Colombia ha decidido no renovar sus acuerdos con el FMI
El Gobierno de Colombia ha comunicado al Fondo Monetario Internacional (FMI) su decisión de no renovar el acuerdo que ambos mantienen, tras expresar su convicción de que la economía nacional puede caminar por sí misma. Este anuncio se ha hecho público en el marco de la tercera y última revisión del actual acuerdo, que se lleva a cabo durante estos días, aunque en la última carta de intención, firmada en abril de 2005, el Gobierno de Uribe ya expresó su intención de no firmar más acuerdos.
Según el último Memorándum de Política Económica, esta tercera revisión, que se lleva a cabo estos días, se concentrará en la gestión económica durante el año 2006. Para este programa se fijaron otras dos revisiones semianuales, en septiembre de 2005 y marzo de 2006, respectivamente.
Los acuerdos de Colombia con el FMI comenzaron en diciembre de 1999, bajo el mandato de Andrés Pastrana, cuando el Gobierno solicitó un “Acuerdo Extendido” como apoyo a su programa, con vigencia hasta diciembre de 2002, por un total de 2.700 millones de dólares (2.096 millones de euros).
Una vez cumplido este periodo, el Gobierno de Uribe decidió mantener un programa con el Fondo, firmando un acuerdo stand by, que permitía a Colombia acceder a un préstamo de contingencia de 2.200 millones de dólares (1.708 millones de euros). Aunque este acuerdo vencía en enero de 2005, el Gobierno solicitó una prórroga hasta abril para poder tramitar el proyecto de ley que reforma el Estatuto Orgánico del Presupuesto. En ese mismo mes, Colombia firmó un nuevo acuerdo, esta vez con un préstamo de contingencia de 600 millones de dólares (465 millones de euros).
El país suramericano no ha utilizado en ninguno de los tres acuerdos los recursos de crédito previstos. Sin embargo, éstos le han supuesto un aval para su acceso a los mercados de capitales.
Pese a esto, en un análisis que la Contraloría General de la República hizo de los acuerdos firmados entre 1999 y 2003, criticó duramente la efectividad de dichos acuerdos, destacando que las metas que estableció el acuerdo de 1999 en materia fiscal no se alcanzaron, lo que obligó al Gobierno a reprogramarlas y al FMI a aceptar un déficit fiscal mayor.