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Cinco códices prehispánicos podrán consultarse por Internet

19.05.09

La Biblioteca Mundial Digital incorporará, en breve, ese valioso acervo de México
Cinco códices prehispánicos podrán consultarse por Internet

Se trata de los manuscritos Colombino, Huamantla, Chavero, Sigüenza y Matrícula de Tributos

El país está representado en esa colección universal mediante 11 archivos del centro Carso

Cinco de los más importantes códices que resguarda la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia (BNAH) podrán consultarse en breve por Internet, mediante el sitio de la recién abierta Biblioteca Mundial Digital que impulsa la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Se trata de los manuscritos conocidos como Colombino, Huamantla, Chavero y Sigüenza, así como la Matrícula de Tributos, documentos que fueron digitalizados hace cuatro años para poner al alcance de los investigadores ese material sin el riesgo de dañarlo (La Jornada, 13/06/05).

En el proyecto de la Biblioteca Mundial Digital, que comenzó a operar el 21 de abril, participan 32 instituciones de 21 países responsables del resguardo de información histórica y cultural.

El Plan de Ayala, digitalizado

Si bien el material de la BNAH no ha sido puesto en línea, México está ya representado por 11 archivos del acervo del Centro de Estudios de Historia de México Carso, documentos que van desde el siglo XV al XX y que son los siguientes:

El Códice Totomixtlahuaca o Códice Condumex, elaborado con tintas de carbón sobre algodón y que data de 1570; un manuscrito en el cual se explica cómo hacían la pintura los indígenas, que data de 1548; manuscrito colombino de 1493; Real Cédula de Fundación de la ciudad de Tlaxcala, manuscrito de 1535, y Catecismo Testeriano, de 1524.

También están una bula In nomine Sancte, de Paulo III, de 1537, texto que analiza la evangelización y la conversión, incluyendo la forma correcta de aplicar los sacramentos, en particular el del bautismo; el Nican mopohua (Aquí se dice), informe en náhuatl de la historia de las apariciones de la Virgen de Guadalupe, de 1649; un plano de la ciudad de México de 1720 para organizar la recolección de basura; el Plan de Independencia de la América Septentrional (Plan de Iguala, de Agustín de Iturbide), de 1821, así como su Manifiesto al mundo, del 23 de octubre de 1823.

Entre las obras digitalizadas provenientes de México, a las que el mundo puede acceder mediante la Biblioteca Digital Mundial, destaca la que John Womack, historiador de la Revolución Mexicana, ha llamado la “sagrada Escritura” de los zapatistas: el Plan de Ayala, escrito por Emiliano Zapata y Otilio Montaño, firmado el 25 de noviembre de 1911.

El sitio web de esa biblioteca universal funciona en siete idiomas: árabe, chino, español, francés, inglés, portugués y ruso. Fue habilitado por un equipo de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, mientras que la Biblioteca Alejandrina de Egipto prestó asistencia técnica.

Ahí se encuentran tesoros culturales de naciones como Arabia Saudita, Brasil, Egipto, China, Eslovaquia, Estados Unidos, Rusia, Francia, Irak, Israel, Japón, Mali, Marruecos, Países Bajos, Qatar, Reino Unido, Serbia, Sudáfrica, Suecia y Uganda.

Entre las “joyas” de las que presume el proyecto de la UNESCO, cuyo acceso es gratuito, figura el Hyakumanto Darani (El millón de pagodas y oraciones Dharani), la publicación más antigua de la que se tiene registro en el mundo, cuya fecha de producción está claramente identificada: el año 764.

Fue entonces, cuenta la historia, cuando la emperatriz Shÿtoku (718-770) ordenó la donación del Hyakumanto Darani, cada uno con un pequeño pergamino impreso con cuatro sutras Dharani budistas, a 10 de los más grandes templos.

La pieza es una pagoda de tres niveles, pintada con arcilla blanca. No está claro si los bloques de impresión eran de madera o metal.

Descripciones en siete idiomas

Por el momento, la página de la Biblioteca Mundial Digital (www.wdl.org) contiene unos mil 200 manuscritos, libros, mapas, películas, grabaciones sonoras, publicaciones y fotografías con carácter patrimonial para la UNESCO.

Cada pieza fue escaneada en su idioma original y cuenta con explicaciones en español, inglés, árabe, chino, francés, portugués y ruso.

La idea de una biblioteca on line con estos valiosos materiales fue concebida hace cuatro años por James Billington, director de la Biblioteca del Congreso estadunidense, instancia que desde la década pasada digitalizó los cerca de 15 millones de documentos históricos que resguarda.

Los responsables de la Biblioteca Mundial Digital descartan que su meta sea competir con otras bibliotecas digitales, como Google Book Search, la primera que hubo en este terreno, o la Europeana, proyecto desarrollado por la Unión Europea.

En cambio, esperan ocupar un espacio que estaba vacante en materia de documentos patrimoniales, los cuales son “una contribución a la historia del mundo, del pensamiento”.


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