Imprimir
Artesanos quechuas aplicarán justicia comunitaria
Las familias de campesinos quechuas afiliadas a la Asociación de Artesanos Andinos (AAA) de la provincia Tapacarí determinarán este martes, en asamblea, la sanción que recibirán los campesinos que directa o indirectamente están involucrados con el ciudadano belga Ives Marie Van Dame, en el manejo irregular de donaciones en dinero y especie, informó el presidente de esta organización, Aquilino Cruz Apaza.
Las 500 familias se reunirán en la localidad de Japo K”asa, distante a 160 kilómetros de la ciudad de Cochabamba, para aplicar “justicia comunitaria” a varios campesinos que aparecen firmando documentos secuestrados al ciudadano belga en abril pasado.
Entre las sanciones figuran la expulsión de por vida de su comunidad, caso contrario sometidos a un castigo físico por todos los integrantes de las comunidades indígenas.
Al menos dos campesinos fueron identificados en estos hechos irregulares que son investigados por el fiscal adscrito a la División de Delitos Económico-Financieros de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), Moisés Kestembaun.
“Ives M. Van Dame y Carmen del Rosario Cardozo Aguilar, aprovechando de nuestra condición de indígenas, que entre nosotros, sólo algunos sabemos leer y escribir, nos han hecho firmar el libro de actas en blanco, cheques en blanco, poderes, que luego son utilizados para presentar ante entidades bancarias, Notarios de Fe Pública, organismos internacionales de cooperación, utilizándolos en beneficio sólo de estas dos personas”, sostiene Cruz Apaza en el memorial de querella presentado ante el Ministerio Público, en fecha 6 de abril de 2006.
El presidente de la AAA pidió la presencia de la ministra de Justicia, Casimira Rodríguez, para que intervenga y haga un seguimiento en este caso de “engaño” por parte de un ciudadano belga y otra nacional.
Los artesanos quechuas desconocen el destino de aproximadamente 100 mil dólares del total de las donaciones recibidas por AAA, desde el 15 julio de 2004 al 31 de marzo de 2006.
Estos recursos fueron recibidos en calidad de donación y financiamiento de varios organismos internacionales y países amigos para hacer realidad más de una decena de centros de producción de artesanía en lana de oveja y llama.