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Establecerán Junta Provisional de Gobierno Popular en Oaxaca

22.09.06

Oaxaca continúa su camino, sus pasos humildes y firmes hacia su futuro, pasando por la autonomía y la democracia real. Después de los salvajes ataques de hace apenas dos semanas (ver anterior boletín), se mantienen las barricadas y se continúa bloqueando la ciudad en las noches.

Los vecinos y comerciantes sufren esta situación, y se dan no pocos problemas, pero poco a poco se van encontrando soluciones y se va explicando a los inconformes el porqué son necesarios los bloqueos y barricadas. “Levantar las barricadas ahora es abrir la puerta a los asesinos”, clamaban las bocinas de la APPO (Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca1) en la megamarcha del viernes pasado, la quinta que se produce desde que inició el movimiento magisterial, el 22 de mayo. Se nota la nutrida presencia de maestros en esta marcha cuando un joven escribe en la pared “fuera el ejérsito de Oaxaca” y le corrigen insistentemente “muchacho, ejército se escribe con C”. La lucha no les hace olvidar su vocación pedagógica… Y junto a los más de 20mil maestros, cientos de miles de personas marcharon por las calles de la ciudad (secundadas por miles de vecinos que miraban pasar la marcha, muchos sonriendo o directamente aplaudiendo) exigiendo la destitución del Gobernador Ulises Ruiz, dando, de esta manera, un espaldarazo a la Comisión Única de la APPO y el Magisterio que ha iniciado, esta semana pasada, diálogos con el titular de la Secretaría de Gobernación de la República, Carlos Abascal, para tratar medidas de distensión por ambas partes, sin renunciar un ápice a su demanda única: la salida de Ulises.

Por su parte, la APPO está dando muestras de buena voluntad, liberando durante el día la carretera 190, que une el Istmo de Tehuantepec con la Ciudad de México, así como algunas de las principales avenidas de la capital del Estado. Estas medidas se ofrecen, sobre todo, al pueblo de Oaxaca, como solución a algunos problemas planteados, como está siendo el desabasto en los mercados. Otras medidas, como la devolución de las radios y del Canal 9 de la TV estatal, han sido rechazadas. El titular de Gobernación, por su parte, ha prometido la liberación de los presos políticos, pero se ha lavado las manos en lo referente a la destitución de Ulises Ruiz, alegando que hará lo necesario para que se estudie esa posibilidad en el Senado de la República (dominado por los grupos que apoyan a Ulises). Ha tratado, a su vez, de llegar a acuerdos con los 26 integrantes de esta Comisión Única (13 miembros del Magisterio y 13 más del resto de organizaciones que integran la APPO), pero esta mesa es de diálogo, no de negociación. La salida de Ulises Ruiz es una necesidad irrenunciable y, por tanto, no se negocia.

Para todo lo demás, no esperan nada del Gobierno. Siguen tomados 22 palacios municipales, y mientras, avanza el proceso organizativo y de integración en el movimiento por parte de las colonias, los ayuntamientos e, incluso, algunas agrupaciones de municipios –que se agruparon, precisamente, para hacer valer sus demandas-. Ya hay, además, APPO’s regionales, como es el caso del Istmo de Tehuantepec, que decidió impedir el traslado de poderes a Juchitán de Zaragoza, obligando a Ulises Ruiz Ortiz (URO) a desistir de asentarse en este municipio para tratar de reinstalarse como lo que ya no es: Gobernador de Oaxaca. El mismo Carlos Abascal reconoce el “impresionante capital político” que ha ganado la APPO, aunque advierte que algunos defectos de esta pueden hacerle perder ese mismo capital. Estamos de acuerdo, por una vez, con el Secretario de Gobernación, aunque también anotaremos unos puntos de interés para ver cómo se van corrigiendo estos defectos.

