Se proponen gobierno nacional y local despojar a indígenas de sus propiedades
Después de concluir con los procesos de certificación de tierras ejidales y comunales (Procedes y Procecom) que implementó el gobierno federal, con el propósito de privatizar la tierra, los gobiernos nacional y locales están en la etapa de despojar a las comunidades indígenas de sus propiedades.
Declaró ayer Julio Garduño Quen, representante en Tabasco del Movimiento Agrario Indígena Zapatista, organización adherente a La Otra Campaña del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Es por eso, mencionó Garduño Quen, que en la actualidad hay mucha movilización de campesinos y comunidades indígenas a través de foros, en donde están denunciando despojos de los que están siendo objeto e intercambiar experiencias y buscar soluciones para la defensa.
Por tal motivo, afirmó, el próximo lunes tendrá lugar, en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, un foro en la Universidad de la Tierra, en donde el tema central será la defensa de la tierra y territorio.
En Tabasco también se están viviendo esos problemas, mencionó el representante estatal de MAIZ,
En Tabasco, por ejemplo, dijo Garduño Quen, estamos atentos al problema que enfrentan indígenas choles de la comunidad Madero primera sección en el municipio de Tacotalpa, la cual fue dividida con pretexto de que, desde las últimas inundaciones, los gobiernos municipal, estatal y federal aseguran que es una zona de riesgo.
Afirmando que los pobladores de Madero tenían que desalojar la comunidad porque podrían ocurrir deslaves y una desgracia, el gobierno municipal, que preside Pedro Palomeque Calzada, compró terrenos para que la población se trasladara a ese lugar, lo que hoy se conoce como Madero segunda.
Más de la mitad de los habitantes de Madero se negaron a abandonar el viejo poblado, porque consideran que el fondo de la exigencia del desalojo es porque es una zona en la que hay yacimientos de petróleo y otras riquezas o se pretenden utilizar para desarrollos empresariales ecoturísticos.
Los pobladores de Madero primera consideran que no están en riesgo, que ellos están acostumbrados a enfrentar esos riesgos ancestralmente y no quieren dejar el lugar, a pesar de las amenazas y presiones tanto de las autoridades federales como municipales.
Los conflictos ente una y otra comunidad han comenzado a surgir, afirma Garduño Quen, porque un grupo de 10 o 15, apoyados por la señora Teresa Jaber, pretenden tener propiedades en las dos comunidades.
Y en Madero primera, los habitantes están siendo objeto de amenazas e intimidaciones, particularmente en contra del representante de la comunidad, Francisco de la Cruz, al que más de una vez, elementos del Ejército Mexicano ha llegado a su domicilio con el pretexto de que necesitan que les haga un trabajo.
También han llegado a buscar a Francisco de la Cruz, funcionarios del gobierno municipal, y hasta trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad y la señora María Teresa Jaber que los está “azuzando”. Este es uno de los problemas con los que MAIZ está trabajando.
Otro es el de Noipac, en el mismo municipio, en donde desde hace 80 años, una resolución presidencial otorgó a ese ejido, una dotación de tierra de 451 hectáreas que se entregarían en tres partes, pero la tercera, alrededor de 205 hectáreas, nunca se entregó.
Esos ejidatarios también son choles y estamos viendo de qué manera podemos apoyarlos, posiblemente presentando primero una demanda ante el Tribunal Federal Agrario.
Estamos platicando con ellos, para saber qué decisión tomarán, afirmó.
Lo anterior, como mencionamos es parte de la política oficialista que prevalece para despojar a campesinos e indígenas de sus tierras, luego del paso que dio el gobierno federal con el Procedes y el Procecom.
Es por eso que hay tanta movilización, en términos de foros y encuentros en donde se denuncia, se comparten experiencias de cómo organizarse para defenderse.
Garduño Quen, dijo que al encuentro de San Cristóbal de Las Casas asistirán no solo organizaciones indígenas de México, sino también de Guatemala, Honduras y otros países, porque el problema del despojo de tierras comunitarias, no es privativo de México, dijo.