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Mexico: Zoques de los Chimalapas defienden sus tierras

20.06.03

Advierten que usarán la fuerza para defender superficies que les pertenecen

Zoques de los Chimalapas dan 10 días a colonos para que desalojen terrenos

Santa Maria Chimalapa, Oax., 19 de junio. Ante la “clara falta de voluntad política” de los gobiernos federal y estatal para dar solución al problema agrario que durante 40 años los ha enfrentando por 13 mil hectáreas con sus vecinos de la colonia agrícola y ganadera Cuauhtémoc, los indígenas zoques de esta comunidad decidieron: “si el gobierno no escucha nuestra demanda, le damos diez días a los colonos que se encuentran dentro de los límites de la comunidad para que abandonen o desocupen el lugar. De no ser así, la comunidad los desalojará por la fuerza”.

En rueda de prensa-asamblea a la que asistieron unos 300 representantes de los mil 500 comuneros de Santa María, Reynaldo Cruz Pérez, presidente del comisariado de bienes comunales, leyó el pronunciamiento, consensuado luego de conocer ayer -vía una entrevista con medios de comunicación- que el Secretario de la Reforma Agraria, Florencio Salazar Adame, no acudiría a la comunidad a dialogar, como se lo habían pedido en forma imperativa.

Luego de la lectura, Cruz cedió la palabra a los comuneros. Ocho de ellos tomaron el micrófono para denunciar que en la colonia Cuauhtémoc existe un grupo que utiliza armas de alto poder, de uso exclusivo del Ejército, como AK-47 (cuernos de chivo), metralletas, pistolas calibre .38 y otras, y que pese a que se ha solicitado a autoridades militares que realicen una campaña de despistolización en la región, nadie ha hecho nada. Y preguntaron: “qué esperan las autoridades para intervenir, ¿qué haya 300 muertos?”

Indicaron que en la zona de conflicto, pese a que hay más de 240 lotes de unas 50 hectáreas cada uno, están acaparados por no más de 25 personas, “los demás son prestanombres”. Mencionaron que entre los acaparadores están Alejandro Romero, Cirilo Velázquez y Antonio Rivera, “que se han organizado con la red de narcoganaderos de Tuxtepec y Palomares, y que están ocasionando también problemas en la zona mixe. Son los Romero, los Morales y los García”, afirmaron.

“No sólo tenemos a los colonos como enemigos. Los principales adversarios son el gobierno del estado y el federal. ¿Quieren que haya más muertos para intervenir? Ese no es el camino”, insistieron. Señalaron que en 40 años de lucha nunca se había señalado a los chimas como asesinos, “porque hemos luchado sin matar a nadie, no estamos armados”.

Cuestionaron que ahora que en un enfrentamiento resultó muerto el presidente del consejo de administración de la colonia, Andrés Luis Luis, “en una confusión entre ellos (los ganaderos), porque iban encapuchados y sin camisa, los colonos quieren decir que él es un mártir y que con su sangre ya pagó las 13 mil hectáreas que nos quitaron, pero alguien que se mete a robar no es un mártir; esos terrenos son nuestros y no los vamos a negociar”.

Al filo de las 13 horas, los enviados de La Jornada arribamos a este poblado luego de cubrir en tres horas los 40 kilómetros de carretera asfaltada y 50 kilómetros de terracería que lo separan de Juchitán, la principal ciudad del istmo de Tehuantepec. También llegaron representantes de un par de diarios locales y un reportero de Televisa. A todos se agradeció su presencia y se les exigió que se diga la verdad de lo que ocurre en la región. “Quizá hay otros medios que están controlados por el gobierno”, apuntaron.

El documento afirma que los indígenas chimas están cansados de que en esos 40 años de lucha “solamente han existido las falsas promesas. Prueba de ello es que el pasado 30 de abril acudimos a una reunión en Oaxaca, encabezada por el gobernador del estado, José Murat Casab, en la que se firmó un convenio, al que llamaron pacto de civilidad, que sirvió únicamente para que la colonia Cuauhtémoc desplazara el programa de trabajo para el brecheo de los límites que tenía la comunidad. Se pospuso 21 días sin ningún resultado y por ello se decidió continuar con la brecha el 9 de junio”.