Una de las medidas de distensión antes mencionada, la liberación de dos avenidas, responde a una demanda de los vecinos y comerciantes del centro histórico de Oaxaca de Juárez, la capital del Estado, quienes han estado apoyando al movimiento entregando cobijas, llevando comida al plantón, etc. Por otra parte, algunos de los microbuses que se tomaron para bloquear las calles se han devuelto, pactando un horario con los transportistas, quienes los vuelven a estacionar en las barricadas en la noche. A su vez, un colectivo de taxistas, simpatizantes del movimiento –quienes se distinguen con una estrella roja-, ofrecen descuentos del 50% a los integrantes de la APPO, como muestra de solidaridad y reconocimiento por las medidas encaminadas a mejorar la vialidad en la ciudad. Por otra parte, los trabajadores de la empresa de autobuses de largo recorrido ADO, han informado a la APPO que, para evitar sospechas sobre el traslado de policías y delincuentes al servicio de URO en los vehículos de dicha empresa, han decidido en asamblea cancelar los servicios nocturnos. Ya hace semanas, pues, que los ciudadanos recurren a la APPO para solucionar sus problemas, principalmente en cuanto a la seguridad pública, la vialidad, la limpieza (que, por cierto, es notable debido a las brigadas diarias de recogida de basura).

Es un proceso incipiente que ha decidido madurar. En su asamblea plenaria de este domingo, 3 de septiembre, los más de 400 delegados presentes tomaron la decisión de ejercer el gobierno, para suplantar ya definitivamente al desbancado Ulises Ruiz. Se considera urgente avanzar en este sentido, por lo que se ha encargado a la Dirección Colectiva la elaboración de una propuesta de convocatoria y estructura organizativa de la APPO para presentar en la próxima asamblea plenaria, esta misma semana.

En esta misma plenaria, la “Coordinadora de mujeres oaxaqueñas 1º de agosto de la APPO” se integró a la Asamblea Popular y a su Dirección Colectiva. Esta coordinadora convocó a una caravana motorizada, que ya salió, conformada por 500 mujeres, hacia la Ciudad de México, para instalar un plantón en el Zócalo capitalino y rememorar la marcha de las cacerolas, con la que tomaron el Canal 9 de la TV estatal, con el fin de presionar para la salida inmediata de URO.

Siguiendo con la urgencia del ejercicio de gobierno, uno de los problemas que mayormente se plantean es qué hacer con los detenidos. Los delincuentes que son atrapados… hasta ahora solo reciben castigos de limpieza y otros servicios a la comunidad, o los mismos vecinos les rapan el cabello para reconocerlos. Pero la APPO no se atreve a tenerlos detenidos, por miedo a que alguien, fácilmente enviado por el Gobierno, los agreda y esto sirva de excusa para enviar al Ejército, que ya ronda la zona. Sienten la terrible injusticia de dejar sueltos a los ladrones, pero sobre todo a aquellos que han agredido -e incluso asesinado- a sus compañeros. Saben que es un peligro para la gente, pero entienden que hay mucho más en juego, que un linchamiento o una agresión a un detenido puede ser el fin del movimiento. Ante esta situación, una de las propuestas es la de construir cárceles populares. Esto sería un punto urgente, pues la complicidad de las autoridades federales con los sicarios de Ulises Ruiz se hace evidente, y solo así se acabaría con la impunidad de que gozan. De momento, “empezarán realizando rondines de vigilancia en las principales calles de la ciudad por parte, eventualmente, de miembros del Honorable Cuerpo de Topiles de la APPO y de la Policía Magisterial de Oaxaca (también de la asamblea), para abatir el índice de robos y asaltos ocurridos en días recientes”2.

