Más de mil estudiantes se reunieron con Marcos en el CCH Oriente Foto Víctor Camacho
29 de abril de 2006
El proceso electoral, dominado por daltónicos; todos son del mismo color, asegura
La Jornada
“Ya pasaron todos los partidos políticos por el poder y nada ha cambiado. El único que no ha pasado por el poder es el pueblo. Y es de lo que se trata ahora”, expresó hoy el subcomandante Marcos ante unas 3 mil personas que se reunieron con él en el lienzo charro Los Reyes, Iztapalapa, en el último de los tres actos que se efectuaron en el oriente de la ciudad durante el primer día de la otra campaña en el Distrito Federal.
“Allá arriba están desesperados. Sus campañas electorales no pegan. La gente no les cree. Y a pesar del silencio que se tiende sobre la otra campaña, ven que es cada vez más un movimiento, pero sobre todo ven unas luchas que se están uniendo a este levantamiento a escala nacional”, agregó ante las bases del Frente Popular Francisco Villa Independiente (FPFVI) y otras organizaciones populares de izquierda, adherentes a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona.
Por la mañana, en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), luego de escuchar a los adherentes de esa casa de estudios y de los barrios circundantes, Marcos había dicho: “La otra campaña es un pase de lista para ver quiénes están dispuestos a ir contra el poder. Y si nos acusan de hacer campaña contra Andrés Manuel López Obrador, sólo basta mirar lo que hacen los candidatos y los gobiernos emanados de su partido, el PRD. Ellos sí hacen campaña contra él”.
Sin mencionar nombres, apuntó: “Es sintomático que dos diputadas de la izquierda de arriba posen con ropa interior de encaje en una revista para hombres y con ello busquen promoverse para ganar puestos. En la otra campaña no hay mujeres que se venden sino que se resisten a la destrucción de lo que ellas son”. Este hecho dio pie a que hablara ampliamente sobre el papel de la mujer en la educación y en la lucha social.
En las primeras horas de la tarde, durante el acto público celebrado en el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Oriente, advirtió ante más de un millar de jóvenes, así como maestros y trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM): “Venimos a avisarles que vamos a derrocar al supremo gobierno y nos vamos a alzar contra el capitalismo”. Respecto del cambio sexenal en puerta, adelantó: “Pónganle el nombre y el color que quieran al gobierno que va a ser derrocado”.
Calificó el actual proceso electoral de “juego de daltónicos”, pues “dicen que son distintos sus colores, pero son el mismo”. Detrás de ellos, dijo el delegado zapatista, “están los que van a privatizar la universidad, el agua, las tierras, las personas”. Al reiterar que en México se vive una nueva guerra de conquista, explicó ante la comunidad ceceachera: “Esta no es una consigna. Hay nombres de empresas detrás del gran despojo de las tierras comunales, de las tiendas”.
Así, la entrada de la otra campaña al Distrito Federal fue por su costado izquierdo, en los barrios y avenidas del oriente, acá donde Iztapalapa prueba ser la delegación más poblada y marginada de la ciudad, como la definió esta tarde el dirigente urbano Enrique Reynoso, del FPFVI, quien se permitió citar al poeta Efraín Huerta para recibir al subcomandante Marcos en esta “amplia y dolorosa ciudad sarcástica”.
En la UACM, creada por el gobierno lopezobradorista, el delegado Zero dijo en la mañana: “Esta universidad no es un regalo de las autoridades, sino la conquista de un derecho”, y se manifestó en favor de la educación autónoma. Escuchó testimonios de los chavos de Tláhuac e Iztapalapa, y de maestros que se pronunciaron por “educación sí, cárcel no”, en un doble sentido, pues la institución académica se fundó en donde hubo un reclusorio, antes de tener edificio propio. Y también en los términos que empleó el profesor Ricardo Chagoyán: “La educación actual es una cárcel para que los estudiantes se sometan”. El catedrático abogó por que, en vez de libertad de cátedra, se luche por “la libertad de aprender, y que los estudiantes decidan su futuro”.
Los punks demostraron que saben cuidar
La seguridad de la reunión corrió a cargo de los chavos punk y anarcos, habitualmente invisibles en la UACM, y con la importante actuación de la Brigada Estudiantil Zapatista. Los primeros habían arribado desde las seis de las mañana, y realizaron un trabajo que algunos maestros, sorprendidos de estos jóvenes, consideraron eficiente. Ellos, víctimas permanentes de la persecusión policiaca, demostraron que saben cuidar y cuidarse.
La ciudad hirviente vio transitar al delegado Zero por sus calles y avenidas orientales, hasta llegar al ceceachote, donde lo recibieron sus aguerridos estudiantes. La maestra de ceremonias, y también maestra de matemáticas, llamada Sonia, dijo que López Obrador, “al destapar al rector Ramón de la Fuente como futuro secretario de Gobernación, le declaró la guerra a la comunidad universitaria”.
