por Hugo Guzmán / PrimeraLínea
Texto sobre “la Situación Subversiva en el Continente’ elaborado en Conferencia de Ejércitos Americanos (CEA) reconoce actividad ‘en etapa primaria’ del FPMR y MIR-EGP y señala que ‘la aplicación del modelo neoliberal, por las profundas transformaciones que implica, seguirá generando la oposición de organizaciones de ideologías extremistas’
El conflicto mapuche podría convertirse en un tema de seguridad pública mucho más importante que las acciones terroristas en Chile, de acuerdo al documento ‘Apreciación Combinada de la Situación Subversiva en el Continente’ elaborado en el marco de la Conferencia de Ejércitos Americanos (CEA) que integran altos mando castrenses de toda la región.
En el caso chileno, los jefes militares expresan inquietud por ‘el Movimiento Indigenista unido a los Movimientos Ecologistas (que) han influenciado al desarrollo de los acontecimientos relacionados con la etnia mapuche’ y en tono de advertencia indican: ‘el conflicto podría llegar a constituir un tema relevante de seguridad pública, tanto o más que la acción terrorista’ que realizaron o podrían realizar grupos subversivos.
En parte del estudio, que abarca toda Latinoamérica, se manifiesta en tono inquietante que la ‘internacionalización de los conflictos étnicos, constituye amenaza latente, dado que personas o grupos pertenecientes a movimientos políticos y a diversas ONGs, apoyan a los grupos aborígenes basándose en discursos asociados a ideologías puntuales y en defensa de los temas medioambientales’.
Esto tiene directa relación con apreciaciones de estamentos militares, policiales e incluso de sectores de la derecha, en el sentido que habría ‘vínculos’ entre organizaciones mapuches, medioambientalistas, de izquierda y de otros países en una ‘coordinación subversiva’.
En lo que se antoja como una aproximación a la caracterización del movimiento en el sur del país, el texto de la CEA señala que ‘los principales grupos subversivos, el MIR y FMR, se encuentran actualmente desarrollando un trabajo proselitista y de infiltración en conflictos sociales, dentro de ellos, en el conflicto de la etnia mapuche. Sin embargo, se descarta conforme a los antecedentes actuales, la probabilidad de guerrilla de tipo rural en la zona’.
Respecto a los movimientos insurgentes que cita el documento, calificado de ‘Secreto’, el análisis castrense indica que ‘actualmente la subversión a nivel nacional, se encuentra en una etapa primaria de agitación y propaganda, orientada principalmente a la reorganización y a la captación de militantes, junto con la elaboración de sus nuevas propuestas político-militares de acuerdo a la realidad social actual’.
Sobre el Frente Patriótico Manuel Rodríguez y el MIR, se asegura que ‘mantienen presencia en los principales conflictos sociales. Sin embargo, no se encuentran preparados militarmente para asumir en la actualidad un rol protagónico de ‘lucha armada’, aunque consideren fundamental el ‘elemento militar’ dentro de su estrategia político militar’.
El documento no hace referencia a los distintos grupos en que se dividieron o fraccionaron tanto el FPMR como el MIR, pero se estima que por lo menos en este último caso, se trata en realidad del MIR-Ejército Guerrillero de los Pobres.
El texto de análisis militar no incursiona en las causas del movimiento mapuche e indígena –sólo hace un nexo con movimientos ecologistas- ni profundiza respecto a la existencia de grupos insurgentes en el país. Aunque paradójicamente, al analizar la situación de rebeldía y oposición a nivel continental, avanza en algunas conclusiones como constatar que el neoliberalismo está detrás de todo eso.
En lo que se refiere al panorama latinoamericano, el documento castrense plantea que ‘la puesta en ejecución en la mayoría de los países del modelo económico neoliberal es probablemente el hecho de mayor trascendencia e influencia en el comportamiento de los grandes grupos poblacionales del continente, especialmente en los que acusan poco desarrollo’.
De acuerdo a la reflexión de los oficiales de la CEA, en América Latina ‘estamos sin lugar a dudas frente a un panorama estratégico todavía incierto, complejo, volátil y al parecer precariamente estable que no termina de decantarse’.
El documento es preciso en establecer de forma sintetizada alguna de las causas de la actividad insurgente y opositora en el continente: ‘la aplicación del modelo neoliberal, por las profundas transformaciones que implica, seguirá generando la oposición de todas aquellas organizaciones de ideologías extremistas’.
El documento describe la presencia de organizaciones insurgentes en toda la región, situando a las guerrillas colombianas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC) y Ejército de Liberación Nacional (ELN) como las más antiguas y numerosas del continente, y a Ecuador con gran número de grupos emergentes como el Partido Comunista Marxista-Leninista, ‘Sol Rojo’, ‘Montoneras Patria Libre’, ‘Movimiento Popular Democrático’ y ‘Grupos Combatientes Populares’, entre otros.
Se mencionan en Perú a ‘Sendero Luminoso’ y ‘Movimiento Revolucionario Tupac Amaru’ que, según el texto, sufrieron una ‘derrota estratégica’, y en Paraguay y Brasil a los movimientos de campesinos sin tierra y de origen indígena y estudiantil.