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Análisis del fenómeno abstencionista en México

29.06.06

La abstención en México debe fluctuar entre el 40 y el 45% de la población habilitada para votar, alrededor de 70 millones de personas. Veamos algunos datos históricos y encuestas para establecer una aproximación hacia los resultados probables.

Primera parte, que es tomada del Institufuto Federal Electoral:

EL COMPORTAMIENTO DE LA ABSTENCIÓN EN MÉXICO EN LAS ELECCIONES FEDERALES DE 1982 A 1997

No obstante haberse dado ya la reforma política de 1978 que permitió la participación electoral de partidos políticos marginados hasta entonces, como el Partido Comunista (PC) y el Partido Demócrata Mexicano (PDM), la elección de 1982 es considerada como prototipo de los procesos electorales mexicanos tradicionales, como una elección controlada totalmente por el gobierno. Ésta dejó muchas dudas por el volumen elevado de votos que arrojó la elección presidencial. El padrón electoral de 1982 contaba 31,374,090 ciudadanos, es decir, alrededor de 20 millones de electores menos que el actual (de 52,945,654 ciudadanos).

El análisis de las elecciones de diputados permite revisar la evolución de los resultados con una periodicidad de tres años. También se presentan los datos de las elecciones de 1991, 1994 y 1997 para senadores y de 1994 para Presidente de la República. No es posible ubicar una homogeneidad regional en cuanto a la presentación del fenómeno del abstencionismo.

La elección de 1994 (con un 24.15%) y la de 1982 (con un 33.13%), son las elecciones con el nivel de abstención más bajo de los últimos 15 años. Sin embargo en lo que se diferencian es en su grado de confiabilidad, dado que en 1994 se contaba con el Instituto Federal Electoral (IFE), un órgano casi totalmente ciudadanizado.

Para 1985 el padrón se elevó a 35,278,324 ciudadanos, de los cuales votaron 17,879,924. Esta cifra es inferior a los 20,979,843 votantes de 1982, con un padrón menor en casi cuatro millones de electores. A nivel nacional el abstencionismo fue de 49.32%, superior en 16 puntos porcentuales al de 1982.

En 1988 se realizaron elecciones muy controvertidas, sobre todo la presidencial, donde se adujo fraude electoral en favor de Carlos Salinas, candidato del PRI, en perjuicio de Cuauhtémoc Cárdenas, candidato del Frente Democrático Nacional. Inusitadamente para una elección presidencial el abstencionismo se elevó del 49.32% de 1985 al 52.58%. De un padrón de 38,074,926 electores votaron sólo 18,054,648 personas.

Tras el conflicto post-electoral de 1988 se dieron muchos cambios en la institucionalidad electoral del país. En 1990 nació el Instituto Federal Electoral (IFE), que inicia en los hechos el proceso de ciudanización de la autoridad electoral y el retiro del gobierno del manejo de las elecciones. Desde entonces los resultados electorales se consideran mucho más confiables que los de la década de los ochenta. El padrón ascendía en 1991 a 39,678,590 electores, de los cuales votaron 23,923,956 dando un porcentaje de participación de 60.29% y una abstención de 39.71%.

Las de 1994 son las elecciones con el abstencionismo más bajo de los últimos quince años (apenas un 24.15%). De un padrón de 45,729,057 votaron 34,686,916: un nivel de participación de 75.85%.

En 1997 se realizaron elecciones con un IFE completamente ciudadanizado. Ha sido el proceso electoral menos cuestionado en la historia electoral posrevolucionaria. El resultado más significativo es, sin duda, la pérdida de la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. Sin embargo en cuanto al nivel de participación hubo un retroceso De un padrón de 52,945,654 electores votaron sólo 30,534,312, lo que da un porcentaje de participación de 57.67% y una abstención de 42.33%.

Comportamiento de los estados en las elecciones de 1982-1997

Se han agrupado los estados siguiendo criterios de similitud en su comportamiento. Para tal efecto se realizó un análisis de grupos y una comparación individual de cada uno de ellos con respecto a la media nacional. Observamos que podemos agruparlos en cinco tipos diferentes de comportamiento:

Grupo 1, estados abstencionistas: Oaxaca, Durango, Tamaulipas, Coahuila, Guerrero, Morelos y Sinaloa.
Éstos son estados con un comportamiento preferentemente abstencionista y que por lo regular se mantienen por encima de la media nacional en las elecciones de 1982 a 1997. Los dos estados más abstencionistas son Guerrero y Coahuila.

Grupo 2, estados de abstencionismo creciente: Zacatecas, Chihuahua, Michoacán, Nayarit y Veracruz.
Son estados por encima o cerca de la media nacional, que han profundizado su abstencionismo. Este comportamiento es diverso para cada uno de ellos y no corresponde a una fecha en particular. Se trataría de entidades en las cuales habría que profundizar las campañas de votación.

Grupo 3, estados abstencionistas que mejoran su participación: Colima, San Luis Potosí, Yucatán, Guanajuato, Jalisco y Sonora.
Son estados que pudiendo ser clasificados como abstencionistas han disminuido sus niveles. Colima y Sonora tuvieron elecciones competidas en 1997, año de su repunte.

Grupo 4, estados participativos en los que aumenta el abstencionismo: Tabasco, Puebla, Quintana Roo, Baja California, Hidalgo, México, Tlaxcala y Chiapas.
Son entidades donde, en distinto grado, ha disminuido el nivel de participación. Los casos más agudos son Tabasco, Puebla, Quintana Roo, Tlaxcala y sobre todo Chiapas.

