Asháninkas forman brigadas para cuidar bosques en Satipo
Pobladores de 38 comunidades utilizarán flechas y escopetas en su labor. Nativos acuerdan reforestar áreas afectadas por la depredación
Cansados de esperar que la Policía Ecológica peruana cuide el bosque, nativos asháninkas crearon brigadas de guardabosques para enfrentar, con escopetas de retrocarga y flechas, a quienes sorprendan talando ilegalmente árboles o depredando la flora y fauna del interior de la selva de Satipo.
Las 38 comunidades que forman la Central Asháninka de Río Tambo constituyeron estos guardaparques por acuerdo unánime, para propiciar la defensa de las tierras comunales y la protección de los recursos naturales, como los bosques de caoba, cedro y quina.
Estos originales guardabosques nativos forman parte del plan de vigilancia de las reservas comunitarias asháninka de Capitiri, Vista Alegre, Anapate y Oviri, del distrito de Río Tambo, que son depredadas por ilegales explotadores de madera.
Las brigadas surgieron debido a que las denuncias de los nativos sobre depredación forestal no fueron atendidas por las autoridades policiales y sectores de gobierno, pese a la necesidad de acciones de control por parte de la Policía Ecológica y del Instituto Nacional de Recursos Naturales (Inrena).
Similar ejemplo se adoptó en las comunidades de Quemarini, Poyeja y Otica, donde se formaron los comités forestales, como también se les denomina a estas brigadas nativas de guardabosques.
Por turno y en grupos, los nativos recorren a pie los extensos territorios montañosos e impiden el ingreso a los extraños. Además tienen la misión de expulsar a quienes se encuentran realizando tala ilegal.
Las comunidades nativas, además, acordaron la reforestación de los bosques depredados por la tala ilegal en sus respectivas jurisdicciones.
REGISTRO DE RECURSOS
Estos originales vigilantes, que realizan la labor gratuitamente, se encargan, del mismo modo, de efectuar un registro y evaluación de los recursos de la flora y fauna de su comunidad.
Para realizar esta labor, recibieron durante dos años capacitación de los especialistas del Equipo de Promoción y Capacitación Amazónica (Procam), mediante su área de Conservación y Manejo de Bosques. La idea es promover que estas comunidades inicien la gestión sostenible de los bosques dentro de sus territorios.
El modelo de gestión propuesto es integral, pues según los capacitadores, promueve el manejo de sistemas agroforestales, la organización de la comunidad a través de asociaciones de productores y la realización de campañas de educación ambiental y cultural.
El objetivo también es preservar la sabiduría y conocimientos ancestrales de los nativos asháninkas.
Deforestación daña el ecosistema
Debido a la tala ilegal de los árboles en la selva central, ha aumentado la contaminación de los ríos y la disminución acelerada de muchos animales.
Cuando los nativos ubican un árbol semillero lo marcan para garantizar su mantenimiento.
En las cuencas de río Tambo y Satipo hay 10 reservas de bosques comunitarios, donde operan 12 comités forestales.