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Sigue ofensiva popular en Oaxaca. Otro municipio es ocupado por la población. Huye el alcalde de San Antonino

04.08.06

Jueves 3 de agosto de 2006

El alcalde, el síndico y el regidor de policía se esconden en sus domicilios

Oaxaqueños recuperan San Antonino; echan al edil y exigen la renuncia de Ulises Ruiz
Denuncian infinidad de tropelías cometidas por las autoridades depuestas

La Jornada

San Antonino de Castillo Velasco, Oax. 2 de agosto. La ola de inconformidad llegó a San Antonino. Esta mañana, unos 200 ciudadanos ocuparon pacíficamente la presidencia municipal, desconociendo al alcalde Joel López Sánchez, y por la noche una concurrida asamblea de centenares de pobladores ya designaba un “ayuntamiento popular”. Otro más. Su demanda central, tras remover al ayuntamiento oficial, es la renuncia del gobernador Ulises Ruiz Ortiz, pues lo responsabilizan de los abusos y la impunidad que hasta ayer imperaban en este municipio zapoteco de los valles centrales, célebre por sus vestidos bordados con figuras humanas de muchos colores.

Hombres y mujeres, muchos de ellos ancianos, resguardaron a lo largo del día las instalaciones clausuradas, con sello notarial, para conservar las evidencias del saqueo al municipio que al huir efectuaron el alcalde depuesto y sus colaboradores. “Irresponsablemente”, abandonaron a un preso en la cárcel.

“Nuestra idea es restablecer el orden constitucional”, dice llanamente un hombre que se identifica como “un cuidadano más”, si bien ya fue regidor en el pasado. Recibe a La Jornada la mayoría de miembros legales del ayuntamiento. Faltan el alcalde, el síndico, y el regidor de policía, quienes se refugiaron en sus domicilios y llevaron consigo computadoras, mobiliario y archivos del municipio. “Esconden las pruebas de la corrupción”, dice una mujer. También están presentes un ex alcalde, el representante de bienes comunales y varios ex regidores. Otra mujer, Elena, agrega: “También muchos luchadores sociales que han defendido durante años los intereses del pueblo”.

Las denuncias son claras y algunas muy graves. “Ya teníamos desconocido al gobierno desde hace un año, cuando nos salimos del ayuntamiento 4 regidores y 5 secretarios”, dice Alejandro, regidor de salud y educación. En junio de 2005 solicitaron al Congreso oaxaqueño la destitución del alcalde, “pero el Congreso aceptó el documento del alcalde priísta, con dos firmas falsificadas, y no tomaron en cuenta nuestra demanda”.

Desde entonces, agrega la primera mujer, “fuimos madurando la protesta”. Finalmente hoy actuaron tomando la alcaldía y enviando a la capital a un regidor y al director de obras para hablar con la Asamblea Popular del Pueblo Oaxaqueño (APPO), y participar en la conferencia de prensa de la sección 22 del SNTE, en el plantón instalado en el zócalo. Explican que los inconformes son amplia mayoría, miembros de todos los partidos, incluido el PRI. “Ahora no hay diferencias. Tenemos acuerdo, y todos participan en la asamblea popular”.

Se acusa al alcalde de realizar obras sin licitación ni consultar a la comunidad. Es el caso de un nuevo palacio municipal, “inútil, y además rompe con el estilo colonial del pueblo”. El ex alcalde “utilizó los recursos y programas federales como Oportunidades, para promover la campaña presidencial de Madrazo”. Como respuesta, el PRI fue derrotado “tres por uno” el 2 de julio. “Ulises Ruiz es ‘papá’ de Joel López Sánchez, que es un ‘Ulises chiquito’. Son iguales. Por eso está protegido, y por eso no lo queremos”.

Lotificó ilegalmente terrenos comunales, entregó el agua del subsuelo a la Comisión Nacional del Agua, y las autoridades pretenden que los comuneros paguen por su líquido, y en cambio se otorga a refresqueras privadas “que han vaciado los pozos; ahora tenemos que sacar agua a 40 metros de profundidad”.

Conrado, regidor suplente, acusa a López Sánchez de “cómplice” de que Conagua privatice el recurso para agricultura de este municipio, que produce buena parte de las legumbres que consume la ciudad de Oaxaca.

Elena explica que con otros 16 pueblos de distintos municipios, este 20 de julio establecieron la coordinadora El agua es nuestra, aunque inició labores un año atrás. “Somos pioneros en la oposición a Ulises Ruiz”, se ufana. Las comerciantes de El baratillo (importante mercado ganadero que se celebra aquí con la participación de compradores y vendedores de Veracruz, Puebla, Morelos y la costa), denuncian que el alcalde les impide ahora expender sus productos, o cobra cuotas indebidas, mientras protege a comerciantes de otros municipios y les autoriza quedarse con los puestos de comida en El baratillo”. Una anciana dice, muy digna: “Le hablé muy directamente a Joel, le dije que era un arbitrario. Me contestó que éramos puras patarrajadas y me mandó a volar”.

Anoche, el alcalde se llevó maquinaria de construcción y dos vehículos, si bien los pobladores recuperaron las patrullas y designaron un cuerpo de “topiles populares” que hoy mismo comenzó a funcionar. “No cumplió como gobierno con el campesino”, dice alguien más. Ofreció recursos federales a la gente de El Carmen si participaban en la marcha de desagravio a Ulises Ruiz, o “de la vergüenza”, como se le conoce popularmente. Y para colmo, no cumplió. Lo acusan de despotismo, autoritarismo y nepotismo. De prohibir la libertad de expresión, reprimiendo al periódico regional Fin del silencio y boicoteando la difusora comunitaria Radio Calenda.

A la policía depuesta, encabezada por Francisco Mateos, El Panda, la acusan de amenazar de muerte a opositores, de proteger al narcomenudeo en las escuelas y organizar francachelas en su cuartel: “Allí dejaron zapatillas y calzones de mujer”, comenta un regidor. Hace unos meses, los policías golpearon salvajemente a Julio Montes en las piernas, lo arrastraron al río y lo abandonaron. Luego se le negó atención en la clínica del municipio, pues según el síndico “era mejor que se muriera”. Finalmente, Montes perdió las piernas por gangrena. Muestran un video con el hombre y sus heridas putrefactas y llenas de moscas en el suelo de la clínica, y su testimonio en estado febril.

Pero estos días el pueblo recuperó su Guelaguetza tradicional (”robada y comercializada” por Ulises Ruiz), y hoy asumió el gobierno del municipio. Aunque esta noche policías depuestos encabezados por Abel Córdova López atacaron en su vehículo a Fernando Aguilar, miembro de la asamblea popular, todo aquí se ha vuelto un gran tequio para miles de personas. El entusiasmo reina en San Antonino.


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