Clajadep :: Red de divulgación e intercambios sobre autonomía y poder popular

Imprimir

La nueva democracia viene desde abajo

06.07.06

Notas extraídas de Punto Final

Jerry Mander: está surgiendo una nueva democracia

En la búsqueda de alternativas al modelo neoliberal globalizado, el economista estadounidense Jerry Mander dice que “debemos actuar desde dentro del sistema como una serpiente que cambia su piel”. Con esta sugerente imagen intenta graficar el movimiento de construcción de una nueva democracia y soberanía desde las localidades o pequeñas comunidades que, paulatinamente y a través de múltiples y diversas experiencias, vayan dando forma a otra manera de vivir.
“El neoliberalismo, representado a nivel global por el Banco Mundial, el FMI, el GATT y posteriomente por la Organización Mundial de Comercio (OMC), ha demostrado ser incapaz de cumplir sus objetivos -dice Mander-. Nos prometieron que el ‘libre’ mercado traería bienestar para todos, pero millones de personas han sido expulsadas de las tierras que han ocupado tradicionalmente, el medio ambiente está a punto del colapso y cada vez es más grande la brecha entre ricos y pobres”.
El economista destacó que a partir de la movilización que se inició en Seattle -“donde 80 mil personas dijeron ‘no más’”-, el Tercer Mundo y parte importante del Primero han obstaculizado y rechazado las políticas de la OMC, “que no son otra cosa que una forma más avanzada de neocolonialismo”. “Ahora -agregó- la OMC y las restantes instituciones de Bretton Woods están a la defensiva”, aludiendo a que abandonaron la práctica de celebrar “reuniones cumbre” que demandaban enorme despliegue de fuerzas represivas para hacer frente a las cada vez más masivas y perturbadoras “cumbres paralelas” del movimiento antiglobalización.

El Foro Internacional para la Globalización sistematizó diez principios básicos -reconoce que pueden ser muchos más- del nuevo tipo de sociedad cuya búsqueda unifica al movimiento antiglobalización. Están contenidos en el libro Alternativas a la globalización económica, del Foro Internacional sobre Globalización (Ed.Gedisa, Barcelona, 2003).
Así los expuso Jerry Mander:
• Nueva democracia: “Es la democracia verdadera y no la ilusión de la democracia, que se reduce a un voto cada 4 ó 6 años por un candidato que ya ha sido comprado por las corporaciones. Podemos llamarla nueva democracia o democracia del pueblo, o popular, o democracia viviente, o democracia participativa. Lo que enfatiza es el gobierno ejercido por los gobernados, la conexión directa con el poder y la potenciación de las comunidades para controlar sus propios recursos y destinos. Cada vez que se toman decisiones deben votar aquellos que tendrán que asumir las consecuencias de esas decisiones. Miles de comunidades ya están en proceso de actualizar este sueño, como ocurre con algunas organizaciones de productores forestales en México y Guatemala, comunidades de los Sin Tierra, en Brasil, y otras que se han apoderado de un espacio para crear una democracia más directa”.
• Subsidiariedad: “Este principio complementa el anterior, porque se trata de devolver el poder desde lo global a lo local, es decir, hacer exactamente lo contrario al modelo económico actual. El poder globalizado sólo beneficia a la gente que está en el centro del sistema, y deja vulnerables y dependientes a las economías locales. Las crisis globales de la salud, por ejemplo, o las crisis ambientales, como el cambio climático, requieren acciones a nivel mundial, pero la mayoría de las decisiones económicas, sociales y políticas se pueden tomar en los niveles locales, regionales y nacionales. Todos los sistemas deben favorecer la producción y el consumo locales, y no el comercio a distancia orientado a la exportación, como razón de ser del modelo. Eso significa acortar las líneas de todas las actividades económicas: menos kilómetros para el traslado de productos y el suministro de energía, y ningún empresario ausente que dicte mandatos desde Bruselas o Ginebra sobre lo que los agricultores mexicanos, los pescadores de Chile o los indígenas de Brasil tienen que hacer con su tierra, sus recursos y su trabajo. La soberanía reside en las personas, y la autoridad fluye en forma ascendente desde el pueblo, mediante la expresión de la voluntad democrática”.
• Sustentabilidad ecológica: “Todo sistema debe permitir satisfacer las necesidades auténticas de las personas, sin disminuir la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer las suyas, y sin reducir la diversidad natural de la vida en la Tierra”.
• Patrimonio común: “Se refiere a la protección de los recursos básicos para la vida, que constituyen un derecho colectivo de nacimiento. Hace muy poco era impensable que sustentos de la vida, como el agua dulce, las semillas autóctonas o los genes humanos pudieran estar sujetos al comercio global de las corporaciones. Pero ahora lo están, y eso hay que pararlo. También son parte del patrimonio común la cultura y los conocimientos, los servicios públicos, educación y seguridad social, entre otros”.
• Protección de la diversidad biológica, cultural, social y económica: “La diversidad es la clave de la vitalidad, la resistencia y la capacidad innovadora de todo sistema vivo. Este principio es especialmente importante para los pueblos indígenas, que quieren mantener sus modos de vida y protegerse de la intervención exterior que avasalla sus derechos”.
• Derechos humanos: “Toda actividad económica y política tiene que ser coherente con la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas y su posterior ampliación a los derechos económicos, sociales y culturales”.
• Derecho al trabajo: “Todas las personas, grupos locales y comunidades tienen derecho a proteger sus trabajos y formas de sustentarse en condiciones laborales justas y dignas”.
• Garantía y seguridad de los alimentos: “La producción local de alimentos y la garantía de que éstos sean sanos y seguros son un derecho humano básico. Ninguna agencia global puede tomar decisiones que afecten la producción y la sustentabilidad local, para favorecer la agricultura industrial globalizada. El control monopólico de alimentos y semillas por pocas empresas amenaza a millones de pequeños agricultores, como también la seguridad y garantía alimentarias de decenas de millones de personas. En tanto, la biotecnología crea una serie de peligros ecológicos y sanitarios nuevos. Un nuevo modelo de sistema alimentario debe basarse en destinos comerciales más cortos y en la reducción de la dependencia de insumos caros que se trasladan desde lugares distantes”.
• Equidad entre las personas y entre las naciones: “Esto reforzaría la democracia y también las comunidades sustentables. Para reducir la inequidad entre países ricos y pobres se deben cancelar las deudas ilegítimas de estos últimos y reemplazar las actuales instituciones del gobierno global por otras nuevas que se basen en la justicia global.
• Necesidad de aplicar el principio precautorio en todas las cosas: “Las nuevas tecnologías, como las que impulsaron la ‘revolución verde’ y la biotecnología, se introducen en forma autoritaria, sin ningún proceso democrático. El principio de precaución establece que cualquier invento de este tipo se tiene que probar en forma previa y demostrar científicamente que es seguro y deseable, antes de ser adoptado. El agente corporativo que lo propone es el que debe encargarse de probarlo antes de introducirlo”.
Jerry Mander admite que hablar de principios “es la parte fácil” ( … ) hay que comenzar por pequeñas -y grandes- transformaciones en el ámbito local: salirse de la economía del petróleo y adoptar energías renovables, liberar a la agricultura de la orientación a la exportación, producir alimentos orgánicos, tender hacia el autoabastecimiento, eliminar a los terratenientes ‘ausentes’…


https://clajadep.lahaine.org