El MAS propone tres niveles estatales que hagan leyes
Sucre / La Prensa
El Movimiento Al Socialismo (MAS) propuso en la Asamblea Constituyente la creación de tres niveles estatales con “cualidad legislativa” en el marco de un nuevo Estado autonómico y plurinacional.
El primero es el nacional, actualmente incluido en la Constitución Política del Estado (CPE) a través del Congreso.
El segundo sería el nivel departamental, donde funcionaría una Asamblea Legislativa, y el tercero se ubicaría en las “regiones autónomas”, a través de una Asamblea Regional, que permitiría abrir la puerta a las autonomías de los pueblos indígenas y originarios, base social del MAS.
La propuesta masista señala que los tres niveles gubernativos gozarán de “capacidad legislativa”, vale decir que podrán elaborar sus propias leyes y normas territoriales.
El oficialismo aclaró que este proyecto no pretende “federalizar el país” en pequeños estados ni tampoco restarle autoridad a las autonomías departamentales, pues la llave para evitar eso será la definición de competencias.
La agrupación ciudadana Poder Democrático y Social (Podemos) considera que a la larga un modelo autonómico de estas características puede generar “un caos de poder”, con niveles superpuestos que rompan la unidad y jerarquía de las autoridades nacionales y departamentales.
De acuerdo con el documento de Visión de País que expuso el MAS, este plantea tres niveles gubernativos: nacional, departamental y regional, cada uno con capacidad de gestión, legislativa y jurídica.
Saúl Ávalos (MAS), presidente de la Comisión de Autonomías, confirmó el planteamiento del oficialismo, pero dijo que éste no tiene por qué ser rechazado por la oposición, pues los alcances de cada estamento serán definidos por las competencias que les asigne la Asamblea.
La propuesta, que se circunscribe a un modelo de “Estado plurinacional”, señala que cada región podrá elaborar sus propias leyes mediante una instancia denominada Asamblea Regional.
Igual tratamiento se dará a los gobiernos departamentales autónomos en Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando, respetando el referéndum autonómico de julio de 2006.
“No tiene por qué haber choques entre los mandatos de autoridades, porque el detalle está en las competencias que tengan las instancias. Por ejemplo, si una región tiene competencia en el área del deporte, no tiene por qué legislar sobre salud o educación”.
El podemista Rubén Darío Cuéllar sostuvo que el dar paso a las autonomías regionales significaría un choque entre los mandatos de autoridades, y de hecho una separación del país.
“Con estos privilegios, como la capacidad de que una autoridad sea elegida de manera diferente a la de todo el país o que se elaboren leyes específicas para cada sector, se dará autodeterminación a los pueblos, lo cual significa crear pequeños estados dentro de un país. Por más que quieran darle otro nombre o pintarlo de otra forma, a la larga terminará en la federalización de Bolivia”.
Este criterio es compartido por Guillermo Richter, del MNR, quien se mostró totalmente contrario a la propuesta masista pues, de acuerdo con el planteamiento de su partido, es necesario reconocer a los pueblos indígenas, pero no con capacidades de autogobierno. Subrayó que en la Asamblea Constituyente debe establecerse la primacía de las autonomías
departamentales.
El trabajo en autonomías
Actualmente la Comisión de Autonomías revisa los documentos que contienen la sistematización de las propuestas y la próxima semana espera comenzar la redacción del informe final.
En esta instancia se espera aprobar dos informes, uno de mayorías y otro de minorías, pues los disensos entre los miembros son muy marcados.
Sin embargo, la intención de los asambleístas es debatir hasta conseguir sintetizar las ideas en una sola propuesta. Con anterioridad se hicieron intentos por acercar las visiones sobre autonomías entre los asambleístas; por ejemplo, el llamado “sinceramiento político” que llevó a los constituyentes a encerrarse por tres días en la hacienda Villa Norita para alcanzar un consenso sobre el modelo autonómico que figurará en la nueva Constitución Política del Estado.
La oposición, a través de Cuéllar, ha ratificado su posición de que sólo rijan las autonomías departamentales, así como el rechazo a cualquier otro modelo. Sin embargo, ayer, en la reunión de la bancada del MAS, los representantes oficialistas ratificaron que defenderán la vigencia del Estado plurinacional.
Asamblea gastó el 30% de sus fondos
Al cúmulo de problemas que rodean el trabajo de la Constituyente se suma el hecho de que hasta ahora el foro gastó el 30 por ciento del presupuesto de 70 millones de bolivianos aprobado para esta gestión.
El oficial mayor del órgano deliberante, Camilo Torres, dio a conocer ese dato preliminar y prometió presentar hoy un informe detallado de los gastos que se realizaron hasta el momento dentro de la Asamblea.
Las declaraciones se hicieron a raíz de las versiones del asambleísta Samuel Doria Medina (UN), quien calculó que hasta el momento el cónclave gastó 10 millones de dólares, sin haber arrojado algún resultado de su trabajo.
Torres explicó que el año pasado se gastó el 80 por ciento del presupuesto fijado, que alcanzaba a 37 millones de bolivianos, dinero que se suma al 30 por ciento de los 70 millones aprobados para esta gestión.
Roberto Aguilar, vicepresidente del cónclave, reiteró que el trabajo de los asambleístas no puede medirse por el tiempo o el monto de dinero porque “no es de carácter administrativo, no es sentarse en una computadora y redactar artículos”.