesta que hay abajo.
“Después, los principales partidos políticos traicionaron las demandas del pueblo mexicano y de los pueblos indios, y votaron una ley que no reconoce a los pueblos originarios de estas tierras como seres humanos, como ciudadanos de este país.”
Y sigue: “cada vez que nos levantamos, que luchamos por nuestros derechos, la radio, la televisión y los grandes periódicos nos tratan como si fuéramos una minoría; todo esto ya lo sabíamos, y ahora que es el periodo electoral vienen los candidatos a prometernos que van a cambiar”.
Añade que “los políticos del PRI nos metieron en esta noche de dolor durante más de 70 años, y el relevo de Acción Nacional sólo significó el fraude más gigantesco. Los estados y municipios que gobierna el PRD nos muestra al servicio de quien está. Entonces, ¿por qué nos piden que les creamos otra vez? ¿Por qué nos piden que volvamos a caer en su engaño, que les renovemos el negocio que han montado allá arriba?
“Estamos tratando de levantar un movimiento desde abajo, que no luche por el poder, sino por organizar a la gente para conquistar sus derechos; para defenderse de las arbitrariedades del gobierno; para conquistar lo que todos buscamos: una vivienda digna, un hospital con medicinas y buenos doctores; una escuela que enseñe. Todo lo que necesitamos cada quien en su lugar, lo que tenemos con nuestras propias manos.
“De arriba sólo vamos a obtener la misma simulación que se ve en Guerrero, que se concentra sólo en la zona turística de Acapulco, y le dicen al resto del mundo y del país: ‘este es el mundo imaginario de Zeferino Torreblanca’. El mundo feliz para los que están arriba, construido sobre la miseria, el dolor y la rabia de millones de guerrerenses.”
Advierte que no inventa: “Hemos estuchado las palabras de ustedes, de gente de abajo, humilde y sencilla en la Costa Grande, la Costa Chica, la Montaña, el Centro. En todas partes hemos escuchado rabia e indignación. El dolor por los impuestos que aumentan, el alto precio de la luz y el agua, que no haya servicios públicos ni nada que no sea para los poderosos. Y cada quien va arrastrando este dolor y esta indignación, y se pregunta: qué vamos a hacer”.
Miradas burocráticas
Desde las ventanas del palacio de gobierno los funcionarios y burócratas se asoman tan tumultuosa y curiosamente que da pendiente que se vayan a caer a la banqueta. Marcos prosigue: “De Chiapas a Baja California, por todos los estados de la República se están juntando hombres y mujeres que dicen ¡ya basta! Como antes de la Revolución de 1910 y la guerra de Independencia en 1810, este país está buscando entre sus mejores hombres y mujeres a aquellos que estén decididos y empiecen a organizar a más pueblo, gente de abajo, no para enriquecerse o llegar a un cargo, sino para cambiar de una vez, definitivamente las cosas.
“Tal vez algunos piensen que es muy difícil; que allá arriba son muy poderosos. Pero son pocos. Acá abajo somos más poderosos todavía, pero no nos hemos dado cuenta. Llegó la hora de vernos y escucharnos entre nosotros y saber que la misma injusticia que padecen unos la padecen otros, que la decisión de luchar contra esa injusticia es de todos. Si recorremos las cárceles de Guerrero encontraremos pura gente humilde y sencilla, no a los grandes políticos que ahora o después descubriremos robándose millones y millones de dinero, que debía estar destinado a obras públicas. No les importamos, ni nuestro dolor, ni nuestra soledad.”
Asegura que “surge otro movimiento, nacional, no de unos cuantos, no de una parte del país, sino en todas partes donde vive, trabaja y sufre la gente de abajo. No estamos proponiendo un cambio de gobierno por otro. Lo que proponemos es derrocar al gobierno y no detenernos ahí, sino sacar de este país a los grandes ricos, a los propietarios.
“No puede ser que la gente que no trabaja viva cada vez mejor y gaste más, mientras la gente que trabaja todos los días vive peor y cada vez gana menos. Este país va a quedar desierto. La gente va a tener que buscar trabajo en otro lado, en otro país. Y ellos, allá arriba, tratarán de encontrar a otros que hagan el trabajo por menos o por nada.
“Tenemos que elegir, compañeros y compañeras, y lo venimos a decir aquí en Chilpancingo, que no tienen nada que deberle de historia de lucha y dignidad del país. Aquí donde nacieron los Sentimientos de la Nación, donde la historia de Guerrero se concentra ya no sólo en el dolor, sino en esos hombres y mujeres que deciden por fin darle una vuelta a la página de la historia y volverla a escribir con la letra de la gente humilde y sencilla, con la gente de abajo.”
En tanto, “allá arriba viene fuerte el bombardeo de los medios: que si un partido, que si otro, que si un candidato o si otro, una silla vacía u ocupada, un debate que a nadie le interesa.
“Llegó la hora, porque ya encontramos a esos hombres y mujeres que estábamos buscando en Guerrero y en todo el país. Compañeras y compañeros, nuestro mensaje no es para cualquiera. No es para pedir un voto, es para pedir un compromiso. Entre los que nos escuchan habrá quien sienta en su corazón que ya estuvo bueno que unas cuantas personas nos digan qué hacer.”