Esta impotencia ante los delincuentes no es por incapacidad de mantener el orden. Las brigadas móviles de la APPO, y sobre todo, la organización ciudadana, mantienen bastante a raya a los asaltantes, así como las barricadas dificultan el “trabajo” a los escuadrones de la muerte. El problema principal está en las estructuras de poder que se dan en México, donde los medios de comunicación más importantes, principalmente Televisa y TV Azteca, mienten más que hablan, obedeciendo de una manera descarada, inmoral -y a veces criminal-, a sus propios intereses corporativos. El verdadero problema de la inseguridad se debe a la muy previsible manera en que estos medios convencerían a amplias capas de la población de que las detenciones de la APPO constituirían actos delictivos, de secuestro, del mismo modo en que, denunciando las pacíficas y desarmadas barricadas que obstruyen el paso a los escuadrones de la muerte, estos medios televisivos exigen la entrada de las fuerzas federales para detener la violencia, misma que sus propios reporteros han sufrido, únicamente, por parte de las fuerzas policiales y paramilitares al servicio de Ulises Ruiz. Este es el verdadero problema para la seguridad en Oaxaca, que proviene de las cloacas del poder y que costará de resolver.

En esta misma línea, hace apenas unos días, se dio la aparición de un supuesto grupo guerrillero en la sierra oaxaqueña, región que se ha sumado masivamente al movimiento popular y pacífico de la APPO. Lo nuevo e impecable de sus uniformes y la similitud con el armamento de la policía, levantaron rápidamente la sospecha de que se trataba de un montaje. Las mismas autoridades municipales de la zona han desmentido la presencia de grupos armados en la región, y han declarado que, si los hubiese, ellos mismos los detendrían. Como se temía, esta estrategia ha servido de excusa al Gobierno Federal para enviar sus tropas a Oaxaca. Vecinos y autoridades de diversos distritos de la Sierra Juárez han denunciado la presencia de un convoy militar, que supuestamente está “peinando” la zona. Vieron pasar también un camión del Ejército cargado de alimentos. Los lugareños recuerdan con desagrado que en diciembre de 1996 el Ejército Mexicano penetró en la sierra con helicópteros y toda su fuerza represiva para agredir a los indígenas. En la misma lógica que siguió ante el creciente movimiento popular en la Costa, en marzo de este año, a la organización y participación política de la población, el Gobierno Federal responde enviando a sus soldados.

No se descarta que se produzcan, por lo demás, acciones bélicas por parte de este supuesto grupo armado –que en realidad serían perpetrados por policías afines a URO y “malandrines” excarcelados para apoyar en la guerra sucia contra el movimiento popular-, lo cual desencadenaría la intervención militar. La próxima semana puede ser clave en este aspecto, pues, mientras se escribe este boletín, llegan nuevas denuncias de la sierra. “El coordinador del área de derechos indígenas de la Unión de Organizaciones de la Sierra Juárez de Oaxaca, Aldo González, declaró que unos 100 elementos del Ejército ingresaron abordo de 11 camiones de la Secretaría de la Defensa Nacional, el pasado sábado, al municipio de Ayotzintepec, para después dirigirse a La Josefina, San Francisco Yovego y acampar en Yagalaxi.”3 Se interrogó a los soldados sobre el motivo de su presencia y se negaron a responder de manera oficial, aunque algunos elementos afirmaron que “solo” estaban comprobando si los maestros estaban o no impartiendo las clases.

Por otro lado, sin dejarse intimidar por las artimañas del Gobierno Federal y Estatal, se está preparando un bando de Buen Gobierno por parte de la APPO que atenderá la seguridad pública -tanto del plantón del Zócalo de la capital como de la ciudad en general-, la limpieza municipal y el embellecimiento de la ciudad, la vialidad (transporte urbano y suburbano), y la convivencia armónica, así como planteará diferentes medidas para reactivar la economía y recuperar el turismo. Estos bandos se emitirían en todo el Estado y no solo serán válidos para las zonas, ciudades o municipios que simpatizan o forman parte de la APPO. De la misma manera, se invitará a las diferentes APPO’s regionales, así como a los 570 municipios del Estado, a que elaboren sus propios bandos de gobierno. A la vez, se está redactando un Manifiesto a la Nación para explicar el porqué de estas decisiones, declarando proscrito el Gobierno de Ulises Ruiz y anunciando que el gobierno se ejercerá desde el centro histórico de la Ciudad de Oaxaca.