Grupo 5, estados participativos: Aguascalientes, Campeche, Nuevo León, Baja California sur, Distrito Federal y Querétaro.
En estos estados se ha mantenido un nivel de participación más o menos constante y siempre por arriba de la media nacional de abstención.

Segunda parte. Datos actuales:

Según el Instituto Federal Electoral (IFE), más de 71 millones de mexicanos están llamados a votar el próximo domingo para elegir a un nuevo presidente de la República, que se convertirá en el sustituto del actual Jefe de Estado Vicente Fox.

Se espera que sean instalados por el IFE 103 mil 500 centros de sufragio en todo el territorio nacional.

México tiene una población de más de 103 millones de personas. Su capital, Ciudad de México, conformada por ocho zonas metropolitanas, es considerada la segunda urbe más poblada de América Latina y el mundo.

Otras fuentes:
Las anecuestas de mayo indicaban las siguientes preferencias y la información generalmente oculta los porcentajes de indecisos:
33.6% Andrés Manuel López Obrador.
33.1% Felipe Calderón.
30.0% Roberto Madrazo.
02.6% Patricia Mercado.
00.7% Roberto Campa.

Telemundo:
La red hispana con sede en el suburbio de Hialleah precisó este martes en su noticiario nacional que en México 35 por ciento dijo que votaría por el aspirante del Partido Acción Nacional (PAN), Felipe Calderón, si los comicios fueran ese domingo.
En tanto, el 30 por ciento mencionó al candidato del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Andrés Manuel López Obrador.
De los 600 entrevistados en sus casas, el 14 por ciento señaló al candidato del Partido Revolucionario Institucional, Roberto Madrazo.
Mientras que cinco por ciento dijo que votaría por la candidata de Alternativa Socialdemócrata y Campesina, Patricia Mercado, y uno de cada 100 por el aspirante de Nueva Alianza, Roberto Campa.

13 de junio, Encuesta Mitofsky:
Respecto a la distribución de la población por su decisión de votar, vemos que aún tenemos un 6% (aproximadamente 4 millones de ciudadanos) del listado nominal que dice mantenerse en la incertidumbre sobre su voto, este grupo, en caso de votar, representaría el 10% del total de votantes probables.
Andrés Manuel López Obrador vuelve a encabezar las preferencias apareciendo 3 puntos porcentuales por arriba de Felipe Calderón; mientras que Roberto Madrazo, candidato de la “Alianza por México” se mantiene en tercer lugar con 28%.

23 jun (IPS):
En un empate técnico se encuentran según la mayoría de encuestas difundidas este viernes, Andrés López Obrador, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), y Felipe Calderón, del oficialista Partido Acción Nacional (PAN), cada uno con alrededor de 35 por ciento de las preferencias.

En la mayoría de encuestas, López Obrador aparece con ventaja de dos a cuatro puntos porcentuales, mientras otras otorgan igual diferencia a Calderón. Pero debido al margen de error de tres por ciento de estos estudios, los observadores concluyen que ambos postulantes están en un “empate técnico”.

“Parece que la balanza la inclinarán los indecisos y los que aún no han querido revelar sus preferencias”, dijo a IPS el sociólogo Gabriel Marcel, un consultor de empresas privadas.

Según la mayoría de sondeos 12 por ciento de los electores todavía no han decidido su voto. Mientras, 15 por ciento de los consultados indicaron que preferían no revelar su opción, y entre 20 y 30 por ciento se negaron a responder las preguntas.

De acuerdo con las empresas encuestadoras, los candidatos sin oportunidad de triunfo son Roberto Madrazo, del ex gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), quien no supera 25 por ciento de las preferencias, Patricia Mercado, de Alternativa, y Roberto Campa, de Nueva Alianza, que juntos no suman ni seis por ciento de intenciones de voto.

Además de elegir a quien sucederá a Fox desde diciembre por un período de seis años, los poco más de 70 millones de mexicanos habilitados para votar escogerán a 500 diputados, 128 senadores y a docenas de autoridades locales.

Los sondeos indican que en los comicios para la Cámara de Diputados y el Senado, el ganador podría ser el gobernante PAN, pero sin mayoría absoluta.

En cuanto a la concurrencia a las urnas, diversos estudios la estiman entre 55 y 60 por ciento de los habilitados para sufragar.

En las elecciones de julio de 2000, cuando el triunfo de Fox puso fin a siete décadas de gobiernos del PRI, la participación fue de 64 por ciento.

Análisis de Clajadep:
Si de 70 millones la abstención es de 40%, entonces votan alrededor de 40 millones de personas.
Es sobre esa cifra que habrá que hacer el diagnóstico real evadiendo la fanfarria de cifras basadas en una menor cantidad de votantes que, al ocultarse por no tomarse en cuenta aduciendo porcientos de votos emitidos válidos, consiguen circular la idea de que “el porciento del ganador” es equivalente al porciento de la población mexicana, así si el candidato saca un 50% se hará circular la idea de que la mitad de la población está con él, lo que genera un efecto psicologíco y propagandístico importante para la dominación y el “orden social” auto impuesto por el impacto de un raciocinio basado en cifras cercenadas.

Nuestro cálculo se basa en el total de los habilitados y así lo mostraremos después de las elecciones para circular un dato objetivo diferente y contradictorio con las cifras oficiales.

Si de 70 millones se ausenta el 40%, eso equivale a la nada despreciable cifra de 28 millones de personas. Por eso si un candidato saca el 50% de 42 millones que votan, será porque obtuvo 21 millones de votos, lo que equivale al 30% de los 71 millones habilitados, lo que le deja muy atrás de los ciudadanos que se niegan a seguir la convocatoria institucional.
Sume después a ello los votos nulos y blancos y tendrá una idea del bajo apoyo real a los gobiernos.


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