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39 aniversario de la masacre de Atoyac. TDR - EP

22.05.06

18 de Mayo de 1967-18 de mayo de 2006: TRIGÉSIMO NOVENO ANIVERSARIO de la masacre de Atoyac y del surgimiento del Partido de los Pobres (PDLP).

A LOS PUEBLOS DEL MUNDO
A LOS PUEBLOS DE NUESTRA AMÉRICA LATINA
AL PUEBLO DE MÉXICO
A LAS ORGANIZACIONES REVOLUCIONARIAS
Y DEMOCRÁTICAS

Parece ser esta la hora que anuncia el crepúsculo del amanecer. Parecen estos los instantes que separan el último tramo de un largo espacio ocupado por la negra y nocturnal distancia descubierta por el otro crepúsculo, el del atardecer. Parece que el espacio existente entre los crepúsculos del atardecer y del amanecer permite que nuestras voces interiores salten y maldigan, o calculen y analicen. Las voces interiores emergen y ocupan su lugar en el mundo de la materia…

Tan sólo podemos escuchar, algo cerca y algo distante, los aullidos y sonidos producidos por algunos animales que corren la cortina que ocultaba la luz del nuevo día. Los insectos que saltan o vuelan de un lugar a otro apenas alertan nuestra tarea de vigilancia. Permanecemos atentos a todo lo que sucede a nuestro alrededor, mantenemos la mirada con rumbo a un horizonte que la luz de las estrellas apenas esboza. Amparamos nuestros actos en un Estado de Alerta recién decretado, y observamos detenidamente todo cuanto pueda parecer el sigiloso y artero golpe de la hiena fascista que desde siempre espera la llegada inexorable de este crepúsculo, el del amanecer, para asestar un golpe que provoque miedo, terror, pánico, espanto e incertidumbre.

Las tácticas contrainsurgentes instrumentadas por los operadores de esta política conservadora (en sentido estricto conservadora, porque busca prolongar o mantener o perpetuar el estado actual de cosas, status que les conviene preservar para que puedan seguir teniendo los privilegios que poseen, pero que al pueblo no le conviene ni le sirve porque lo condena a la miseria y a la inhumana alienación) tienen como propósito provocar la huída aterida de quienes pudieran –si no tuvieran ese miedo que paraliza, ese temor que petrifica, ese terror que ciega–, en algún momento de su vida, participar de ese gran sueño que dibuja la verdadera transformación de nuestra realidad social en un modo de producir y reproducir las condiciones materiales y espirituales de existencia justas, éticamente admisibles y deseables y humanamente gratificantes.

Avanzan, instante tras instante, las manecillas de nuestros relojes y cuando miramos la carátula de estos, vemos que se aproxima la hora, nos damos cuenta que se acerca el momento de pedir cuentas por lo que hacen, por lo que hicieron y por lo que quieren hacer para acallar la voz y la conciencia, y la voluntad y determinación de nuestro pueblo para imprimir otro rumbo y otra dirección al país.

No hemos podido silenciar esas voces que retumban en nuestro interior y aún perviven en nuestros ojos las miradas de quienes se vieron ultrajadas por las manos y las patas de las bestias, por los delirios de los seguidores de Kamel Nacif, por los adoradores del Góber Precioso, por los que defienden a Enrique Peña Nieto y por los secuaces del subsecretario Yunes; tales miradas permanecen como sombra inapelable que acompaña nuestra caminata y no podemos dejar de escuchar las risas y los llantos de los unos y las otras, no podemos serenar en nuestra conciencia los sonidos de las balas y granadas lacrimógenas porque aún repican los gases nauseabundos en nuestros oídos y narices y ojos…

Cual si fuesen alucinaciones fantasmales caminan a nuestro lado los cuerpos tumefactos y macilentos de los torturados y golpeados, las marcas del ultraje sobre las jóvenes mujeres que soportaron las enfermas mentes de los jefes policíacos aparecen a cada instante frente a nuestras pupilas, los presos que apenas caben en sus celdas nos hablan con los ecos de sus voces a lo lejos, allá parecen escucharse ladridos de quienes enjuician a los pobladores de San Salvador Atenco y a quienes solidaridad les brindaron; más acá, los graznidos de Joaquines y Javieres y Víctores y Carlos y Pepes y agoreros y pitonisas del fin del mundo si el pueblo avanza un milímetro, se desgañitan demandando que se reprima al pueblo, exigiendo que se le acalle, pidiendo que se aplique, bajo el eufemismo del Estado de Chueco, una actuación fascista que niega y constriñe los más elementales derechos humanos…