Tras recordar el papel jugado por el funcionario en la etapa final de la huelga estudiantil de 1999, y llamarlo “ese porro perfumado”, la maestra dijo, con la aprobación de los estudiantes: “Lo repudiamos. Y si llega al cargo, se las verá con nosotros. Vamos a hacer todo por impedir que cualquier movimiento obrero o estudiantil sea reprimido por su gobierno”. Entonces se escuchó una nueva versión del goya tradicional: “Ootra, ootra, ¡Universidad!”. Una manta atrás del estrado se pronunciaba “por otro país y otra universidad”.
El delegado Zero, al reseñar la otra campaña, luego de recorrer 20 estados de la República, se pronunció contra “esa babosada de que la juventud es el futuro de este país; se trata de que se hagan prudentes, sensatos, que aprendan a decir ’sí señor’, que aprendan a obedecer a los de arriba”. Reconoció que la otra campaña ha encontrado “jóvenes y niños que están aprendiendo a decir ‘no’.
“Vimos con admiración y respeto su movimiento en 1999. Vimos cómo fueron atacados y calumniados por los medios de comunicación y los intelectuales, y cómo fueron golpeados por los que hoy se dicen la esperanza de izquierda”. Ante los estudiante de “la mejor universidad del continentes, le pese a quien le pese”, el subcomandante Marcos agregó: “No sé por qué debemos contentarnos con hacer un frente para confrontar a los del poder, si podemos sacarlos de ahí y meterlos a la cárcel. Por qué contentarnos con un poco si podemos tenerlo todo.”
Y terminó llamando a que “bajo la bandera nacional, se unan todas las banderas, y hasta los que no quieren ninguna”, y como el águila bicéfala de la UNAM, mirar hacia los lados y hacia abajo”. No se propone un diálogo con el gobierno, insistió.
Apenas se retiró Marcos del CCH, los estudiantes procedieron a “armar” el contingente que marcharía hacia el siguiente acto de la otra campaña, y la emprendieron rumbo a la Cabeza de Juárez, el extraño monumento que legó David Alfaro Siqueiros en los llanos de una ciudad que entonces no estaban urbanizados y hoy son parte del nudo de manzanas, avenidas y vehículos que llamamos la ciudad.
El regreso de Villa y Zapata
La canción No nos moverán rugía en el lienzo charro Los Reyes, interpretada por un grupo de rock de garage (de tráiler), pesado y crudo, poco después de que el delegado Zero llegara a caballo acompañado por jinetes de la Asociación de Charros de Iztapalapa, sus anfitriones en el último acto del día, organizado con el estilo férreo del FPFVI. Enarbolando banderolas con un caracol y una estrella roja, arribaban las huestes de Izquierda Democrática Popular. Ya estaban en su sitio los de la Unión Nacional de Organizaciones Populares de Izquierda Independiente, la Unión Campesina Obrero Popular de Izquierda y la Organización Campesina Emiliano Zapata (OCEZ) de Chiapas.
En nombre del FPFVI, Enrique Reynoso recibió al delegado Zero en “el otro DF, donde además de autonomía se respira rebeldía, donde la solidaridad se hace patente en los hechos y no sólo en el discurso”. Dijo que a lo largo de la existencia de la organización villista “han existido la resistencia y la solidaridad, pero también la furia”, debido a la represión y los asesinatos. Esta sensibilidad explica el sostenido apoyo a “los compañeros de Chiapas, Oaxaca y Guerrero, con sus muertos por no doblarse ante los poderosos”. No podemos, dijo, “olvidar que todos los partidos políticos de este país tienen las manos manchadas de sangre”, por ataques directos, o por su “silencio cómplice”.
Alejandro Villanueva, dirigente villista en el estado de México, denunció que “en este país, el que es pobre y lucha por dejar de serlo es delincuente, y ese delito es más grave que ser narcotraficante”. Trinidad, de la OCEZ, dijo que “en la otra campaña estamos construyendo el poder popular. No falta mucho para que hagamos la transformación del país”.
Tras escuchar a varios hombres, mujeres y niños de las organizaciones reunidas, el subcomandate Marcos celebró a los villistas, recordando que los herederos de la Revolución pronto “dejaron de gritar vivas a Villa y Zapata para gritar ‘Viva Carranza’ y ‘Viva Obregón’”.
Enseguida se refirió al “terror” que les da a los de arriba “que la otra campaña cumpla con escuchar”, cosa que los partidos políticos no hacen. “El miedo y la angustia que teníamos nosotros empieza a cambiar de lugar. Ahora los poderosos empiezan a temblar. No sólo porque Villa y Zapata se han vuelto a juntar. La pesadilla del poder es que el obrero, el estudiante, el campesino, el indígena, se unen”.
Marcos insistió en que “allá afuera hay quienes se conforman, creen que es posible un cambio pausado. Hablan de que el capitalismo es reformable. No lo es. Es necesario destruirlo de raíz. La Sexta y la otra campaña han definido al enemigo, y han convocado a todas las fuerzas que reconocen al mismo enemigo. Responzabilizamos al gobierno de nuestra miseria”.
Allá arriba “pelean por quien es el menos peor”, mientras la otra campaña “junta a lo mejor”. Indicó que resulta inaceptable que la situación del pueblo mexicano hoy día sea la misma “de hace 70, 100 o 200 años”.