Sábado 13 de mayo de 2006
La lucha seguirá aun a costa de nuestras vidas, señalan
El FPDT no está muerto, afirman activistas de Atenco
San Salvador Atenco, Méx., 12 de mayo. “El Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) no está muerto; esto es como una guerra y ahora nos han herido a nuestro pueblo, pero aún queda nuestra dignidad. Y recuerden que desde un principio dijimos que estábamos en la lucha a costa de nuestra propia vida, y eso seguimos pensando”, aseguraron integrantes del movimiento atenquense poco antes de partir esta tarde a la marcha convocada en el Distrito Federal.
La asistencia a la convocatoria no fue masiva: sólo uno 80 miembros del movimiento atenquense, con su machete enfundado en periódicos, se congregaron en la explanada principal del poblado para acudir a la movilización por la libertad de sus compañeros presos.
Aún con temor a mostrarse; algunos dirigentes del FPDT que se encargaban de preparar las mantas, alistar los machetes y coordinar su salida, accedieron a hablar ante los medios, y advirtieron que hasta que se obtenga la libertad de todos sus compañeros presos en el penal estatal de Santiaguito y el de máxima seguridad de Almoloya, el frente continuará su resistencia.
Al hacer un breve balance de los meses anteriores a la toma de Atenco, reconocieron que sus dirigentes cometieron “errores” que los fueron orillando “a caer en la trampa de los gobiernos federal y estatal”, y que desembocó en los enfrentamientos y la incursión policiaca en el pueblo.
“Lo de los floricultores fue sólo un pretexto; ya estábamos en la mira del gobierno”. Explicaron que “lo que hicieron fue desgastarnos; porque en la mesa de diálogo que teníamos con el gobierno estatal (previa a los recientes sucesos y donde se abordaban demandas de atención a la salud, la educación y el campo), permanentemente no éramos escuchados y siempre los funcionarios nos dejaban plantados”, y reconocieron que estas negociaciones infructuosas fueron mermándolos.
Consideran que aun con Ignacio del Valle en la cárcel, el FPDT resurgirá, aunque el primer objetivo será la libertad de todos sus compañeros.
Recordaron que en julio de 2002, cuando este movimiento luchaba contra la construcción del nuevo aeropuerto, Ignacio del Valle también estuvo preso. “Y ahí fue el pueblo el que reaccionó para presionar y (para) que lo pusieran en libertad”.