Todavía permanecían los recuerdos de nuestros mineros asesinados en Pasta de Conchos, de nuestros mineros asesinados en Lázaro Cárdenas –no Batel, pero sí por las huestes del Batel–, de los muertos vivientes de nuestro México Amargo, de Nuestro México Bárbaro, de nuestro México Profundo, de nuestro México Insurgente, y llegaban en tropel, como Bárbaros Atilas, los Heraldos negros que nos manda la muerte –¡¡¡Ah César, nuestro César!!!—y nos anunciaban –como si fuesen Miguel el Arcángel—otras muertes más que se agregarían a la larga lista que llena enciclopedias del terror…

No habíamos podido borrar de nuestra mente la larga lista de presos políticos que pueblan las cárceles, de desaparecidos que aún no logramos encontrar, de masacrados que desde las profundidades de la tierra esperan el fin de la impunidad, y ya escuchábamos de nuevo los llantos de las viudas y huérfanos y desgajados del árbol de la vida…

Habíamos olvidado cómo deshacer los recuerdos, tratábamos de recordar cómo olvidar y Pablo Salazar Mendiguchía, el Góber de Chiapas, se empeñaba en agregar más imágenes de represión y de gases lacrimógenos y de policías dirigiendo su fuerza contra el pueblo que exige y exige más y más libertad, democracia y justicia, tan sólo eso…

Tratando de silenciar este tropel de imágenes que torturan y martirizan, volvemos a mirar nuestros relojes y nos percatamos de que avanzan, instante tras instante, las manecillas de los mismos y cuando miramos la carátula de estos, vemos que está mucho más cerca la hora, y caemos en la cuenta de que se acerca el momento de pedir cuentas por lo que hacen, por lo que hicieron y por lo que quieren hacer para acallar la voz y la conciencia, y la voluntad y determinación de nuestro pueblo para imprimir otro rumbo y otra dirección al país.

La luz del nuevo día trae consigo un ladrón que se lleva, por algunas horas, la negritud que permanece oculta tras la máscara blanca de la luz solar; los rayos del nuevo amanecer traen el canto de las aves y los gallos, y nuevos sonido parecen acallar las voces interiores que nos acompañan cada doce horas; la chachalaca mayor vocifera ocurrencias, Rubén Aguilar grazna justificaciones, Felipe y Madrazo ladran mentiras, Joaquín y Brozo y Javier y Pepe y Carlos y Adela y cuantos se colocan en los medios de desinformación masiva mugen y rebuznan teorías de complot y de riesgo para México si el Estado de Chueco se pone en tela de juicio.

Los Partidos Políticos Electoreros –todos, PRI PAN, PRD, PANAL y Convergencia—guardan un silencio bastante parecido a la estupidez y prosiguen su carrera loca de mentiras y colocaciones de suspirantes, saltimbanquis, oportunistas, vividores de la política, y tratan de alcanzar un buen lugar en la escalera mercadológica de las encuestas.

Los candidatos presidenciales miden en el termómetro de las encuestas la conveniencia de hablar sobre el tema o callar, entonces sus ideólogos dividen en dos los problemas de México, de modo tal que puedan hablar sobre ellos según sea el interés; los electorales y los “otros”.

Mientras tanto, el pueblo se prepara; mientras tanto, avanzan, instante tras instante, las manecillas de nuestros relojes y cuando miramos su carátula, vemos que se aproxima la hora, nos damos cuenta que se acerca el momento de pedir cuentas por lo que hacen, por lo que hicieron y por lo que quieren hacer para acallar la voz y la conciencia, y la voluntad y determinación de nuestro pueblo para imprimir otro rumbo y otra dirección al país.