En la misma línea, se lanzarán proclamas municipales y se emprenderán acciones de gobierno para fortalecer la APPO, así como se crearán comités de la Asamblea Popular en las colonias y barrios de la capital (de seguridad, limpieza, salud…). Se espera que, de esta manera, ya no sea necesario mantener las barricadas por toda la ciudad.

Ya a nivel estatal, se establecerá una Junta Provisional de Gobierno Popular. Cuanto esté constituida, ocupará el antiguo Palacio de Gobierno (convertido en museo durante el mandato de Ulises Ruiz). Como primera acción, y esto es de vital importancia en un país como México, se organizarán las celebraciones patrias, tradición que insistentemente han solicitado las comunidades que se respete. El Grito de la Independencia, que cada año lanza el Gobernador del Estado el 15 de septiembre, lo lanzaría un representante de la APPO desde el mismo Palacio de Gobierno. Para esta celebración, se ha invitado a los embajadores de los diferentes países, esperando que quizás acudan a este llamado los representantes de Venezuela, Cuba y/o Bolivia, principalmente.

De la misma manera, se quiere enviar embajadores a todos los estados de la Nación. El 15 y 16 de septiembre saldrán 3 caravanas para difundir la lucha oaxaqueña en el Norte, el Centro y el Sur del país, convocando a construir Asambleas Populares Estatales y, finalmente, una Asamblea Popular de los Pueblos de México, que abra un nuevo proceso constituyente y rescate a la Nación de la deriva neoliberal y colonial en la que se ve inmersa.

Y es que, parafraseando al célebre Obispo Emérito de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, Samuel Ruiz, “se están poniendo los cimientos de algo que no viene automático, sino que es el resultado de un trabajo conjunto, […] se abre un gran reto para la construcción de un futuro urgente, que ya ha empezado pero que tendremos que acelerar. […] Estamos ya en un foro permanente y en la construcción de ese futuro que ya está en nuestras manos”. Samuel Ruiz considera que se está dando algo inaudito, pues aunque las luchas ya iban unidas, ahora están verdaderamente articuladas, y se tratan temas que no suelen tratarse: “eso quiere decir que se adelantan los tiempos para la construcción y que, ya desde ahora, se están poniendo los cimientos que se han empezado a construir en otras partes, pero que tendrá que continuar en un movimiento acelerado para que el futuro se haga presente”. También destaca el papel de los indígenas, que dejan de ser ignorados o sujetos a absorber por nuestra sociedad, y “ahora se vuelven fuente de esperanza para nuestro futuro y para nuestra propia existencia en el momento que está por venir.”

Estas palabras fueron pronunciadas en el Foro Nacional “Construyendo la Democracia y la Gobernabilidad en Oaxaca”, celebrado durante los días 16 y 17 de agosto, y en el que participaron unas 1500 personas, entre las cuales se hallaban trabajadores de la educación, representantes de unas 200 organizaciones, autoridades municipales, comunitarias y agrarias de diversos pueblos zapotecos, chinantecos, mixtecos, huaves, mixes, chontales y mestizos; académicos e intelectuales de reconocido prestigio, artistas, representantes de iglesias, 8 medios de comunicación internacionales y 36 medios nacionales y locales. Durante dos días se analizó la crisis política y de ingobernabilidad que prevalece en el Estado, y se debatieron formas viables para enfrentarla, desde una perspectiva de sociedad civil.

