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¿Buena escuela? Afganos entrenados en Colombia.

13.03.07

Marzo 12 de 2007

Legión extranjera llegó al Tolima para entrenarse en guerra antidrogas

Los afganos coinciden que el entrenamiento ha sido duro, pero saben que es el mejor en la lucha antinarcóticos. Haidary, en primer plano. Se destacan los afganos Haidary, Sadaat y Yousafi, quienes se someten al curso más duro de la Policía Antinarcóticos de Colombia: Comando Jungla.

La misión será volver a su país y librar la que, quizás, es la guerra antidrogas más dura del mundo.

Dejar Afganistán y poner los pies en Colombia era como salir de un conflicto y llegar a una guerra anunciada.

Por lo menos así pensaba Abdul Najib Haidary, un policía afgano que hace un mes llegó al Espinal (Tolima), creyendo que encontraría guerrilleros en cada esquina.

Haidary es uno de los tres policías del país asiático que realiza el curso internacional de Comandos Jungla, en el Centro de Entrenamiento Pijaos, en San Luis (Tolima). Su misión será regresar y apoyar la guerra antidrogas.

Pero hasta ahora, el mayor obstáculo no han sido los guerrilleros, sino el idioma. Como hablan dari y pashto nunca los desampara Ghulam Subhani Mohmand, un afgano políglota y funcionario de la DEA.

Mohmand cuenta que Afganistán tiene más de 270 mil hectáreas de amapola, la mayor cantidad de cultivos ilícitos en el mundo. Al menos 70 por ciento de las ganancias de este comercio ilegal, dice, va a las arcas de los talibanes, el mayor combustible del conflicto interno de esa nación.

Los ‘comandos’ afganos

Por esto, para Haidary, 26, y sus paisanos Sayed Naqib Sadaat, de la provincia de Kunarh, y Muhammad Nouroz Yousafi, de la provincia de Thakhar, entrenar con policías colombianos es una oportunidad única. “Vamos a aprovechar la experiencia de 20 años de la Policía Antinarcóticos y llevarla a nuestro país”, dice Muhammad.

Ellos son apenas tres de una legión de 19 extranjeros que están en Tolima para recibir instrucción antinarcóticos, como parte de los convenios suscritos con Estados Unidos, que también contemplan el traslado a Afganistán de instructores colombianos.

El grupo lo completan policías mexicanos, panameños, bolivianos, salvadoreños, uruguayos y peruanos. Pero los afganos son los que llaman la atención, no solo por su idioma y cultura, sino porque, a pesar de pertenecer a “otro mundo”, guardan similitudes con los jóvenes latinos.

Sadaat, 29, por ejemplo, responsabiliza a la guerra de su ingreso a la Policía a los 13 años. “Asesinaron a mi papá. Yo era el único con capacidad de trabajar en mi casa. Mis hermanos son pequeños y a las mujeres no se les permite trabajar. Tenía que hacer algo y esto fue lo que encontré para subsistir”, señala.

Afganistán ha sufrido más de un conflicto, desde la invasión soviética, pasando por una guerra civil, hasta la invasión de E.U. en el 2001.

Y al compararla con la situación de Colombia, a Sadaat se le antoja que la nuestra es una nación pacífica y a punto para el desarrollo. Entre otras, le maravilla la cantidad de agua que existe. Su país es pobre en este recurso.

Por su parte, Yousafi, 21, le preocupa más el entrenamiento. “Allá trabajamos hasta las 3 p.m. y aquí nos toca levantarnos a las 5 a.m. y estar hasta las 10 de la noche o más”, asegura.

Contrario a Sadaat, Yousafi es de familia acomodada. Dice que desde pequeño su padre lo cuidó con esmero. “Él -cuenta- realiza obras con gente necesitada y ora para que no me pase nada”.

A pesar de la dureza del entrenamiento y la exigencia en los horarios, los afganos, todos musulmanes, son más estrictos a la hora de cumplir con las obligaciones religiosas.

No importa el calor sofocante, se arrodillan orientados hacia la Meca y recitan sus plegarias. A esa hora, nadie, ni la disciplina castrense, se puede interponer entre ellos y Alá.

Otras asesorías de la policía colombiana

Antisecuestro: Paraguay y Argentina han suscrito con la Policía convenios de capacitación en materia de lucha contra el secuestro, no solo en materia de investigación, sino de conformación de unidades especializadas de rescate.

Investigación criminal: Costa Rica y otros países centroamericanos recibieron recientemente en Colombia una capacitación especial de agentes de la Dijín, expertos en metodología y procedimientos de investigación criminal.

Pilotaje de helicópteros: El servicio aéreo de la Policía Nacional entrena y prepara en la base de esa institución en Mariquita (Tolima), además de los pilotos colombianos a personal de países de América Latina como Panamá y Guatemala.

OLGA LUCÍA GARZÓN
ESPECIAL PARA EL TIEMPO
SAN LUIS (TOLIMA)


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