LAS ELECCIONES DE JULIO

Mientras la realidad social prosigue su curso, en tanto que nuestro pueblo enfrenta cotidianamente la violencia terrorista de Estado que lo empobrece, lo aniquila, lo explota, lo subyuga, lo expulsa de sus lugares de origen, lo envía a las grandes ciudades o a los EE.UU., lo oprime, lo reprime, lo encarcela, lo tortura, lo insulta, lo difama, en fin; los candidatos presidenciales y los partidos que los postulan se desviven en el mundo fantástico de la lucha electoral y de la lucha por ganar, de antemano, el asunto en los medios y en las encuestas de opinión.

1431 cargos de elección popular se disputarán este dos de julio. Presidente de la República, Senadores, Diputados, Presidentes Municipales, Ediles y otra suerte de “servidores públicos” que se sirven de lo público de manera privada serán elegidos mediante el voto de la ciudadanía.

Amplios sectores de nuestro pueblo quieren creer, y creen, que aún es posible imprimir un cambio de rumbo y sentido a la vida de nuestra nación; consideran que el PRI, el PAN y todos sus miembros han mostrado claramente el país que desean conservar y perpetuar; también se han dado cuenta y consideran que el PRD es un partido que ha mostrado que donde gobierna no ha cambiado significativamente la realidad; de los demás partidillos, ni qué decir. Amplios sectores de nuestro pueblo se han dado cuenta de que los partidos políticos que participan de este proceso electoral son el basurero donde caen los saltimbanquis, los oportunistas, los que desesperadamente buscan la candidatura y el cargo hecho a la medida de sus ambiciones, intereses y necesidades personales y familiares. Amplios sectores consideran que estos partidos políticos no representan ni sus intereses, ni sus aspiraciones, ni sus necesidades… Entonces, piensan, debe decidir su voto en función de la persona, si ésta le parece honesta, que pudiera promover el cambio verdadero entonces pudiera emitir su voto por la misma.

El pueblo se dio cuenta de que el status quo, el estado de cosas actual, ha beneficiado a unos pocos –entre ellos las familias que detentan la riqueza nacional y los 1431 profesionales de la política chapucera y mercenaria—y perjudicado a la gran mayoría; se percató del hecho de que los partidos políticos y sus diputados y senadores invariablemente establecen alianzas para perjudicar al pueblo, para conculcar sus más elementales derechos humanos, para defender a los delincuentes de “cuello blanco” y para asegurar que el status quo permanezca hasta el infinito; el pueblo observa que pese a todas las reformas y leyes que “promueve” y “aprueba” el Poder Legislativo, todo permanece igual.

Por todo ello una gran parte de él se abstiene de participar en las elecciones y, otra parte, decide hacerlos por alguna persona.

Hasta ahora todo parece indicar que el Estado, los poderosos, los partidos políticos PRI y PAN no deseaban que AMLO participara en las elecciones como candidato presidencial; determinaron entonces, utilizar toda la fuerza del estado para eliminarlo de la contienda; utilizaron toda clase de artimañas para conculcar su derecho a participar; el Poder Judicial, el Poder Legislativo, el Poder Ejecutivo, los medios de desinformación masiva, los “líderes de opinión” –léase sus intelectuales orgánicos–, el PRI, el PAN y no pudieron quitarlo, y no pudieron no porque AMLO sea poderoso o fuerte, no pudieron simple y llanamente porque el pueblo lo impidió…

Hasta ahora no les ha resultado ni la estrategia ni la táctica; no han sido efectivas, pero no quitan el dedo del renglón. Si fuera necesario, lo pudieran asesinar; si es posible, pueden montar un gran fraude electoral –léase golpe de estado–, por ello montan escenarios posibles pre y post electorales de movilización popular y de represión y contención de ésta; y, lo más deseable, por tener el menor costo político para ellos, montar una campaña de medios que asegure que su candidato –Felipe Calderón Hinojosa y, en el peor de los casos, Roberto Madrazo—gane las elecciones. Como no parece prender el último de los tres escenarios posibles, ensayan el segundo; Chiapas, Guerrero, Oaxaca, el movimiento de los mineros y su sindicato, el asunto de Texcoco y San Salvador Atenco, la aprobación de la Ley Televisa, etc., son una muestra analítica del Plan “B”. Terror preelectoral, medios a su favor y todo el poder del Estado volcado en esta meta. Si, pese a todo su esmero y esforzado trabajo, no resultan exitosos los planes “A” y “B”, no nos quepa la menor duda, tratarán de pasar al plan “C”.