Los temas de trabajo fueron muchos y variados. Uno de ellos fue el de la educación, también a nivel universitario, sobre cómo debe respetarse y tener en cuenta desde un nuevo sistema educativo a las culturas indígenas. Otros temas de trabajo fueron: cómo garantizar el respeto a los Derechos Humanos, medidas y pasos para fortalecer la APPO, aprovechar y proteger los recursos naturales, respetar la diversidad cultural en la entidad y promover el desarrollo de los pueblos indígenas, cómo hacer prevalecer la ética en la elaboración de las leyes, y cómo hacer que en éstas se reconozcan los derechos individuales y colectivos. Conforme a esto último, se vio la necesidad de revisar la Ley Indígena para adecuarla realmente a los Acuerdos de San Andrés (firmados por el Gobierno Federal y el EZLN el 16 de febrero de 1996) y vigilar su cumplimiento. Finalmente, en este foro se proclamó el 1º de agosto como “Día de la mujer oaxaqueña”, y el 14 de junio como “Día de la Batalla del centro histórico”.

Otros pasos que se van a dar para consolidar el movimiento son dos Encuentros Nacionales el 9 de septiembre en Oaxaca: uno de sindicatos y organizaciones democráticas y otro de estudiantes. El 28 de septiembre se realizará un Foro de solidaridad nacional e internacional con la lucha oaxaqueña. Así mismo, el 12 de octubre, en uno de los ayuntamientos populares, se realizará un Foro Popular con las organizaciones sociales para tratar sobre el papel primordial que juegan los pueblos indígenas en el movimiento. Además, para este mes continúan las movilizaciones, y se convocará a una gran marcha nacional de solidaridad con la lucha del pueblo oaxaqueño por la salida de Ulises Ruiz.

Por el momento, ya están apareciendo Asambleas Populares en otros lugares, como en Michoacán, así como Asambleas de apoyo a la APPO, como en la Ciudad de México. En California (Estados Unidos), los emigrantes oaxaqueños están convocando a conformar una APPO allí también.

Y es que este movimiento, que apareció por sorpresa, inicialmente como respuesta a la represión y el despotismo del Gobernador del Estado, pero que es fruto de años, décadas de marginación, engaño y saqueo de los recursos naturales, quiere sintetizar la rica gama de formas de ejercer la autonomía que se da en todo el país. Procesos como las policías comunitarias de Guerrero, los Caracoles y los municipios autónomos zapatistas, los ayuntamientos populares en Oaxaca, las estructuras y modos de autogobierno de muchos pueblos indígenas… son procesos más avanzados, pero de una implantación territorial más o menos limitada. Se trata de extraer las enseñanzas de estos movimientos e implantarlas en, por ahora, todo el Estado de Oaxaca.

De este modo, vemos con ilusión y mucha prudencia, cómo desde uno de los estados más pobres y marginados de la Nación, así como uno de los más combativos (no es casual que sea la entidad con más población indígena de todo el país), se está llevando a cabo un proceso de transformación profunda de la sociedad. Las fechas venideras serán cruciales, con la consagración –luego de dos meses de disputas- de uno de los mayores fraudes electorales de la Historia de México, entregándose la Presidencia de la República a Felipe Calderón, de quien no se esperan otras propuestas que la represión más feroz y el retorno a las tradicionales prácticas fascistas del PRI. Un baño de sangre en las calles de Oaxaca podría llevar a un irreversible estallido social en todo el país. Las piezas se mueven en el tablero de ajedrez, y se va perfilando una nueva correlación de fuerzas. No se harán esperar las respuestas a nivel internacional de quienes tienen puestos sus colmillos en México y en Oaxaca, la tierra de Benito Juárez, fundador de la nación mexicana, la misma tierra que puede impulsar un nuevo orden social. Sea como sea, los pueblos de Oaxaca ya están entrando en la Historia. Habrá que ver qué tan dignas y sensatas serán las páginas que se hayan de escribir.

1 Puede consultarse la página oficial de la APPO http://www.asambleapopulardeoaxaca.com para conocer cómo y a raíz de qué se formó, sus acuerdos de asamblea, así como otros materiales que se van a ir colgando


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