Agrega que el 10 de junio fueron atacados por los colonos a las 14.30 horas con armas de fuego de grueso calibre. En el tiroteo -que los testigos dicen que duró más de una hora- resultó muerto un hombre, pero el cadáver “no fue levantado por las autoridades competentes. Tampoco se hizo la autopsia correspondiente. De este hecho nos acusan falsamente sin tomar en cuenta la impunidad de los colonos”.

Por ello la asamblea decidió citar a los gobiernos federal y estatal para que se trasladen a la comunidad “y den solución de inmediato a este problema”, pero como no se recibió respuesta “no podemos seguir esperando el tiempo que ellos determinen. Nos han empujado a un enfrentamiento”.

Al ver que en la reunión que el gobierno federal tuvo con los colonos “ellos hicieron su planteamiento y no quieren negociar nada con la comunidad de Santa María Chimalapa, no ceden ni un metro más de las tierras que supuestamente dicen que son de ellos. Si el gobierno federal no escucha nuestra demanda” en diez días las personas que se encuentran en los límites de la comunidad serán desalojadas.

“Tampoco estamos dispuestos a negociar las tierras comunales que nos heredaron nuestros ancestros. No permitiremos que narcoganaderos y narcotraficantes acaben con los recursos naturales que la población tiene. Como comunidad indígena zoque lucharemos hasta el final de nuestras vidas por defender la madre tierra y juntos pelearemos para recuperar nuestras tierras, que están en manos de gentes extrañas.

“A todas las organizaciones no gubernamentales y a los medios de comunicación hacemos esta invitación para que se unan a la lucha de la comunidad indígena por salvar la vida silvestre, la flora y la fauna que todavía existen en las comunidades. Para la comunidad de Santa María Chimalapa no habrá mañana, no hay marcha atrás”, concluye el documento.

Reynaldo Cruz enfatizó que aunque ahora hay una persecución contra las autoridades comunales, la lucha viene de muy atrás y seguirá “aunque pasen por encima de mi cadáver”.

Afirmó que para los indígenas no hay justicia. Informó que un abogado que lleva los casos de las agresiones sufridas por los chimas a manos de los colonos fue a presentar en Matías Romero, ante el Ministerio Público del fuero común, un recurso de intervención, pero el agente “no le recibió el documento, sino que llamó a su personal para intimidarlo. El Ministerio Público de Matías Romero está vendido y el procurador de Justicia del estado no se acata a las leyes del país”.

Añadió que por apoyar la causa de la defensa territorial de los Chimalapas “muchos ciudadanos han sido amenazados por el gobernador”. Citó a Luis Bustamante, presidente del Comité Nacional de Defensa de los Chimalapas; a Carlos Beas, dirigente de la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo, y a Gilberto Pacheco, comunero zoque, “quien no es autoridad y sin embargo está en la lista negra como autor intelectual” de la defensa territorial de Santa María Chimalapa.

Pacheco, por su parte manifestó que el grupo armado que existe en la colonia Cuauhtémoc “está patrocinado por el presidente municipal de Matías Romero con recursos del erario. Tal vez esté financiado por el gobierno del estado, que no ha hecho nada” para desarmarlos.

Cuestionó que se publique en los medios de comunicación que el dirigente de la colonia Cuauhtémoc, Luis Luis, murió cuando iba en son de paz a hablar con los zoques que estaban haciendo el brecheo, “cuando nunca se presentó a dialogar en la mesa de negociación; él iba encabezando al grupo armado que detuvo a 118 compañeros, los humillaron y al día siguiente detuvieron a los compañeros de Chalchijapa”.

Agregó que la misma gente de Luis Luis “lo asesinó, así lo pensamos, porque ese día se terminó el brecheo y los informantes de la colonia que no están en la zona de conflicto nos habían avisado que tuviéramos cuidado, que en la colonia Cuauhtémoc había un grupo armado y que iban a atacar a los chimas, que iban a caer como racimos”.

Advirtió que si el gobierno del estado lo detiene, “la gente del pueblo no se va a quedar atada de manos. A nosotros nos han puesto precio, pero Dios nos protege porque estamos luchando por una causa justa”.


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