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El joven combatiente y el joven organizador

21.03.07

Las actividades del Día del Joven Combatiente del 29 de marzo pueden ser un colofón de las luchas de resistencia contra el Transantiago y un toque de clarín para el inicio de las actividades escolares y universitarias del país.

Ese día se realiza un homenaje a los hermanos Vergara, jóvenes miristas que a la época militaban en una de las corrientes del MIR, hoy día dividido en una multiplicidad de orgánicas y colectivos desde las electoralistas hasta las más combativas, desde los marxistas, pasando por los marxistas leninistas, los autónomos, cristianos revolucionarios, rebeldes y aún anarquistas, ya que de diversas corrientes de pensamiento y acción se pasó en 1965 a la formación de un espacio común que priorizaba por el trabajo de organización social y la formación de órganos autónomos del poder popular, para luego disputar el poder mediante todas las formas de lucha en pos de la instauración de un estado socialista.

Muchos miristas llegaron desde los partidos tradicionales como el PC y el PS, otros lo hicieron desde las filas cristianas, del troskismo, del maoísmo, del sindicalismo y desde el anarquismo, de modo que a la época se trataba de una experiencia muy importante, donde la simpatía iba hacia la revolución de los barbudos en Cuba, revolución que muy luego pasa a ser controlada por los reformistas del viejo Partido Socialista Popular, proceso que no fue suficientemente discutido en las filas de la joven organización y que costó la salida del Che.

Los partidos comunistas del continente anatemizaban a dicha revolución con el pretexto de que se trataba de una “excepción histórica” y el Che era considerado poco menos que un demonio, ultraizquierdista, foquista y todo lo demás, para luego ser elevado por los mismos detractores a las más altas cimas de la adoración (cuando se produce la alianza con la URSS), aunque es perceptible que en los viejos militantes reformistas continúa la repulsión hacia la combatividad de Guevara, que pone en cuestión sus métodos etapistas de avanzar hacia la sociedad sin clases.

Sin embargo, muchos miristas están hoy día muy dispuestos a establecer alianzas con agrupaciones estalinistas por el hecho simple de que “las formas de lucha” son similares y habrá que “compartir el poder”. De nada sirven las lecciones de los ataques sectarios armados de las FARC contra el ELN colombiano, para muchos es mejor hacer la vista gorda, ya que no es posible entender que algunos destacamentos y organizaciones que se reivindican herederos o continuadores del MIR hoy día prioricen alianzas con grupos estalinistas.

Las alianzas necesarias deberían estar en el campo autónomo y libertario y así se lo hemos dicho una y otra vez a varios compañeros de diferentes tiendas de la familia mirista, pero la instrumentalización de la política se sobrepone al buen sentido, considerando que basta ser “combativo” para que sea un aliado. Hoy no basta ser combativo, ya que no es difícil salir a la calle a las barricadas, lo difícil es la organización de las nuevas relaciones sociales que deben caracterizar el socialismo cotidiano del Che, relaciones sociales portadoras de una nueva economía, la economía autogestionaria.

Hay muchos colectivos e iniciativas en el campo autónomo y libertario que contribuyen notablemente a la autoorganización social desde abajo, como muchos anarquistas, los lautaristas, los Kamina Libre, los situacionistas, autogestionarios, vegetarianos y veganos, ecologistas libertarios, autónomos, independientes, miristas autónomos libertarios, hiphoperos, roqueros, medios de comunicación alternativa y gente de la pobla. Existe una gran cantidad de casas okupa, colectivos y centros culturales, modos de autogestión y energía alternativa, escuelas comunitarias, cines libertarios y otras modalidades de inicios de agrupamiento local que, vistos en perspectiva, constituyen una enorme red potencial de relaciones horizontales que muchos miristas menosprecian por que no se suman a las políticas tradicionales de formación y acumulación de fuerzas dirigidas por “la ideología” y la “vocación de poder”.

La disyuntiva está en que si se debe priorizar por las alianzas con los estalinistas por la disputa del poder o los guevaristas se acercan al campo autónomo y libertario en pos de alianzas de construcción de espacios de poder popular donde se construyan relaciones autogestionarias y de comunidad, como los antiguos consejistas de la revolución rusa, o los communards, o los zapatistas, en fin múltiples experiencias históricas y continentales que demuestran que el futuro no está en quien va a dirigir el estado, sino en como se organiza desde abajo y a la izquierda la nueva sociedad, la sociedad sin clases, el comunismo y la anarquía, que son sinónimos.

De modo que estas jornadas del próximo 29 deberían caracterizarse no sólo por la lucha callejera, que la habrá y la estimulamos y apoyamos, sino fundamentalmente por la organización de espacios irreductibles de libertad y comunidad desde donde emerja ahora la mujer y el hombre nuevos, y no mañana.

La transformación es hoy día, no en un futuro probable y para ello no necesitamos el estado.

Abrazos

Profesor J


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