Pero sería útil preguntarnos: ¿Por qué tanto miedo, por qué tanto pánico a AMLO?

¿En verdad es la verdadera posibilidad para el cambio de rumbo? Parece que AMLO no les provoca por sí mismo el terror; están ateridos porque piensan que tras AMLO, por el respaldo o presión popular, se aproxima una tendencia hacia la transformación radical de la sociedad y del Modo de Producción y Reproducción Material y Espiritual que hoy nos agobia. Miedo a AMLO, sí; pero mucho más al pueblo de México. Y, más aún, a perder sus privilegios mezquinos y que se transforme el modelo de desarrollo que promueven.

Ellos quisieran que la existencia del pueblo, y la nuestra, sea tan sólo para demandarnos el “ejercicio de la democracia” a través de la emisión del voto. Se nos pide entonces que depositemos nuestra confianza en estos 1431 seres humanos que viven del erario público, y que viven bastante bien, además de traficar con influencias y acciones del gobierno en turno.

Se nos propone que existamos un día, por supuesto el día de la elección, y que después dejemos en sus manos el ejercicio del poder político, y vegetemos alienados el resto del tiempo, sujetos a la información que a través de los medios de desinformación masiva nos hacen llegar.

Los representantes de los medios, desde antes de las elecciones, se aprestan a ponerse al servicio del mejor postor y, posteriormente, también lo harán para lo que consideren necesario, en función de sus intereses, en la etapa post-electoral.

El pueblo de México, nuestro pueblo, manifestó claramente que rechazaba rotundamente la eliminación de un adversario político de quienes detentan el poder en turno. El pueblo de México, nuestro pueblo, expresó que era inadmisible eliminar a dicho adversario de este proceso. El pueblo –los sectores de éste que asistan el dos de julio a las urnas—emitirá, claro está ya, su voto, creyendo que así podrá cambiar o al menos aliviar este estado lacerante de cosas.

Sin embargo, para botar al basurero de la historia a quienes han saqueado la patria en su beneficio, y seguir luchando por una patria libre y nuestra; para botar de los cargos de representación popular a los traficantes de influencias, y seguir luchando por la transformación radical de nuestro sistema político; para botar a la cárcel a los delincuentes que dicen gobernar el país, y seguir luchando por Justicia, Democracia y Libertad; para botar este Modo de Producción Capitalista, pro Imperialista y Fascista al basurero de la historia, y seguir luchando por la construcción de relaciones socialistas, ¡¡¡Se requiere la participación consciente y organizada de todo el pueblo!!!, ¡¡¡Se requiere la articulación desde abajo de todas las izquierdas anticapitalistas!!!, Y, sobre todo, ¡¡¡Se requiere votar por un Nuevo Constituyente!!!, del cual emane una ¡Nueva Constitución!, un ¡Nuevo Gobierno! y un ¡Nuevo Orden Económico!.

¡¡¡DESPIERTA PROLETARIO!!!

¡¡¡CONTRA EL NEOLIBERALISMO, EL PODER POPULAR!!!

¡¡¡POR EL SOCIALISMO, VIVIR, LUCHA, VENCER!!!

¡¡¡SER PUEBLO, HACER PUEBLO, ESTAR CON EL PUEBLO!!!

COMANDO REVOLUCIONARIO DEL TRABAJO MÉXICO BÁRBARO

CRT – MB

COMANDO JARAMILLISTA MORELENSE 23 DE MAYO

CJM – 23M

COMANDO POPULAR REVOLUCIONARIO LA PATRIA ES PRIMERO

CPR – LPEP

TENDENCIA DEMOCRÁTICA REVOLUCIONARIA-EJÉRCITO DEL PUEBLO

TDR – EP


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